-
¿Cómo
sabes tú lo de…(empezó a decir Cristina) ¡LE LLAMASTE LOCA A LA ABUELA! (Gritó
furiosa Cristina. Menos mal que llevaba el cinturón de seguridad puesto, sino
se hubiera arrojado contra Mark y le hubiera arrancado el cuello de cuajo. Mark
se dio cuenta de la patinada e intentó hacerse invisible. Pero aquello era
imposible, todos lo estaban mirando como si acabara de atropellar a una mujer
embarazada y se hubiera dado a la fuga).
-
Bueno…yo…el
abuelo ya me castigó (dijo a la defensiva)
-
Eso
seguro jajaja (dijo Pedro)
-
Pedro
no tiene gracia (le fulminó con la mirada Cristina.
Pedro se dio cuenta que esa era una de esas ocasiones en que no debía tomar
partido a menos que quisiera salir escaldado)
-
No,
no la tiene, perdón (se disculpó
rápidamente y se mantuvo en un segundo plano).
-
¡Cómo
te has atrevido a llamarle loca a tu abuela! (continuó
riñéndole Cristina) ¿Pero qué mierda tienes ahí arriba? ¡Mark,
maldita sea, joder! (Cristina estaba más que furiosa, no podía creer que su
propio hijo hubiera ofendido a su madre de esa forma) Vale que esté cabreado con tu padre y conmigo, pero tu abuela siempre
ha sido amable y buena contigo, ¡Pero como te atreves a insultarla, y de esa
manera!
-
Lo
siento, vale (Mark empezó a defenderse porque su
madre estaba gritándole y atacándole como una desquiciada) , ya le pedí disculpas, no era mi intención, no esperaba que se lo
tomase a mal.
-
¿Ah
no? (dijo Cris con ironía) ¿Y cómo esperabas que se lo tomase, Mark?
¡Dime! ¿Cómo? (Miguel y Juan miraban por el espejo interno a Cristina que
parecía a punto de estallarle la cabeza),
-
Joder,
mamá, no lo sé, no lo pensé y punto (le soltó Mark
molesto porque ya estaba cansado de excusarse por algo que ya había pasado y ya
había sido castigado y perdonado) .
-
¡Nunca
piensas, joder! (dio un golpe al reposabrazos del
asiento de atrás)¿Me puedes decir para
qué coño tienes la cabeza si no la utilizas nunca? (Cristina no podía
creerse que su hijo fuera por ahí insultando a su familia y que no le diera la
más mínima importancia).
-
La
cagué, ¿vale? ¡Fuck! Ya le pedí perdón,
y ya te he dicho que el abuelo me castigó, joder, ya me siento yo
suficientemente mal no te necesito para sentirme aún peor ¿vale, mamá? (Mark
estaba enfadado y estaba a punto de ponerse a llorar, él no quería que su madre
también se cabreara por eso. ya se sentía muy mal porque había hecho daño a su
abuela. Aunque ella le había perdonado y sabía que era cierto, él seguía
sintiéndose mal. Y que su madre estuviera gritándole y recriminándole no le
ayudaba en nada).
-
¿Te
sientes mal? ¡Oh, disculpe usted! Ahora está todo bien, porque te sientes mal,
Mark. No me lo puedo creer, de verdad Mark. No sé qué narices pasa contigo. Tú
no eras así. Ahora parece que no estás satisfecho hasta que haces sentir a
alguien miserable.
-
¡Eso
no es verdad! (Mark
casi pasa al asiento de atrás para encarar a su madre, pero el cinturón de
seguridad hizo su trabajo y lo mantuvo seguro, porque de haber pasado al
asiento de atrás Cristina con lo furiosa que estaba probablemente lo hubiera
despellejado vivo).
-
Pues
hijo, viéndote, cualquiera lo dudaría (usando
otra vez el sarcasmo).
-
Cristina,
cálmate (Juan decidió mediar porque aquello
tenía toda la pinta de acabar mal).
-
No
me pidas que me calme Juan. No se va a dar por satisfecho hasta que logre que
nadie de mi familia me hable.
-
¿Para
eso tú solita te bastas? (Mark ya no pudo más y
estalló) No me vengas con mierdas mamá,
no hubo “familia” hasta que él (Mark no quería ni pronunciar su nombre o
llamarlo papá) nos abandonó. Entonces
fue cuando te acordaste de tu maravillosa familia. No me vengas con mierdas,
eres tan hipócrita como él
-
Plass
(Miguel le dio una palmada en la boca que casi le
revienta los labios. Mark gritó de dolor y se llevó ambas manos a la boca y
empezó a llorar) Es la segunda vez que
te tengo que dar en la boca Mark (le dijo Miguel esta vez muy serio).
-
Ayyyy
(Mark no podía parar de llorar, estaba convencido
que le había partido los labios, pero se miró las manos y no había sangre, aun
así, el dolor era tan agudo que iba directo a su cerebro).
-
Si
he de volver a darte, no será en la boca y no será solo una palmada (le
advirtió Miguel agarrándole de la mandíbula para que Mark le mirar directamente
a los ojos). Pídele perdón a tu madre
ahora mismo.
-
Pero
es verdad sniff sniff (dijo entre sollozos).
-
¿Juan
puedes parar ahí un momento el coche? (le
preguntó Miguel a su hermano con un tono de voz muy regio).
-
No,
no, (dijo en pánico Mark) ya le pido, ya le pido (se giró pero la
miró con odio) Los siento mamá no debí
hablarte así.
-
Ya
hablaremos luego (dijo muy seria Cristina, aquella
era la típica amenaza de padre, que hace que cualquier hijo le tiemblen las
piernas, Mark estaba afortunadamente sentado).
-
Como
quieras (dijo entre dientes Mark intentando
parecer que aquella amenaza no le afectaba lo más mínimo).
-
Mark,
chaval, (le dijo Juan) ¿Podrías hacernos un favor a todos y a ti mismo, el resto de la noche,
estate calladito que estás más rico?
-
Grrrr.
Los siguientes
20 minutos fueron de puro silencio, no fue hasta que llegaron al bloque de
apartamento donde vivía Pedro y vieron a Óscar y a Adrián esperando en el
portal que se volvió a decir algo.
-
Cariño
¿me permites? (dijo Pedro echándosela en brazos)
-
¿Pedro
qué haces?, ¡bájame! Jajaja
-
Lo
manda la tradición.
-
Pero
no nos hemos casado, bobo
-
Esto
es mucho mejor.
-
Vale,
pero vives el sexto, me vas a llevar así por todo el hall y en el ascensor.
-
¿Por
qué no?
-
Por
qué no tienes 15 años, anda bájame, bobo.
-
No,
me gusta jajaja
-
Pedro
bájame, esto es vergonzoso ¿Y si me ven tus vecinos?
-
Se
morirán de envidia, que chinchen ese atajo de estirados jajaja
-
Si
que si Pedro, que chinchen al ver la chica tan guapa que va a vivir contigo (dijo
Miguel). Subid vosotros primero, así le
enseñas el piso a Cris. Nosotros subimos en cinco.
-
Me
apuesto 20 euros a que no podrá ni mover los brazos para el final de la cena (le
dijo Óscar Adrián en cuanto Pedro y Cris desaparecieron en el ascensor).
-
No
pienso tirar mi dinero de esa manera Óscar ¿qué dirían mis alumnos?
-
Que
eres un capullo, estirado y aburrido (dijo rodando
los ojos)
-
Óscar
deja a Adri en paz (le amonestó Miguel), y yo sí que te acepto esos 20.
-
Ahora
te escucho Miguel. ¿qué tal Richie? (Óscar le tomo
los 20 euros y junto a sus 20 se los dio
a Adri que era el tesorero oficial)
-
Llora,
mea, caga, come y ahora balbucea y babea todo lo que se le pone a mano. Vaya,
lo que viene siendo un bebé (dijo sin ninguna emoción Miguel).
-
Muchas
gracias hermano (con sarcasmo le dijo Óscar), sino me lo llegas a aclarar hubiera pensado
que hablabas de un foxterrier.
-
No,
no me trae las zapatillas cuando llego a casa jajaja.
-
Jajajaj
¡Hay que ver! Estos hijos, son de un ingrato…hablando de… ¿ey Mark, no me das
un beso? (Mark lo miró con desprecio, pero Óscar
ya estaba acostumbrado a esa miradita)
-
Hola
tío Óscar (le dio dos besos) ¿qué tal?
-
No
tan bien como tu madre que va en brazos, pero no me quejo. ¿qué tal la semanita
con los abuelos? (Miguel le estaba haciendo señas
para que cortara el tema como un loco) ¿Qué
te pasa Miguel? ¿tengo algo en el cuello? (Adri le dio un codazo flojito) Eyyy
-
Te
está diciendo que cierres el pico (le dijo Adri
flojito).
-
¿Por
qué? (le dijo flojito a Adri)
-
¡Y
yo que sé! (Adri
a veces se desesperaba con sus hermanos, sobre todo con Óscar que sabía
muy bien cómo sacarlo de sus casillas)
Ya se lo preguntas tú después.
-
¿Y
tú Bea? ¿se te ha contagiado la sequedad de tu hermano? ¿ya no hay besos para
tus tíos? (Bea les dio un beso y un abrazo a sus tíos
Adrián y Óscar) ¿Qué tal te ha tratado
el seco de mi hermano Juan?
-
Muy
bien, Laura y Tere me han enseñado un montón de cosas y Grace es muy divertida.
-
¿Eres
ya católica?
-
¡Óscar,
a que te meto! (le dijo Juan sacando pecho)
-
¡Joder,
Juan!, era una broma. Dios estás insoportable ¿qué tiene la regla o qué?
-
Óscar
te la estás ganado (le dijo en el mismo tono que
utilizaba su padre con ellos de pequeños cuando se avecinaba una zurra).
-
Perdón,
he dicho el nombre de dios en vano, discúlpeme usted jejej
-
Óscar,
déjalo, una vez tiene gracia, tres es ya de pesados. Además tú también estás
casado por la iglesia ¿no? Pues eres católico tanto como Juan, así que deja de
dar por culo con la bromita (Miguel tuvo que poner
paz entre los hermanos como siempre. Tanto a Óscar como a Cris les encantaba
buscarle las cosquillas a todos).
-
¡Joder
de Juan vale! ¿Pero y a ti que mosca te ha picado? ¿Por qué todos parecéis como
si os hubierais lavado las pelotas en un bidet lleno de pirañas?
-
¡Óscar,
la niña! (Juan le dio un collejón a Óscar porque
parecía mentira que hubiera dicho eso delante de su sobrinita).
-
Perdona,
princesita (se disculpó con Bea) Pero no es nada comparado con lo qué éste (señalando
a Mark) las tiene acostumbradas. ¿Y me
piensa decir alguien que narices pasa?
-
Mark
le llamó loca a la abuela (dijo Bea poniendo los
ojos en blanco)
-
Tattletale!
Rat! I’m going to kill you (le llamó acusica y
rata a su hermana y se lanzó a por ella pero Óscar i Adri lo agarraron).
-
Tú
no vas a hacer nada (le dijo Adri que de
los 4 hermanos ahí presentes era el único que entendía perfectamente el inglés
de Mark) ¿Y qué es eso que le llamaste
loca a la abuela?
-
¡Fue
un accidente, Joder! ¿Cuántas veces tengo que decirlo más? Joder no es para
tanto, ya me castigó el abuelo, ya le pedí perdón, ya me perdonó,¿ podemos
dejarlo ya? ¿si lo sé no pregunto quién de vosotros fue el que se lo dijo
también?
-
¿QUÉ?
(Adrián soltó de golpe a Mark y miró estupefacto a sus hermanos)
-
Vaya,
deduzco que tú no fuiste, joder, hubiera jurado que fuiste tú
(dijo Mark un poco parado por la reacción de su tío Adrián).
-
¿YO?
(dijo muy indignado) Tú niño eres idiota ¿o qué te pasa? (le dio otro collejón pero no
muy fuerte, solo para llamarle la atención)
¿Cómo quieres que yo le llame eso a mi madre? ¿Pero por qué tipo de animal
insensible me has tomado?
-
Ejem
ejem (tosió Juan para que Adrián se callara
antes que dijera algo de lo que después tuviera que arrepentirse)
-
¿Fuiste
tú Juan? (si antes estaba sorprendido ahora Adri
estaba flipándolo).
-
No
fue Juan, Adri (le dijo Óscar rodando los ojos)
-
¿Le
llamaste loca a mamá? ¿y papá no te mató? (Adri
le preguntó a Óscar estupefacto).
-
Adri
(dijo Miguel)
papá no ha matado a nadie, ni siquiera por eso, aunque mi trasero llegó a
pensar que aquello era el final, pero no me mató (le dijo Miguel riendo).
-
¿Miguel
tú? (Adrián ahora sí que no se lo podía
creer)
-
Joder,
Adri, ¿En serio qué no lo sabias? (dijo Óscar
riéndose)
-
No,
joder, a mí nunca me contáis nada.
-
Juan
va a tener otra niña (aprovechó Miguel y se
lo soltó a Adri).
-
¡Migueeeel!
(le dijo Juan molesto. Se suponía que debía de ser
él quien les diera la buena noticia).
-
¿Qué?
se quejaba que nunca le contábamos nada, pues le he contado algo.
-
Eyyyy
enhorabuena (Óscar le abrazó fuerte) que bueno ¿otra niña? ¿pero de cuanto está
Yoli?
-
De
dos faltas, pero es un niña.
-
Si,
al pitoniso Juan se le ha metido en la mollera que es una niña (empezó
a decir Miguel riéndose de su hermano Juan).
-
Pues
será una niña, a ver quién le lleva la contraria a éste jajaja (dijo
Óscar y todos rieron menos Juan).
-
Enhorabuena
Juan (le dijo Adrián pero sin besos ni abrazos,
ya que él no era muy dado a esas muestras de cariño).
-
Gracias
Adri. ¿a ver cuándo te animas tú?
-
Creo
que os lo dejo todo a vosotros jejeje.
-
Ya
(dijo con retintín Mark)
-
¿Algún
problema Marquitos? (le dijo Adrián que
estaba harto de las bromitas sobre su sexualidad que Mark hacia constantemente.
A Adrián le gustaba las mujeres, lo cierto es que le gustaban mucho. Pero hacía
unos años tuvo un alumno que se enamoró de él y que le hacía regalos y lo
seguía y todo. Adri se lo contó a Cris y ella hizo un par de bromas en esa
ocasión pero después le aconsejó que lo pusiera en conocimiento del consejo
universitario. Y así lo hizo, y el chico dejó de acosarlo. Pero Mark era muy
pequeño y solo se quedó con que a su tío Adrián le enviaban peluches, rosas y
bombones un alumno suyo. Y la imagen que Mark siempre tenía de su tío Adrián
era de alguien recibiendo peluches y rosas de un chico más joven. Y aquello
para él era desternillante.)
-
No,
ninguno (pero la sonrisa burlona de su cara
estaba cabreando a Adrián). ¿Tío Miguel,
el abuelo…ya sabes…porqué le dijiste loca
a la abuela?
-
¿por
qué se lo dijiste tú?
-
Me
estaba tocando las pelotas
-
Plack
(se llevó un collejón de Adri, que estaba esperando
la ocasión para dárselo y como siempre Mark no defraudaba).
-
Buenooo
se podría decir que un poquito por lo mismo.
-
¿qué
pasó? (esta vez fue Bea la que habló)
-
Fue
hace mucho tiempo.
-
¡Y
una mierda que lo has olvidado! (dijo Mark frotándose
el trasero)
-
Jajajaj
no, Marky, no. No lo he olvidado. Y pondría la mano en el fuego que el abuelo
fue mucho más duro conmigo que lo ha sido contigo.
-
No
lo creo
-
Jajaja
(Miguel no podía más que reírse Mark había pasado de sus casi 15 a los 5 de
Grace de un plumazo)
-
¿Te
dio con la regla? (preguntó Mark como si fueran dos
veteranos comparando heridas de guerra)
-
Si
(asintió tranquilamente Miguel)
-
¿Y
con el cinto?
-
Si
-
¿y
después…
-
Si,
Marky y después, me llevó a la sala me desnudó por completo y me dio una
paliza, que me dio hasta fiebre, delante de la mujer a la que había llamado
loca.
-
A
mí no me dio fiebre (dijo Mark tímidamente y dándose
cuenta que su abuelo aún había sido indulgente con él, no quería imaginarse
como sería sin serlo).
-
Ya
te he dicho que estaba seguro que el abuelo no había sido tan duro como lo fue conmigo.
Mark eres su nieto. Y los abuelos son más permisivos con los nietos. Además
solo eres un niño.
-
¡No
soy ningún niño, pronto haré 15! (dijo muy ofendido y
furioso, pero eso solo hizo que sonara más infantil aún)
-
Jajaja
(se rieron los 4 adultos)
-
¡Iros
al infierno! (se cruzó de brazos y puso morros)
-
Tío,
pero ¿Por qué te pegó tan duro? ¿Por qué la llamaste loca?
(Bea parecía muy curiosa por saber más de las desdichas de sus tíos)
-
Mira,
no estoy orgulloso de ello, princesita. Es más aún hoy me siento terriblemente
mal. Y tú hermano sabe a lo que me refiero, no por la zurra sino por la cara de
mi madre al verme en ese estado y recibiendo esa tremenda paliza. En vez de
odiarme por haberla llamado yo, su propio hijo, algo que la gente mala le
llamaba. Estaba llorando porque mi padre me estaba dando una paliza terrible. Lloraba
por mí, no por ella (Mark se dio cuenta entonces que
las lágrimas de la oma no eran porque él la había insultado sino porque estaba
chillando y berreando como un loco al recibir la tunda de manos del opa).
-
No
te imagino llamándole a mamá loca, a Óscar puede
(dijo Adrián que seguía medio en shock)
-
¡Oye!
(Óscar le dio un manotazo en el brazo todo ofendido, pero todos se rieron)
-
Pero
a ti no sé, simplemente no lo concibo, siempre has sido con mamá y con papá tan
respetuoso y atento.
-
Ya,
bueno soy el mayor…es lo que tocaba.
-
Jajaja
(Juan se rió) Adrián eres el peque de la
casa, la princesa es otro mundo y todos lo sabemos, pero para mamá y papá
siempre serás el bebé y es normal que nos veas a Miguel y a mí como
-
¿Unos
capullos? (dijo Óscar riendo)
-
Jajaja
(se rió Mark y Miguel le dio otra colleja) Auuu
pero si lo ha dicho él (dijo apuntando con el dedo a su tío Óscar).
-
Él
es mi hermano y se lo consiento, pero tu cagoncete, no te me pases de listo.
-
Como
decía Adri (dijo Juan) Miguel y yo siempre vivimos la enfermedad de mamá de otra manera.
Cuando ella enfermaba y papá tenía que llevarla al hospital o cuidarla más en
casa, éramos nosotros los que teníamos que encargarnos del resto. Y eso
significaba que teníamos que comportarnos no tanto como hermanos sino a veces
como segundos padres.
-
Eráis
mandones incluso cuando mamá estaba bien, no me jodas, Juan, os encantaba
mangonearnos (le dijo muy condescendiente Óscar).
-
¿Eso
crees? (Juan estaba muy rebotado) Óscar eres imbécil. Quizás Adri y Cris
vivan en la parra porque no le contábamos nada para que tuvieran una infancia
como dios manda. ¿Pero tú?...joder Óscar, no me jodas, tú también te has
quedado alguna noche vigilando a mamá.
-
Si,
vale. Pero nunca fui un puto sargento como vosotros dos.
-
Cada
vez que mamá se enfermaba y teníamos que quedarnos a vuestro cargo, si pasaba
cualquier cosa, por ínfima que fuera papá se echaba a nuestro cuello como un
sabueso hambriento. Adri cuando tenías 7
u 8 años, una tarde que papá estaba trabajando y mamá estaba en la cama, Miguel
había llevado a Óscar a un cumpleaños, creo. Recuerdo que tú y Cris os
quedasteis conmigo. A media tarde nos quedamos sin pan y te mande a por un par
de barras a la panadería de la esquina,
yo estaba liado con mis deberes y con Cris, así que no vi que habías
salido a la calle sin tu maldita chaqueta y pillaste un catarro un poco más
fuerte de lo normal. Pues papá me dio 10 reglazos cada noche hasta que dejaste
de toser. ¡Estuviste tosiendo 17 días, mocoso! Y con Miguel era mucho más duro.
Porque no solo era papá, mamá también…
-
¡Juan!
(le interrumpió Miguel que había cosas que prefería que sus hermanos pequeños
no supieran)
-
¡No,
Miguel, joder! Ya no son unos niños, aunque este se siga comportando como uno
(mirando a Óscar y dando un bufido. Juan
estaba claramente molesto y no solo con Óscar, también con Miguel por que no
entendía porque Miguel insistía siempre en mantener al margen de todos los
problemas a los pequeños, incluso ahora que ya eran adultos) ¡Acaso se cree aquí el enano que te
quedaste en casa hasta casi los 40 por placer!
-
Lo
siento, yo pensaba que lo hacías porqué te gustaba mangonearnos.
-
Pues
no, yo hubiera preferido encerrarme en la habitación y leer libros o tebeos
(eso iba por Adrián y por Óscar), pero
no podía. Y eso te va quemando, te quema y te quema hasta que llega un día en
que explotas. Cuando Juan explotó fue cuando le empujó a papá ¿os acordáis?
(todos asintieron aquella fue una discusión memorable en casa de los Martinez) y yo fue cuando le llamé loca a mamá.
-
¿Y
qué pasó? (ahora fue Adrián quien preguntó)
-
Tendría
unos 18 o 19 años, ya tenía coche, lo sé
porque aquel verano nos íbamos a ir unos amigos y yo a la Costa Azul a
ligar con las francesitas. Llevaba todo el año ahorrando y a medida que se
acercaba el verano acabamos de ultimarlo todo. Teníamos pagadas las reservas
del camping donde nos estaríamos y todo. Aquellas iban a ser mis primeras vacaciones
en solitario, sin papá, ni mamá, ni vosotros dando por culo.
-
Gracias
(dijo Óscar)
-
De
nada (Le contestó tan normal. Óscar y Miguel
tenían el mismo carácter, les gustaba estar de broma más que ponerse serios.
Pero cuando se ponían serios daban más miedo que ninguno del resto de sus
hermanos). Estaba muy emocionado, podría
al fin desconectar y ser solo yo, sin preocupaciones ni obligaciones, 14 días
de puro relax. Pero entonces mamá tuvo una recaída, y hubo que ingresarla.
-
¿Cuándo
fue eso? , no me acuerdo
-
Pues
en el 88 o en el 89, tú tendrías 12 o 13 años, te dijimos que mamá tenía
piedras en la vesícula y que había que sacárselas.
-
¿No
había piedras?
-
No,
se había tomado un montón de pastillas…otra vez (Le
dijo Juan. Adrián bajó la cabeza, sabía que su madre había tenido intentos de
suicidio pero él solo recordaba uno, y aunque era muy pequeño, aquello le había
marcado de por vida. Se daba cuenta así que sí que había tenido más, pero su
familia se lo habían ocultado para protegerlo).
-
Yo
me quedé por supuesto sin vacaciones, porque tenía que quedarme con vosotros
mientras mamá estuviera en el hospital. Aquello me hundió del todo, así que
cuando regresaron del hospital, yo hice las maletas y les dije que me iba, que
no iba a dejar que una loca me arruinara la vida. Lo siguiente pasó tan deprisa
que parecía como si no me estuviera pasando a mí y lo estuviera viendo en cámara
rápida. Papá me dio allí delante de mamá la mayor paliza que me han dado en mi
vida, y ella solo suplicaba que me soltara, que no me hiciera más daño, que le
pegara a ella y no a mí. Adri quería morirme no por el dolor de la paliza, sino
porque mamá le dijo “pégame a mí, pero a él no” acababa de salir del hospital,
estaba medio sedada, y estaba allí, suplicando por mí, y yo acababa de
insultarlos, recriminarles y llamarla loca. Por años que viva Adri, jamás se me
borrará la cara de mamá de aquel día. Jamás. Y jamás me sentiré que estoy en
paz con ella. Por un momento en que perdí los nervios eché a la mierda 18 años
de amor incondicional. Des de aquel día que siento que ni importa lo que haga
aún estaré en deuda con mamá. El dolor de la paliza se fue, el otro sigue.
-
¿entonces
no se irá nunca? (dijo muy seco Mark)
-
No.
Mark, no se va. Las cosas que hacemos y decimos no se las lleva el viento como
dicen. No cuando se las decimos a gente a la cual queremos tanto. A ti no se te
han ido las palabras de tu padre y a mí no se me irán las de mi madre. Es por
eso que te damos tanto la lata con que dejes de portarte como un pequeño
cretino. Porque sí que importa lo que dices, importa y mucho. El abuelo te pegó
delante de la abuela, para que te dieras cuenta de eso. No lo hizo para
humillarte, lo hizo para enseñarte una lección, que no deberías de olvidar
nunca.
-
Pues
podría habérmelo explicado, como lo acabas de hacer tú
-
Jajajaja
¿en serio? ¿en serio lo habrías entendido entonces?
(Mark no dijo nada) Anda subamos, antes
que esos dos se pongan en plan cariñoso.
-
Tío
Juan (le agarró un momento el brazo a su tío
y se quedaron unos pasos a tras)
-
¿Qué
pasa Mark?
-
¿Vosotros
tenéis contactos con los de la INTERPOL?
-
Si,
¿Por qué?
-
Curiosidad
(dijo muy seco y volvió a ponerse al paso de sus
otros tíos. Dejando a su tío Juan un poco intranquilo por la pregunta repentina
de Mark).
-
Ey
Marky, no te preocupes ahora hablaré yo con tu madre, déjamela a mí, ¿eh? (le
dijo Miguel pasándole el brazo por encima en plan camarada y arrastrándolo para
dentro del ascensor).
-
Cuando
mamá se pone así, no escucha.
-
A
mí sí, soy su hermano mayor jajaja
-
No
escucharía ni a papá, Miguel (le dijo Óscar negando
con la cabeza).
-
Ya
veremos, además estoy seguro que después de ver como ha quedado el pisito del
fosforillo estará de muchísimo mejor humor (
y todos subieron al ascensor).
Pedro le enseñó
la casa a Bea, que le pareció maravillosa, sobre todo las habitaciones de los
niños. Les iban a encantar, tenían privacidad y eran amplias. Además tenían
aquel pequeño saloncito con sofá y tele para recibir a sus amigos, ni en
Holanda habían tenido eso. Su dormitorio era también muy bonito, era un pelín
clásico para lo que estaba acostumbrada, pero no podría negar que estaba
decorado con muy buen gusto e invitaba a quedarse. Pedro por supuesto le dijo
que si quería hacer cualquier cambio, era bien libre de hacerlo. Pero Cris dijo
que no era necesario que todo estaba precioso tal y como estaba. Y empezaron a
tontear, no mucho porque en unos minutos estarían allí arriba, pero lo justo
para calentar motores para lo que sería su primera noche viviendo juntos.
Al subir todos,
no perdieron mucho tiempo en ponerse a cenar y a charlas sobre su escapada en
Paris. Todo era más desenfadado, Cristina volvía a estar de buen humor y
bromeaba con Miguel y Óscar sin parar. Pedro también entraba al juego e incluso
Adri hizo un intento de chiste. Miguel
aprovechó que todos habían salido a la terraza a ver las vistas magnificas que
había del centro de la ciudad, para quedarse a solas con su hermana.
-
Princesa,
ahora cuando nos vayamos, no seas muy dura con el chaval, créeme cuando te digo
que papá le ha dado un mayor escarmiento del que tú le vayas a dar.
-
Miguel,
yo no me meto como criais a vuestros hijos ¿verdad?
-
Richie
tiene un año, pero si sabes de alguna manera hacer que deje de berrear por las noches,
soy todo oídos.
-
Sabes
a lo que me refiero, jamás hablas de Richie ni con Juan ni con Óscar porque no
quieres recibir consejos, eres demasiado orgulloso para recibirlos de nosotros.
-
Eyyyy,
princesa, no me ataques, que yo venía en son de paz.
-
Miguel,
en serio, sé cómo tratar a mi hijo, gracias
(dijo aún un poco molesta pero más calmada).
-
No
lo dudo, solo te digo, que por propia experiencia sé que papá ya le habrá
castigado muy duro.
-
Me
lo imagino. Pero estaba en casa del abuelo por que se había metido en líos en
la escuela, y en vez de portarse como un maldito santo, va y le insulta de esa manera
a mamá. Le hice prometer que se portaría bien ¿eso te parece a ti portase bien?
-
No
-
No,
exacto, Miguel, no. No te pregunto como padre te pregunto cómo hijo. Si tú o yo
o cualquiera de nosotros se hubiera metido en líos en casa de las tías o de los
abuelos ¿qué hubiera hecho papá cuando hubiéramos regresado a casa?
-
Cris,
te entiendo, le dijiste que se portara bien y no lo hizo, te desobedeció. Y si
vale, castígale, por eso. pero solo por eso, por lo otro… ya le castigó papá (Miguel
intentaba razonar con su hermana que podía ser más terca que una mula cuando
quería).
-
Antes
todos me decíais que tuviera mano dura con el niño y ahora que si soy muy
dura…¿me pregunto si alguna vez vais a pensar que lo hago bien? Papá seguro que
no.
-
No
seas ridícula. Los papás están muy orgullosos de ti. Mark no era fácil antes y
no será culpa tuya, te salió el chico demasiado parecido a ti (Cris
le dio un servilletazo y Miguel la agarró por la cintura y empezó a hacerle
cosquillas como cuando era una mocosa). Cris (poniéndose serios otra vez), con Mark hay que estar muy encima, es
cierto, pero está cambiando, no hay más que verlo, creo que al fin empieza a
madurar y bueno…quizás habría que darle algo de chance. Solo algo…que como ya te
he dicho es igualito a su madre y si le das mucho se acaba fugando de casa.
-
Yo
no me fugué de casa.
-
Llámalo
como quieras, princesa. Pero yo no soy los papás, las cosas tienen su nombre, y
tú saliste porque no querías enfrentarte a lo que había en casa. Eso se llama
huir en mi diccionario. Que todos supiéramos donde estabas, no significa que no
estuvieras huyendo.
-
Era
joven y estaba asustada.
-
Eyyy
lo entiendo, yo también quise largarme muchas veces.
-
Pero
no lo hiciste (dijo bajando la cabeza muy triste)
-
No.
Porque aparte del más atractivo, guapo, listo y maravillosos también soy el mejor hijo del mundo
-
¡Idiota!
(le dio otro servilletazo)
-
Jajaja
¿por cierto? Se que Juan ya le ha metido miedo a Pedro, pero ¿quieres que se lo
meta yo también?
-
No,
Miguel, gracias, entre todos vais a lograr espantármelo.
-
Jajaja
pero si lo conocíamos nosotros antes que tú, mocosa. Es un poco como si nos lo
hubieras robado.
-
Vete
al infierno. JA JA JA Ya le diré yo a Silvia eso.
-
Nooooo
con lo super celosa que es, déjalo, déjalo
(dijo con cara de terror).
-
Jajaja.
-
Chicos
tenemos que irnos, si he de hacer de taxista, más vale que vayamos tirando (dijo
Juan entrando en la cocina). La casa
preciosa, hermanita. Ya nos invitaras a Yoli y a las niñas otro día, con más
calma.
-
Un
beso (dijo Cris y juan le dio dos besos a su
hermana).
-
¿Óscar
te llevo? (Juan alzó la voz para que Óscar pudiera
oírlo)
-
No,
traje el coche, gracias (le gritó aún des de
la terraza) ¿Adri?
-
Me
puedes acercar al Hospital, son casi las 10, iré a recoger a Lucia.
-
Vaya
con ésta ya llevas casi 4 años ¿Estás sentando cabeza, hermanito?
(le dijo removiéndole el pelo Miguel)
-
Miguel,
estate quieto joder, despéinate tú los pelos de donde yo te diga
(dijo Adrián intentando volver a ponerse el pelo como antes).
-
Ya
me gustaría pero voy todo rasuradito ummm (le
dijo Óscar poniéndole morritos)
-
¡Puaggggg
eres un cerdo, Miguel! (le dijo Adrián con
cara de estar a punto de vomitar)
-
¿despeinarte?
¡Pero si siempre vas despeinado! (dijo Cris).
-
No
es despeinado, es look informal (Adri dio un soplido
porque ya empezaba con la historia de siempre).
-
Jajajaja
(rieron todos menos Adrián)
-
¿qué
nos vamos? (dijo molesto Adrián)
-
¿Pero
vas o no vas en serio con la doctorcita esa?
-
Miguel,
metete en tus asuntos.
-
Venga,
Adri, venga dímelo a mí, a tu hermanita.
-
Tú
eres peor que ellos, Cris (dijo Adrián ya molesto
de la guasa que se traían sus hermanos).
-
Por
fiiii (dijo Cris)
-
No,
lo sé. Vale. por ahora nos va bien ¿ok? (dijo
a regañadientes Adtián)
-
TAN TAN TATAN TAN TAN TATAN
(empezaron Miguel y Cristina a tararear la marcha nupcial)
-
Veis,
por eso no os cuento nunca nada. ¡Vámonos Juan, anda, que estos son un par de
impresentables!
-
Jajaja
(dijo se rió Juan) adiós guapa, nos
llamamos mañana (le dio dos besos a su hermana) Ya te libero yo de estos dos trastos (refiriéndose a Miguel y a
Adrián).
-
Ok,
me llamas.
-
Que
morro que tienes
-
¡Ey,
qué lo has dicho tú!
-
Ya,
ya, ya Óscar ¿bajas con nosotros, o qué?
(gritó Juan)
-
No
me quedo un ratito, Pedro y yo
-
¡Lo
que Pedro quiere es quedarse a solas con tu hermanita, burro, sea lo que sea
que le estás contando, ya se lo contarás le lunes, vámonos! (le
dijo Miguel riendo y Cris se puso roja como un tomate)
-
Valeeeee
(dijo poniendo morros mientras se ponía la chaqueta). Hablamos el lunes (le dijo a Pedro). Y tú trátamelo bien ¿eh? (le dijo a su
hermana)
-
¿Yo?
No se supone que es a él a quien debes decírselo (le
dijo Cris fingiendo estar ofendida)
-
Pedro
(Óscar le guiñó el ojo a Pedro), no se
lo tengas en cuenta, nuestra madre ya era mayor cuando la tuvo y sabes que los
embarazos a ciertas edades…(iba diciendo Óscar intentando no morirse de la
risa)
-
¡Largo
de aquí! (Cris empezó a echarle a empujones mientras
todos reían. Finalmente todos se fueron y Pedro Y Cristina se quedaron solos).
-
Al
fin solos (dijo Pedro tirándose en el sofá y
llevándose con él a Cristina)
-
Jajaja
al fin (y le dio un beso muy apasionado)Tengo que hablar con los niños, primero. No
seas muy dura con Mark, parecía arrepentido de verdad.
-
¿Tú
También? (dijo dando un bufido) Ves recogiendo los cacharros yo bajaré en
un rato y empezaremos nuestra vida en común (le dijo mordisqueándole el labio,
cosa que le volvía loco).
-
Si,
señora (dándole un saludo militar y saltó del
sofá para ir a recoger la mesa).
-
Jajaja
(Cris subió las escaleras hasta la segunda planta, no sabía por dónde empezar,
si por Bea o por Mark. Respiró hondo y picó a la puerta).
-
Toc
toc ¿Se puede?
-
Si
(un si tímido sonó, Cris abrió la puerta)
-
Hola,
cielo (se sentó en la cama al lado de su hija). ¿Te gusta tu habitación? (Bea se
encogió de hombros) Ahora ya no la tendrás
que compartir con tu vieja madre ¿eh? (Bea forzó una sonrisa pero no
contestó). Bea, ¿vas a hablarme o solo
te vas quedar ahí haciendo muecas?
-
Es
tarde, estoy cansada mamá (dijo muy seria)
-
Es
verdad es tarde y pareces cansada. Acabemos con esto. Estás castigada las
próximas dos semanas. No hay salidas, no hay teléfono, ni ordenador, ni
televisión.
-
Peroooo
ya me castigaste y allí delante de todos en el parque.
-
No
cariño, eso fue para que cortaras con la pataleta. Ahora te estoy castigando
por haber salido corriendo de esa forma y hablarme de aquella manera. Y aún hay
más
-
¿Más?
(exclamó enfadada Bea)
-
Si,
más (y le agarró de la muñeca y tiró de ella
para colocársela sobre su regazo).
-
Nooooo
(que sabía lo que venía. Cris agarró el cepillo de pelo que tenía sobre la
mesita Bea y le dio 12 fuertes cepillazos) PLACK,
PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK
-
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
BWUAAAAAAAAA BWUAAA NOOOOOO AYYYYYY NOOOOO POR FAVOR, NO AUUUU SERÉ BUENA, SERÉ
BUENA, NO MÁS, MAMI.
-
BEATRIZ
EUGENIA SI VUELVES A HABLARME DE ESA MANERA O A SALIR CORRIENDO DE ESA MANERA,
VAN ASER MÁS DE 12 CEPILLAZOS LOS QUE TE DÉ ¿ME ENTENDISTE?
-
Si,
mami sniff sniff (Cris empezó a consolarla)
-
Ya
está, mi nena, ya, ya pasó, todo está perdonado, mamá te quiere y no podría
soportar perderte ¿Entiendes, mi vida?
-
Si
sniff sniff, lo siento, mamá, no lo volveré a hacer, lo juro.
-
Lo
sé, mi amor, lo sé. Ya está, mi cielo (le dijo
secándole las lágrimas con un pañuelo).
Cariño, escúchame bien. Quiero que seas amable con Pedro, tal y como siempre lo
has sido, eres un sol y él te adora y sé que a ti también te cae bien (Bea
dejó de llorar pero miraba muy seria a
su madre).
-
Él
se rio de mi. Solo me ayudaba porque quería estar contigo
(escondió su cabeza en el pecho de su madre).
-
Cielo,
shhhh, Pedro no se rió de ti, te ayudó con el español y lo hizo porque quiso,
salió de él, yo no se lo pedí. ¿ves cómo a tu hermano no le ofreció enseñarle
español?
-
Marky
habla muy bien español (dijo poniendo morros)
-
Pero
le podía haber ofrecido ayudarle con los deberes, Pedro es profesor de vuestro
instituto, bien podría haberse ofrecido, y no es como si tú hermano no lo
necesitara ¿eh? (Bea intentó aguantarse la risa). Cariño Pedro te tiene mucha estima, y no
tiene nada que ver conmigo. Sé que te gustaría que papá y yo volviéramos
juntos, pero cariño, él nos abandonó, ni siquiera se despidió de nosotras.
¿entiendes que eso ya no es posible? Papá y mamá no volverán a estar juntos ¿lo entiendes? (Bea empezó a
llorar de nuevo y se abrazó más fuerte a
su madre)
-
Sniff
sniff mamá, papá nos quiere solo es que se ha tenido que ir para protegernos.
-
Cariño,
puedo llegar a entender que me abandonara a mí, los matrimonios se rompen. Pero
hija, vosotros sois sus hijos, y eso está por encima de todo, yo eso no puedo
perdonárselo, lo siento mi vida, pero no volverá a haber papá y mamá. Y Pedro
no tiene nada que ver con eso. No podría volver con él ni que apareciera mañana
mismo a la puerta con la mejor de las explicaciones del mundo. A un hijo no se
le abandona, no hay excusa, mi amor.
-
Sniff
pero él volverá, en cuanto pueda, lo sé.
-
Hija
tú siempre serás su hija, eso no cambiara por muy estúpido que sea tu padre,
pero yo ya no le puedo amar como lo amaba antes, no puedo ¿entiendes?
-
Sniff
sniff mami yo quiero a papá
-
Lo
sé cielo, y nadie te pide que no lo quieras. Pero Pedro me ama y yo lo amo a
él, y nos ha abierto las puertas de su casa, a todos. Creo que al menos
deberías de mostrar algo de respeto por él ¿no? No te pido que lo quieras ni
que te caiga bien, solo que te portes bien con él ¿podrás?
-
Si
(asintió Bea y se abrazó a su madre. Cris y Bea estuvieron largo rato ahí
tumbadas abrazadas, hasta que Bea se quedó dormida. Cris la acabó de meter en
la cama, al tapó, le dio el beso de buenas noches, apagó la luz y dejó la
habitación).
-
TOC
TOC ¿se puede?
-
Si
(un sí a regañadientes sonó del otro lado de la
puerta, Cris abrió la puerta)
-
Hola,
cielo (le dijo a su hijo y se sentó en la
silla de su escritorio. Mark vio el cepillo que llevaba su madre en la mano y
puso una mueca de disgusto)
-
¿Supongo
que has venido a pegarme por lo de la abuela, no?
(y empezó a desabrocharse el pantalón)
acabemos con esto, tengo cosas que hacer (dijo con mucha más actitud de la
que su madre esperaba de alguien que estaba a punto de recibir unos buenos
azotes)
-
Mark,
no es un buen momento para ponerse chulito conmigo. Siéntate y escucha.
-
¿Para
qué? Tú ya has decidido que vas a zurrarme, y yo ya sé que estuvo mal llamarle
eso a la abuela, acabemos (y se bajó el pantalón
hasta las rodillas quedándose en calzoncillos. Mark no era idiota él jamás se
bajaría los calzoncillos de propia voluntad, si había posibilidad de
mantenerlos puestos, se aferraría a ella).
-
Hijo,
si escucharas primero y te mordieras la lengua, las cosas en la vida te irían
mejor. Eres un buen chico pero hijo, de verdad, esa boca tuya será tu ruina.
¡Siéntate y escucha, maldita sea! (esta vez Mark
hizo caso y se sentó en la cama a escuchar). Ni te imaginas lo defraudada y dolida que me sentí cuando me enteré que
habías insultado a mi madre de esa manera. Hijo, es mi madre, no tendré mucho
contacto con ella, pero es mi madre y la quiero con locura. Y la pobre ya tiene
una vida bastante jodida para que encima venga mi propio hijo y le cause ese
sufrimiento. La abuela no merece eso, nunca ha sido mala contigo, jamás, tú y
Pablo sois sus favoritos. Os tiene en un pedestal, y Marky para tenerte a ti en
un pedestal hay que ser buena…y lo sabes (Mark rodó los ojos). Pero como tú, tus tíos y Pedro os habéis
cansado de recordarme el abuelo ya te castigó por ello. Y si crees que fue duro
es porque Mark lo que hiciste fue horrible.
-
Lo
sé, mamá (dijo sin poder mirarla a la cara)
-
Y
también me doy cuenta hijo de que esta vez hablas con el corazón cuando dices
que lo sientes y que no lo volverás a hacer jamás, por lo cual no hay sentido
que yo también te castigue por eso.
-
¿Entonces
no me vas a castigar? (dijo levantando la
mirada y con los ojos iluminados por la esperanza).
-
No,
no te voy a castigar por insultar a la abuela. Pero vas a recibir 20 de estás (enseñándole
el cepillo) por haberme desobedecido y
haberte portado mal en casa de los abuelos. Te dije que si te pasabas aunque
fuera un poquito después yo te ajustaría las cuentas ¿no? Pues creo que
estaremos de acuerdo que te pasaste algo más que un poquito.
-
Pero
eso no es justoooo.
-
Mark,
ya la conoces. Es la misma norma que tenía tu padre con la escuela. Problemas
en la escuela, problemas en casa. Pues problemas con los abuelos, problemas en
casa.
-
Mamáaaa
(se quejó como un niño pequeño)
-
Hace
un segundo estabas deseoso de que te diera una buena azotaina ¿no? ¿Pues a que
viene ahora ese “mamaaaaa”? (dijo imitando a su
hijo).
-
Por
favor mamá, aún me duele un poquito la zurra del abuelo.
-
Ya
me lo imagino. Venga, Mark, que no tenga que contar, que ambos sabemos que eso
nunca trae nada bueno.
-
Esto
ya no es bueno (dijo señalando al cepillo).
-
Jajaja
tú tampoco lo fuiste, venga Mark, ya sabes lo que tienes que hacer (Mark
se fue hacía el escritorio y se apoyó sobre él. Cristina se levantó de la
silla, acercó a Mark y le bajó el slip).
-
Mamaaaa
(dijo quejándose. Cris solo se puso las manos en la cintura y le arqueó una
ceja. Mark volvió a colocarse)
-
PLACK,
PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK,
PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK NO VOLVERÁS A PORTARTE
MAL EN CASA DE LOS ABUELOS
-
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Y AU AU AU NOOO AYYY DUELE DUELE AUUUUU AY UFFFFFF NO TAN FUERTE AAAAAAAAY
ARGGGG DUELEEEE NOOOOO AHÍ NO AUUUUU
-
Shhhhh
ya está mi cielo, ya (y le ayudó a subirse
el slip y lo abrazó) shhhhhh ya.
-
Lo
sientooooo, lo sientoooo
-
Ya,
hijo, ya, todo está perdonado, mi cielo, ya shhhhhh
(Mark se calmó en seguida y se apresuró a secarse las lágrimas e intentar
parecer normal de nuevo) Hijo, te diré
lo mismo que le he dicho a tu hermana. Y quiero que me des tu palabra que
pondrás todo de tu parte (Mark en ese momento hubiera jurado lo que fuese,
el dolor en sus posaderas era tan reciente ¿que cómo para no hacerlo?) Hijo, Pedro me ama y yo lo amo a él, nos ha
abierto las puertas de su casa, a todos. Sé que no te va a resultar fácil pero
quiero que le muestres algo más de respeto. No te pido que lo quieras ni que te
caiga bien, solo que te portes bien con él ¿podrás? ¿lo harás por mí?
-
Lo
intentaré.
-
Bueno
es mejor que un no (le dijo dándole un beso en la
frente). Venga acuéstate, ya es tarde.
-
Ok,
-
Que
tengas dulces sueño, mi vida.
-
Ya,
vale mamá, tengo 15 (dijo indignado Mark)
-
Aún
no.
-
Grrrr
y vosotros utilizad preservativos, no quiero un mini Pedro por aquí ¿vale?
-
Maaaaark
-
Buenas
noches, mami (le dijo con vocecita de niñito)
Excelente capítulo me ha encantado. Tu historia esta muy buen. En espera de la actualización ansiosa
ResponderBorrarNicole.
Perdi mi comentario, pero te decia..... tu historia esta realmente interesante, espero que pronto Mark encuentre la forma de hacer ver a todos que lo unico que necesita es amor y reafirmar su confianza en los valores familiares
ResponderBorrarUn abrazo
Axel Dahl