Capítulo veintitrés
El hada de los dientes
“Evan
cariño apurarte” llamo Ángela a su hijo que aún no llegaba a la mesa del
desayuno.
“donde
lo llevas con tanta prisa” dijo Steve mientras comía tostadas con palta.
“primero
no se habla con la boca llena” lo reprendió “y segundo vamos todos al dentista”
“que,
no yo no tengo caries” dijo rápidamente, Steve había dejado de ir al dentista
en cuanto le dijo que debía ponerse brackets pero lo que lo hizo salir
corriendo fue la frase “hay que sacarlas” por sus queridas muelas del juicio.
“no
es por las caries tesoro, Kirk me comentó que nunca comenzaste el tratamiento.
“maldito
dentista acaso no tiene secreto profesional”
“esa
boquita niñito, ya termina tu desayuno que vamos tarde”
“no
voy”
“no
te estoy preguntando”
“no, llévate
a Evan”
“si
Evan también ira. Tiene control y tú y tu ensalada de dientes irán también”
“no tengo una ensalada de dientes” grito
enfadado.
“aún
no, pero ya están un poco chuecos los de abajo por culpa de la muelas del
juicio”
“no
me las pueden sacar”
“porque
no”
“porque
son mías”
“Steve”
“mamá”
“las
sacaran hoy y en una semana te ponen los brackets ya lo conversamos con tu
papá”
“no
pueden porque no me he tomado el antibiótico”
“que
si porque te lo tomaste anoche y ahora en el desayuno”
“no
puedes simplemente no puedes No estoy preparado”
“nunca
lo estarás”
“papá
no te dejara hacerme eso”
“tu
papi se nos unirá en el dentista”
“no quiero,
no quiero, no quiero” el berrinche comenzó.
“Steve
corta la pataleta” le advirtió.
“no
voy a ir, no puedes obligarme”
“Vas
a ir aunque tenga que llevarte de las orejas” sentencio.
Pero
Steve no estaba en un plan racional, siguió con un berrinche descomunal.
“que
pasa aquí” dijo alarmado Evan cuando llego a la cocina.
“nada
nene, toma tu desayuno que llegamos tarde al dentista”
Eso fue el colmo para Steve, que arrogo el
vaso de leche de un manotazo.
“no
voy”
Evan
quedo boca abierta junto con su madre, Ángela tomo a Steve de un brazo, le dio
dos palmadas y lo dejo sobre la mesa.
“Evan
la cuchara” O. O Evan sabía muy bien a que cuchara se refería mamá, la había
sentido en su trasero innumerables veces.
“mamá
no” negó el pequeñín de la familia.
ZAS ZAS
en el trasero del tigrecito.
“Evan
ahora”
“noooooooooo
buaaaaaaaaaa”
Evan
con el dolor de su corazón le entrego la cuchara.
¡CRACK!
¡CRACK! ¡CRACK!
“no
más berrinches”
¡CRACK!
¡CRACK! ¡CRACK!
“noooooooooo
buaaaaaaa mamaaaaaaa me duele mamita”
¡CRACK!
¡CRACK! ¡CRACK!
“vamos
a ir al dentista sin ni una queja”
“no
quiero mamita no quiero”
¡CRACK!
¡CRACK! ¡CRACK!
“Ayyyyyyyyyyy
mamita mamita si voy si voy”
“ya
corazón ya paso, ahora ve a cambiarte, terminas tu desayuno y vamos llamare a
vuestro padre para avisarle que vamos tarde”
“nooooooooooo
buaaaaaaaaaaa me va a pegar”
“no
tesoro ve a cambiarte”
“no
quiero buaaaaa”
“Steve”
El
pobre chico salió corriendo no quería ir al dentista pero menos quería que le
pegaran con la cuchara de madera que había sido una experiencia horrible.
El
camino al dentista fue silencioso bueno solo de palabras porque Steve era un
mar de lágrimas, el crio odiaba con locura ir al dentista
Steve
no conocía el camino mucho menos la consulta a sí que solo se percató que
llegaron porque papá los estaba esperando, Evan al verlo se lanzó a sus brazos
hacía días que no se veían, Sean estaba en medio de una fusión por lo solo se
veían los fines de semana pero el papá no se perdería por nada la oportunidad
de consolar a sus hijos y así poder aliviarles el miedo o el dolor.
“papi,
papi llegaste”
“si
mi campeón es que los extrañaba mucho” dijo besándole la frente.
Steve
tenía los ojos rojos y se escondía tras su madre.
“ven
aquí mi tigrecito” dijo abriéndole un brazo para que se acomodara.
Steve
negó e hizo un puchero, Sean bajo a su Evancito y se acercó a su otro hijito.
“¿cachorrito
que pasa?” le dijo preocupado.
“no
quiero estar aquí no quiero” las lágrimas lo traicionaron nuevamente.
“Steve
bebe es necesario”
“no
buaaaaaaaa va a doler” Sean habría dado todo para decirle que no dolería pero
sabía que no era cierto él había pasado por eso y fue una de las experiencias
más dolorosas de su vida y Steve había estado ahí cuando llego a casa con la
cara deforme toda hinchada y moreteada y para rematar al infección del demonio
que le dio, pero eran otros tiempos y sus muela estaban en la peor ubicación
las de Steve, estas no eran tan complicadas además iban a sacarles las cuatro
juntas y con anestesia general no era lo ideal pero sabía que con Steve sería
imposible de otra forma.
“tigrecito
mío mírame cachorrito es por tu bien” a Sean casi se le caen las lágrimas al
recodar todo aquello y la remota posibilidad que su hijo pase por eso.
“no
quiero” Steve trataba de auto calmarse pero cuando lo llamo la recepcionista la
calma se fue al carajo.
Comenzó
a forcejear con Sean trato de echarse a correr casi se cae al suelo de no ser
porque su padre lo tenía bien sujeto, parecía más un niño de Kínder que un
adolescente, claro está que la boquita del niñito no era la uno bueno, sino al
contrario un niñito muy muy malo.
“me
presta el baño” pregunto Sean a la atónita recepcionista
“claro”
le indico donde, arrastro a Steve a hasta el, cerró la puerta y sin saber cómo
pero con la vasta experiencia en los dos extremos puso un pie sobre el inodoro
a su hijo sobre su rodilla, le bajo el pantalón y le dio una tanda de azotes.
“nooooo
no papito no”
¡ZAS!
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“se
acabó el berrinche mocosito”
¡ZAS!
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“no
me duele buaaaaaaaa”
¡ZAS!
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“dije
basta”
¡ZAS!
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“no
quiero que me saquen las muelas son mías las quiero, no quiero”
¡ZAS!
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“Steve
basta hay que sacarlas porque te están enchuecando los dientes y te pueden
romper la raíz de las otras muelas” le explico.
“buaaaaaaa
no me importa son mis dientes míos te odio” grito sin pensar y adiós bóxer que
fue a parar, tan rápido como esa palabras salió de su boca, a sus rodillas.
¡ZAS!
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
¡ZAS!
“tú
no entiendes nunca a papá no se le dice te odio porque no es verdad”
“BUaaaaaaaaaaaaaa
no quiero papaaaaa me dueleeeeeeeee”
¡ZAS!
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“no
quiero más escándanlos Steve André Hyuga”
¡ZAS!
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“no
más, no más papito” Sean le acomodo la ropa le lavo la carita.
“ya
mi tigrecito travieso, ya paso cachorrito adorado”
“me
dolió”
“si
mi hermoso niño”
“No
quieroooooooooooo”
“si
se bebe pero no vas a sentir nada estar dormidito y yo voy a sostener tu
manito”
“no
quierooooooooooo”
“ya Tivi
por favor nos está esperando”
Sean
ya no espero más y simplemente encamino a Steve.
Entraron
los cuatro a la consulta, porque aún no era la hora de Evan y sus padres se
negaron dejarlo solo por miedo a que saliera corriendo despavorido por el
escándalo de su hermano, pero Evan solo debía apretar los brackets.
El
dentista a petición de Steve les explico con lujo de detalles lo que haría en
la cirugía, al parecer no fue la decisión más acertada, Steve pálido Sean
parecía que vomitaría, sabía que su padre no soportaría la cirugía así que
cuando estaba todo listo hizo su opción.
“puede
quedarse mamá” esa simple frase fue una estocada mortal a Sean su hijo había
preferido a Ángela que a él pero se obligó a ser un adulto.
“claro
mi corazón”
Después
horas de pánico indescriptibles mescladas con la experiencia traumática de la
autora y los pocos conocimientos del tema odontológico, extrajeron las de
arriba sin problemas, las de abajo una tortura media hora de guerra sin cuartel
en una, la otra después de una hora de intentos fallidos y cortes de bisturí
tirones varios y la muela decidida a no abandonar esa boca procedieron a
triturarla las perores pesadillas echas realidad.
Salir
sin hablar mirando con odio a papá, a la mamá y al hermanito que no tuvo dolor
alguno y le regalaron una paleta y claro él se llevó la paleta en el poto como
podía ser justa la vida.
Llegar
a casa ice pack en la cara un antiinflamatorio que no le hizo nada, le dolía
tanto que fuera de toda lógica rogo que le inyectaran algo para el dolor, no
podía le dolía demasiado por primera vez en su vida prefería, pedía y rogaba
por un pinchazo en el poto que el quitara el dolor en su rostro, al fin pudo
dormir y lo hizo como un lirón para despertar en la mañana y sentir algo
extraño bajo su almohada salir corriendo a los brazos de sus padres y salir descalzo
a la calle si el hada de los dientes existe pero no sus 4 muelas no valían un
Euro sino unas llaves, las de su Ferrari si así daba gusto ir al dentista.
LittleHoshi: Me ha encantado como te ha quedado la historia. Y el tema del dentista es fantástico ¿A que niño le gusta ir al dentista?
ResponderBorrarPor supuesto era de esperar que no le dejaran cuatro moneditas de nada...al fin y al cabo es un niño rico y consentido.
Noooo pos así con esa hada de los dientes yo si voy corriendo al dentista......... ¡un ferrari!!!!!
ResponderBorrarSuper lindo el capitulo :) , pobre cito el pánico que le tiene al dentista y como no si sabe que le va a doler
Andrea
que suertudo un auto!!!!!!! que bueno que actualizaste preciosa continua.
ResponderBorrarLady...
ResponderBorrarEsta hada madrina de los dientes se paso, como es eso de una paleta en el poto de regalo y luego se reinvindica con un auto, no es justo, y Evans? no querra que le saquen las muelas para que le den a el tambien un cochecito?, seria lo justo sino esa ahda es una consentidora, malcriadora y muy, pero muy discriminadora con el encantador Evnas. jajajja
esta super lindo el capitulo LAdy me he divertido con Steve ya rie ya llora como niño ya no esta consus tonterias depres esta preciso el cambio, la mam nueva le dio un toque de luz en sucorazon y el hermano, un amor
me gusto cuando la madre le dice trae la cuchara y el pobre de evans sufre por steve que rico par de crios
un besot
MArambra
jajajajaja que gracioso capi pobre Steve pero muuuuuuuuuuuuuuuuuy feliz debe estar ahora con su regalito jejeje y sí falta que conscientan mas a Evan ;)
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