miércoles, 10 de julio de 2013

Una inusual aventura: Formar un hogar



Una inusual aventura:
Formar un hogar

Capitulo 1
Uno más uno son cuatro

El largo pasillo de aquella institución tan pulcra estaba completamente en silencio, solo se oía a lo lejos los pasos pausados de los muchachos que ingresaban a sus habitaciones o salían de ellas de ida al colegio, porque si, aquella institución tenía un colegio donde asistían no solo los internos sino también estudiantes externos que retornaban a sus hogares, y todo por una sola razón psicológica,  sociabilizar. Pero entre otras cosas era una forma de mantener económicamente a aquella institución; con los años, el colegio creado había ganado un prestigio importante estando entre los mejores de la ciudad. En fin era en aquel lugar donde estaban Francisco y Teresa…

Meses atrás…
Francisco estaba devastado con unos papeles en sus manos… ya eran diez años desde que había conocido al amor de su vida Teresa, una mujer refinada y culta, no es que él no lo fuera pero en Tere esas cualidad resaltaban mucho más que en él, desde el comienzo no fue fácil… por decirlo de un modo amable ellos debieron luchar muy duro contra todos los prejuicios, el más fuerte de todos ellos, fue el hecho que Fran fuera mucho menor que ella, y uno de los peores enemigos con los que contaban desde el inicio hasta el día de hoy eran las habladurías, los cotilleos a los que eran víctimas y que con los años lograron superar, y todo por el estigma de la edad cuyo veneno llego a tal punto que logro hasta romper la relación con su propia familia, ya que los padres de Francisco hirieron sus sentimientos al insinuar que por estar con esa “vieja” no podría tener una familia…
Dejo de divagar en el pasado y volvió a esos malditos resultados y pensó en todas aquellas palabras hirientes vertidas por sus padres, si, se decía, “tenían razón”, sus sueños de tener una familia acababan de ser destruidos pero no por Tere sino por él…era él el que no podía ser padre….
Arrugo esos malditos papeles que contenían su sentencia después de llorar por horas como un simple papel podía causar tanto daño como esas míseras letras podían gritarle a la cara que no podía engendrar, hizo su maleta y abrió la puerta de su casa… en una mano su sentencia y en la otra su condena “no puedo ser egoísta” pensó, no privaría a la mujer de su vida y que amaba el sueño de ser madre por estar defectuoso”…
Pero la suerte del destino quiso otra cosa… el médico también le había mandado los resultados a Teresa, en cuanto los vio su peor pesadilla se hizo realidad… mil veces haría preferido ser ella la que problema, ser ella la que no podía engendrar… no su amado… como debía estar sufriendo el niño de sus ojos,  dejo todo como estaba ya no importaba las hasta ese instante importantísimas citas de negocio ni las reuniones de directorio nada era más importante de su Fran, volvió a casa temiendo que su Francisco hiciera alguna locura; lo conocía demasiado bien y temía por él, y por ella misma, si él se desmoronaba ella también, por eso debía ser fuerte, y cuando lo vio a él, con la maleta en la mano dispuesto a marcharse de aquel lugar que era el hogar que construyeron contra viento y marea, lo metió a casa casi a empujones, mientras él lloraba como un crio, no quería escuchar nada, estaba demasiado afectado para conversar,  no quería razonar con nada ni con nadie, entonces ella hizo lo que mejor sabia, quererlo, ella actuó por instinto puro y real y lo abrazo con todo su ser… solo lo abrazo hasta que se calmo…
-     Eres mi vida Francisco, te amo y te juro que te daré los hijos que quieras – las palabras esas, así de simples y sin adornos hicieron eco en él
El no dijo nada solo, solo se dejo querer… no hablo mas del tema… de hecho no hablo nada… se limitaba a quedarse en cama todo el día, ella al principio pensó que era normal a su modo estaba viviendo el más doloroso duelo de quien esta destinado hacer padre y el destino a veces injusto los priva de sus más preciados tesoros… al paso de los días el medico llego a visitarlo, si Teresa mamá gallina lo había llamado; unos medicamentos una baja por enfermedad y listo el no podía hacer nada mas por él pues no era lo que el destino tenía preparado… solo podía hacerlo su mujer que estaba destinada a hacer madre tanto como él… en todo este tiempo solo se dedico a una cosa cumplir la promesa que le hizo a su marido y cuando tubo todo listo lo saco a rastras de la cama, no acepto un no por respuesta, le daba órdenes claras y precisas como aun crio que recién comienza su vida pues Fran en ese momento era lo único que podía manejar, solo resistió cuando le ordeno salir de casa, él no quería pero ella sabia como hacerlo obedecer una solida amenaza como la que solo hacen los padres y que Fran sabia por experiencia que no se quedaría solo en amenaza si no obedecía se dejo conducir hasta el vehículo, le ordeno bajar cuando llegaron al sitio indicado, estaban fuera de a un orfanato para iniciar los trámites de la adopción; Fran no entendió inicialmente de que se trataba, pero cuando le mostraron los papeles,  él solo le apretó al mano con fuerza.
-     Gracias – y ese gracias con la voz quebrada de la emoción  cargaba todo el amor que le tenía y que ya sentía por sus hijos.

De eso ya habían pasado seis meses muchas pruebas, mucho papeleo, mucha burocracia y por fin hoy sería el gran día; ingresaron a la institución aquella odiaban su nombre; ellos como muchos, sentían aversión por el nombre que les daban a aquellas instituciones  “orfanato”, palabra relacionada con todo lo triste que le puede suceder a un niño, sin que a veces se apiade el destino y haga que encuentren en el camino los padres que los puedan amar tal como son…
El lugar era limpio, pulcro por donde se mire, pero sin vida a pesar que estaba lleno de niños de todas las edades… Francisco suspiro hondamente mirando de un lado a otro pensando, cuál de todos aquello niños, sería el suyo, cuál de todos esos nenes lo amaría se preguntaba… y luego sonrió tímidamente como no queriendo alegrarse aun, pero luego con toda emoción, total hoy se irían con un nene a casa o ¿sería una nena?, se pregunto…
Y ahora estaban ahí tomados de la mano, sentados de pronto frente a un hombre de mirada vieja y aburrida, quien los hizo pasar con un parco…
-     Señor y señora Abularach?...adelante – a partir de ahí se inicio toda la gran aventura de la paternidad
-     Gracias –  dieron a coro ambos, emocionados
-     Bueno leí su expediente… dicen que están dispuestos  adoptar a chicos de cualquier edad y que puede ser más de uno – tanteo el terreno el hombre, debía estar seguro antes de confirmar a los menores que dejarían la institución para vivir con sus padres
-     Claro –  dijo Teresa – en eso no tenemos inconveniente
Francisco sonrió indulgente ¿qué pelotudez era esa? querían ver a sus bebes y se perdió en el murmullo de voces que sonaban en esa habitación, y que protagonizaba Teresa y el director, dejo que ella hable, él estaba demasiado concentrado en imaginar cómo serían sus nenes, ya que este caballero no hacía otra cosa que  repetir  las mismas preguntas que le habían hecho más de 15.500 veces, hasta que después de un periodo largo de silencio en que Teresa y el hombre aquel lo miraron, por fin exclamo.
-     Tenemos a los chicos perfectos para ustedes – dijo sin levantar la vista de los gabeteros de su escritorio sacando dos folders, extendiéndolos sobre la mesa
-     Chicos… mi amor – la emoción no pudo contenerse en su garganta - ¡viste! vamos a tener chicos – dijo Francisco mientras se le escapaban ya las lagrimas de sus ojos, pensando que le darían dos varoncitos
-     Si cariño – Teresa le sonrió con ternura posando una mano sobre su húmeda mejilla secando con esa caricia la solitaria lágrima que empezaba a resbalar por sus mejillas, ésta era la segunda vez en su vida que lo veía llorar, la primera cuando tuvo el resultado que le confirmaba su esterilidad y ahora de alegría; las otras ocasiones… es que hubieron y pues fueron porque ella se había encargado de arrancárselas de una forma muy particular.
-     Bueno estos son sus posibles hijos… si es que están de acuerdo con ello – el momento de intimidad se rompió con la voz del hombre aquel que se sintió incomodo ante aquella muestra de cariño, pese a ser testigo de la misma reacción en tantas parejas que venían a lo mismo, para él,  era un mero trámite que podía solucionar la vida de algún niño, en este caso con mucha suerte de dos adolescentes, ya que casi siempre venían por bebes o por niños pre púberes
Y les alargo la carpeta abriéndola él, donde en la primera pagina estaban las fotos de frente de sus hijos, una simple carpeta que contenía la vida resumida de dos hermosos nenes pero no era bebes ni niños como ellos creían, eran adolescentes… dos preciosos chicos de 17 años que cumplía justamente hoy el mayor y de 15 el menor
-     Nuestros hijos – que dulce se supo esa palabra, y acaricio con los dedos el retrato de ambos, a Fran no le importaba la edad que tuvieran, eran suyos y el ya los amaba y Teresa… Teresa estaba feliz de no tener que cambiar pañales…
-     Entonces no hay ningún inconveniente? – pregunto el director del centro
-     No, ninguno – contestaron al unísono ambos flamantes padres
-     Bueno, pero de todos modos, antes de formalizar, pueden revisar aquí mismo los expedientes, tómense su tiempo, cualquier pregunta estaré más que dispuesto a aclarar, estos niños merecen una oportunidad, la oportunidad de conocer lo que es tener un hogar, no han sido muy afortunados por sus edades, llegaron grandes ya, y casi siempre prefieren niños pequeños o bebes a quienes moldear, por eso preferiría que antes de mandarlos llamar y preguntarles que si están de acuerdo en alistar sus pertenencias para esta misma tarde o tras concluir las clases, para ir a vivir con ustedes
-     Cómo? Porque no podrían estar de acuerdo?
-     Daniel, cumple hoy 17 años, está en edad de comprender y de decidir por sí solo, pero ya fui tanteando el terreno, y él no pone objeciones, es un chico dulce se hace querer, con Samuel la cosa es diferente, a él solo se le comunica, tiene 15 los cumplió la semana pasada, le queda mucho trecho que pueda disfrutar de un hogar, pero quiero que lean su expediente, el tiene un pequeño problema de salud
-     Algunas enfermedad terminal? Retraso mental? Locura? – pregunto Teresa por si acaso
-     Nooo, nada de esooo, si fuera así estaría en otra institución
-     A bueno entonces no hay de qué preocuparse, cualquier detalle lo podemos solucionar – Fran apretó la mano de su esposa
-     Bueno entonces ustedes tómense su tiempo en hacerse la idea de que vivirán con un par de adolescentes que ocasionalmente tendrán sus momentos de rebeldía propia de la edad, pero preferiría que se empapen con esas fichas y las estudien, ahí está resumida la vida de estos dos jovencitos para evitarnos tener amargaras experiencias más adelante
Teresa comprendió perfectamente lo que trataba de decir aquel hombre, que siempre había la posibilidad de que las cosas no funcionen y los prevenía, estaba después de todo velando también por el resguardo emocional de ambos muchachos, en cambio Francisco estaba ya prendido de las fotos de los niños, leyendo aquel expediente, ahí estaba redactada las circunstancias que habían predispuesto su orfandad, las enfermedades que tuvieron, medicación administrada, la cirugía a la que había sido sometido el mayor Daniel, las alergias de Samuel, la necesidad de un ortodóncista para ambos que no podía pagar el estado, las calificaciones escolares, deplorables de ambos pero sobre todo de Daniel, la afición deportiva en la que destacaba Samuel y su tendencia al sonambulismo y que padecía de Enuresis (condición psicológica por lo general que se presenta después de los 5 años de edad por estrés o trauma no superado y que se  caracteriza por orinarse en la cama mientras duerme)
Los dejo solos y se retiro de aquel lugar, dejando que ambos estudien las carpetas, leyendo uno y otro dato, viendo fotos de cómo fueron poco a poco creciendo en aquel lugar, al poco rato ambos se vieron interrumpidos y cuando levantaron la vista al carraspeo del tipo aquel no se habían percatado que habían pasado ya 45 minutos que a ellos les parecieron escasos segundos, 45 minutos preciosos viendo las fotografías de sus hijos y empapándose con la vida y sufrimientos de ambos, prometiéndose a sí mismos velar por ellos.
Mientras todo eso sucedía, pese a la campanada que indicaba el inicio  de las clases tras el primer recreo, en medio patio se había concentrado un importante grupo de críos haciendo hurras a un par de peleadores que se ensartaron en una lucha a toda regla, la camisa desarreglada el pelo revuelto, el pantalón  arrugado y sucio, y la nariz ensangrentada de Daniel y la mejillas roja de Samuel daban fe que ambos eran los protagonistas
El directo corrió a separar a los chicos, era norma del colegio tolerancia nula a las agresiones físicas y verbales, y al ver quiénes eran los vándalos movió la cabeza disgustado, pensando que todo lo que había hecho para que este par en particular sea aceptado por una familia, se vea afectado por su mal comportamiento,  temiendo lo peor… que la adopción se había ido al garete.

-     Daniel – lo agarro de una oreja y otra más gritando en voz alta ante el bullicio de sus fans – Samuel que está pasando aquí, se puede saber? – les regaño cuando sujetándolos de las orejas a ambos sin hacerles daño, era una llamada de atención
-     La culpa la tiene éeel  – grito Samuel enfadado
-     No es cierto, la culpa es tuya – se defendió Daniel frunciendo el ceño
-     No me interesa de quien es la culpa, ahora mismo se marchan a los dormitorios a lavarse la cara y acomodarse la ropa, los estaré esperando en la oficina – anuncio el director  soltando las orejas de los chicos que no se movían de allá, no querían ir al despacho, eso solo significaba dos cosas en la mayora, o un castigo o el anuncio de una adopción a puerta, pero en ellos que eran los más grandes solo significaba una, unos buenos azote en el trasero por portarse mal, como ahora – vamos? Que esperan; ¿invitación? – agrego agarrando a Samuel dándole la vuelta y soltando un palmetazo en el pequeño trasero, Dany se había encaminado ya a la oficina adelantándose a los hechos, si el director soltaba un palmetazo allá en medio patio, solo significaba una cosa: que en la oficina le bajarían el slip y él no quería unos azotes y menos con el trasero desnudo
-     Auchh – se quejo Samy llevando instintivamente las manos atrás reclamando como siempre – oyeee, no puedes hacer eso – arrugo la pequeña nariz
-     O si que puedo Samuel y lo sabes muy bien, o no te acuerdas de la semana pasada – levanto la mano el director en señal de azote y recordando que el viernes pasado, el maestro de lenguaje lo llevo a su despacho enfadado porque el crio insto a todos a no presentar la tarea aludiendo que era muy poco tiempo siendo que todos la hicieron menos él, y al verse descubierto lanzo un millar de palabrotas que el director tuvo que verse obligado en la fea posición de colocar a aquel muchacho en sus rodillas y darle una paliza con el cepillo
-     Mentiroso – grito, a Samy le daba mucha vergüenza que el resto sepa que el director le bajo la ropa para castigarlo
-     Samueeel! te estás buscando una tunda muchachito, ve a la oficina, correeee? A qué esperas?
-     Nooo quieeroo, me quieres pegaaaar?, no se vaaale, Daaaaniiii oye, dile algo – jalo a Daniel del brazo cuando se dio cuenta que este quería dejarlo ahí.
-     Nooo, te mereces unos azotes Samuel, por golpearme la cara mira mi labio, mira como me lo has dejaaado – se toco la boca limpiando sangre de una pequeña brecha producto del cabezazo que le dio Samuel gimiendo, lo que ocasiono que Samy más que por el miedo a las nalgadas el miedo que Daniel se enoje y no le hable hizo que se ponga a llorar, sobre todo sabiendo que Daniel tenía una posibilidad muy grande de ser adoptado, el director se lo había comentado y Daniel le conto a él, si eso pasaba y Dany se enojaba con él, ya no tendría compañero de juegos en el recreo, además si le cambiaban de colegio no lo vería más y si estaba enfadado lo más probable es que ni siquiera lo llame por teléfono, así que con ese miedo el impulso de niño de defenderse hizo que acuse a Daniel para que también lo reprendan y estar mano a mano
-     Tuu tienes la cuuuulpaaa tu también mereces que te den una zurra por pegarme, no es justo, además por haberme dicho esas cosas, nifs, nifs nifs – no pudo más se puso a llorar de verdad – por decirme esas cosas feeeas – y se abrazo del director buscando consuelo, y el hombre aquel adivino que tenía que ver son su enuresis, para eso ya habían llegado Teresa y Francisco al patio y oyeron en silencio el dilema de aquel par, y se sintieron apabullados ante la cercanía de los que si aceptaban podrían ser sus hijos, un par de mozalbetes con rasgos infantiles que iban cambiando de a poco, eran chicos muy simpáticos, se los veía sanitos y muy listos pero también por lo visto temperamentales, traviesos y revoltosos, como todo niño sano
-     Que fue lo que te dijo Samy? – pregunto con ternura en la voz el director, después de todo no era tan insensible al parecer pero Samy se quedo callado así que decidió tantear a Daniel – Dany? Que fue eso tan feo que le dijiste?
-     No le dije nada, mentiroso – acuso resuelto para librarse del apuro, en eso Fran se acerco pero se quedo callado quería saber que era
-     Tuuu mientes, me has dicho cosas feas – se puso a llorar mas fuerte
-     Daaanyyy – replico el director enfadándose ya, en eso decidió intervenir Fran, pidiendo permiso al señor linares
-     Son ellos? Daniel y Samuel? – pregunto emocionado Fran
-     Si somos nosotros, quien es usted? Que quiere – no pudo ser sutil Daniel porque estaba enfadado, Samuel estaba por contarle al director que lo había fastidiado por orinarse en la cama y tenía miedo a las represalias, el señor Martínez que así apellidaba el director le había dejado muy en claro que si volvía a insinuar algo sobre aquello le repetiría a él el castigo que ese entonces acababa de llevarse, lo había azotado con el cinturón
-     DANIEL, cuida tus modales son el señor y la señora Abularach han venido por la entrevista – agrego el señor Martínez –  ambos muchachos palidecieron ante aquella declaración y por eso Fran decidió intervenir
-     Puedo intentarlo?
-     Claro señor Abularach –  Dijo mientras pensaba que una firma en un papel no hace a un padre, en cambio si las acciones y el cómo se maneje una situación complicada

Lo insto a que se suelte con autoridad, y ver si podía o no manejar a los muchachos y estos reaccionar ante ello, después de todo era la primera vez que se interesaban en adoptar adolescentes y el por alguna razón quería que este par se vaya con esa singular pareja, mientras eso pasaba los chicos solo gemían por sentimientos encontrados, Daniel porque ellos eran los que se habían interesado en él y se sintió incomodo ante la peculiar situación que había abierto camino para que se conozcan fuera de lo habitual, o sea sin las formalidades que daba la oficina del director y Samuel que aun permanecía con el rostro pegado al director triste ante la circunstancia de que ahí estaban aquellos adultos que le arrebatarían al único ser que de verdad lo quería sin sospechar que la vida le tenía una sorpresa preparada… la sorpresa de ser adoptado junto a su inseparable amigo, protector hermano de alma, y dulce enemigo, Fran coloco su mano sobre el hombro del muchacho y el instintivamente se dejo abrazar envuelto en la calidez que desplegaba este hombre extraño, se sintió raro, porque había pensado que odiaría con todo su corazón y secretamente a esos extraños que le robarían a su hermano, ese hombre que debería ser más bien su enemigo pero que increíblemente en vez de eso acepto aquel abrazo y no solo eso, lo devolvió y pensó que era la vulnerabilidad del momento, la despedida y el temor de unas nalgadas

-     Que paso hijito, cuéntame a mí, que te dijo tan malo Daniel, a ver qué paso? – no pudo aguantarse las ganas de enredar sus dedos en el cabello despeinado de aquel muchachito ni de limpiar con su pañuelo las primeras lágrimas de su hijo, gesto que no paso desapercibido por Daniel, para quien su peor pesadilla parecía hacerse realidad, acababan de cambiarlo por pensárselo demasiado, por dárselas de grande por no demostrar que quería tener una familia

El corazón de Daniel se hizo un nudito... él señor Martínez había hablado con él convencido de que era la mejor manera de asegurar un futuro a Daniel, una familia que le procure estudios amor y seguridad; de todo esto había hablado con él y Daniel pensó mucho en lo que sentía, tenía mucho miedo a enfrentarse solo al mundo, sin un lugar a donde ir con apenas un bachillerato deplorable, con un titulo básico sin dinero para empezar, porque solo le quedaba un año para estar en aquella institución, y luego abandonar ese lugar,  todo eso le agobiaba, el ser adulto, no quería ser adulto, no quería crecer, y el hecho de que a esta edad alguien quiera adoptarlo le parecía casi una  ilusión, un milagro tantas veces añorado; él quería alguien que lo arrope por las noches, alguien que lo mime, alguien que lo cuide cuando se enferme, alguien que le diga te quiero, alguien que se ocupe solo de él y no compartir, y aun cuando tenía todas esas palabras atragantadas en la boca, no las quiso manifestar porque no quería sonar necesitado,  por eso no se animo a dar una rápida respuesta, y le había pedido tiempo al director para decidir si quería ser adoptado o no... y recordó con amargura las palabras del señor Martínez

-     Daniel – le había dicho – existe una gran posibilidad de que seas adoptado, hay una pareja relativamente joven que desea tener un  hijo y no le importa la edad, y he pensado en ti, eres un chico brillante y yo creo, no, estoy seguro de que con ellos podrás ser feliz y terminar de formarte, quiero que tengas la oportunidad; aquí esta su expediente léelo y ten la confianza de preguntarme lo que dudes – y le mostro una carpeta con los datos de Fran y Teresa, aquello hizo que Daniel vea sus temores más reales, y si aceptaba y ellos no lo querían, y si se aburrían de él, y un montón de fantasmas que aparecieron en su haber así que decidió preguntarle un detalle al director
-     Porque me pregunta si quiero o no ser adoptado?
-     Porque estas a puertas de tener la mayoría de edad civil, que te confiere ciertos derechos como el de vivir solo y buscar trabajo, y quiero saber si tu quieres tomar ese camino o quieres pertenecer a una familia que te cuide y te dé la oportunidad de estudiar

Esas palabras revivieron el ansia de pertenecer a alguien, el ansia de ser amado, protegido cuidado, educado, eran todo lo que él había deseado pero no quiso dar una respuesta a primera petición, no quería sonar necesitado, pero también estaba el hecho de que si aceptaba dejaba una parte de su vida, de el allá, a Samy, su hermano, su familia, ellos cuando llegaron se adoptaron mutuamente, trenzaron un lazo inseparable y se juraron no abandonarse y sin embargo ahora estaba a puertas de aquello.

-     Necesita que le responda ya no más? – tenía que saberlo por dos razones, pensar bien lo que quería, si valía la pena tener una familia y de ser así, como decírselo a Samy – y que pasara con Samy? – el hombre suspiro y se percato en aquel detalle
-     No necesito una respuesta inmediata Daniel, yo te pregunto por consideración a tu edad y tu madures hijo, sabes perfectamente que puedo decidir por ti, así de simple, pero es una consideración que te tengo porque nos conocemos y porque en una semana enteras los 17 años y porque creo que mereces dar tu opinión en una decisión que puede cambiar completamente el rumbo de tu vida, pero para ser sinceros quisiera realmente que lo hagas, que lo aceptes por voluntad propia... – hizo una pausa – en cuanto a Samy, buena pregunta Daniel, puedo poner alguna clausula adjunta como pedido tuyo, una condición hijo, ya veré que puedo hacer – en realidad la pregunta de Daniel había despertado en el director una brecha, revisar el expediente de aquella familia y ver si estaban o no dispuesta a adoptar no a uno sino dos niños
-     Y cuando tengo que dar mi respuesta?
-     Lo más antes posible…

Pero el no dijo nada, y cada que el director lo miraba con aquella pregunta suspendida en los ojos, él rehuía, no pudo decir si enseguida porque por un lado tenía miedo al futuro lejos de aquello que era lo único que conocía como hogar, tenía miedo de ser considerado adulto, el dar la respuesta sea blanco o negro hacía que sea considerado como un adulto en formación pero adulto y aquello aterraba sobre manera a Daniel porque él no quería dejar de ser niño, todavía no y la otra razón porque no quería dejar a Samuel fuera de su vida y sin embargo ahora era Samy quien se llevaba a su familia, ver a Francisco abrazar a Samy fue un golpe doloroso que lo bajo a la realidad de un solo tortazo y recordó las palabras del director

-     Además Daniel – había agregado antes de que abandone del todo la dirección – necesito una respuesta para tener la posibilidad de buscar otras opciones para esta familia en caso de que tú no quieras ser adoptado…

Y las lagrimas corrieron por sus ojos silenciosas, porque ver aquella escena le mordió el corazón, porque dentro de su fuero interior una vocecita le grito: tarde compañero, el director decidió por ti y decidió por Samuel y lo que era peor sabía que era lo mejor para ambos, Sammy necesitaba y merecía quizás más que él una familia, el tenia solo 15... era un niño, era su niño, su hijito, su hermanito menor, su bebe; él lo había adoptado desde que llego... y quizás no dar una respuesta al director era simbólicamente quizás el único regalo real que podía darle a Samy, una familia, la familia que soñó para él ... pero aun cuando se decía que era lo que se debía hacer, no hacía más fácil el mal trago, no era para nada fácil... no quería verlo... así que en su necesidad de amor y en su acto de amor sin fronteras hacia Samuel, le dio envidia, una sana envidia si es que existe tal termino y dándose la vuelta salió corriendo a cualquier lugar donde no ser testigo de las presentaciones oficiales como padres e hijo, de la despedida real, del abandono y del dolor

Y mientras aquel sentimiento lo invadía sin sentido recordó todas las noches aquellas desde hace dos semanas más o menos en que dio vueltas y vueltas al asunto para encontrar la forma más simple y menos dolorosa de decirle a Samuel que se iría, como decirle que no quería dejarlo sin que suene mal y no apenar a su hermanito del alma, ellos desde que se conocieron, desde el mismo día que ingresaron juntos a esta institución con un miedo apabullante en el cuerpo, Daniel había sacado fuerzas de donde pudo a sus 7 años y se fijo en la carita de conejo asustado que mostraba Samuel con el dedo en la boca como buscando un consuelo oral a su perdida, recordando quizás el apego en la lactancia, no muy lejano de sus recuerdos de ser un bebe amado y amamantado con todo el amor del mundo, y aunque el también lloraba en los rincones le dio más pena el otro niño que caminaba con los pantaloncillos orinados en la mañana y despertaba llorando a media noche porque había empezado a orinarse en la cama, así que él lo adopto, era su padre en miniatura y Samuel le hacía caso en todo, hasta que claro entro a la adolescencia y también se rebelaba contra él y como él… y la pregunta y el amor vertido en esa pregunta martillaba su pequeño corazón rebelde…

-     Que paso hijito, cuéntame a mí, que te dijo tan malo Daniel, a ver qué paso? –
-     El dijo que a mí nadie me quería porque... porque tuve un accidente - dijo llorando, algo en la voz de ese hombre lo insto a confiar, era su corazón de hijo que reconocía a papá
-     Y me podría contar mi caballerito de que  accidente estamos hablando – Fran le limpio los ojos con los dedos

Fran se acerco para besarle la frente y aun cuando su  impulso era decirle un montón de frases mimosas como cariño, mi dulce, mi amor, temió soltar esas palabras por temor al rechazo, pero no por eso la voz estaba carente de sinceridad y amor, y ese amor fue percibido por Daniel que no pudo evitar sentir celos y se puso a llorar en silencio pese a recriminarse diciéndose soy grande para llorar, y al darse cuenta que no podía evitarlo corrió sin rumbo fijo por el patio buscando la puerta que lo lleve al patio trasero dónde nadie lo vea, y pueda dar rienda suelta a su tristeza, su decepción, su enfado, el enfado que tenía consigo mismo, Teresa que hasta ese momento había observado en silencio la escena que se desarrollaba como buena mujer observadora se percato del conflicto emocional que se dibujaba en el rostro de Daniel, como sus ojos luchaban por no soltar las lágrimas sin lograrlo y como su boca en un puchero infantil tembló de pena, así que corrió tras aquel jovencito que por amor a su marido era ya suyo, y que le recordaba tanto al hombre que amaba, esa mueca de pena de abandono le era demasiado familiar y sabía lo que había que hacer para borrar aquella expresión de tristeza del rostro de la persona amada, simplemente amar…

-     No se llora el día del cumple cariño – encontró a Daniel sentado en las gradas de la capilla  y paso los brazos sobre los hombros de aquel pequeño hombrecito – arruinaras tu pastel mi tesoro, es tu cumpleaños mi hijito, no más lágrimas si? – alzo su rostro para mirarlo mejor, que guapo que era, con el pelo castaño y los ojos enormes y la nariz medio lorita
-     Deje, deje por favor - gritaba Daniel confundido ante esa muestra apabullante de cariño, porque aquella mujer lo sostenía y abrazaba con tanto amor sino era nada suyo?, se sintió extraño y ajeno, como si profanara algo prohibido algo que solo debería gozar Samuel – váyase señora por favor, ahí está su hijo yo no soy  nada suyo NIFS; NIFS NIFS – se soltó bruscamente de mala manera, no por ella sino por su muestra de debilidad, sin entender el significado total de aquella declaración, hijito… sus oídos lo traicionaban, o esa mujer era cruel y se estaba haciendo la burla de él usando aquella palabra que había soñado para él
-     Nada mío?... estas seguro?... pues a mí me aseguraron que tú también eres mi bebe, mi niño que esta de cumpleaños, que aun no soplo sus velitas y que le gusta el pastel de coco con dulce de leche - dijo sin dejar de abrazarlo y con total soltura, es mas lo contuvo de la misma forma que había contenido a su Fran... Daniel le recordaba a su marido, definitivamente Dios tenía una maneras interesantes de darte hijos, y aquella frase obro el milagro, Daniel reparo en ella, en su rostro amable y hermoso, en las palabras aquellas que se filtraban por sus oídos y en el tierno abrazo que aquella mujer le daba apretándolo a su perfumado pecho, cálido y sereno, transmitiéndole confianza, amor y seguridad, tanto así que se animo a llamarle mamá
-     Maaaa – solo eso, dulce, tierno

Y se quedaron así abrazados largo rato reconociéndose como madre e hijo, mientras tanto Fran había llegado ya con Samuel para abrazar a su hijo y les dijo serio pero feliz y orgulloso, temeroso de romper la magia del momento
-     Bueno, vamos con el señor Martínez, en la oficina conversaremos tranquilamente y me avisaran que paso, les parece?; limaremos asperezas y luego si están de acuerdo nos iremos inmediatamente para festejar el cumpleaños de mi rey – no pudo contenerse y le calco un beso en la frente al mozalbete aquel que tenía frente suyo, todo desaliñado y con la nariz con un poco de sangre seca
-     Es cierto, hoy es el día – declaro Samy, pero no por el cumpleaños de Daniel y no puedo evitar la tristeza en su voz aun cuando quiso disimular, es que no se puede disimular el dolor  ni el amor – el señor Martínez comento que hoy se llevaban a Daniel si lo quería, así que bueno, este es un buen regalo de cumpleaños Dany – y la vocecita entre chillona y grave se quebró y sus ojos se aguaron de pena, se llevaban a su hermano el día de su cumpleaños, a una casa, con unos padres y él se quedaría de nuevo solo, se dio la vuelta queriendo ocultar la pena
-     Sí, nos llevamos a Dany, pero NO SIN TI, no querrás que solo Dany juegue con la play que compraremos hoy verdad? – agrego Fran atrapando a su huidizo hijo en su abrazo sin soltar a Dany
-     ¿A los dos? – la emoción se adueño de su cuerpo y sus ojos brillaron como estrellas devolviendo el abrazo
-     Eso es mi vida, a los dos, ahora a lavarse a carita y luego sin tardar a venir a la oficina del director como buenos chicos que son – sonrió Fran, mientras el director se quedo mirando la escena, vaya después de todo aquello resulto mucho mejor que una fría, formal y trillada presentación en una vieja oficina
-     DAAAANYY NOS VAMOS LOS DOS, LOS DOOS - dijo de pronto Samy, saltando de alegría, abrazando a su hermano y puñeteando su brazo como siempre olvidando que habían peleado y que se suponía estaban enfadados
-     Eso parece mocoso, no voy a poder librarme de ti por lo visto, pero oye me sigues haciendo caso, que sigo siendo mayor que tu - agrego dándole un coscorrón en la cabeza y besándole luego la frente, adoraba a Samuel

Ambos estaban enfrascados en su alegría y su emoción no se cambiaban por nadie, no importaba lo que sucediera de ahora en adelante, pues tenían una mamá y un papá y lo que era mejor, al mejor hermano del mundo a su lado, y perdidos en esos pensamientos hicieron lo que mamá y papá dijeron, y en cuestión de minutos estaban ya en la oficina del director, sin el temor  a unas nalgadas o un regaño, sino por algo más importante, la presentación oficial de sus padres, Daniel se paró en seco delante de la puerta, aun no sabía cómo debía llamarlos, bueno él si sabía, lo que no sabía era si ellos lo querían así, porque por algunos amigos que fueron adoptados sabia que muchos preferían que los llamaran por sus nombres, pero bueno ya lo averiguaría, estaba por abrir su puerta cuando apareció en ella Teresa, ambos muchachos ya tenían casi listas sus pertenecías que se resumían a prácticamente una mochila y dos sobres… solo faltaban unas manualidades que habían hecho pero sabían que necesitarían ayuda de sus padres para poder empacarlas… y confiaban en que la tendrían.
-     Listos para irnos a casita mi tesoros? – dijo Tere con una sonrisa, mientras en la oficina Fran estaba enterándose por el director el posible dilema que ocasiono el incidente en el patio.
-     HURRAAAA – gritaron al unísono ambos muchachos emocionadísimos, no se cambiaban por nadie y así entre abrazos y saltos dejaron a un lado la mochila y siguieron a Tere al despacho
-     Dejen eso todavía, nos iremos una vez que firmemos algunos documentos y conversemos con el director bueno?
-     Bueno – aceptaron ambos

Ya en la oficina se sentaron los cinco en el saloncito que tenia adjunto al despacho para hacer aquella entrevista un poco más relajada hasta que claro se menciono el incidente del patio, todos querían saber que paso
-     Bien jovencitos – dijo el director, todo está formalmente listo para que ambos se marchen a casa con su nueva familia, pero antes queremos saber que ha sucedido en el patio, fuera de que ambos hoy son adoptados legalmente, son alumnos de este colegio, y el incidente se ha desarrollado en horas de clases, y ustedes mejor que nadie saben que tenemos un lema, podrías repetir cual es Daniel? – y Daniel enrojeció violentamente y callo un rato y fue Samuel que intervino
-     Papi, Dany esta de cumpleaños hoy, no lo regañen es mi culpa – declaro mirando el piso avergonzado, Fran sintió el corazón henchirse como nunca antes de alegría, tanto que creyó morir de emoción, pensó que tomaría algún tiempo que los chicos lo llamen papá, así que haciendo acopio de serenidad y antes de tirarse a besos sobre el muchacho contesto con un hilito de voz
-     Eso me han contado hijo – le beso la frente – pero el director está haciéndole una pregunta directa, y debe responder, verdad Daniel? – agrego mirando fijamente a Daniel para que se dé cuenta que todos esperaban su respuesta – cuál es ese lema hijito?
-     Peroooo paaaa – insistió Samy bastante cómodo sentándose en el regazo de Teresa – no me has entendido, es su cumpleaños no lo regañes si?
-     Hijo, no voy a regañar a tu hermano, porque no creo que contestar una pregunta como esa sea para eso verdad? Le está preguntando cual es el lema del colegio y tanto tu madre como yo, queremos oír de los labios de Daniel – contesto con firmeza, Fran podría ser joven pero era justo y tajante, y decidió que desde un principio marcaria la cancha con ellos – Daniel estamos esperando una respuesta, no creo que te sea difícil decirnos el lema del colegio verdad? – Daniel trago saliva no le estaban pidiendo nada del otro mundo, pero responder a aquello lo llevaría a otra cuestión de la no estaba seguro querer responder
-     No es nada, son solo cosas de hermanos – agrego Samy porque sabía al igual que Daniel que el famoso lema los llevaría a la pelea en el patio y la RAZON de aquello y él no quería que nadie supiera que a veces tenia accidentes nocturnos y lo dejen a última hora en el orfanato
-     Samyyyy – dijo el director pues adivinaba de que  iba la cosa, el les había dado toda la información a ambos padres estén al tanto de aquello para evitar maltratos futuros físicos o psicológicos con Samuel, por lo que ahora solo quedaba acabar los temores de Sammy.
-     No les digas por favor, por favor – se levanto de la falda de Teresa y se paró a un lado mirando a Daniel, para luego agregar – No les diga, no les diga por favor señor Martínez – eso aumento la curiosidad de los padres
-     No Samuel, no te preocupes, todo saldrá bien, mejor ahora que mañana, así sabrás si te quieren de verdad – contesto y volvió a preguntar a Daniel – Daniel, estamos esperando tu respuesta
-     Cero tolerancia a la violencia de cualquier tipo.
-     Y porque entonces se han trenzado en una pelea? – pregunto y Samuel empezó a llorar
-     buaaaaaaaa - salió corriendo pues sabía que ahora lo dejarían ahí en cuanto se enteraran... el había planeado no dormir o hacerlo en el baño o cualquier cosa en vez de mojar la cama pero no pudo, de todos modos no pudo, Teresa se levantó y sale tras su hijo y es entonces que Dany decide contar la verdad.
-     Yo tengo la culpa, le dije a Samy que nadie lo adoptaría si sigue orinándose en la cama – Fran se sorprendió de aquello, no lo podía creer y tampoco podía tolerar así que decidió tomar cartas en el asunto, total, aquello como había mencionado el director, no solo era una reunión para formalizar la adopción, sino también era la primera reunión disciplinaria del colegio a la que asistía.
-     Señor Martínez por favor, puede dejarme un momento a solas con MI HIJO, necesito una palabras con él
-     Claro que si, faltaba más, yo iré a ver si su esposa necesita ayuda con Sam – Fran espero pacientemente que el director abandone aquel salón antes de dirigirse a Daniel con un tono de voz que denotaba estar un poco disgustado con su actitud
-     Lo que hiciste hijo es muy cruel, tu hermanito no se orina porque si, es un problema que tiene y en vez de ayudarle lo que hiciste puede empeorar su problema – le sujeto el mentón y le miro directamente a los ojos con cariño y con firmeza – que crees que haría el director? – Dany se puso triste ante la declaración aquella, él sabía muy bien como Samy sufría por aquel detalle, como los otros chicos se le reían y lo avergonzaban cada vez que tenía que ponerse un calzón de entrenamiento para dormir y no moje la cama, y se agacho avergonzado, papá beso su frente y acaricio su mejilla e insto a que le responda - ¿qué haría el director hijo? … mmm? No vas a contestarme?
-     Me daría unos azotes – respondió con un hilo de voz y los ojos nublados, recordando la última vez que el director se enojo tanto con él por el mismo tema, que no le quedo otra que darle un par de cinturonazos porque Samuel no quiso salir del ropero
-     Y crees que te los mereces o no?
-      Siiii -  soltó una lagrimita, y Fran agarro al muchacho y lo puso sobre su regazo boca abajo, el mismo se sorprendió de hacerlo tan rápido, pero solo lo tuvo ahí un buen rato hasta que Dany se puso a llorar y cuando eso sucedió, papá lo alzo de su regazo para sentarlo sobre sus rodillas y mirándole fijamente sin dejar de acariciar su espalda le dijo – ¡Mira hijo!, mereces que te de unos azotes, SI, pero no lo voy a hacer, porque no quiero empezar nuestra vida de esta manera, y menos en tu cumpleaños pero recuerda, que no me gusta que lastimes a tu hermanito si lo vuelves a mencionar, si te daré unas nalgadas – y lo abrazo con amor

Mientras Samy corría a esconderse al patio de la capilla del colegio donde había, un mini jardín donde había un árbol, el arbolito donde Dany el primer día que llegaron le hizo una promesa, la más importante de sus vidas… el seria su padre, su hermano y protector… y era ahí donde el siempre iba cuando necesitaba protección… corrió por el patio integro sin importarle que muchachos de otras aulas estaban iniciando la clase de gimnasia y aprovechando eso se dirigió veloz entre los alumnos hacia el corredor que separaba el patio del colegio de la capilla y cerró la puerta de metal para evitar que su madre ingrese, se puso en plan pataleta por miedo al abandono precoz
-     Samyyyy ábrela puerta cariño  - dijo mamá, tratando de abrir aquella celosía
-     Nooo, no quiero, vete, déjame ya no me querrás y me dejaras aquí solito y se llevaran a Dany, y a mi noooo, porque estoy defectuoso… pero no es mi cuuuulpa, no puedo evitarlo; buaaa, abuaaaa – empezó a llorar apoyando su espalda en el lomo metálico de la puerta aquella sin lograr asegurarla, no se percato que Teresa coloco su cartera para evitar que le cierre el paso
-     Hijito, no digas eso corazón – Teresa logro abrir la puerta, estaba con ganas de abrazar a aquel nene
-     Lo que digo es cierto, tu no, tu no, tu noooo saaabes, tu no me vas querer más buaaaaaaaa
-     Tesoro eso es imposible yo te amo eres mi hijo- trato de abrazarlo pero Samuel no se dejo y la aparto con un poco de brusquedad

Teresa estaba sorprendida... no se esperaba esa reacción tan violenta del nene... que era lo que le  dolía tanto para comportarse así, pero por mucho que este sorprendida y preocupada mamá era mamá y ella no iba a dejar que le faltara el respeto, eso tenía que dejar clarito desde un inicio, así que frunciendo el ceño dijo
-     ¡Samuel Abularach!... nunca, pero nunca se te ocurra faltarme el respeto de esa manera PLAF, PLAF, PLAF - le regaño y le dio tres fuertes azotes con toda la palma abierta, si Damy se creyó que por ser la mami no le dolería, estaba equivocado
-     BUAAAAA BUAAAA – lloro sorprendido sin dejar que Teresa lo abrace… pero por otro lado se moría por un abrazo de mamá pero él sabia que en cuanto todos se enteraran lo dejarían ahí, Fran y Dany habían llegado y miraron la escena sorprendido, que le dijo a la mamá?
-     Déeejame déjame, nooo, noo, nifs, nifs, no puedes hacer eeee_soo, au, au nifs,nifs SOBRE TODO SI ME VAS A DEJAR AQUÍ SOLIIIIITOOOO BUAAAAAA
-     Eso no pasara mi vida, mi niñito hermoso – logro cogerle la mano besando sus largos dedos sucios de mocos y lágrimas pues se había limpiado la cara con las manos – eres nuestro nene también mi chiquito, ahora alistaremos lo que quieras llevar y nos iremos a casa, si mi quequecito de limón- le dijo Tere pero parecía que nada convencería al niño de aquello era cierto, sus inseguridades eran enormes y aplastantes
-     NOOOO, No... no... no me iré porque ME DEVOLVERAAAAN BUAUUAAA
-     Pero que dices hijito eso no pasara... Samy, Samycito  mi vida que pasa… ¿que ocurre? –  dijo tratando de abrazarlo
-     QUE NOOOO... que te vayas he dichoooo, nifs, nifs, nifs  y llévense a Daniel ya no lo quiero mas
-     Samuel!, basta de pataletas – le riño Tere, estaba empezando a perder la paciencia – que es eso de hacer berrinches
-     DEEEE_JAMEEEE, PARAAA, NO ME TOOOOOQUES – se fijo en Fran, que agarraba a Dany por el hombro, era un simple gesto cariñoso, y eso le dolió a Samuel, ahora Dany tenía a sus papás, y se olvidaría seguramente de él, así que quería lastimarlo – te oooodio, NIFS, NIFS, NIFS es todo tu cuuuulpaaa, NO TE QUIERO MAS – de no ser porque el niño lloraba tanto, aquella última frase sonó realmente infantil, y se vio infantil por el gesto que lo acompaño, frunció la boquita en un puchero dulce y se cruzo de brazos para darse la vuelta y mirar la pared aquella en ese rincón de la escuela en el patio ahora vacio porque todos los chicos estaban en clases
-     Samueeeel – gimió Dany – porque me dices eso?
-     GRRRRUUUUU – ese gruñido de oso pequeño casi risible fue la infantil respuesta de Samuel, que se le abalanzo de nuevo para pegarle nuevamente
-     Samuel, basta ya – intervino Teresa agarrando el puñete que estaba destinado a la cara de Daniel, estaba por ir con todas
-     Suéltame, esto es entre él y yo – declaro decidido – es mejor que se vaya de una vez metiche – si antes estaba en plan pataleta, ahora estaba en plan pelea a por todas y para dar énfasis a sus palabra empezó a patear las imaginarias piedras del camino
-     Suficiente jovencito – declaro Fran enfadado ya, era hora de intervenir, había visto y oído suficiente
-     No te metas, chismooooso, llévate a tu hijo de aquí antes de que te lo rompa – levanto los puños en un acto totalmente púgil, es más hasta salto en acción clara de estar alerta al ataque, Fran que tuvo intención de sonarle un palmetazo en el culete, se mordió la risa de lo cómico que se veía, su enojo no tenía fundamento, pero para el muchacho era muy serio el problema, así que reírse estaba descartado y era mejor obrar por las buenas
-     SÍ, mi hijo, pero no me iré SIN TI, porque TU – le agarro la nariz y atajo en el aire los pequeños puñetes que ya volaban – TE DECIA… TU TAMBIEN ERES MI HIJO – y le beso la frente aun agarrando aquellos puños con firmeza
-     Pero tú me dejaras cuando sepas
-     Cuando sepa que hijo? ¿Qué a veces te haces pis en la cama? Ya lo sé, e igual te quiero, igual que Dany te ama, igual te queremos y amamos mamá y yo
Si Fran creyó por un segundo que aquella declaración de amor incondicional obraría en el corazón confundido de aquel niño se equivoco, fue como echar gasolina a la pólvora ya encendida
-     Te ooooodio… buaaaa… les dijiste, le dijiste, no tenias dereeeechoo, chismoso – comenzó a pegarle a Daniel con toda su rabia
-     Auuu, me mordiste, auchhh, deja, deja – gritaba Daniel frotándose el brazo mordido y tratando de esquivar las pantorrillas de las patadas de su hermano
-     Te lo mereces, chismoso, lengua larga, cotilla, eres como las chicas, contando los secretos, traidor
-     Au, au au Samyyy, auch, oye, que me dueeeele – brincaba a cortos pasos para esquivar las patadas
-     Que me importa, me alegro, te lo mereces ya no te quiero más buaaa – seguía llorando, gritando y pateando, y la última patada estaba destinada directa a la entrepierna de su hermano, que de puro milagro evito un dolor que seguro seria descomunal
-     Eso sí que no jovencito –  dijo enfadado Fran, agarrándolo de la cintura alejándolo de su objetivo mientras el otro seguía repartiendo patadas al aire
-     Déjeme, no tienes derecho, eres un llorón como él por eso lo defiendes, y además eres FEOOOO – grito y sin saber cómo se soltó tratando de escapar, solo que no había a donde, se subió a las graderías del coro del patio y no había donde saltar, y se vio acorralado por Teresa por Fran, Dany y el director que apareció ante ellos tras librarse de su interlocutor, el maestro de biología, pero al ver la escena prefirió no intervenir dejando a Fran al frente de aquella situación tan peculiar
-     SAMUEL ABULARACH – joder pensó el crio, si ya me cambiaron el apellido
-     No soy Abubalach o como sea ese feo nombre – declaro enfadado desde las gradas
-     Si lo eres, porque eres mi hijo, ahora jovencito, mueve los piecitos esos que le gustan patear y trae tu pequeño trasero aquí, tienes hasta contar 3, porque si tengo que subir yo para bajarte, no solo te bajare de las gradas sino que te bajare el pantalón, UNOO
-     NOOO – contesto desafiante
-     No te conviene por las malas hijo, así que por favor, ven aquí ahora – dijo Fran apuntando a su lado con el índice en el suelo
-     Para queee, ya viniste por tu hijoooo, ahí está ese  si es como tuuuuu, yo no los quiero
-     Mi hijo?, pero si tu también lo eres, no me iré sin ti, me iré con los dos – empezó a subir las gradas lentamente para no alterar al crio que por correr podría caerse – baja estas haciéndonos perder el tiempo cuando más bien deberíamos estar poniendo tu ropa en tu maleta para marcharnos
-     Perooo yo no quiero irme, si se que luego me devolverán, se cansaran de mi y se enojaran, si Daniel tiene razón nadie me va a querer – dijo en un puchero triste con la voz apagada ya viendo el sombrío panorama, Fran ya lo había alcanzado y se dispuso a abrazarlo
-     Nadie va a devolverte ni se hará la burla de ti preciosito mío, ahora vamos ya? Sin pelear con el hermano ni conmigo bueno? – le limpio los ojos y la naricita con su pañuelo y lo abrazo suavemente primero para que se calme, y Daniel sonrió por fin apoyando su cabeza en el hombro de su madre, pero Samuel con lo sensible que estaba interpreto mal aquel gesto creyendo que se estaba burlando y se soltó de Fran empujándolo y corriendo gradas abajo para calcarle un nuevo derechazo a Dany e insultándolo
-     Te estás riendo de miiii, eres un chismoso, lengua larga, y ERES FEEEOO COMO LOS SAPOS LLENO DE GRANOS… ERES UN SAPO GRANOSO… FEO, HORRIBLE DRÁCULA… TOMA ESTOOO, PARA QUE NO SEAS CHISMOSO –
Y el puñetazo dado fue demasiado certero para el gusto de todos, incluido Samuel que luego de ellos se asusto ahora si, queriendo huir, acababa de dale a Dany un señor puñetazo en la nariz ocasionándole sangrado, todos se quedaron sorprendidos de ver aquel riachuelo rojo caer por la nariz y la boca de Dany goteando al piso y manchando de rojo encendido su camisa del colegio, pero Daniel más que por el puñete se sintió dolido por las palabras de Samuel, Dany no lo estaba pasando nada bien lo de la adolescencia y el acné que desde hace dos años empezó a hacer estragos en su juvenil piel, y esto más la burla constante de los chicos sobre su nariz ligeramente aguileña no por naturaleza propia sino producto de una fractura al caer de cara del árbol aquel, habían minado su confianza y había días que se sentía como un pequeño patito feo abandonado no solo en el cuento sino en la vida real, pero jamás pensó que Samuel pueda ser tan cruel y que le de semejante golpe bajo como acababa de darlo, y todos se dieron cuenta de que Dany cambio la expresión de su rostro apenas Samuel lo llamo sapo, aquello había realmente dolido
-     SAMUEL?! – Tere grito desplegando asombro y curiosidad y se animo a agarrarlo para contenerlo, que se veía a leguas también que estaba asustado y afectado por ver lo que hizo, pero el chico estaba con la sensibilidad a flor de piel y aquel simple contacto hizo que Samy reaccionara de mala manera empujando a Tere y casi haciendo que se caiga a lo que claro Fran reacciono, para todo eso él había ya bajado de las gradas
-     SUFICIENTE DE PATALETAS – declaro enfadado y alzo a Samuel como si fuera un pañuelo de lo livianito que lo sintió y lo coloco sobre su regazo y le bajo el pantalón pero no la ropa interior y le dio 10 palmadas a mano llena
-     plaf, plaf, plaf, plaf, BASTA DE PELEAS HIJO, QUE MANERAS SON ESAS? plaf, plaf plaf
-     buaaaaaaaaa – empezó a llorar mientras intentaba quitarse de en medio – NOO; deeee__ja, me haces daño – se quejo – Dany, au, au Daaaany TUU papá me está pegando buaaaaaa – le pido ayuda a su hermano mientras Dany se quedo con su madre que le limpiaba la sangre de la nariz, lo besaba y abrazaba para que no vea como castigaban a su hermano que aquello sí que le dolía y se puso a gemir
-     No quiero que te pelees con Daniel, es tu hermano, Y SOY TU PAPA TAMBIEN….que es eso de golpear y de insultar? – había hecho una pausa decidiendo si le bajaba o no el calzoncillito, pero prefirió no hacerlo y cambio bajarle la ropa por unos azotes mas fuerte sentenciando – SI PAPA, DICE, NO MÁS, ES NO MAS…. ENTENDIDO? PLAF PLAF PLAF – y las ultimas fueron realmente fuertes que si le bajaba la ropa se podría ver marcado el culete de Samuel con tres palmas bien dibujadas en el piel
-     Buaaaaaaaa no maaaas…..auauau paaaapiii nunca más – cayó sobre las rodillas de papá vencido, sin ganas ya de luchar ni ser rebelde aquellos 3 últimos palmetazos de verdad dolieron y no solo escocieron como los otros
-     Ya no le pegues papi, no tiene la culpa – empezó a llorar Dany soltándose del abrazo de Teresa
-     No máaas, nooo maaas – decía Samuel sin darse cuenta que papa le estaba ya subiendo la ropa y lo incorporaba para consolarlo
-     Eso hijo, no más, no más mi amor, no más – lo sentó en su regazo y el crio oculto su cara en su cuello, Dany se sintió indeciso y no sabía si acercarse o darse la vuelta, se sentía culpable, pues sabía muy bien cómo reaccionaba Samuel a ese pequeño detalle de su vida que era un tormento para él – ven aquí Daniel, ven aquí, ven aquí conmigo mi hijito lindo – los beso y acaricio a ambos, se sentaron en las gradas los 3 y papá dijo serio pero sin dejar  de ser cariñoso – no me gusta que se peleen por nada, no hay motivos para pelearse, en vez de apurarnos nos estamos atrasando, ahora Samuel, Daniel, acabamos de firmar los papeles de adopción, legalmente son míos, son mis hijos, son hermanos, somos una familia, así que no queremos problemas verdad? ahora harán las paces y luego juntos iremos a buscar sus cosas y nos iremos a casa, tenemos algo más que un cumpleaños para celebrar verdad? – y los miro fijamente esperando que se disculpen entre si y lo hicieron empezó Samy pero no fue una disculpa sino una queja pues seguía gimoteando
-     Ags, ags, Daaany, el paaa  el papá me peeeego – y las lágrimas cayeron por sus mejillas rojas y Dany se acerco y abrazo diciéndole
-     Lo siento, es mi culpa, no debí hacerme la burla de ti, esos azotes debió dármelos a mí, no a ti
-     Pero yo te dije sapo granoso, y no debí hacerlo como a mí no me gusta que se… que se metan conmigo, por, por, No me gusta… nifs, nifs nifs, no debí decirte sapo buaaaaaaaa y no quiero que te castigue – se sentía realmente mal por lo ocurrido, pero Fran ahora estaba ahí con los brazos abiertos abrazando a sus hijos
-     No voy a castigarlo Samuel, el sabe que no debe hacerse la burla de ti, pero tampoco quiero que tú te pelees con él ¿entendido?, si alguno de ustedes se insulta, me lo dicen a mi o a mamá y nosotros conversaremos al respecto bueno? – y claro lo de conversar implicaba quizás les demos unas nalgadas pero era preferible no decir nada aún, Teresa por fin decidió intervenir
-     Ya podemos irnos a casita?, tengo que recoger la torta del cumple y otra de bienvenida o prefieren una tarde de hamburguesas con papas fritas? – les acaricio el cabello y pasaron de los brazos de papá a los de la mamá y se dejaron mimar
-     Nos ayudan a guardar nuestras cosas? No son muchas pero algunas son pesadas – dijo tímidamente Dany
-     Claro que si cariño – respondió  por fin feliz Fran, su sueño acababa de hacerse realidad, era padre y no de uno sino de dos – vamos, vamos a empacar, la casa nos espera

Respondió… los niños lo abrazaron fuertemente, que lindo sonaba eso, “la casa nos espera” una casa, una familia, una madre, un padre y un hermano…….. si, era el mejor regalo de cumpleaños que a un niño se le puede dar…



 Y si de cumpleaños hablamos este es un regalo para ti Karlieeeee ya sabes por tu cumple y como pronto será tu graduación pues te regalamos la historia completa :D cpn mucho cariño Marambra y Lady Schumi

  

3 comentarios:

  1. LittleHoshi: ¡Simplemente colosal!

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  2. Queridas Lady y Marambra:

    Qué alegría que dos mentes brillantes como ustedes se hayan unido para escribir esta historia, que además les quedó fabulosa!!! =D

    Tengo tantas cosas para decirles pero no sé por dónde comenzar.... jijiji!! Así que sólo les diré que me gustó muchísimo TODO!!! La trama del relato y más que nada los personajes les quedó super bien. Francisco y Teresa son geniales y los chicos tan divertidos y adorables... Los cuatro forman una bonita familia!! :)

    Me encantaron, genias... Cada una en su estilo ha hecho de ésta historia una verdadera maravilla, que espero continúen muy pronto!!! Sí?!! jeje Y ojalá que se animen a escribir más aventuras juntas porque lo hacen re bien!!! :D

    Un saludo a ambas... y en espera de más!!
    Besitos!!!

    Camila

























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  3. Chicas que bien les quedo de verdad que dicha que se unieron para escribir les quedo super espero leerlas pronto no se tarden
    Andrea

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