Muchas gracias por todos sus comentarios! Ojalá les guste éste capítulo y por favor comenten que les pareció ;)
-Ya estuvo bueno, Roy, no te permito
que me hables así, y si lo que necesitas es un incentivo
para calmarte y dejar tu rabieta, te lo voy a dar- para entonces Oliver tenía
ya el cinturón en la mano. Tomó a su hijo por el brazo, lo hizo voltearse un
poco y ¡ZAS! directo en el trasero de Roy… y fue el primero de muchos.
Después de unos cuantos… bueno,
muchos golpes en el pobre trasero de Roy, Oliver reconquisto su calma, más no movió
su dedo del renglón. Hizo que Roy lo viera cara a cara, con sus lágrimas que no
le quitaban la cara de indignación.
- Ahora solo te digo que espero que
te disculpes con Artemis y que te comportes todo lo que queda del viaje-
Roy no podía creerlo. Todavía después
de que la culpa la había tenido ella...
-Pues espera sentado- contestó entre
dientes.
No era justo que él fuese el único
que saliera perdiendo ahí. Él ni siquiera había querido ir en el estúpido
viaje, para empezar...
Lo peor era que Oliver se veía aún
más molesto, pero ¿qué podía hacer él? No es como que se fuese a tragar aquella
injusticia sólo por miedo a Ollie, no señor.
-Te estoy esperando, Roy... tú
decides, o te disculpas o puedo quitarme de nuevo el cinturón-
-No es justo...-se quejó Roy-Pero tú
que puedes saber de justicia-
- ¿Te disculparas o no?-contestó
Oliver, cansado de su actitud.
-Pues no me queda de otra, ¿O sí?
Oliver contó hasta 100 en su cabeza,
tratando de ser muy paciente para que lo que restaba del recorrido pudiese ser
lo que habían planeado: una divertida salida familiar… bueno, en ese punto ya
se conformaba con que no resultase tan desagradable… ni siquiera tenía que ser
amena, sólo no tan desagradable.
-Pues no realmente- contestó con
firmeza.
-Ya qué- replicó el joven mirando al
suelo.
Maldita Artemis... lo peor es que
decía la verdad: Dinah y Oliver se habían sentido aliviados cuando se fue. Sino
¿por qué habrían conseguido tan rápido un reemplazo? De seguro habían asumido
que así ya no se atrevería a volver.
Oliver pudo notar como aún más
lágrimas brotaban de los ojos de su hijo y no pudo evitar sentirse un poco mal,
aunque sabía que Roy, con su terquedad, se lo había buscado.
-Ya hijo, no entiendo que te pasa pero me
gustaría que cooperaras conmigo, solo un poco aunque sea. No me gusta que
estemos en constante pelea, sabes lo difícil que es para mí verte tan enojado
conmigo... Sabes que eres lo más importante para mí y que te amo, pero eso no
significa que me puedas faltar al respeto, ¿Podrías cooperar para que esto
salga bien?-
Ahora Roy lo miró con rabia.
-Pero es que no es justo!- repitió
como por centésima vez- ¿Por qué soy yo el único que tiene que cooperar? Quizás
yo empecé HOY, ¿pero qué tal cuando ella lo hace? ¡Nadie le dice nunca nada!...
Dick tenía razón cuando me dijo que tener hermanos menores no era más que una
mierda. Yo de estúpido que no le creí-
-Ya Roy, cálmate por favor. Hablaré
con Artemis pero ayúdame tú, ¿De acuerdo?-
-Pero no hablas con ella. Jamás. Sólo
son palabras, Oliver, tu ni siquiera querías que yo regresara-
-No digas eso Roy.-Oliver frunció el
ceño, molesto-Yo estoy más que feliz de que regresaras. Tú eres mi vida, Roy y
sin ti no me sentía completo, regresaste y fui la persona más feliz del mundo.
Por favor ayúdame con esto, yo prometo hablar con Artemis-
Roy bufó, nada convencido.
-Bien- musitó.
-Ese es mi muchacho- Oliver sonrió un
poco y pasó un brazo por el hombro de Roy, atrayéndolo contra su pecho.
¿Cómo podía haber pensado Roy que no
lo quería de vuelta? Eso era simplemente ridículo, ¿Cómo no iba a querer a su
hijo de regreso?
Cuando siguió sintiendo lágrimas caer
en su camisa, comenzó a acariciar el cabello de Roy con la otra mano. Se sintió
algo egoísta por ello, pero la verdad es que se sintió un poco feliz. Roy
raramente se dejaba abrazar desde que la llegada de Artemis, sino que más bien
estaba mucho más huraño desde entonces.
Pasado un rato, Roy se calmó y Oliver
aprovechó para reanudar el viaje, que aún faltaban un par de horas.
Cuando por fin las dos familias
pudieron llegar a la casa, los padres ya estaban cansadísimos y eso que el
viaje apenas estaba comenzando.
La casa era grande y bastante
veraniega, pero a Dick Grayson no lo calentaba ni el sol; odiaba estar ahí y
odiaba a Jason, maldecía la hora en que había llegado, ¿Por qué no era más
pequeño y se perdía por ahí? pero no, era como un perrito callejero imposible
de perderse.
-Dick, ¿quieres jugar conmigo?-
preguntó Jason con malicia, lo bastante fuerte como para que Bruce lo escuchase
y observara a ambos por el rabillo del ojo.
-Jódete, Jason- masculló él.
¿En qué estaba pensando el pequeño
granuja? ¿Acaso era lo suficientemente estúpido como para no darse cuenta de lo
enojado que estaba con él o simplemente no lo importaba?
-¡Richard!-
O quizás ni una ni otra...
Antes de que Dick pudiese reaccionar,
Bruce ya lo tenía preso del brazo, mientras con la mano derecha le suministró 5
sonoras y dolorosas palmadas.
Lo peor es que estaban todos en la
sala, no sólo los Wayne.
Oliver estaba en uno de los sillones,
sentado en medio de sus hijos mientras fingía observar el paisaje por la
ventana para evitar ver la incómoda escena. Artemis y Roy, quienes no se habían
dirigido la palabra después de las disculpas más forzadas en la historia de las
disculpas, procuraron hacerse los que no se daban cuenta.
Roy tenía los pies arriba del sofá,
con las rodillas dobladas y recargando su espalda en el brazo de Ollie. De ese
modo quedaba de cara a una pared de madera con marcas en ella, las cuales el
chico fingió interesantes.
Artemis se hizo la dormida, recargándose
contra el brazo de Oliver, con su mejilla en el hombro de éste.
-¡AUUUU! ¿Pero qué te sucede?-Se quejó
Dick, con lágrimas asomándose.
-¿Que te sucede a ti? Estas actuando
como un niño malcriado y si no calmas tu actitud, te juro que te la calmo yo,
¿Estamos?- lo regañó Bruce.
-¿Yo? Pero es él, yo no le estaba
haciendo nada, y él sólo me molesta- varias lagrimas recorrían sus mejillas.
-El sólo te dijo que jugaran- replicó
Bruce.
-Es que él es maligno, tú no lo conoces-
acusó Dick.
-Dije que basta, Dick, y discúlpate
con tu hermano-
-¡NO! estoy harto, me largo de
aquí...-y Dick salió por la puerta dispuesto a dejar de ser un Wayne.
-¡Dick!- le llamó Bruce- ¡Dick!-
volvió a gritar, saliendo tras él cuando no recibió respuesta alguna.
Jason, por su parte, volteó a ver a
Oliver, quien ahora lo miraba disimuladamente.
-¿Hay comida en la cocina, Señor
Queen?- preguntó como si nada.
-Sí... la pusimos en el refrigerador al
llegar... sírvete lo que quieras- respondió éste, admirado con la tranquilidad
de Jason.
A Oliver no le habían ni mirado
durante toda la discusión y de todos modos se había puesto tenso, no comprendía
cómo el chiquillo podía estar tan campante cuando la pelea se había tratado
casi toda de él.
-Gracias- contestó el pequeño Wayne,
saliendo de la sala en busca de alimento.
Una vez que Jason se fue, Artemis
dejó de fingir y se relajó contra el brazo de su padre de cariño. Roy también
se sintió mucho menos tensó y recargó ahora sí todo el peso de su espalda
contra el otro brazo de Oliver.
-Dios- exclamó Roy- no puedo creer
que se atreva a afirmar que su hermanito es maligno-
Oliver, hecho sándwich entre ambos
adolescentes, le fulminó con la mirada.
-Ridículo, ¿eh?-
-Pff..- bufó- Pero claro- concordó el
muchacho con su padre.
-Además, comparten papá; son
hermanos- comentó Artemis- ¿En qué universo se supone que los hermanos peleen
por tonterías así?-
Oliver bufo molesto e ignoro los comentarios
de sus hijos, lanzando su cabeza hacia atrás con frustración.
-Si, en qué universo...- fue lo único
que el Arquero mayor atinó a decir.
Mientras tanto, Bruce Wayne perseguía
a su hijo mayor por todas partes. Vaya que el camino a la entrada principal era
extenso.
-Vamos, Dick, ven acá que no estoy
jugando-
-Yo tampoco, hablo enserio. Me voy
para que seas muuuuuuy feliz con Jason y yo ya no te estorbe- se quitaba
bastantes lágrimas, muy ofendido.
-Dick, sabes que eso no es cierto.
Detente y hablemos, ¿qué es lo que te molesta?-
-Yo no quiero hablar contigo, sólo me
voy, y ya... tendré que aprender a sobrevivir- lloriqueó.
-Richard, no estoy jugando. Ven acá
ya, hablemos- insistió Bruce, intentando no perder la paciencia.
Lamentablemente, Dick no estaba esforzándose
tanto como Bruce en eso del Manejo de la Ira y terminó perdiendo el control.
-¡¿Qué parte de no quiero hablar
contigo no entendiste?!-
Eso hizo que Bruce se detuviera en
seco.
¿Qué rayos?
No se esperaba en lo absoluto ese
tipo de groserías por parte de Dick. Quizás le había levantado la voz antes,
¿pero tener las agallas de gritarle así, tan enserio? ¡Él era Batman! ¡Ni
siquiera sus enemigos se atrevían a gritarle! Bueno, excepto Catwoman.... y
Alfred, aunque él no fuera enemigo.... ¡Pero nadie más!
-¿Cómo dijiste, Richard?- preguntó
peligrosamente.
-Que no quiero hablar contigo-dijo
menos altanero. Estaba furioso pero no era tonto.
-Vamos, repite lo que dijiste- por
fin lo pudo alcanzar y lo tomó del brazo.
-Ya déjame. Me quiero de aquí, estoy
harto de que tú jamás me escuches- sollozó Dick, con quizás un poco de miedo.
Bruce no sabía en qué estado
emocional estar, si enojado, furioso muuuuy furioso o culpable y en shock.
En lo que Bruce asimilaba lo que
acababa de escuchar, Dick ya no aguantó. Tenía miedo porque sabía que le iban a
pegar, estaba enojado con Jason por ser tan odioso, estaba avergonzado porque
le habían reñido enfrente de todos.
Antes de que Bruce se diera cuenta,
Dick ya estaba llorando con mucho sentimiento. Cuando lo vio así, tan sólo se
confundió aún más.
-Vamos, Richard, no llores- lo abrazó
de pronto Bruce y comenzó a acariciarle la espalda- Quiero que platiquemos, ¿de
acuerdo?-
Dick se sentía tan mal y lloraba
desconsoladamente en el pecho de Bruce, quien lo acariciaba y eso se sentía tan
bien que no quería soltarlo ni hablar, sólo quedarse seguro ahí.
-No te creo- contestó por fin entre
sollozos.
-¿Por qué no?-
-Porque desde que llegó Jason tú y yo
no platicamos. Si estamos hablando llega Jason con ganas de que juegues con él,
si estamos entrenando llega Jason y dice que también quiere entrenar, aún si
espero hasta después de patrullar para conversar contigo llega Jason llorando
porque tuvo pesadillas...- replicó hecho un mar de lágrimas, hundiéndose cada
vez más en los brazos de Bruce.
Well. tengo mucho que por leer pero me cortaría una oreja antes de dejar de escribiros un comentario.
ResponderBorrarHaayyyyyyyy no sé por qué pero tengo sentimientos encontrados, me dan ganas de abrazar a Jasón y de ahorcarlo por manipulador...aun no me he decidido que hacer y cuando lo decida, les aviso.
Aqui no se sabe quien la lleva peor, si Bruce u Ollie, a la de menos y nos quedamos sin super-heroes por culpa de los chicos jajajaj
Excelente capi como siempre, sigan así que van por buen camino y ya saben que no se vale dejar de escribir!!
Hay pobre de Dick. Yo puedo darle un abraso y consolarla. Jeje me encanta la historia espero que pronto subas otro capitulo.
ResponderBorrarMary.
dick pequeñito yo te cuido de tuhermanito jason>:c espero que bruce se de cuenta un diaescuchando y que a jason lo castiguen por todo lo que le ah echo al pobre dick
ResponderBorrarSi, pobre Dick. Actualiza pronto por fa, me encanta este fic.
ResponderBorrarCathBlue Red
oooooo, celo???, jajaj ese jason es un tremendo........., bueno que roy no se queda atrazz jajajaj
ResponderBorrarOye a Dick que no m lo catigue el solo esta llamando la atencion de su papá
ResponderBorrar_
excelente eres genial por favor sigue escribiendo
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