La hora del juicio??? No...
La muela del juicio
Capítulo 3:
- NO! Yo no pienso ir con ningún dentista!- dijo Tomás,
empezando nuevamente el berrinche. Habían pasado dos días desde que mi niño se
había llevado varios azotes y aún estábamos en la semana de castigo y pareciera
que mi hijo nunca entiende!
- No es pregunta, tienes cita en la tarde... Si muy apenas y
puedes morder!! -Gritó David, al borde de perder toda su escasa paciencia.
- Pues prefiero no comer!!- Se cruzó de brazos e hizo un
puchero... Y según él ya es un hombre... Es mi niño!
- Esa no es opción, mi amor. -Le dije, sentándome junto a él
para tomar su manito entre las mías.
-Es que no quiero, mamita. Prefiero que me des un calmante y
ya se me va a pasar....
-Pero Tomiiii, no puedes pasártela tomando tantos
analgésicos. Te caerán mal a la pancita, mi nene. Y no quieres eso, verdad?! No
quieres que te duela la pancita, no?!
-Mamaaaá...
- Nada Tomas! O vas por las buenas o por las malas! - Dijo
David sin ni una pizquita de paciencia.
-GRR! YA LES DIJE QUE NO VOY! - David se paró de la mesa y le
dio un golpe. ZAS.
Yo le agarré la otra mano tratando de transferir más
paciencia de la poca que traía. Vi como David se calmó, agarró el brazo de Tomi
y le dio vueltecita.
PLAS PLAS PLAS.
Obviamente eran de advertencia, y Tomás lo sabía. No hizo ni
un sonido; tenía el orgullo de su padre.
- Terminas de estudiar, te lavas los dientes y bajas en dos
horas.
-Y lo que yo quiera no importa?!- Murmuró indignado mi
querubín. Su papá no pudo evitar sonreírle cuando lo vio hacer pucheritos. Era
tan adorable.
-Sí importa, mi rey. Pero tu salud también es importante y si
no sabes elegir lo que es mejor para ti, lo tendremos que hacer nosotros.
Tomi suspiró.
-Vamos, hijo. Haz lo que te dije.
David le dio un beso en la cabecita pero Tomi estaba enojado
así que simplemente se limitó a empujarlo fuera de su camino, y subió las
escaleras haciendo todo el ruido posible al pisar para luego encerrarse en su
cuarto. Yo agarré a David de los hombros y lo atraje a mi antes de que se
enojara por algo más y Tomi se ganara algo más que tres palmadas, y lo besé.
- No va a funcionar ahora, Loreta- Lo besé otra vez y supe
que sí había funcionado.
Fuimos a nuestro cuarto un ratito.Añoramos un instante de
intimidad, así que aprovechamos que nuestros hijos estaban “entretenidos”. Pero
justo cuando nos acostamos en la cama:
-Mamitaaaa!!! Tomi me quitó los dibujitosss!!!! - Gritó
Santiago como si estuviera a diez pisos de distancia de él.
-Señorito. Qué le dijo papá de entrar a las habitaciones sin
antes pedir permiso?!- Dijo mi marido, algo fastidiado por la interrupción.
Mi Santi abrió grande los ojitos y lo miró con cierta timidez
- Perdón, papito.. Pero es que Tomi me... me quitó mis dibujitos, papi... Snif
snif... Dijo que.. snifff...dijo que... Snifff... que él quería ver el
partido.. Buaaa.... Y... le cambió a la tele... Buaa... Y yo la estaba viendo!!
David suspiró. Se levantó de la cama, caminó hacia nuestro
hijo menor y lo tomó en sus brazos.
-No llores, mi niño. Quieres ver los dibujitos en la cama de
los papis?!
Las lagrimitas del rostro de Santiago desaparecieron al mismo
tiempo que en su rostro se iluminaba una sonrisa. -Siiiii
-Bueno, bebé. Tú te quedas aquí viendo la tele con la mamita
y yo ya regreso.-Le dijo a Santi, entregándomelo en brazos.
-David, a dónde vas?! David, tenle paciencia...- Yo había
puesto al nene en el piso, con la intención de detenerlo, pero David ni caso
que me hacía. Traté de seguirlo, pero Santi me tiró del vestido.
- Mami, vamos a ver los carritos!
- David!! - Grr! Me ignoró!!
- Mamita, ponme atencion!!!!!
- Sí, bebé, sí vemos los monitos...
- ...los carritos!!!
- Ah! Si...
Mi mente y mis oídos seguían los pasos de David cuando salió
del cuarto. Santi cantaba una cancioncita del programa y trataba de
enseñármela, pero no le hice mucho caso, pobre!
Me di cuenta que hasta la vecina podía escuchar la
conversación. Ahí fue cuando vi las caricaturas que Santi estaba viendo y las
puse con todo el volumen que tenía.
- Tomás! - Llamó
David, entrando a la habitación de Santi, donde encontró a Tomi desparramado en
el sillón, boca abajo, animado, viendo el partido. - Qué parte de “vete a
ESTUDIAR” entiendes por venir a molestar y quitarle la tele a tu hermanito?!
- Ese chismoso! Yo quería ver el partido, papá! -Tomás no
tenía Tv en su cuarto por razón del castigo que aún estaba en efecto.
- Hijo, no llevas ni tres días que prometiste que ibas a
estudiar! Y, todavía que no lo cumples, te enojas porque no quieres ir al
dentista y la pagas con tu hermano, que él ni culpa tiene! Algo que decir,
joven?
-Asshhh... Qué fastidio!- Murmuró mi gordo.
-Perdón?! Puedes repetir lo que acabas de decir, hijo, pero
ésta vez más fuerte?!- Oh, por Dios! La voz de mi marido sonaba extremadamente
peligrosa. Y mi muchachito sin ningún sentido de la preservación.
Tomi suspiró. -Es que... papi... uhmm.. yo… yo… voy a dejar
la universidad.
- QUEEE?!! - Salí de
mi cuarto corriendo, David lo va a matar.
- David?! - Llamé la atención de mi marido. - Tomás, a tu
cuarto, mi cielo... Después hablamos de eso.
- Es que no hay nada que hablar, mamá! Ya lo decidí… no voy a
ir a la u...!
-ZAS
-Auu!!!
David se había sacado la correa…. Por qué nunca me hace
caso?!... Agarré a Tomi de la mano y lo dejé en su habitación. No iba a dejar
que algo más pasara. Cerré la puerta del cuarto y me dirigí a donde estaba
David.
- David, qué sucede contigo?!
-Me preguntas a mí qué me sucede?! Por qué no le preguntas
eso al atolondrado de tu hijo, eh? Já, pero si piensa que le voy a consentir
que deje sus estudios, está muy equivocado… Ésta - Dijo alzando la correa en su
mano- y yo lo haremos entrar en razón, no te preocupes!- Me dijo, apartándome
delicadamente de su camino.
-Ah, no! A mí no me vas a dejar de lado, David. Y será mejor
que vuelvas a acomodar ese cinturón en tus pantalones que ni creas que te
permitiré usarlo contra mi hijo. Estás enojado y lo puedes lastimar.
Estaba a punto de quitarle yo el cinto de la mano, cuando
escuchamos un portazo proveniente de la habitación de al lado, que era la de
Tom.
David y yo salimos a ver qué sucedía, y nos encontramos con
Tomás sacando una maleta de su cuarto.
Cuando entendí sus intenciones, mis piernas se desvanecieron
y casi me vengo al piso de no ser por mi marido, que me sostuvo en sus brazos
en el momento justo.
Mi bebé se quería ir de la casa!
- Qué crees que haces, jovencito?! Vuelve a poner todas tus
cosas en el armario o me vas a conocer! - Le gritó David mientras me ayudaba a
sentarme en la silla del escritorio.
Me propuse calmarme lo más que pude y logré decir algo,
tratándome de tragar el miedo y la tristeza que sentía.
- Tomás. Ven, amor... Hablemos...
- YO NO VUELVO A HABLAR CON USTEDES!!- Nos gritó
insolentemente.
-Ohhh, sí que vas a hablar, muchachito. Y más te vale que te
vayas comportando si no quieres otra
convidadita!- David estaba más que enojado, estaba más allá de eso. Mi hijo si
bien era caprichoso, no solía ser tan respondón. Y además, eso de dejar la
universidad nos parecía lo más descabellado del mundo.
-Deja de amenazarmeee… Ya no quiero estudiar… me cansé de
eso. Voy a trabajar… no hace falta que me sigan manteniendo, yo podré solo.
-Y de qué cuernos piensas trabajar?
-No te importa…
-Sí me importa. Si mi hijo va a tirar sus estudios por la
borda, yo quiero saber cuál es el motivo… De qué piensas trabajar?
-Grr!! Ya déjenme en paz de una vez!!
Tomy tenía lágrimas en los ojos, pero no dejaba de empacar
sus cosas.
- Tomás, última oportunidad para decirnos qué pasa?! -
Silencio.
Yo no podía creer el berrinche que estaba haciendo mi hijo...
Porque a mí parecer eso es! .
-Bien... - Lo agarré de una oreja con una mano y con la otra
le empecé bajar un poco el pantalón.
Me sentía frustrada, enojada de una forma que jamás pensé...
Le hemos dado más de todo desde que teníamos 16 años...Y él nos sale con ésta
escena cada dos por tres! Tal vez yo tenga la culpa por eso, lo he consentido
demasiado…
-Noooo!! Mamáaa, suelta mi oreeejaaa… ayyy… Déjame, mamá.
Suéltameeee…-Decía, tratando de apartar mi mano de sus calzoncillos sin mover
mucho la cabeza pues le dolía la orejita.
PLAFFF….-Le di una buena palmada que dejó mis dedos marcados
en la pielcita blanca de mi hijo.
-Auuuuu…- Se quejó- No tienes derechoooo… -Que yo no tenía
derecho?! Si soy su mamá! Lo amo con mi vida entera, dedico cada día a hacerlo
feliz y me dice que no tengo derecho?!
-PLAFFF… PLAFFF… Soy tu MADRE!!... PLAFFF... PLAFFF… Tengo
todo el derecho de sonarte el trasero
cuando te portas mal…PLAFFF…. PLAFFF… El que no tiene derecho a hacer semejante
alboroto eres tú, jovencito… PLAFFF… PLAFFF… No vas a dejar tus estudios por un
berrinche de niño malcriado. PLAFF... PLAFFF… No vas a arrojar tu futuro a la
basura por un capricho...PLAFFF… PLAFF...
- AU!! YA SUELTAMEE!! NO ME PEGUES!
- Pues compórtate, jovencito! Te quiero en diez minutos abajo
que si pierdes la cita te daré las nalgadas que me faltaron allá! Hablaremos de
éste tema cuando regresemos, pero desde ya te aviso que no dejas de estudiar y
mucho menos te vas de casa!
-GRR!! TE ODIO!
- ZAS... YA!- Le dio un pequeño correazo David. Ay mi niño
lengua suelta....
Salimos de su cuarto y yo fui a ver a Santi mientras David
sacaba el carro de la cochera. Entré a mi cuarto y los ojos se me abrieron como
platos.
- Mamita, milaaa!! El carrito está brincando!! - Dijo Santi,
brincando en la cama.
- Santiago!! No se brinca en la cama!!- Santi recordó de
repente y de un salto se sentó en la cama. - Qué te había dicho mamá de brincar
arriba de los muebles?
- Ya no lo hago, mami!
- Qué te dije, Santiago Alvizo?!
- Buaa... Papii!!! Mamá me quiere pegar!!! Buaaaa
Agarré del piecito a Santi y lo atraje hacia mí.
- nooo, mamii!!!
- Ya, mi bebito... No llores... Shhh. Ya ves, bebé?! Si tan
inteligente que eres, por qué me desobedeces, bebé?
- Lo siento, mami... Sniff.
Definitivamente moría por cada lágrima que Santi derramaba...
Pero ya era costumbre para mis hijos subirse en donde no deben! Una vez tuvimos
que llevar a Tomi de pequeño al hospital, cuando se cayó de una silla, mi
monito... Y quería evitar que lo mismo le pasara a Santi, así que le bajé el
pantaloncito junto con el pequeño calzoncillo de los monsters inc.
-Plas
-BUAAA!! PAPII!
Plas Plas Plas Plas
- buaaaa!!!
- Ya, bebé... Verdad que ya no brincarás arriba de los
muebles?
- Noo!- Mi bebé hizo un pucherito perfecto y se aventó en mis
brazos.
- Ya pasó, corazón... Anda, mi amor... Vamos a ir a ver los
pececitos del doctor de Tomi y después iremos por un heladito, si?'
- siiiii!!! Vamosss!!!!!!
Santi corrió abajo, y yo me peiné un poco, bajé las escaleras
pero no vi a Tomás...
- Tomi? Ya es hora!!!... Tomás? - Le grité pero no
contestaba.
Grrrrr… éste hijo mío al parecer no entiende por las buenas.
Suspiré profundamente, esperando hallar algo de paciencia en mí. Subí las
escaleras y fui directo al cuarto de Tomás.
-Hijo. Vamos, ya está tu papá esperando…- Dije al abrir la
puerta.
Dios mío! Tomás no está! Lo voy a matar con mis propias
manos!!! Ese mocoso no se va a sentar hasta que cumpla los 30!!! Grrrrrr….
-Daviiiid!!! Daviiid!- Empecé a bajar las escaleras mientras llamaba a mi
esposo. En eso, escucho un ruido. Como si algo se hubiese desprendido del techo
y estuviera cayendo. Mi corazón pareció detenerse al pensar que lo que
estuviese cayendo fuera mi hijo.
-Tomaaaaaaaaás!! - Grité, sintiendo un escalofrío recorrerme
la columna.
No sabía hacia dónde correr, si escaleras arriba o afuera de
la casa. Estaba parada en medio de las escaleras, hasta que decidí ir afuera.
Pero justo cuando abrí la puerta vi a David entrando a la
casa con mi niño cargado sobre el hombro, como si fuese un muñequito.
- SUELTAME!!! SUELTAME! TE ESTOY HABLANDOO!!! NO VOY A IR AL
DENTISTA! NO IREEE!!!
David lo ignoraba mientras subía las escaleras con él,
Santiago se quedó mirando la escena y yo no sabía si defenderlo o matarlo yo...
Ay, hijito de mi corazón... En la que te has metido...
Cerré la puerta y fui a donde estaba Santi, lo agarré en
brazos, prendí la tele y puse su canal favorito.
- Mamita, quiero helado!!
- si mi amorcito... Al ratito vamos por tu heladito...
- NO!! PAPÁ!... ZAS... BUAA!- se oían los gritos de Tomi
- Santi... Quiero que te quedes unos minutos aquí mi cielo...
Necesito hablar con tu papi... Ahorita
viene Tomi para que juegue contigo un momentito.
- sÍ, mami...
Subí al cuarto de Tomás, abrí la puerta y me encontré con
David tratando de bajarle el pantalón y Tomy llorando, tratando de impedirlo.
- DAVID! - Alcé mi voz para que me pusiera atención. - Tomás
ve abajo con Santi si sabes lo que te conviene.
- BUAA MAMIII
Aunque me rompía el corazón verlo llorar así, aún estaba muy
enojada... Pero no permitiría que David le pegara estando tan enojado.
- Ve, Tomás... - vi a Tomi bajar. Se trataba de limpiar las
lágrimas y subirse bien los pantalones.
- Loreta, no me vengas con eso! Lo vas a defender y sabes que
este niño hoy se metió en muchas muy grandes!!
- Lo sé, David! Pero no permitiré que lo castigues estando
tan enfadado... Por qué no llevas a Santi a la plaza de en frente?.... Yo
hablaré con Tomas... Pero en la noche te toca a ti lo del castigo pasado! Sólo
déjame hablar con la dentista y decirle que llegaremos una hora más tarde.
- bufff... De acuerdo... Lo siento, es me enfadó mucho todo
lo que hizo...
Mi marido bajó y después de cinco minutos escuché cuando
cerraban la puerta para irse y cuando Tomás entró a mi cuarto.
- Me hablabas, mami?!
-Ven aquí, hijo.
Siéntate con mamá. - Le dije dando palmaditas al lado mío. Mi niño se acercó
lentamente. Parecía estar analizándome con su mirada.- Vamos, Tomi. -Lo apuré.
Cuando lo tuve sentadito a mi lado le levanté la carita para
que nuestros ojos quedaran a la misma altura. -Sabes hijo?! Estoy muy
decepcionada por tu comportamiento de hoy.
A mi Tomatito se le llenaron los ojos de lágrimas y a mí me
dolió el alma decirle eso. Pero de alguna forma tengo que hacerlo entrar en
razón.
-Mamita, lo siento... Snif snifff.... No sigas enojada
conmigo...- Me dijo con una voz muy pequeñita y emocionada.
-Mi amor... no estoy enojada contigo, hijo. Pero no puedes
seguir portándote como un crío malcriado cada vez que algo no te guste...
-Es que no quiero ir al dentistaaaa.... - Gimoteó, poniendo
un puchero en su boquita.
-Y prefieres que te siga doliendo la muela y montar todo un
espectáculo para no ir?, hijo, de veras que no te entiendo. Ya estás grandecito
para los berrinches...-No le digan, pero Tomás jamás dejará de ser mi niñito...
Tomy agacho la cabeza... Sé que no le gustaba que le doliera
la muela y mucho menos dejar de comer que mi niño -corrijo, MIS NIÑOS- son unos
tragones!! Pero le tiene tanto miedo a cualquier médico...
- Dime mi niño ahora ¿qué has hecho mal hoy? Mmh?
- mamiii
- Tomásss... Créeme, hijo, que no tengo ya ni una gota de
paciencia... -Parecía que el enojo le iba a subir de nuevo a la cabeza y se
cruzó de brazos... Decidí cortarlo lo más pronto y por lo sano. Lo tomé del
brazo e hice un poco de fuerza para poner su traserito en mis rodillas.
- No! No, mami!! Mamita!!
- Ahora sí hablas... PLAS... te dije que no tenía paciencia y
decidiste tirar más de la liga PLAS
- Ya te digoo!!!
- Dime pues...
- Pero déjame levantarme...
- No. Así te quedas... Dime si no quieres que te baje ya el
pantalón y agregue mas nalgadas a tu castigo.
-Nooo... buaa.. Por .. porque fui grosero con Santi... Y no
hice lo que me dijeron... Y... Salí por la ventana...-Les juro que intenté
controlarme. Lo juro... Conté hasta 100 en tiempo récord... pero imaginarme a
mi hijo colgando de la ventana, a punto de caer, pudo más conmigo y le di unas
palmadas con todas mis fuerzas.
-PLASSS PLASSS...
-Auuuuu....
-Te pudiste haber matado, Tomás!!- Le regañé, regalándole un
par de palmadas más
PLASSS PLASSS...
-Buaaaa... Lo sientooo... Auuu... Perdón, perdónnnnn....
-Qué más, hijo?!
-buaaa...
PLASSS PLASSS... Qué más?!
-Snif snif... Por... Por querer de..snif snif dejar la
u-universidaaad... Buaaaa
-De verdad quieres dejar tus estudios, cielo?!
Mi niño se retorció en mi regazo.-Nooo- Susurró.
-Entonces por qué has hecho todo este drama, amor?!
-Es que...-Hizo el intento de levantarse y ésta vez se lo
permití.- es que yo...
-Tú qué, mi rey?!
-Yo no quería que me llevaran al... Snifff... Al
dentistaaa...
- Ay, mi hijito, casi le provocas algo a tu padre!! Y todo
por un berrinche!
- buaaaa lo snifff sientoo
- lo sentirás, mi corazón...
- no mamii, no!! Ya me pegaste!!!
- crees que fueron suficientes por tus faltas, Tomás?
- BUAA!!! .. Sniff no- dijo bajito
- pues tienes mucha razón, hijito... Ve por el cepillo...
Tomi agachó la cabeza y entró al baño para traer el cepillo...
Cuando regresó. ya habían dos almohadas en mi cama.
- Buaa... Sniff... no mami...ta buaa
Yo ya quería llorar con él y consolarlo pero tuve que ser
fuerte.
- Anda, mi bebito... Sólo serán 21...
Tomi lloraba y yo lo llevé a la cama... Le bajé la ropa. Sus
nalguitas estaban rojitas por todas las nalgadas recibidas.
PLAFF... Ayy.. PLAFF... MAMII... PLAFF... BUAAA... PLAFF ...
Ya no, mamii!!!... PLAFF... Ya no lo hago.. PLAFF PLAFF PLAFF... BUAA BUAA
- No mas berrinches, jovencito!
PLAFF PLAFF.. Noo mamii PLAFF PLAFF LO JUROO!!! PLAFF PLAFF
Llevaba 14 azotes y ya le quería levantarlo y mimarlo
mucho... Suspiré.
- ni tampoco te volverás a saltar la ventana! Ni a ponerte en
peligro!! PLAFF PLAFF!! PLAFF!!
-Auuuuuu… ya mamita, ya mamiiiitaaaa… No me podré se...sentar
en el dentiiiistaaaaa… buaaaa buaaaaa… auauuuuu…Por favooorrr… snif snifff…
buaaaaaa!!!
PLAFFF!! PLAFF!! PLAFF PLAFF!! Así lo pensarás mejor la
próxima vez, hijo! -Le dije dejando caer los últimos chirlos.
-BUAAAAAAA…. -Lloró mi bebé, sobándose la colita.
-Shhhh, cariñito! Shhhh, mi amor.. ya está, ya está…-Le
aparté la manito y empecé a darle masajes en sus nalguitas maltratadas. Mi niño
se deshacía en llanto. Había sido muy dura con él. Pero mi hijito había estado
buscando la quinta pata al gato desde que se levantó adolorido y desvelado por
el dolor de muelas.
Con cuidado, lo ayudé a darse la vuelta y lo encerré en mis
brazos. Hubiese querido sentarlo en mi regazo para mecerlo como cuando estaba
pequeñito, pero mi Tomi ya es un muchachito grande y mis piernas no sé si
resistirían. Así lo mantuve, arrullandolo con masajitos en su espalda hasta que
sus sollozos se volvieron suspiritos entrecortados por los hipos.
- Ya cariño... No fueron tantas... Anda, bebe, ya... shh shh.
Con cuidado le subí el calzoncillo que llevaba por los
tobillos y le acomodé el pantalón.
- Ya llegamos, mamii!!!
Oí a mi otro bebé... Ya era hora de irnos al dentista.
- Ya es hora, mi Tomi... Anda. Y ve a disculparte con tu
papá.
- No quiero, mami...
- Cómo que no?! Mínimo eso le debes!
- Noo, mama!! No quiero ir al dentista!!
- Ay amor! Anda! Hay que ser valientes... Vamos, Tomy! Es por
tu bien... Y después iremos por helados.
Tomi suspiró y susurró algo así como un "bueno".
Bajamos las escaleras y Santi estaba arriba de David en el
sofá. Tomás se quedó parado en la puerta de la sala y le tuve que dar un
pequeño empujoncito para que recordara lo que tenía que hacer.
PLAS
- Ayy! Mama!!- Me volteó a ver un poco indignado
- Ya sabes qué tienes que hacer... - Le dije al oído.
- buff... Ya voy... papi?.... Perdón por mi.... emm...
comportamiento de hace rato... Y no era cierto que quiero dejar la
universidad... Ni tampoco que me quiera ir de la casa... Me perdonas?
Puso sus ojos manipuladores... Mis hijos saben utilizar muy
bien sus armas.
- Claro que sí, hijo... Ven acá!
David definitivamente ya se había calmado, lo abrazó como el
papá oso que es; aunque le soltó una pequeña nalgadita. Ouch... Hoy a mi niño
le lloverán nalgadas... Pero es que él no sale del primer castigo cuando ya
está metido en otro!
- Aauu! Mamá me pegó fuerte!- Me acusó?!
- Sólo es para que no se te olvide comportarte cuando
lleguemos allá.
Media hora después……………...
- Mamita... No, no quieroo!! Por Favor!!!- Ya casi iban a
pasar a Tomi y él ya se estaba parando... pero para correr en dirección
contraria!
-Tomás Alvizo…. -Llamó la secretaria, y mi niño casi cae
desmayado.
-Adentro, Tomi…
-Noooo!!!- Tomás hizo fuerza para soltarse de su papá, pero
David ya estaba preparado para cortar el escape.
- No me hagas quitarme el cinto aquí, hijo, porque si me das
motivos te juro que lo haré y te daré aquí mismo la paliza de tu vida, me has
entendido?!- Susurró David en la orejita de Tomi.
Tomás hizo un puchero, me tomó de la mano y me arrastró
prácticamente hasta el consultorio. No quería estar solito. Yo no pensaba
dejarlo solo tampoco.
Después de casi 15 minutos de tenerlo con la boca abierta y revisarle
las encías y los dientitos, Zacarías (el dentista de mis hijos) se quitó el
barbijo y me dijo:
-Creo que al fin le están saliendo las muelas del juicio… por
eso el dolor. No tiene dientes ni muelas picadas, así que no le vamos a hacer
nada más por hoy… Vas a tener que llenarte de paciencia, amiga, porque esas
muelas tardarán su tiempo en salir. Y lo mismo te digo a ti, jovencito.
Así que eso era! Debí imaginarlo!
-Y qué le puedo dar para el dolor, Zac? Está bien que tome
analgésicos todo el tiempo??- Porque eso era lo que mi hijito había estado
haciendo y yo temía que se enfermara de la pancita con tantas pastillas.
-Una cada doce horas estará bien. Si duele mucho, le voy a
recetar una inyección. Con eso tiene que andar bien…
- Nooo, nooo, inyecciones nooo!!!
- Sólo si duele mas, hijito. Cálmate!
- No te preocupes, Tomy... Mira, puedes usar ésta cremita y
ya verás que te deja de doler y podrás comer todo lo que quieras.
Sonreí. Ésa era la crema que le habían recetado cuando recién
empezaban a salir sus dientes de bebé.
Tomy ya no dijo nada hasta que salimos del consultorio.
- Mamá, prométeme que no dejarás que me pinchen!!
- No, mi niño... Eso no lo puedo prometer- Le acaricié la
cara. - pero te aseguro que si es necesario y te dejas pinchar... habrán
sorpresas como antes.
- Bueno.
- Mami, helado! - Dijo Santi. Nunca se le olvida nada....
- Sí, mi amor... Vamos a comprar unos helados.
La carita le cambió a Tomy inmediatamente después que pisamos
el local de los helados... Eran sus favoritos... Y, como siempre, la comida lo
alegraba...
- Mamá yo pido dos porque me llevaste al dentista!!
-Jajaja!- Sinvergüenza!- Está bien, mi amor! Ve con tu
hermanito a pedir tus helados.-Le di el dinero y un beso y me fui a hablar con
mi amado David, que miraba a mi niño con detenimiento.
-No estarás pensando en castigarlo, verdad, amor?!
-Bromeas?! Después de la paliza que le diste...- Me dijo,
haciendo una mueca.-Sólo estaba pensando...
-En qué?!
-En nuestros bebés!- Suspiramos juntos, nuestros hijos son lo
más importante en nuestra vida.- En lo
grandes que están... -Vaya que están enormes!- Y en que algún día no podemos
retenerlos más a nuestro lado.- Lo miré entristecida. Dios, tenía razón!- Tomás
ya es un hombrecito -Mmmm, bueeeno, eso no se lo cree ni él! -y Santiago cada
vez es más independiente…-Eso sí es cierto! Santiaguito adora su independencia
aunque nunca deja de clamar por nuestra atención!- Me duele pensar que algún
día se irán de la casa…
-Ufff, David! Espero
que eso no suceda pronto, porque no sé qué haría sin mis niñitos consentidos…
En eso llegaron corriendo mis niños... Uno detrás del otro,
con Tomi con tres helados y Santi con dos.
- Mami, te compramos un helado! - dijo Santi.
- Gracias, mi amor!!- Nos sentamos en la banca que había en
el parque y me puse a Santi arriba de mi.
- RICO RICO RICO!
- Papi, yo te traje tu favorito para que no me pegues más!
David le dio un beso en la cabeza a Tomi y lo abrazó.
- Pues ya no te portes mal, hijito!
- naa!! Asi no tendras helado
- Mira tú.
David le hizo cosquillas a Tomi y de la risa de le cayó uno
de sus helados llenándonos de vainilla y chocolate a Santi y a mi en la cabeza.
- FUE PAPA! FUE PAPA!! Mamiii... lo sientoo!! Santi... MI
HELADO!!
- DAVID!! Mira como nos dejaste!!
- Mami yo sepo rico!! Ya no me baño!!
- Que fui yo dices, mi mocoso?! si fuiste tú el que dejó caer
el heladito en las cabezas de tu mami y tu hermano!- Se excusaba David,
riéndose a carcajadas! Grrrr!!! Ya me va a oír! Le voy a dar una probadita de
helado a ver si tanto se ríe. Agarré mi helado y se lo embarré en la cara a
David.
Tomás vio mis intenciones y corrió muy lejos casi haciéndose
pis de la risa. Así que todo el helado se lo llevó David.
Después de un rato de tanto reir tuvimos que comprar más
helados. Y volvimos a la casa.
- Derechito a bañarse!!!
- no!! Yo ya me bañe con helado!!! -Dijo mi Santiaguito. Tuve
que impulsarlo hacia el baño con una palmadita. -Ahora!- Le dije, y mi gordito
salió corriendo a meterse a la tina.
Con Tomi la cosa no fue muy diferente, pero David le dio algo
más que una palmadita floja.
- Tomi... Tú también! Al agua!!
- No, yo sí estoy
limpito! Ustedes son los que se ensuciaron!!!
- Tomás no seas sucio, hijo. Ve a bañarte. - le dijo David
- ay papa!! Pero yo no me ensucié!!! No es mi culpa que
ustedes se hayan puesto como bebés!!!
-PLaff plafff.. al baño!- Gritó mi impaciente maridito.
-auuu! -Se quejó mi bebote, cubriéndose las nalguitas con sus
manos.-Ya no mass!!!
- Pues haz caso, bebé!
Lo abracé y le di un besito en la cabeza...
Después de ayudarle a bañar a Santi, me meti a bañar yo.
David ya estaba en la otra regadera. Después de cenar le conté un cuento a
Santi y lo metí en la cama.
- Buenas noches, mi principito.
- Hasta mañana, mami.
Tomi estaba en su cuarto viendo algo en la computadora. David
y yo entramos a la habitación.
David le apagó la pantalla e hizo que Tomás se levantara de
la silla sólo para darle unas cuantas nalgadas.
- No, papii!! Por quéee?!!
- Dime, hijito.. Qué estudiaste hoy?
Mi nene nos miró con carita de sufrimiento cuando su papá
levantó nuevamente la mano- Sniff No papii!
Ya noo!
PLAS PLAS BUUAA PLAS mamii PLAS AUU PLAS
- ya, hijitoo! Shh!
-Ve a la cama ya, mi cielo. Quiero que descanses porque
mañana muy temprano pondrás ese traserito tuyo en esa silla y estudiarás tus
lecciones, hijo, que ya no falta nada para que te tomen el examen. -Le dijo su
papá, corriendo las mantas para que mi nene se metiera a la cama. Entre los dos
lo arropamos y le dimos muchos besos para que se durmiera.
-Los quiero, papitos…-Fue el susurro proveniente de los
labios de nuestro angelito que llenó nuestros corazones de alegría.
-Nosotros te amamos, nuestro sol!- Le dijimos antes de
dejarlo bien dormidito en su cama.
Aunque estábamos cansados, ambos nos miramos con ganas de
retomar lo interrumpido durante la tarde…
-Nuestros hijos son preciosos… -Dijo David derramando orgullo
por los poros.
-Lo son, amor… Es que son igualitos a mí!- Le dije burlista.
-Y a mí!- Me retrucó.
-mmm… pero más a mí..
-Y qué te parece si hacemos un parcito más?!
- mmm me parece buena idea...
Cerramos la puerta de la habitación con seguro y no iba a
amanecer hasta que hayamos hecho lo que tengamos en nuestras... Manos? Para
crear otro bebito. Pues tenía 36 años! Ja! Soy demasiado joven y quiero otro
niño!!
Me fascina está familia.
ResponderBorrarAriane, Drea..
ResponderBorrarDivertidisimo capitulo, tanto afan para que le den un nenedent jjjjj
Me encanta la reaccion de Santi no parece tener 21 sino 5 jjjjj
Me diverti mucho... Ojala nos regalen otro capitulo tan mono como este
Marambra
Ariane y Drea magnifica historia y magnifico el pequeño berrinche del muchachito
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