martes, 30 de enero de 2018

CAPITULO 22 MI NANY AL RESCATE



CAPITULO 22 MI NANY AL RESCATE

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Al día siguiente Edward fue a llevar a su hijo al instituto, quería poner las cosas en claro en la dirección, ya que no permitiría que nuevamente su hijo fuese golpeado aun por una chica o un chico, nadie debía ponerle las manos encima, también pidiendo la atención en departamento médico para continuar con el tratamiento por la inflamación de la mano o dolor de cabeza, así como todos los cuidados extremos que debían tener con su hijito, papá león había salido al rescate de su retoño.
  • Tienen mi autorización para darle el tratamiento oral y en caso muy necesario inyectarlo, en cualquier eventualidad tienen mi teléfono, vengo de inmediato o mando a alguien de confianza

  • Pierda cuidado, su hijo está en buenas manos, lamentamos lo sucedido
Al pasar a recogerlo por la tarde fue testigo de cómo el enano ignoraba al grupo de chicos que le buscaban, mirándolos de forma despectiva y alzando sus manos en señal de que no se le acercaran….
  • Escudo protector ¡actívate!

  • Ariel por favor hijo, se mas educado con tus compañeros

  • X tu comentario

  • Comprendo que estés molesto, mas esta no es la solución, me llamaron esta mañana del instituto y me explicaron que estas muy distante y no quieres prestar atención, así que dime que te pasa

  • Estoy cansado papi, vámonos

  • Enano evadir no es la solución, los problemas se solucionan enfrentándolos, dime ¿tienes problemas?

  • Ay papi alucinas¡¡¡


Esa tarde Edward pidió a nany cuidar de su hijo para no llevarlo al hospital, le preocupaba que la carga emocional le estuviera rebasando, después de todo solo era un chico de 14 años, no un joven maduro que pudiera manejar el suicidio de un amigo.
Como de costumbre Ariel se negó a comer o salir de su cuarto, hasta que una idea cruzo por su cabeza
  • Nany ¿te puedo pedir un favor?

  • Claro mi niño

  • ¿me puedes comprar un universo que se ilumina en la oscuridad?

  • Solo te llevo a comprarlo si comes

  • Pues no como si no me lo compras

  • Pero que niño tan malcriado

  • Por favor nany

  • Está bien vamos
Más tarde juntos colocaron un gran universo en el techo de la habitación, tal como lo tenía Donald en la suya, le extrañaba y una forma de tenerle a su lado era con el universo, así que cerrando las ventanas y dejando el cuarto en completa oscuridad admiraron el brillo del universo
  • Sabes nany, lo extraño mucho, me duele lo que hizo, es un tonto que no pensó en mí, tengo mucho coraje, no le importo dejarme solo, no está conmigo ahora, sniff sniff me siento solo nany sniff sniff papi solo está en su trabajo, sus enfermos lo necesitan más que yo sniff sniff y…y mami con su mascota…… yo no tengo a nadie sniff sniff

  • Mi niño, no estas solito…

  • Si nany sniff sniff si lo estoy

  • Tus papas te aman, están muy pendientes de ti, y con respecto a tu amiguito recuerda que él te hizo una llamada antes de hacer lo que hizo, se despidió de ti y te pidió luchar por tu sueño

  • Ya no quiero ser cantante

  • Ariel, a veces es normal sentirnos solos, es entonces cuando debemos ser fuertes y luchar, es necesario continuar nuestros sueños

  • No puedo nany sniff sniff no puedooooo sniff snifff
Amargamente Ariel comenzó a llorar en brazos de su nany, quien le había cuidado desde recién nacido, quien le había visto crecer y quien le acompañaba en sus días de soledad, como este día, así que le hizo compañía mientras le acariciaba la cabeza para calmarlo, hasta que dejo de llorar y se durmió.
Al llegar Edward se dirigió para hablar con él.
  • Doctor, su hijo estuvo muy triste el día de hoy, en verdad le afecto mucho lo que hizo su amigo, se siente solo, haga algo antes de que este niño haga una cosa similar, hoy estuvo llorando toda la tarde, no comió.

  • Creo que lo mejor es mandarlo a Andorra con mi esposa

  • Apartándolo de usted no es la solución, su hijo se siente solo, lo necesita, hable con él, hágale sentir que no es un estorbo y que está en su vida.

  • Tienes absoluta razón, estaré más pendiente de él, muchas gracias por tus consejos, tengo miedo de no ser  el padre que el espera

  • Es usted el padre que mi niño ama, no me lo deje solito por favor
A la mañana siguiente Edward fue a despertar a Ariel y le encontró ya uniformado, luego de un desayuno rápido y silencioso Edward realmente dudaba en llevar al enano al colegio, le notaba molesto y distante, así que decidió cuestionar su voluntad.
  • Hijo, ¿Quieres ir al colegio?

  • Es mi obligación

  • No es tu obligación, si el día de hoy no quieres asistir te puedes quedar en casa con nany, tampoco busco que sea una tortura, pero si decides ir te pido toda tu atención en las clases

  • Como tú digas pa

  • No es como yo diga, es como….como debe ser – la voz de Edward iba perdiendo fuerza, claramente no conectaba con su hijo -  está bien, si estás listo nos vamos

  • Ya

  • Ponte un suéter la mañana está fresca

  • No papi, así estoy bien

  • Enano o te pones el suéter o te lo pongo yo, tú decides

  • Ash YAAAAA¡……yo me lo pongo- Ariel se dirigió al closet del cuarto de huéspedes y saco el suéter gris, mismo que traía el día de la tragedia, la cual había quedado grabada en su inmadura mente-

  • ¿otra vez el suéter gris?

  • Sí, es el que traía la última vez que vi a Dony

  • Hijo, puedes elegir otro

  • No quiero, ya vamos, es tarde
Por la tarde Edward recogió a su hijo temprano mas no le dijo los planes que tenía para él, así que  llegar al hospital Edward pidió a su hijo permanecer en su oficina sin salir para nada, él se retiró a una reunión extraordinaria, al terminar y pedir licencia para el viaje a Ruanda y posteriormente a Andorra, se retiró a su oficina topándose con la sorpresa de que estaba vacía.
Creyendo saber dónde se encontraba se dirigió rápidamente al consultorio de su esposa, en el área de pediatría, y como no le vio, no alerto a su esposa, así que le busco pues tal vez se le escondía y nada, procurando no entrar en pánico llamo a su enfermera de confianza y le pidió ayudarle a encontrar a su hijo hasta el último rincón.

Apartado a todo esto, en el área de oncología Ariel jugaba plácidamente con una pequeña niña débil, Cristy, la niña que le había conmovido tanto.
  • Ariel, hace mucho que no te veía y ya te extrañaba

  • ¿En verdad pequeñita?

  • Sí, es bonito cuando vienes a visitarme, me gusta cuando sonríes

  • Wowww eres 1000 linda¡¡¡ nunca cambies¡¡

Cristy se alegraba ante las fortuitas visitas de su amiguito, pero esa tarde le noto triste, y cuando le volteo la cara los moretones fueron muy visibles, preocupando a la inocente nena

  • ¿Qué te paso en la cara? Vienes rasguñado, ¿Quién te pego?

  • Sabes peque, hace pocos días tuve una pelea con una niña que peleaba como niño……. y me gano

  • ¿Por eso tienes esos rasguños?

  • Si, por eso

  • No te preocupes, cuando yo cruce el arco iris voy a ser tu angelito y te voy a cuidar, mientras te puedo limpiar, ven acércate…

  • ¿Por qué dices que vas a cruzar el arcoíris?

  • Porque los niños especiales como yo nos vamos a casa cuando terminamos la misión y yo ya termine la mía, estoy feliz, pero ven acércate para limpiarte

  • Yo no quiero que cruces el arcoíris para que seas mi angelito, eres ya muy especial para mi
En ese instante entro la madre de la pequeña y les miro con amor, conocía a Ariel mas no sabía quién era, solo le ubicaba como un chico de riso terapia
  • Acércate cariño, mi niña te va a limpiar con cuidado, ten confianza
Ariel se acercó con desconfianza más se relajó cuando la pequeña cristy le cantaba mientras le limpiaba con profundo amor
  • Sabes Cristy, a mí también me encanta cantar

  • Ya somos dos….pero déjate limpiar….

  • mi mejor amigo también quiso cruzar el arcoíris, así me dejo solo y muy triste, si tú te vas también sentiré tristeza

  • No Arielito, debes sonreír, me voy a casa, seré tu angelito, estarás bien

  • No lo creo, más bien creo que todo lo que amo lo pierdo

  • Nos vamos cuando terminamos nuestra misión, entonces nos salen alitas y emprendemos el vuelo, vivir es bonito, volver a casa que es el cielo es hermoso

  • No te comprendo
En eso un agitado Edward se asoma y suspira al ver a su hijo con la pequeña Cristy, algo que sorprendió a niña y mama, pues no se esperaban ver al dueño del hospital en su habitación, además de ser esposo de la pediatra de Cristy…
  • Aquí estas enano, ven acompáñame, te dije claramente que no te salieras de la oficina….una disculpa Sra. Córdova, lamento la interrupción a Cristy

  • No es ninguna molestia, el chico es una hermosa compañía.

  • Oh gracias

  • Sus visitas iluminan a mi hija, es un ser humano excepcional, aunque solo se es un chico de riso terapia y hoy no veo al grupo

  • Es mi hijo mayor, ¿Acaso no se presentó con ustedes?

  • Ohh lo siento, pensé que el chico era del grupo de risoterapia, que pena¡¡

  • Una disculpa por su mala educación, Ariel preséntate por favor

  • Lo siento papi, soy Ariel Alejandro Mayser y este doctor es mi papi

  • Oh que sorpresa, pues encantada de conocerte cariño, tu presencia es muy especial en esta habitación, se te espera con amor.
Estas palabras relajaron a Edward quien se limitó a tomar del brazo a Ariel y salir con el abrazándolo fuertemente, viendo la tristeza en el rostro de su hijo, demasiada carga emocional para tan corta edad…
  • Enano te voy a llevar a vacunas, debes tener ciertas vacunas para ir a Ruanda conmigo

  • Papi ¿en verdad tú me llevaras contigo?

  • Si hijo, y es necesario, poner tus documentos en orden y ponerte 2 vacunas obligatorias

  • ¿Inyectarme? ¿2 vacunas?  Mejor me voy con mami

  • Quiero que hagas este viaje conmigo, solo estaremos 15 días y después nos vamos a Andorra

  • Si viaje, vacunas No quiero, no me gusta, no por favor noooooo
En el departamento de vacunas, Ariel aún se negaba a ser vacunado, así que Edward a pesar del forcejeo  coloco a su hijo bocabajo en la camilla, a pesar de la negativa por estar en esa posición, de nuevo sujetado de las piernas y mirando al piso…
  • Nooo pappiiii noooo

  • Enano por favor déjate inyectar

  • Noooo
La señorita enfermera preparo las vacunas y desinfecto el área, Ariel se puso sumamente nervioso al oler el alcohol, odiaba las inyecciones y últimamente le inyectaban muchas veces, así que al sentir la aguja penetrar se estremeció sin esperarlo, el líquido le provocó un fuerte dolor en el glúteo, contando que solo era la primera vacuna de hepatitis
  • Aaayyyy sacalaaaa

  • Un momento hijo, ya va a terminar

  • No maaass   sniff sniff duele – la voz de Ariel solo era un hilito ante el miedo y el dolor que sentía-

  • Ari tranquilo

  • que me la pongan en el brazooo…..por favor, y me dejooooo aahaaaaa

  • Hijo, en el brazo te va a doler más, es mejor intramuscular, así solo te va a doler un ratito…

  • en el brazooo papiiii
A esa vacuna continuo otra en el glúteo izquierdo que provoco un llanto silencioso ante la sensación de ardor, que le provoco ya un llanto fuerte
  • Yaaaa aahaaaaa dueleeee

  • Tranquilo hijo, por hoy terminamos

  • Ya no mass ya nooooo  ahaaaaaa aaaahhhaaaaa

  • Son las primeras Ari, antes de partir te volveré a traer para que te pongan la segunda dosis, así estas protegido, al llegar a Andorra te pondré la tercera y última dosis
Ariel solo se limitaba a llorar con sentimiento, protegiéndose en los brazos de su papá, escondiendo el rostro en su camiseta, para nada era una sensación agradable, tenía dolor y sensación de ardor en ambos glúteos
  • ¿Quieres ir por una malteada?

  • Papi me dueleee muchooo aahaaaa

  • Lo siento enano, vamos a caminar para que se te pase el dolor, quiero que te tomes una malteada….¿Que sabor quieres?

  • Siiii  sniff sniff …..una de fresa papi… sniff sniff….

  • Ya no llores hijo, ya verás que en estando en Ruanda te vas a divertir mientras yo trabajo sin el miedo a que enfermes

Esa noche Susan observo detenidamente a su hijo mientras dormía, con su mano recorría su rostro, contaba los dedos de su mano aun pequeña para su mano, no escondía su miedo a perderlo, lo amaba más que a su vida y no sabía cómo lidiar con los cambios repentinos de carácter, deseaba llevárselo con ella y jamás separarse de su lado,  y a la vez se negaba ante el hecho de contradecir los deseos de su hijo, algo tenía claro, ella jamás lo rechazaría y si le apoyaría en todo.

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