domingo, 12 de mayo de 2019

♥ ♥ Capitulo 51.

♥ ♥  Capitulo 51.
 - Héctor. Buenos días, dormilón.- Saludo al abrir las cortinas de la habitación de su hijo con una sonrisa. El cual después abrir los ojos y cubrirse con el brazo,  se sentó en la cama y miro a Héctor un poco adormilado y desorientado a la vez
- Fabián: Hola papá...es temprano ¿no?
- Héctor: Creo que no, hijo Baja está listo el desayuno.
Fabián después de desperezarse bajo mientras Nicole su madre preparaba el desayuno, pero cuando escuchó los pasos de Fabián que bajaba la escalera, se dio vuelta y se acercó dándole un gran abrazo. Luego del desayunaron sonó el teléfono de Héctor al ver el numero en la pantalla se lo enseño a su esposa y salió por la cocina al patio para responder la llamada, mientras al interior Fabián retiro la mesa, pero su madre lo detuvo.
-Nicole: Hijo.. sube tu habitación, tú padre subirá en unos momentos.
Fabián al oír lo que su madre le dijo palideció, no podía evitar ponerse nervioso, sabía que su padre no se la dejaría pasar. Al recordaba el accidente que había sufrido hace más de dos años que lo dejo con la pierna quebrada en tres parte y un brazo en dos le prometió a su padre que no volvería a correr y no cumplió... mientras recordaba, Fabián no noto cuando Héctor golpeo la puerta e ingreso sin esperar que desde el interior le respondiera. Cuando el chico vio a su padre estaba tendido en su cama con los audífonos puestos, se los quito al mismo tiempo en que Héctor se sentaba a su lado y pregunto tomando la mano de su hijo entre las suyas besándolas.
- Héctor: Hijo, ¿Explícame cómo fue que se te ocurrió regresar a ese lugar y hacer lo que te tenia estrictamente prohibido?. - Fabián pestañeó rápidamente sin encontrarle lógica al gesto físico y la voz dura de su padre.
- Fabián: Yo... quería ser un buen anfitrión y enseñarles nuestra hermosa ciudad a los amigos de mi primo.- Respondió francamente a su padre.- Además ¡no es para tanto papá! los chicos se la pasaron bien y es lo que importa ¿no?- Héctor se quedó anonadado por la respuesta de su hijo menor y se controló para continuar la conversación sin matarle.
-Héctor: Mm... Fabián ¿Te das cuenta de lo que realmente sucedió anoche?- Y antes que el chico respondiera continuó.- Te das cuenta que podrías haber resultado herido... o ¡¡MUERTO EN ESE LUGAR!! .- Medio grito nervioso.
Fabián al oírle se paró de un salto de la cama y caminó para alejarse un poco de su padre. Comprendía lo sucedido la noche anterior, pero también que no le había pasado nada y tuvo la imprudencia de decirlo en voz alta
- Fabián : Papá, pero no sucedió ¡nada de eso!
- Héctor: Gracias a Dios y que no corriste, porque si lo hubieras hecho estaríamos lamentándonos como la vez anterior.
Fabián no pudo disimular la expresión y se delato cuando Héctor termino la frase, el chico tenía esa debilidad cuando hacía algo malo bajaba la mirada y se mordía los labios, Héctor quien conocía a su hijo como la palma de su mano se acercó tomo el rostro de Fabián y lo miro a los ojos.
-Héctor: Hijo... ¿Corriste en las carreras clandestinas? – Fabián respiro profundamente para tratar de calmarse.
- Fabián: No papi... yo no corr.-Aseguro mirando hacia otro lado.
- Héctor: ¡¡NO ME MIENTAS!!- Fabián cerró los ojos.- Hijo, mírame y respóndeme.
-Fabián: Sí, papá lo hice y ¡¡Gane!!.- Le dijo emocionado.
- Héctor: Fabián, Pensé que los habían llevado detenidos solo por estar en el lugar, no me imagine que mi hijo hubiera arriesgado su vida después de todo lo que vivimos - Reflexiono Héctor en voz alta y se sentó en la cama cubriéndose los ojos con ambas manos.
Fabián angustiado al  ver a su padre en ese estado se acercó,  tomo sus manos y se inclinó  para mirarlo frente a frente.
- Fabián: Papi. No pasó nada, mírame ¡estoy bien! Y estamos todos bien y ¿Sabes? que es lo más maravilloso de esto.
- Héctor: ¿Qué?- Pregunto con los ojos vidriosos.
-Fabián: Es que...¡¡ Estoy al 100% y regresare a las pistas!!.. Papá sigo siendo el número uno, en todo este tiempo nadie batió mi record.
- Héctor: Fabián ¿te oyes?...no volverás a ese lugar y ¡¡menos a correr!!, - Dijo alucinando, no podía creer la desfachatez de su hijo.
- Fabián: Papa, pero  soy el mejor y no puedo perder esta oportunidad, te tendrás que acostumbrar...
Héctor luego de oír lo que decía Fabián se levantó de la cama y se acercó a la puerta, conocía a su hijo, así que saco la llave y cerró la puerta de la habitación, Fabián no lo noto porque seguía alardeando de su magnífica carrera.
- Héctor: Hijo, creo que ya hemos discutido ¡¡bastante este tema!!.- Fabián dejo de hablar se giró para mirar a su padre.- No volverás a ir a ese lugar y menos para arriesgar tu vida otra vez.- Continuo Héctor, mientras se llevaba las manos a la cintura y Fabián escuchaba el intimidante clic.- Fabián ¡me mentiste y desobedeciste!... con eso te pusiste en peligro, la vez anterior no hice nada porque estabas todo lastimado, pero recuerdas que te advertí que si lo volvías hacer abrían consecuencias y ¿ Sabes? Trate de que entraras en razón con palabras, pero no funciono así que te las enseñare de otra forma.
- Fabián: Pero papá....- Dijo gimoteando.- No me puedes pegar...
- Héctor: Sí puedo, hijo, no me gusta hacerlo ...pero lo haré mientras sea necesario y dejes de poner tú vida en peligro.- Aseguro.
Al oír eso Fabián corrió a la puerta intentando abrirla, pero no pudo, cuando Héctor le dio alcance lo tomó de un brazo y lo llevó con él hasta la cama y ubicó a Fabián
- Fabián: No papá, ¡¡No lo haga!!!.- Rogo el chico pataleando antes de sentir una palmada en su trasero. - ¡¡AAYY!!.- Gritó más por la sorpresa de sentir el golpe que por el dolor.- ¡Suéltame papá! No puedes hacerme esto- Protesto.- ¡¡Soy grande...¡¡¡ ya estoy grande papiiii!!!
Y con eso Héctor tomo la decisión y comenzó, en algunas ocasiones había castigado a su hijo en algunas por cosas de disciplina en especial en el colegio, pero desde el accidente no tenía miedo, Fabián había cumplido la mayoría de edad un mes antes de la visita de su cuñado y se creía el dueño del mundo, se lo había advertido y esta vez sería algo duro ya que quería que esto diera el resultado que esperaba, así que tomo el cinturón mientras Fabián lo observaba
- Fabián: ¡¡NO PAPÁ!!.- gritó asustado.
ZAAAAAS..... ZASSS
Sonaron los correazos, había comenzado fuerte, no para lastimar a su hijo, pero si lo suficiente para que esta la recordara cada vez que tuviera interés de correr.
- Fabián: AYYYYY YAAAAAA PAPIIIIIIII.- Se quejó el chico.
Héctor: No voy... ZAS... a permitir ZAS ...ZAS que vuelvas ZAS ZAS a desobedecer y menos arriesgar tu vida así.
- Fabián: Ayyyy snifff MAMAAAA..- Lloro.-
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
Héctor Continuó castigando el trasero sin decir una palabra
ZAS ZAS ZAS ZAS ZAS
Fabián comenzó a llorar desconsoladamente, rendido hasta que su padre se detuvo.
- Héctor: ¿Lo vas a volver a hacer? - Preguntó mientras aplicaba otra palmada fuerte a las nalguitas muy rojas.
- Fabián: AAAAAyyyy NO PAPÁ! NUNCA MÁS LO HARÉ!! POR FAVOR, DETENTE! - Suplicó Fabián entre sollozos.
- Héctor: OK, no quiero que esto se repita PLAFFF .- Aplicó una palmada final, más fuerte que la primera a fin de reforzar el mensaje.
- Fabián: Buaaaaaaaa PAPITOOO YAAAAA yaaaa buaaaa.- Lloro el chico ya que con esa palmada había revivido el dolor.
Héctor lo alzo y acuno meciéndolo mientras Fabián lloraba sin control aferrándose al cuello, luego se calmó bastante como para bajar una mano y frotarse las nalgas que aún le ardían. Héctor contuvo una sonrisa pensando ahí tenemos al "señor adulto", beso su frente para luego ponerse serio
- Héctor: Hijo, Espero que no nos volvamos a encontrar en esta posición.- Fabián movió su cabeza diciendo no.- Fabián hablo en serio, si lo tenemos que hacer de nuevo y por el mismo motivo esto te parecerá una caricia comparado con la paliza que te daré.- Le advirtió seriamente.
- Fabián: Sí papá.- Contestó rápidamente.
- Héctor: Bueno, ahora ve a lavarte la cara y luego baja...Tu novia nos espera, me llamo y le pedí que nos diera tiempo, estoy seguro que cree que estás muerto.- Aseguro cerrando la puerta y dejando a Fabián frio y en shock al saber que su novia había escuchado ¡¡TODO!!, avergonzado no pensó que tenían visitas y no solo había oído Verónica, los chicos Aldunate también habían sido testigo auditivos y nerviosos esperaban a Darío, ya que Gaspar no paraba de repetir que ellos serían los siguientes. 

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