jueves, 4 de marzo de 2021

Un vago, ¿Sin remedio…? ¡En serio! Capítulo 1

 

 Un vago, ¿Sin remedio…?  ¡En serio!

 

Capítulo 1

 

Al perezoso todo le cuesta doble.

 

 

Disclaimer: Shikamaru y el resto de los personajes de Naruto no me pertenecen. Son propiedad de Masashi Kishimoto, pero los he tomado prestados para escribir esta  historia con el afán de divertirme un poco.

 

N/A: Espero les guste, como leen el título arriba el protagonista de esta historia será mi amor Shika-kun, pues quien más podría ser Lol.  Y aunque no me lo crean,  me costó escribirla porque al ser anime no es fácil aunque es  bastante sencilla, no me gusta complicarme con tanto detalle, amo lo simple, así de simple, eso sí  conservando la esencia de los personajes aunque de repente lean un toquecito personal mío, espero eso no los incomode.  

Primero que todo, tenía muchas ganas de escribir de este personaje desde hace un tiempo, pero no recordaba cómo era, así que tuve que, re observar, re leer y re investigar un poco sobre este niño. Amo a Shikamaru Nara como lo dije arriba je, je. Me encanta todo de él,  incluso su personalidad porque es un personaje de evolución, bueno el que vio la serie debe saber lo que estoy escribiendo (Igual no la he terminado XD)

Un dato importante para que comprendan al leer un fic sobre manga o anime (para aquellos que no han leído o visto este tipo de series) como su mayoría son japonesas, van a leer acá la palabra Kami (que significa Dios) cuando a un personaje varón le sangra la nariz, es porque está muy excitado al ver a una despampanante mujer y viceversa aunque menos común XDXD.  La gotita de agua que aparece repentinamente (puede significar que se decepcionó o que le pareció que algún compañero dijo algo estúpido, depende siempre del contexto y más que todo es para ponerle humor a la serie) Esta también lo de los ojos grandes blancos, la vena que sobresale por enojo, bueno después se los iré explicando.

Volviendo al protagonista de este fanfic,  les cuento que  me parece uno de los personajes mejor trabajados de la serie (obvio, esto fue al conocerlo mejor claro está, primero ni fu ni fa) Pero no se  crean me gustan muchos otros personajes de Naruto, aunque la verdad  él es uno de los más completos además considero que es en sus doce y trece años (primera temporada) que estaba más flojo su carácter  en muchos aspectos a pesar de todas sus ventajas sobre el resto de personajes  por eso creo que debió ser conveniente que recibiera un castigo de aquellos que estamos acostumbrados a leer acá, ya  sea  por  sus padres o tutores. Hasta hubiese sido más interesante la verdadera historia, pero lastimosamente no paso de una que otra regañina fuerte. Ò_Ó

Otra cosita,  yo Kishimoto si le hacía su propia manga ¿No creen? O tal vez sería algo problemático =P

 

Resumen: Shikamaru solo quiere vivir libre de problemas, sin compromisos ni obligaciones, pero una decisión por parte de su entrenador le dará un giro importante a su vida, atravesando situaciones que jamás llegó a mentalizarse, pero que le ayudaran a aprender y enderezar el camino que escogió.

..........

 

 

Era una mañana resplandeciente en Konoha, los pájaros cantaban cual  hermosa melodía y allá dentro de una nublada habitación  en  su  cálida y confortable cama yacía medio despierto un apático muchachito que se debatía entre apagar el despertador que había en la mesita justo a su lado y seguir durmiendo otro rato más o bien resignarse a apagarlo,  levantarse y prepararse para ir al entrenamiento con Asuma-sensei.

 

_ ¡Qué fastidio! _ exclamó como siempre el genio flojo  sentado  en el borde de la  cama  sin  decidir  todavía qué  hacer _ ¡¿Por qué demonios tenía que amanecer tan pronto?! _ añadió con cara de cansancio y con molestia  hizo que el reloj dejara de sonar, se metió a la ducha, se alisto con la calma que lo caracterizaba y bajó a sentarse a desayunar junto a sus padres.

 

_ Buenos días _ dijo con desgano dando luego un largo bostezo; con lentitud se acercó a la mesa, después se ubicó en su silla mirando con aburrimiento su desayuno sin atreverse a probar nada, su madre que lo observó detenidamente no pudo evitar regañarlo.

 

_ ¡Shikamaru, termina de comerte eso de una vez y apresúrate que se te hace tarde! ¡Todos los días es lo mismo contigo! ¡Siempre tan lerdo! _ El muchacho solo contesto con un apático  sí, sí    a  su  madre  quien  gruño  más  aun y siguió hablando. No se le quitaba esa mala costumbre heredada de su padre,  con un solo sí bastaba, estaba harta de repetirle lo mismo ¡Cuánto  le incomodaba  la  actitud  de  ese  niño  que  aunque no le gustaba discutir con las mujeres por considerarlas unas problemáticas a todas sin excepción, les daba la razón, pero al  final  terminaba haciendo lo que se le venía en gana, todo le entraba por una oreja y le salía por la otra. La señora Nara buscó apoyo en su marido, que prefirió quedarse callado, total ese día  no tenía muchas ganas de dar su punto de vista, pensando solamente que ser padre era un verdadero fastidio, el chico no  lo  ayudaba  mucho  pues no mostraba motivación alguna por nada en la vida.

Shikamaru Nara despreocupado la mayor parte del  tiempo  aunque desde que era alumno del profesor Iruka ya presentaba un coeficiente arriba de doscientos, además de ser considerado un gran estratega por ninjas superiores gracias a su criterio y pensamiento frio en la batalla contra Temari que le valió para ser promovido a chunnin antes que el resto de sus colegas, pero aun con todas esas ventajas estaba manteniendo un rendimiento pésimo  debido a su negligencia.

 

_ ¡Por una vez en tu vida, dile algo a tu hijo, que no vez cómo se comporta! _ dijo ella cada vez más enojada.

 

_ ¡Qué ruidosa es! Desde que amanece no para de hablar  ¡Qué aburrido! _ pensó el pre-adolescente rodando los ojos y haciendo una leve mueca, al menos su madre no se percató del gesto pues estaba enfocada en su marido.

 

_ Pero mujer que quieres que le diga, es joven todavía, ya aprenderá con el tiempo, además Shikamaru no es de esos niños que a menudo se meten en problemas, de hecho casi nunca hace nada _ Shikaku, padre del jovencito todo se lo tomaba con diplomacia _ Pienso que debes relajarte y… _ Aquello fue la última gota que derramo el vaso, se puso más histérica.

 

_ ¡No los aguanto! _ fue lo último que dijo y salió de la casa quizás a caminar un rato por las calles de la Aldea para relajarse estaba tan enfadada mientras Shikamaru preguntaba a su padre porque había escogido como esposa a una mujer tan gruñona como su mamá, el mayor sonrió y respondió con su habitual charla, que los hombres sin las mujeres no pueden estar, que sin ellas van a la quiebra, que hasta la más difícil de todas muestra su lado tierno al hombre que ama y respeta, después de esas breves palabras se levantó de la silla y se despidió de su hijo.

 

_ Nos vemos más tarde, tengo una misión muy importante que atender, suerte en tu entrenamiento.

 

_ Hasta pronto papá _ se despidió también apresurándose pues estaba ya atrasado _ ¡No puede ser, voy a llegar tarde de nuevo! en esta semana han sido cuatro veces para ser exactos, seguro Asuma me vuelve a castigar con flexiones ¡Odio las flexiones! ¿Cuántas serán está vez? La última vez  fueron doscientas y  me  había  advertido que sería el doble si tenía una tardanza más ¡cuatrocientas  flexiones  y  consecutivas! ¡Me cansa solo de recordarlo, los entrenamientos de Asuma son un fastidio!

 

Mientras tanto Chōji e Ino seguían practicando técnicas de taijutsu y otras de genjutsu bajo las órdenes de su profesor que estaba algo molesto, ¡¿cómo era posible que uno de sus pupilos se comportara de esa forma tan de: no me importa nada?! Estaba ya cansándose de lo mismo con ese muchacho, pero hoy sería el día que hablaría seriamente con él.

 

_ ¿Le pasa algo Asuma-sensei?_ preguntó Ino algo preocupada jamás lo había visto así _ Él no era de los que se enojaba con facilidad, y debía estar muy molesto porque no había fumado ni un solo cigarro y usualmente el fumaba dos paquetes de cigarrillos al día, solo rompía ese hábito cuando algo le molestaba.

 

_ Sí, no se ve nada bien, _ comento Chōji también pensativo._ si es por Shikamaru, ni se  apure por ahí debe de venir, ya sabemos cómo es de flojo  ese  niño, lo más probable es que se haya quedado dormido de nuevo _ añadió el gordito sonriendo para luego coger la bolsa de papas que tenía en su mano, abrirla y empezó a comerla con desesperación ante la mirada de asco de Ino.

 

_ Tranquilos chicos, no me pasa nada, mejor continúen con su entrenamiento _ dijo el hombre sentándose en un tronco, a los veinte minutos llegó el susodicho agitado, se paró en una esquina con su cuerpo doblado apoyando las manos en los muslos, intentando recuperar aire, su profesor lo miró detenidamente dándole algo de tiempo, como si ya no se hubiera tomado el suficiente, después se levantó y se dirigió a él todavía con un semblante adusto, estaba decidido a dejarle las cosas bien claras a Shikamaru. Por su parte Ino y Chōji intentaron continuar con su entrenamiento, pero la vista era necia.

 

_ ¿Por qué llegas a estas horas? Y más te vale que tengas una explicación convincente que justifique esta y las demás tardanzas de esta semana _ Aquello  si  sorprendió al jovencito. Asuma lo estaba sermoneando, pero ¡¿qué bicho le pico?! Pensó y no pudo evitar cuestionar con algo de soberbia.

 

_ ¿Qué pasa viejo? ¿A qué viene todo esto? ¡Está  peor que mi mamá, que fastidio! _ se cruzó de brazos y se puso muy serio.

 

_ Pasa que no estoy contento con tu actitud, pero vamos a resolver este problema de una vez por todas. Lo primero que quiero es que me digas ¡¿qué razones de peso has tenido para llegar tan tarde los últimos días?! _ insistió Asuma-sensei, está vez no iba a dejar pasar las cosas así nada más, pero en lugar de obtener una respuesta sensata, el vago muchachito se limitó a decir lo siguiente:

 

_ No sería menos problemático que me regrese a la academia y así no le doy tantos dolores de cabeza, mejor me retiro a mi casa y nos olvidamos de todo este asunto tan aburrido porque el hecho de solo pensar que tengo que contestarle todas sus preguntas me da flojera _ dijo bostezando con las manos metidas en los bolsillos, dándole la espalda a su entrenador listo para marcharse ante la mirada atónita de sus amigos y compañeros de equipo quienes definitivamente perdieron la concentración  en  las  técnicas que estaban practicando por estar más pendiente de lo que ocurría con aquel vago.

_ ¡Alto ahí Shikamaru Nara! No te atrevas a dar un paso más o te meterás en más problemas de los que ya estás metido, así que por tu bien creo que te conviene hacer caso. _ El Nara no se movió un milímetro por alguna razón la voz de Asuma Sarutobi le resultó intimidante y para él lo más importante era evitar los conflictos más con la gente cercana. El entrenador al ver que su subordinado acato la orden procedió _ Bien, sabia decisión, no por gusto tienes el coeficiente más alto en la aldea _ le reconoció su talento de paso, realmente quería a ese chiquillo como si fuera su hijo y haría lo que fuera por ayudarlo tanto a él como a sus compañeros a superarse._ Pero es importante que recuerdes lo siguiente, no es correcto perder el tiempo de la manera como tú lo has estado haciendo los últimos días, tienes que cumplir con tus responsabilidades como un shinobi que eres, si no haces eso, en el futuro vas a ser un  fracaso, no solo como ninja sino en todas las áreas de tu vida, mira como tus amigos se están esforzando por mejorar sus habilidades.

 

_ Sí como no,  mientras ven como me está sermoneando, ¡Qué fastidio! _ no pudo evitar reclamar al ver que  tanto  el gordito como la rubia no paraban de mirarlos como si se les fuera a salir los ojos. Asuma se  dio  cuenta y  no   solo  los regaño,  además les dijo que se retiraran a sus  casas  que el entrenamiento había culminado por el día de hoy  porque  quería tratar el asunto con el pre-adolescente en privado sin ninguna interrupción, los dos hicieron caso y una vez, se marcharon prosiguió dónde había quedado.

 

_ Mira Shikamaru todos los equipos están dando lo mejor de sí. Por ejemplo: Rock Lee a pesar de no tener ningún talento cada día se levanta a poner su esfuerzo para superar sus límites, lo mismo ocurre con los estudiantes de Kurenai y Kakashi, quienes han estado entrenando mucho.

 

_ ¿Sí? _ pregunto irónico y luego agregó _ ¿Y a mí que me importa?

 

_ ¡Pues debería importarte, es el camino que elegiste! _ dijo elevando el tono de voz, ese mocoso de verdad cuando quería podía desesperar a cualquiera. Todo le valía un comino.

_ ¿Qué rayos quiere que haga? Ah, no me diga, ya sé ¿cuatrocientas flexiones no? detesto hacerlas; me da flojera, pero ya que, sí después de esto no tengo que escuchar más nunca sus estúpidos regaños, las empiezo a hacer ahora mismo _ dijo colocándose en posición para hacer las lagartijas, pero antes que pudiera intentar hacer la primera  su maestro lo agarró fuertemente del brazo haciendo que se parara inmediatamente causando con esto que le doliera un poco, nada escandaloso pues Sarutobi solo quería captar su atención.

 

_ ¿Qué demonios pretende? _ Eso si no se lo se lo esperaba _ ¡Suélteme! _ empezó a forcejear para librarse, pero aquello fue imposible su maestro tenía más fuerza que él y mientras lo seguía reprendiendo verbalmente lo encaminaba hacia una cabaña suya que había cerca del lugar sin prestar atención a las quejas del mocoso que no estaba cómodo con la situación  _ quédate quieto, tu y yo tendremos una larga conversación _ anunció y siguieron caminando hasta que finalmente llegaron a aquella casa vieja, ya dentro lo soltó y le dio una última oportunidad.

 

_ ¡¿Qué diablos quieres que te diga?! _ preguntó con un tono irrespetuoso, tuteando  a su entrenador, no era que no lo hiciera de vez en cuando, pero aquel momento su jefe sintió que lo hacía para provocar.

 

_ Primero modera tu vocabulario, segundo te doy veinte minutos para que respondas porqué motivo llegaste tarde estos días _ se repitió.

 

_ Otra vez con lo mismo,  no tengo ganas de decirte nada, tampoco me interesa ser responsable ni realizar tus estúpidos entrenamientos, la razón por la que me hice ninja fue para hacer lo que yo quisiera hacer, sin tener que esforzarme. Que aburrido tener que estar dando explicaciones solo porque me retrasé un poco estos días. _ dijo mirando hastiado a su sensei a quien esta vez le toco hacer lo que venía evitando desde hace ya varias semanas cansado del desinterés, arrogancia y constantes  faltas de respeto del jovencito. Lo quería mucho sí, pero no iba a tolerar ese tipo de comportamientos tan reprochables.

 

_ Bien, resultaste ser más testarudo de lo que pensaba, creo que ha llegado el momento de enseñarte un poco de disciplina. _ mientras decía esas palabras tiró de él y lo hizo doblar en su propio cuerpo colocándolo en una mesa que allí había.

 

_ Déjame… déjame maldito imbécil _ intento escabullirse de las manos del robusto maestro, pero le fue en vano cuanto más lo intentaba más difícil resultaba, tenía mucha fuerza aquel hombre.

 

_ Deja de moverte solo conseguirás lastimarte _ dijo al tiempo que le daba una fuerte nalgada en el centro del trasero, eso lo dejo blanco como papel, sería posible que Asuma sería capaz de castigarlo de esa manera tan humillante cuando hacía tiempo que eso no  le pasaba  por Kami casi tenía trece, ya no era un niñito pequeño. Iruka-sensei solía reprenderlo de aquella forma cuando estaba en sus primeros años en la academia  cada vez que se fugaba de las clases a hacer travesuras junto a Naruto, Chōji y Kiba, quienes también eran problemáticos, por ser pillado dormido en plena clase o bien al sacar bajas notas. En casa era Yoshino, su madre la encargada de los castigos pues su padre prefería el dialogo y solo utilizaba esos métodos cuando ya no tenía más opciones.

 

El muchacho se quedó quietecito en su posición mientras el sensei se dirigió donde había un mueble viejo, abrió una gaveta y sacó un grueso cinturón de cuero con hebilla de metal que le había pedido prestado a Kakashi, pero que no pensaba utilizar tan pronto, ajustó el largo del mismo mientras hacia ese terrible chasquido que ocasionó que al Nara se le aceleraran las palpitaciones del corazón solo de pensar lo que le esperaba en poco tiempo, recibiría una paliza de aquellas y lo peor con la correa. Palideció nuevamente, echándose a temblar.

 

_ ¡Shikamaru Nara pantalones y calzoncillos abajo! _ ordenó esperando que a quien le gusta evitar los problemas  todo  el  tiempo  accediera  de  una vez, pero en su lugar el  chico  se dio la vuelta para quedar frente a su maestro y con la cara más roja que un tomate, empezó a suplicar y a pedir perdón, tenía que evitar el castigo como fuera aunque implicara poner su ego por el piso.

_ Por favor Asuma-sensei no me castigue, le prometo que no llegaré tarde otra vez, ¡Juro que nunca más le vuelvo a hablar como lo hice hace un momento, lo prometo! _ puso  su   mejor  cara  de  arrepentimiento  para ver sí así ablandaba al hombre, pero Asuma no se dejó convencer y le dijo:

 

_ Date vuelta Shikamaru por favor, no hagas esto más complicado.

 

_ Pero sensei…

 

_ Nada de peros, se acabaron las complacencias, sabes muy bien que te mereces un castigo porque además de irresponsable haz sido muy irrespetuoso conmigo que soy tu maestro.

 

_ Perdón, ya le dije que no lo volveré a hacer, se lo estoy prometiendo, deme una indulgencia por lo menos  _ al borde del llanto _ si quiere hago el triple de flexiones, pero no me pegue se lo suplico  _ A este punto Shikamaru le broto lo dramático, estaba decidido a eludir el dolor de ese vergonzoso castigo sí o sí; le daba igual hacer el ridículo frente a su mentor,  total ya lo conocía tal cual era, sabía  que  le  gustaba  negociar con él  además de los tres, era  el  consentido de Asuma, le pasaba muchas veces sus faltas para evitar que su mamá lo corrigiera  porque conocía lo estricta que era con las normas y lo mal que lo pasaba el mocoso después de una buena tunda propinada.

 

_ Y sé que no lo volverás a hacer porque eres inteligente y aprendes rápido las lecciones, también sé que te gustan los caminos fáciles, pero no siempre son esos caminos los que te servirán a futuro. A veces lo que más nos cuesta trae mejores beneficios y por último cada  acción  trae su consecuencia, así que ahora date la vuelta y acabemos con esto _ dijo más tranquilo, pero aun serio y vio los ojos medio aguados del niño  y este al ver que ya no conseguiría nada hizo lo que le pidieron; se dio la vuelta y  bajó  sus  pantalones  junto  a  los  interiores justo donde empiezan los muslos. Asuma preguntó a su alumno si estaba listo, el chiquillo asintió con la cara todavía roja de la vergüenza al encontrarse en esa posición. Una sola lágrima recorrió el rabillo de su ojo izquierdo hasta la comisura del  labio y  luego de eso no paso mucho tiempo cuando el hombre levantó la correa y la estrelló cinco veces seguidas en el centro de las nalgas del muchachito que emitió un quejido de dolor, había empezado muy fuerte.

 

_ ¡AHHHGGG! No tan duro Asuma-sensei _ intento correrse, pero fue detenido inmediatamente y cinco correazos más se marcaron en la parte baja del trasero, Shikamaru se mordió los labios para evitar chillar pues pensaba que hacerlo era más humillante aun, su trasero lucia rojo pálido y lo que le esperaba, era seguro que su maestro no pararía hasta vérselo completamente colorado  así siempre eran los castigos  bastante severos   para que los jóvenes no volvieran a cometer la misma falta. Más azotes sonaron en ambos cachetes y en la unión del culo con los muslos, solo que esta vez  Asuma decidió terminar la tunda con su mano, eso sí;  le dio unas más que buenas nalgadas que lo hicieron patalear con ganas como niño pequeño en las rodillas de su maestro, aquello era tan duro que le hizo creer que no podría resistirlo, así que no  pudo evitarlo más y rompió en llanto, rogando y haciendo promesas que iba a cambiar su actitud. Nara había llegado a su límite además su trasero estaba ardiente como fuego. Asuma decidió parar la azotaina, el chico seguía llorando con ambas manos en el culo, cuando el profesor vio que estaba más calmado lo hizo parar.

 

_ Ya tranquilo, ya paso _ dijo Asuma ayudándolo a arreglarse la ropa, luego se levantó él de la silla donde estaba sentado y lo abrazo,  el niño se pegó a su pecho sin parar de sorber sus mocos todavía afligido y continuo sobándose la retaguardia.

 

_ No…  lo… lo  volveré a… a hacer _ repitió hablando entrecortado.

 

_ Sí  lo sé, ahora limpia esas lágrimas _ le prestó un pañuelo _ Mira como me dejaste la ropa, pero no te preocupes _ sonrió tranquilamente al ver el gesto tan infantil que hizo el  muchacho al escuchar ese primer comentario; lo  que  menos  quería  era  que empezara a lloriquear por esa tontería; vamos que era algo que podía arreglarse con agua y jabón _ ven, te llevaré a casa _ decir eso y a Shikamaru ahora sí,  le entro el pánico de los buenos.

_ No por favor Asuma-sensei, no le cuente nada a mi mamá, ella es muy malgeniada,  la  mujer más  problemática que pueda existir, usted no tiene idea lo histérica que se pone por la mínima cosa, es un dolor de cabeza básicamente.

 

_ ¡Shikamaru no seas insolente! _ dijo a manera de advertencia mirándolo con seriedad.

 

_ Lo siento, pero no le va a decir nada a mi adorable madre ¿verdad?

 

_  No lo sé todavía, en el camino decido. Al vago todo le cuesta doble _ mencionó aquel conocido refrán y Nara capto el mensaje.

 

_ No, no es justo usted ya me pego, me duele mucho,  otra paliza más sería muy problemático, dígame que decidió por favor,  el hecho de  preocuparme me aburre.  ¡Siempre es lo mismo con usted, que fastidio! _ expresó  detrás de su mentor y partieron hasta la casa del clan Nara.

 


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