Capítulo 5
Buscando Solucionar los
problemas
Ryoga se quedó en su habitación pensando por un
momento en el plan de venganza, que utilizaría para acabar
con la felicidad de sus enemigos, pero algo en lo más profundo de su ser, se lo
impedía. Volvían de nuevo sus pensamientos a confundirlo. Sí, tal vez su padre estaba en todo su derecho de
enojarse con él, después de todo, actuó
de manera inmadura. Ryoga meditaba dentro de su habitación, hasta que, se decidió a
hablar con su padre para disculparse por lo que había hecho. También
había contemplado la idea de trabajar para ayudar a su progenitor a cubrir los
gastos, pero lo más importante para el muchacho era arreglar las diferencias
con su padre, aunque solo fuese un poco.
Ryoga se dirigió hasta la habitación de sus
padres, pero la encontró cerrada, sin
embargo escucho, que hablaban entre
ellos, entonces pego el oído a la
puerta para tratar de escuchar algo de la conversación.
__ Si mujer ya lo he dicho. No quiero saber nada de
ese chiquillo, por un buen tiempo__ Dijo
Hibiki.
__ ¿Quieres decir que no hablarás con él? __
Interrogó Kaori.
__ Solo lo necesario __ Respondió cortante.
__ ¿Por cuánto tiempo, estarás así con él? __
Cuestionó ella por segunda vez.
__ No lo sé__ Contestó Ryō sin darle
mucha importancia al asunto.
__ Bueno, luego no te quejes de la rebeldía de Ryoga
__ Añadió ella.
__ Me da igual. Total, todos sabemos, que aparte
de rebeldía, ese muchacho tiene serios problemas mentales.
__ Oye ¿Cómo puedes decir eso de nuestro
hijo?
__ Es la verdad mujer. Ryoga no es normal; pensé llevarlo al psicólogo, pero tengo
muchos gastos, luego de la cagada que hizo, mira todo lo que tenemos, que
pagar. ¡Cómo, si ya no tuviera, yo tantos problemas, para encima cargar con
más! Y todo por culpa de las idioteces de ese muchacho.
__ Cálmate cariño. Saldremos de esta situación __
Respondió Kaori.
__ Gracias, mi amor, pero cambiemos de tema ¿Te
parece? El solo hecho de mencionar el nombre de ese… Me provoca jaqueca __ Dijo
Ryō frunciendo un
poco el ceño.
Ryoga no podía
creer lo que sus oídos habían escuchado. ¡¿Cómo su padre podría ser tan
hiriente a la hora de hablar de él?! Se
preguntó en medio de sus pensamientos. Tenía muy claro que su padre y él no se
llevan de la mejor manera, cada quien en
lo suyo. El adulto se mostraba más preocupado por el bienestar del Dojo y de los entrenamientos de las personas
que acudían a su escuela de artes marciales, dejando a Ryoga en un segundo
plano, y el chico pasaba mucho más tiempo en casa de los Saotome o bien, con
los aldeanos, quienes le daban hospedaje cada vez que se perdía tratando de
buscar el camino de regreso a casa y por si no fuera poco el niño no era muy abierto a hablar. Lo cual mermaba
la comunicación entré él y sus padres.
Ryoga no aguantó
más las palabras de su padre, por lo que se fue caminando lentamente con la
cabeza baja y los ojos aguados, que mostraban claramente, que estaba a punto de
romper el llanto. El muchacho se metió a su cuarto y se encerró nuevamente y
aunque se prometió a sí mismo no derramar una lágrima más, no pudo evitarlo y
empezó a llorar desesperadamente,
sentado en el marco de la puerta
apoyando los brazos y
la cabeza en las rodillas. Lloró por un buen par de minutos hasta que sus ojos
se cansaron y se quedó dormido.
Sus padres aún
continuaban conversando:
__ Bueno, ya no
te expreses así de él. Recuerda que es tú hijo.
__ Mujer, tiene
que aprender a comportarse como una persona normal. No como un animal salvaje.
__ Pero Ryō ya lo
castigaste.
__ ¡No! No es suficiente. Quiero que aprenda bien su
lección para que no lo vuelva a hacer.
__ Eres muy
cruel. ¿Sabías?
__ Piensa lo que
quieras mujer. Yo sé muy bien cómo educar a mis hijos.
Apropósito, llamó Shizuka, pronto viene.
Dice que ya terminó su proyecto; aquel
que estaba haciendo en Yokohama.
__ Claro, tuvo
que coger las vacaciones para hacerlo porque la muy fresca lo dejo para última
hora __ Se quejó la sra. Hibiki.
__ Oye, no seas
tan dura con la muchacha, solo tiene trece. Cuando se es joven uno, no es tan
responsable.
__ Aaah, pero con ella, si eres tolerante, pero con
Ryoga, que es más chico ¿No verdad?
__ Mujer Ryoga es
varón. No tengo porque ser tolerante con él,
y menos después de su
comportamiento tan estúpido.
__ Mira, ya no te
quiero oír. Tengo mucho sueño__ Apagó la lámpara de la mesita de noche, cogió
su sábana y se voltio dándole la espalda a su marido.
A la mañana
siguiente estaban los familiares de
Ryoga sentados a la mesa excepto
el abuelo de este que estaba en el quinto sueño. Los papás del jovencito comieron rápidamente y después el
sr. Hibiki, le pidió el favor a su
mujer, que fuera a despertar a su hijo para, que recogiera el
desayuno, la mujer hizo lo que su esposo le pidió y fue a buscar al
niño, quien todavía estaba pegado al marco de la puerta, su mamá la abrió y
causo que el chico se despertara de golpe.
__ Buenos días
Hijo, tu padre dice que vayas a la sala por tu desayuno__ Dijo la madre
amablemente.
__ Eeeh… Hola
madre, ya voy__ Respondió el parándose de golpe.
__ Bueno
apresúrate, que se enfría__ Añadió ella
__Si, gracias __
Replicó el muchacho, mientras guardaba una pequeña esperanza, sobre lo que
había escuchado detrás de la puertas del cuarto de sus padres, hubiese sido tan solo un mal
sueño, pero desgraciadamente, no fue lo que él se esperó.
Ryoga llego a la
sala y trato de hablar con su padre:
__Señor… __
__ Kaori ya les
dijiste a los hijos del señor Tanaka, que la clase de combate mixto es a las
15:00 horas __ Le grito a su esposa, quien no respondió, pues se encontraba en
el cuarto del jovencito algo ocupada.
__Señor, pode… __ Insistió Ryoga.
__ ¡KAORI!
__Subió más el tono de voz, pero aun así su mujer no escuchaba.
__Necesito hablar
contigo__ Esta vez Ryoga cogió del brazo a su padre, ya estaba cansado de ser
ignorado.
__ El señor
Hibiki, apartó bruscamente la mano de su hijo __ ¡Suéltame! No quiero hablar
contigo. Y no me tutees. No tienes derecho a hablarme así.
__Pero…
__ ¿Qué no
entiendes? ¡Maldita sea! Desaparece de mi vista __ Habló furioso el padre
dedicándole una severa mirada, para
después retirarse.
Ryoga,
volvió a
su cuarto y encontró a su mamá
sentada en la cama.
__ Mamá, ¿Pensé
que te habías ido? __ Dijo él.
__ No, solo
estaba aquí viendo esto __ Kaori le enseñó un papel con el nombre de
Akane. Si, Ryoga días antes de irse de vacaciones a la
casa de Ranma, había estado pensando en su amor imposible.
__ ¡Oye, dame
eso! __Dijo el chico tratando de
quitárselo, pero ella no se lo permitió.
__ ¿Por qué
colocas el nombre de la hija menor de
Tendo, tantas veces en este
papel? ¿Acaso ella te gusta? __Interrogó la señora.
__ ¡Claro que no!
Es solo… bueno… es… es que tenía que hacer un trabajo con ella y quería
practicar escribir su nombre, para no equivocarme. Es que es un nombre muy
complicado __ Explicaba Ryoga con las mejillas ligeramente sonrojadas.
__Si, como
no. Bueno ten, solo te estaba
molestando. Adiós hijo, me voy a trabajar __ Le entrego el papel, mientras le
revolvía el cabello y salía por la
puerta del cuarto, dejando a un Ryoga
sumido en sus pensamientos.
Los padres del
chico salieron como de costumbre a realizar sus obligaciones diarias. Ryoga
quedo solo en casa. Rápidamente fue a tomar su desayuno el cual estaba ya frio
y regreso a su habitación para empacar
sus cosas en su mochila, luego se bañó y vistió cogió su equipaje, dejó una
nota a su madre, trancó la puerta de la
que ya no sería más su habitación, para salir por la puerta delantera de la
casa, ya en el patio aprovechó para despedirse de su perra mascota, le dio un
profundo abrazo mientras Shirokuro (Nombre del animal) aullaba
desesperadamente. Ryoga se conmovió y también derramó algunas lágrimas, que corrían desde los ojos y las
mejillas hasta la comisura de sus
labios.
__ Tranquila,
algún día volveremos a vernos __ Hablaba con la perra, mientras está aullaba de
dolor.
Ryoga se paró
sacudió su cabeza y no quiso mirar atrás, ya que sabía que con eso no podría
alejarse del único ser, que le mostraba
cariño, así que, con los ojos cerrados, se fue corriendo de allí.
¿Por que siempre sale esa mancha blanca. ¡Así no se puede leer!
ResponderBorrarNicole... Geniaaal!!!! Qué bien escribes, jejejej!!! Sabes que siempre es un placer poder leerte!!!
ResponderBorrarPero oye, qué angustia con éste capítulo!!! Qué triste lo que le toca vivir a Ryoga con su papá!!! Al final tienes razón, el silencio y los insultos son peores castigos para un niño que una paliza y duelen mucho más!!!
Ryo resultó ser un injusto y un machista, como muchos padres hoy en día!!! Así que espero que tú le des una lección a ese tipo y una nueva oportunidad para que solucione los problemas con su hijo y recomponga esa relación -que anda muy quebrada-!!!
Te re felicito, mi amiga... te quedó super, aunque Ryo ahora pasó a formar parte de la larga lista de los más odiados, jejejeje!!!
Camila!
Ay!!!...noooo!! pero que malo es ese tipo como trata así al pobre de Ryoga y el que es un lindo pecaito me lo está lastimando y bien feo en el corazoncito eso no se le hace a un hijo como lo ignora pues ni que fuera la peste, tras de que el pobre trata de hacer las paces lo trata como si fuera invicible... noooo!!!... Ryo malo!!... malo!!....
ResponderBorrarse me hizo el corazón un puñito con la despedida de la perrita ay pobre Ryoga ay Nicole que se amigue con el padre para que no me sufra tanto el chico
Andrea
Pobre Ryoga como lo trata su papá, Nooo si, hubiera sido mejor que le pegaran a esto. A mi también me cae mal ese Ryo, merece una lección de la vida. No es justo, que un padre haga eso con sus hijos está mal! bueno amiga siempre me sorprendes con tus escritos, yo siempre te leo, pero no he podido comentarte en estos días por andar ocupado, pero me encantan mucho tus historias Nicole y estoy esperando ansioso la continuación de la Euro y por supuesto el castigo de Daniel jajaj Haber que va a pasar con el angelito.
ResponderBorrarSaludos