- ¿Diga?
- Hola princesita.
- ¡Juan! (dio un grito de felicidad) Dios, que alegría. Hacía semanas que no te dignabas a llamar ya
pensaba que te habían abducido los alienígenas (Cris hubiera jurado que
había oído como su hermano ponía los ojos en blanco).
- He estado liado, trabajo, esposa, hijas, bancos y tus
padres. Por cierto ¿te acuerdas que tienes unos padres, verdad? Porqué por lo
que tengo entendido hablabas más con mamá cuando estabas en Holanda que desde
que vives a 20 minutos de ellos.
- Yo también he estado liada, el nuevo trabajo, arreglar este
piso, el banco, papeleo, mucho papeleo,
los niños…
- Llama a lo papas, anda, princesita no seas rancia.
- Vaaaaale ya los llamaré (dijo rodando los ojos)
- Y no me pongas muecas, ¡Que ya tienes una edad para ir
haciendo muecas! (le riñó como solía hacer cuando eran pequeños)
- ¿Y qué tal mis sobrinas? (dijo Cristina para cortarlo).
- ¡Horribles, las tres!
- jajaja ¿las tienes ahí, verdad?
- Solo a dos, la pequeña ha salido con su madre a una fiesta
de cumpleaños.
- Así que estás de niñera.
- ¿yo? siempre jajaja.
- ¿Teresa va a hacer finalmente la comunión o qué?
- su madre quiere, y su abuela (se refería a la abuela materna) ha dicho que corría con todos los gastos.
Esa mujer sería capaz de volver a hipoteca su piso para que la niña hiciera la
dichosa comunión, no tuvo suficiente con que las bautizáramos.
- jajaja pero Laura no la hecho.
- Porqué Laura es como nosotros. Pasa de todas estas cosas,
pero no te creas este año su abuela le ha dicho que si hace la comunión con su
hermana se las llevará a las dos una semana a Euro-Disney.
- Me parece que vas a tener comunión doble.
- pfffff (dio un suspiro) cruzo
los dedos porque Laura no se deje sobornar.
- ¿Y Grace qué? (Cris preguntó por su sobrina pequeña que era el
torbellino de la familia)
- Pues Grace es muy pequeña aún, y aunque su abuela le coma
la cabeza con todas esas historias por ahora solo le interesa los dibujos
animados e ir al parque. Ya veremos. ¿Y vosotros? ¿Está todo bien?
- Sí, todo bien. Nos vamos adaptando poco a poco. Unos días
mejores que otros.
- ¿Y Mark? ¿Sigue dándote problemas?
- Pffff (dio un suspiro) Ha
tenido unos días un poco movidos pero creo que ya está.
- ¿segura? (dijo muy incrédulo)
- Sí ¿porqué?
- ¿Te apetece que comamos juntos?
- si, claro, está Pedro aquí así qué podríamos comer todos juntos.
- ¿Pedro? Perfecto hace un montón que no lo veo. Y así
aprovecho y le devuelvo el portátil a Óscar (Juan dio por sentado que si estaba
Pedro era porque estaba Óscar).
- si quieres dejármelo a mi bien, pero a Óscar no lo veré
hasta mañana.
- AHHHH Bueno (se quedó un poco descolocado) entonces nos vemos al medio día ¿no?
- si, tráete el postre.
- ¿Torta de nata? jajaja
- jajaja ¿Qué si no? besitos
- Besos princesa (colgó Juan. Al girarse vio a Bea que seguía
hipnotizada con los dibujos y a Pedro que se había sentado al lado de Bea que
parecía que también estaba absorto con la tele).
- Viene Juan a comer (dijo en voz alta sentándose en el
brazo del sofá)
- ¿Tío Juan? (le miró Bea extrañada)
- si tu tío Juan, no me mires así, yo también estoy alucinada.
- ¿No suele venir mucho? (preguntó pedro)
- Digámoslo así, llevo 2 meses en este piso y no ha venido
aún. Siempre nos vemos en casa de los papas.
- Bueno, en ese caso mejor yo me voy y así podéis hablar de
vuestras cosas.
- Va a traer a las dos grandes, no vamos a hablar de una
mierda, Pedro. Además ya le dije que tú también te quedabas a comer.
- ¿y qué ah dicho?
- Nada ¿qué quieres que dijera? (¡Hombres! pensó Cristina).
- Hiiiii (Saltó Bea cuando vio entrar a su hermano en el salón).
- grrrr (gruñó Mark). ¿El
desayuno? (dijo muy tosco, Pedro le echó una miradita de las que te hacen
poner los pelos de punta).
- En la cocina, vamos (dijo a Bea) hay desayuno de gala, lo ha preparado Pedro.
- Yo solo quiero cereales (dijo Mark entrando en al cocina.
Cris miró a Pedro y se encogió de hombros, no podía esperar que el niño se
volviera en un angelito de la noche a la mañana. Al menos, no había habido
insultos ni gritos).
Mientras Pedro y Cris tomaban su
segundo café de la mañana los niños desayunaron, Mark se comió sus cereales y
después se comió los panqueques que le había sobrado a su hermana. Mark con la
excusa de los deberes de la escuela se metió en su habitación y despareció el
resto de la mañana. Bea se fue al dormitorio a ver los dibujos para dejar a su
madre y a Pedro hablar tranquilos. Los dos se sentían como si tuvieran otra vez
15 años y se estuvieran besándose furtivamente en mientras los padres estaban
en casa. Sobre las dos llegó Juan con Tere y Laura sus dos hijas mayores de 11
y 8 años. Laura era un año menor que Bea pero a su lado parecía que fueran
tres, Bea era muy alta para su edad y parecía como si ya hubiera entrado en la
adolescencia en cambio cuando mirabas a Laura veías claramente a una niña. Tere
era muy cariñosa, mimosa sino la conocía te podía parecer tímida pero una vez
roto el hielo era una dulzura de niña. Laura se parecía más a su padre, era más
seria y tenía un carácter muy fuerte. Tere y Laura parecía que idolatraban a
Bea que la veían como una estrella de Hollywood o algo así. Bea las veía como
algo muy gracioso, porque hablaban como si fueran adultos incluso le daban
consejos como si supieran todos los secretos de la vida. Mark por su parte huía
de todos sus parientes como si tuviera la peste. Todos sus primos eran bastante
más pequeños que él y la mayoría chicas (las tres hijas de Juan y las mellizas
de Óscar), chicos solo tenía a Pablo y a Richie. Pablo tenía 9 años y Richie 10
meses. Así que cuando iban a casa de sus abuelos, solo jugaba un poco con Pablo
en el ordenador y ya está, pero no le volvía loco la idea. Cuando terminaron de
comer, Mark huyó de nuevo a su dormitorio como si aquellos en vez de familia
fueran unos apestados. Era la adolescencia, eso era normal, Cris no se iba a
enfadar con Mark por algo que ella a su edad había hecho hasta la saciedad. Cris
adoraba a sus sobrinas, a todas ellas a Natalia y a Daniela que era las de
Óscar y a Teresa, Laura y Grace que eran las de Juan. Su favorita era Grace
porque era como un pequeño terremoto, pero debía reconocer que Daniela era muy
divertida, era casi tan payasa como su padre y ella. Cris estuvo con su hija y
sus sobrinas hablando de tonterías mientras Pedro Y Juan hablaban de sus cosas.
Cuando iban a ser las cuatro de la tarde Juan se fue a la habitación de Mark.
- Hola sobrinito, a penas me has dicho dos palabras.
- Hola Tío Juan (dijo apartando rápidamente el manga que estaba
leyendo). ¿Ya os vais?
- ahora en un rato a las cinco he de ir a recoger a tu tía y
a Grace de la fiestecita esa. ¿Qué te parece vivir en España?
- Pffff (y se hundió de hombros).
- ¡No puede estar tan mal, hombre! (y se sentó en la cama a su lado) Buen tiempo, chicas con menos ropa
(dijo guiñándole el ojo, aquello era muy raro no es que conociera bien a su
tío, pero estaba harto de oír decir que Juan era “el serio” de la familia. Y
las pocas veces que había hablado a solas con él le había dado esa misma
sensación).
- No me gustan las españolas, son todas unas escandalosas. Y
vulgares (añadió
poniendo cara de despercio).
- Bueno, tu madre es española y no la tengo ni por vulgar ni
por escandalosa.
- Mamá es diferente, vivió muchos años en Holanda.
- ¿y la abuela? ¿Qué me dices de la abuela? Ella ha vivido
aquí toda la vida.
- La abuela está loca ¿no? (a Juan se le transformó la cara.
Era cierto que su madre era maniaco-depresiva y tenía un montón de manías. Pero
Juan ya se había peleado mucho en la escuela por haberse tenido que oír decir
que era el hijo de una loca como ahora sentirlo de los labios de su sobrino).
- ¿Disculpa? (dijo levantando la ceja. Mark se dio cuenta que el
comentario le había molestado)
- Quiero decir que no está bien ¿no? Ya sabes es rara.
- Tu abuela no es rara, está enferma, y pobre de ti que
vuelvas a llamarla loca (le dijo como si fuera un mafioso, pero no estaba bromeando
eso se dio cuenta Mark enseguida).
- Perdona, mi español no es muy bueno, no quería insultarla (pero no era cierto, le
importaba tres pepinos insultarla).
- ¿y qué ya has hecho muchos amigos?
- pffff (volvió a encogerse de hombros. A Juan le desesperaba ese
niño). Mis compañeros de clase son muy
infantiles.
- claro, debe ser difícil salir a tomar unas cervezas con un
atajo de mocosos llenos de granos (dijo con ironía).
- jajaja muy gracioso tío Juan.
- si ¿verdad? (y Juan se lo quedó mirando fijamente. Esa mirada lo
incomodo mucho).
- ¿qué? (dijo finalmente Mark con el ceño fruncido. Y Juan se
levantó y sacó del bolsillo trasero de su pantalón la billetera de Mark).
- La próxima vez que ataques a un policía y salgas corriendo asegúrate
de no dejarte la billetera con toda la documentación (y se la tiró. Mark tragó saliva y
se puso blanco).
- Por favor, tío, no le digas nada a mamá (dijo asustado Mark. Juan se
sorprendió nunca había visto a su sobrino preocupado por nada).
- Tuvieron que ponerle puntos en la mano a Claudio (Mark lo miró extrañado), el policía al que mordiste (le aclaró
Juan) justo antes de salir corriendo
como alma que lleva el diablo.
- Lo siento (dijo bajando la cabeza ahora entendía a su madre cuando
decía que el trabajo de policía le venía ni que pintado a su hermano). Me asusté.
- ¡Y tenías motivos, a esas horas de la noche en esas calles
y comprando alcohol! ¿Pero por la policía? La policía no te haría nada, la
chusma que se mueve por esa zona a esas horas si. Ámsterdam es una ciudad
peligrosa de noche si no la conoces puede que esta ciudad no llegue a esos
niveles pero te aseguro que esa zona de noche no es precisamente una zona de
paseo. ¿Sabe tu madre que andabas a esas horas por ahí? (Mark negó con la cabeza y
lo miró con ojos de súplica).
- Ok, ahora vamos a ir a comisaria (Mark lo miró aterrado). No me mires así Mark, vas a ir y le vas a
pedir perdón a Claudio y le vas a dar las gracias por no presentar cargos
contra ti. Agredir a un agente de policía es un delito muy grave, Mark
(dijo esto último riñéndolo como si fuera una de sus hijas) podrías acabar en un correccional y eso no
te iba a gustar, hijo (Juan le hablaba de una forma muy paternal y eso hizo
que a Mark le hirviera la sangre. Pero el detonante fue ese “hijo” final).
- Tío Juan no pienso ir a ninguna parte y no pienso
disculparme con nadie, él no debió agarrarme y punto. Todos los polis sois
iguales os creéis con poder para todo, que todo el mundo debe agachar la cabeza
a vuestro paso, sois todos unos pequeños bastardos acomplejados seguramente por
el minúsculo tamaño de vuestros penes (Juan avió mucho los ojos no podía creer que ese
fuera el mismo mocoso que un minuto antes parecía estar a punto de echarse a
llorar. Era policía estaba acostumbrado a todo tipo de insultos pero jamás
esperó escucharlo de la boca de uno de los suyos). ¡Fuera de mi habitación! (le gritó con rabia y le empujó hacía la
puerta).
- ¡Pero qué demonios! (ahora Juan no solo estaba indignado
estaba también cabreado) ¡Pero quien
narices te has creído, maldito mocoso, para hablarme así!. Si hace 4 días te
cambiaba los pañales.
- Que te vayas, joder, esta es mi casa no puedes venir a mi
casa y darme ordenes, aquí tu placa no vale una puta mierda, te puedes meter
por el…
- PLAFF (Mark no pudo acabar la
frase su tío le dio todo un manotazo en toda la boca)
Mark sentía como si un millón de
abejas le hubieran picado en la boca, podía sentir como se le hinchaban los
labios, Mark se llevó ambas manos a la boca como para contener la expansión de
su boca. Juan aprovechó la posición de su sobrino y fue a agarrarlo por el
brazo para girarlo y darle unos buenos azotes por irrespetuoso y deslenguado,
Pero Mark al ver que su tío se le acercaba y que iba a agarrarlo hizo lo único
que se le ocurrió, no podía correr porque su tío se interponía entre él y las
salida, así que le dio una patada en sus partes nobles,(vaya que le arreó toda
una patada en los testículos) haciendo que Juan cayera de rodillas al suelo.
Mark aprovechó para saltar por encima de la cama y salir corriendo de su
habitación. Pero nada más salir se topó con su madre y Pedro que al oír los
gritos y el bofetón dejaron lo que estaban haciendo (básicamente puro besuqueo)
y fueron a ver qué pasaba.
-
¡Aparta! (le dijo a su madre
empujándola contra la pared para poder salir de allí. Mark no lo hizo adrede
como otras veces, esta vez solo pensaba en salir de allí como fuera. Acababa de
darle una patada en los huevos a su tío Juan, y por algo sentía que acababa de
cometer el error de su vida. Porque si, porque Juan daba ya de por sí mucho
respeto, pero después de haberle dado una patada en sus parte ahora debía de
estar no molesto sino furioso. y Juan furioso no daba respeto daba miedo,
muchísimo miedo).
-
¡Mark! (gritó escandalizado Pedro,
que acababa de ver como Mark casi derribaba a su madre. Mark lo miró
rápidamente y se giró para mirar a su madre que seguía inmóvil contra la pared.
Mark miró a su madre con pena quería disculparse pero no tenía tiempo) Mark, don’t you dare to move! Stay where
you’re! (Mark ni se te ocurra
moverte, quieto ahí! ordenó Pedro cual General al frente de un pelotón de fusilamiento.
Pedro usó el inglés porque sabía que era su padre el que solía darle órdenes. Y
pareció surgir efecto, Mark se quedó congelado donde estaba). ¿Estás bien? (le peguntó a Cristina y
ella aún sin reaccionar asintió con la cabeza. Pedro pareció relajarse un poco.
Pero fue efímero, acto seguido agarraba de la oreja a Mark y a base de nalgadas
lo entraba de nuevo en la habitación, donde su tío Juan seguía de rodillas en
el suelo intentando recuperarse del tremendo patadón).PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS ¿Estás bien Juan? (preguntó preocupado al ver que Juan ni se
movía solo hacía una especie de gemidito espeluznante)
-
Creo que no (dijo con dificulta y con la
respiración entrecortada).
-
¿Dónde? (solo preguntó Pedro)
-
Justo en todas las pelotas (dijo con dolor), espera a que me recuperé Marquitos y vas
a ser tú el que va a llorar de lo lindo (esto lo dijo entre dientes y lanzando
una mirada fulminante a su sobrino que lo
miró aterrado).
-
¡Mierda! ¡Mark! (dijo zarandeándolo) ¡Tú estás tonto o qué narices pasa contigo!
(y lo sentó bruscamente en su propia cama). Ni se te pase por la cabeza moverte ni un milímetro de ahí. ¿Crees que
puedes levantarte? (le preguntó de nuevo a Juan).
-
Es lo que intento (dijo entre dientes y
furioso consigo mismo por haberse dejado patear las pelotas por un mocoso de
pañales).
-
Te ayudo (Pedro ayudó a Juan a
incorporarse pero el dolor era tal que seguía encorvado) Ve al lavabo, como se te haya subido un testículo tendremos que ir al
hospital.
-
Grrrrr (Juan odiaba a muerte a los
médicos y se fue casi arrastrando hasta el cuarto de baño. Juan se estuvo un
rato en el cuarto de baño hasta que finalmente salió, al salir Pedro le estaba
esperando con un abolsa de guisantes congelados en la mano, Juan la agarró de
mala gana y se la puso en la zona adolorida).
-
¿Papi estás bien? (preguntó Teresa que estaba
mirándolo asustada, nunca había visto a su padre llorar y mucho menso soltar lagrimones
como melones)
-
Si cielo, no pasa nada, id a
ver la tele, anda, papá enseguida se recuperará (dijo intentando sonar bien pero por
el dolor la voz se le trababa. Pero las
niñas no se movían. Juan pudo ver la cara de terror de sus hijas e hizo un
sobre esfuerzo y se puso erguido y le sonrió). Estoy bien, ve anda, obedece (dijo dulcemente. Laura y Bea regresaron
al salón pero Teresa no parecía del todo convencida) Tere, solo necesito un ratito, pero te doy mi palabra que no es nada.
-
¡Júralo! (dijo desconfiada)
-
Jajaja lo juro, cielo, solo
ha sido un mal golpe. En un rato ya habrá pasado (le dijo aunque sabría que el
dolor le iba a durar días. Pero aquello pareció convencer a su hija que fue con su
hermana y su prima a ver la tele al salón).
-
Cristina, lo siento, pero voy a matarlo (dijo arremangándose
las mangas de la camisa).
-
Juan, por favor, escucha, él
no quiso hacerlo, estoy segura.
-
Cristina, me dio una patada
en los huevos, Un hombre no da una patada en los huevos a otro sin querer.
Además ayer mismo por la noche le dio tal mordisco a mi compañero que le
tuvieron que poner puntos y a ti te ha empujado, no te creas que se me ha
pasado eso también. ¡Si de una cosa estoy seguro es que quería hacerlo!
-
Juan, es solo un niño y…
-
Cris (le interrumpió Pedro), Juan tiene razón, Mark tiene 14 años, no
ha sido un accidente. Además no es la primera vez que te levanta la mano
(dijo Pedro). Me da igual lo que digas,
esta mañana mismo le has zurrado ¡Y ya ves lo que le ha durado el
arrepentimiento! (Cristina bajó la cabeza como si hubiera sido ella la que
le hubiera pateado a su hermano y Pedro le estuviera riñendo). Cristina, no eres tú la que tiene que
estar arrepentida (le dijo dulcemente levantándole con cariño la barbilla.
Juan abrió mucho la boca al ver el gesto y parpadeó un par de veces. ¿esos dos
estaban juntos? ¿Des de cuándo? ¿y qué intenciones tenía Pedro con su
hermanita?). Mark tiene un problema para
controlar su temperamento y, si esto no se corta de raíz, irá a más. Cris, se
que te ha costado un mundo darle esos 15 chirlos, y siento tener que decirte
“te lo dije” pero está claro que no han sido suficientes.
-
¿Con que 15 chirlos, eh? (dijo Juan de repente
haciendo que Pedro y Cristina se percataron de la presencia de Juan , eso hizo
que separaran no sin poder evitar ponerse rojos como tomates. Juan sé sacó su
cinturón y entró en la habitación de Mark como un toro miura).
-
Noooo (gritó en pánico al ver entrar
a Juan entrar en la habitación de nuevo, y eso que aún no se había percatado de
lo que llevaba en la mano).
-
Grita, grita, ahora sí que te
voy a dar motivos yo para gritar, para gritar y llorar (y le agarró del brazo lo
levantó de la cama, tito la correa sobre la cama y ahora con la mano ya libre,
le bajó pantalones y calzoncillos. Mark estaba aterrado, no paraba de luchar
con su tío para evitar que lo despojara de sus ropas. Pero Juan era policía y
sabía muy bien como inmovilizar a alguien. Y un mocoso de 14 años era pan
comido para él) Plass (Juan le dio una palmada bien dura en la mano para que
apartaras las manos y le dejara bajarle los pantalones) Marquitos te recomiendo que dejes de cabrearme, porque esta zurra te la
vas a llevar te pongas como te pongas. Te voy a enseñar yo a atacar a tu madre
o a tu tío. Se te van a quitar las ganas de levantarle la mano o patearle las
pelotas a alguien para siempre (Pero Mark seguía luchando con su tío) Plass
(otra palmada cayó pero esta vez en el muslo izquierdo). ¡Mark, córtalo ya! O niñito te aseguro que te va ir mucho peor (y
con esa última frase logró bajarle del todo pantalones y calzoncillos. Juan se
sentó en la cama justo donde segundos antes había estado sentado su sobrino y
colocó al chico sobre sus rodillas y empezó a descargar la mano sobre su
trasero sin compasión una y otra vez. Juan no decía nada simplemente se
concentró en la labor de calentar el trasero a su sobrino. Durante un buen rato
solo se escucharon los gritos de Mark y la mano de Juan descargando una y otra
vez sobre el trasero desnudo de Mark). PLASS PLASS
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AAAAAAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAAAA AU AUA AAAAAAAAAA AAAAAYYYYY AAAAAAAUUU AAAAAAAARGHHHHHH
-
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PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS (Juan
castigaba el trasero de Mark con toda la calma y el tiempo que creía que era
necesario para llegar al subconsciente del niño y dejarle claro que paterale
las Pelotas o empujar a su madre le dolería siempre más a él que a ellos. Juan
no era el tipico padre que te dice “esto em va a doler más a mi que a tí” era
más bien del tipo que decía “¿te duele? Sino quieres que te duela no te portes
mal” por suerte Teresa era un angel pero Laura tenía un character muy fuerte,
al igual que él y Grace le costaba a veces entender que “NO” significa “no”.
así que aunque con unas cuantas palmadas bien Fuertes en el culete ya bastaba
para hacerlas entrar en razón, Juan nunca dudaba a la hora de darlas. Te portas
mal papá y mamá te castigan, te portás
muy pero que muy bien y papa y mamá te premian. Afortunadamente su
esposa opinaba igual que él, los niños necesitan amor y diciplina a partes
iguales).
-
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AU AUA AAAAAAAAAAAAAAAYYYYY AAAAAAAAAAAAAAARGHHHHHH (Mark gritaba para intentar que su
madre sintiera pena por él y viniera en su rescata, pero realmente aquello
empezaba a picar)
-
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PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS (Juan
recolocó al chico para poder zurrale major, ahora que parecía más fácil
maniobrarle)
-
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO AYYYYYYYYYYYYYYYYYYY
NOOOOOO MAMIIIIIIIIIIII STOP HIM!STOP HIM
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAU (ahora ya el dolor y los gritos eran
reales, realmente quería que su madre lo
rescatara)
-
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
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PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS (Juan decidió
abrir bien la mano y aplicar toda su fuerza. Estaba decidido que el chico se
quedara con un muy buen recuerdo de lo cariñosas que podían a llegar a ser las
manos de su tío si volvía a levantarle la mano)
-
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
AYYYYYYYYYYYYYYYYYYY NOOOOOO MAMAAAAAAAAAAAAAAAAAAA MAMI PLEASE STOP HIM
AAAAAAAAAAAAAUUU HE’S HURTING ME BWUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
-
Cris, dejémoslos solos, no
tiene sentido que nos quedemos aquí de píe mirando (le dijo Pedro a Cristina y le tomó
de la mano y se la llevó para su dormitorio, ay que en el salón estaban las
niñas con la televisión, fingiendo que estaban viendo los dibujos y no oían la
paliza que Juan le estaba dando a Mark. Juan prosiguió con el castigo aún un
poco más hasta que el trasero de Mark era todo de un mismo rojo carmesí intenso).
-
¡De píe! (Le ordenó Juan, Mark solo
lloraba sobre sus rodillas como si la vida le fuera en ello. Juan esperó un
minutito a que el chico se percatara que había parado). ¡Mark! ¡Te he dicho que de píe! (Mark empezó a llorar de nuevo pero
esta vez el llanto no era de dolor era más bien de pena) Zwass (Juan agarró el cinturón que había dejado sobre la cama y le
dio un chirlo rápido)
-
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaau (se llevó rápidamente la mano
al lugar donde había caído el cuerazo)
-
Te he dicho que de píe, no
puedo tenerte más sobre mi regazo, ya pesas mucho, chico, y mis huevos me están
matando. Los codos sobre el escritorio y el culo en pompa. No creo que deba de
hacerte un croquis ¿verdad, chico? (Juan hablaba muy duro, nada que ver cómo le habían
hablado jamás nadie. Solo tenía ganas de echarse a llorar sobre el regazo de su
madre) Zwass (y un segundo correazo cayó, Mark corrió al escritorio y
se puso en posición tal y como le había dicho).
-
Por favor, no más sniff sniff (decía entre sollozos Mark)
-
¿no más? ¿no más? Pero si esto recién empieza. Lo de antes solo ha sido los
títulos del inicio Ahora viene la película enterita, Marquitos. ZWASS
(y descargó el primer cuerazo al que le siguieron 29 más) ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS
ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS
ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS
ZWASS ZWASS ZWASS ZWASS
-
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO SOCORRO NOOOO NO MÁS,
NOOOOOOO AUUUUUUUUUUUUUUUUUUU MAMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAÁ, NOOO YA NO MÁS, POR
FAVOR, NOOOO SERÉ BUENO, SERÉ BUENO, PERDÓN, PERDÓN, NO MÁS, NO LO HARÉ MÁS
TÍO, POR FAVOR, ME PORTARÉ BIEN. LO
SIENTO, LO JURO NUNCA MÁS, POR FAVOR, PERDÓN AAAAAAAAAAAAAAUUU AY AY AY AY
AAAAAHHHH
-
Grábate bien esto en la
cabezota esa tuya, Mark. Si me entero que has vuelto a levantarle la mano a tu
madre vas a estar sentándote sobre un flotador ¡un mes!
-
No lo juro, lo juro.
-
Y si vuelves a hablarme de
esa manera tu trasero va a recibir toda la atención del mundo, pero toda va a
venir del mismo sitio y va a ir al mismo, de mi mano a tu trasero ¿te quedó
claro?
-
Sniff sniff Si, señor (dijo secándose los mocos con
la manga de la camiseta. Juan rodó los ojos, sus niñas hacían exactamente lo
mismo. Después de una regañina todos parecían olvidar la existencia de los pañuelos).
-
Ahora, súbete los pantalones y ve a lavarte la cara,
aún tenemos que ir a que te disculpes con Claudio (Juan se subió veloz los pantalones,
no fuera que su tío cambiara de opinión y decidiera continuar zurrando a su
pobre trasero. Cuando pasó por su lado. Juan lo agarró por el cogote. Mark
pensaba que le iba a continuar pegando pero en vez de eso lo abrazó). Chico, siento mucho lo que os ha hecho
vuestro padre, sé que no te sirve de nada, pero lo siento y quería que lo
supieses (le dijo al oído y le soltó. Mark se quedó parado sin saber que
decir). Ve a lavarte la cara. ¿No
querrás que cuando Claudio te vea piense que acaban de darte una paliza,
verdad?. (Mark negó como un loco con la cabeza y salió hacia el baño. Juan
se volvió a colocar el cinturón en su sitio y se puso bien las mangas de la
camisa. Le dolía la entrepierna horrores, lo más seguro es que meara sangre.
Pero eso ahora era lo que menos le preocupaba. Juan salió al salón y vio a las
niñas que cuchicheaban entre ellas, se hacía una idea sobre qué. Mark había
sido muy escandaloso, no podía censurar al chico, él se había tenido que acabar
poniéndose serio. Entonces dedujo que Alberto y Cristina estarían en el
dormitorio que Cristina compartía con Bea. Solo esperaba que su hermana y ese
fosforillo no estuvieran en plan enamorados, mientras él había estado zurrando
al cafre de su hijo. Pero en ese momento salió Pedro de la habitación).
-
Está llorando, ya no sé qué
más decirle, quizás tú que eres su hermano.
-
Ok, ahora hablo yo con ella
(pero al pasar por su lado le agarró por el brazo y le dijo mirándolo como solo
Juan sabía mirar). Pedrito, te recuerdo que soy policía y tengo un arma, como
estés jugando con mi hermanita te juro que no habrá forma humana de identificar
tu cadáver (Pedro
tragó saliva).
-
Jaja jajaja jaja (risa nerviosa) Hay que ver, cómo eres Juan, por un
segundo hasta me asustaste jajaja
-
El miedo está bien. Y Mark no
es el único que debería aprender esa lección. Hablo en serio Pedro, si no vas
en serio, mejor la mantienes ahí (señalándole el paquete)
guardadita.
-
Nunca le haría daño, Juan. No
soy de esos y lo sabes.
-
Precisamente porque lo sé
sigues respirando, pero tú hazla sufrir lo más mínimo y desearás no haber
nacido ¿entiendes?
-
Entiendo (dijo muy seco Pedro y Juan
fue a hablar con su hermana).
¡RAYOS,PERO QUE BUENA QUE ESTÁ,EN SERIO QUE ME HA ENCANTADO!!
ResponderBorrarlitle me encanta aunq soy mas de la idea de q los tios son para malcriar y los padres para fastidiar je je estos tios mas vale perderlos q encontrarlos :)
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