Kurt despertó a la mañana siguiente
abrazando a alguien, pero no olía como Blaine, era un olor como a madera y a
jabón, ese olor era de Sebastian, Kurt se alejó rápidamente del cuerpo caliente
y se sentó en la cama a observar a su rival y empezó a recordar todo lo que
había pasado el día anterior, se había comportado como un bebé, bueno era un
bebé, pero era el bebé de Blaine no de Sebastian, así que haría pagar al chico
cara de ardilla por haberlo engañado.
Kurt se paró de la cama y empaso a bajar
por la cobija como lo que era, un gato, cundo tenía sus dos pies en el suelo,
empezó a recolectar las cosas para su plan de venganza, primero tomo todos los
zapatos de Sebastian y los escondió en el mejor escondite de la vida, la tina
del baño, y si por algúna extraña razón lograra encontrarlos, abrió la llave
con muchos esfuerzos y vertió más de medio bote de shampoo, no quería echarles
tanto pero el bote era pasado y no usaría su shampoocito de moras que le había
regalado Blaine, una vez que termino con eso, decidió que las Crocs tampoco se
salvarían, así que tomo la pasta de dientes y puso un poco en cada sandalia,
luego intento tomar los uniformes del pobre chico, que ajeno a todo seguía
durmiendo a pata tendida, pero la ropa estaba muy arriba y no lograba alcanzarla,
así que empezó a sacar toda la ropa de los cajones y a botarla por la
habitación, cundo por fin termino de redecorar con la ropa de Sebastian decidió
plasmar su arte en la tarea de Seb, pero al intentar subirse al escritorio tiró
un bote con vários lapiceros, colores y muchas otras cosas que lograron
despertar al chico.
Lo primero que noto Sebastian al
despertar fue que el bebé no estaba a su lado, pero al verlo sentado en el
escritorio se tranquilizó, bueno hasta qué vio que el pequeño angelito estaba
rayando su cuaderno un una pluma roja que había quedado encima del escritorio.
“No Kurt, no pintes eso, es mi tarea y la
tengo que entregar mañana” dijo Sebastian quitando la pluma de las manos del
bebé, pero al ver interrumpida su labor decidió que romper la hoja daría el
mismo efecto, Kurt tomo la hoja por la mitad y la jalo hacía atrás con todas su
fuerzas callendo de espaldas en el escritorio y provocando le un infarto
cerebral a nuestro querido silbador “¡No!, ¿que hiciste?” dejo al bebé en la
cama y se puso a examinar el daño, derepente le llego el olor pino de su
shampoo, pero era el único en la habitación, así que corrió al baño y encontró
la tina desborda y todos sus zapatos arruinados por el agua, saco lo que
quedaba de sus Dockers de piel, y lo aventó al agua provocando un gran
chapuzón, serró la llave y se dirigió a la habitación, al ponerse las Crocs
sintió una sustancia resbaladiza en la planta de su pie y el inconfundible olor
a menta le evito tener que averiguar de qué se trataba, tomo aire mil veces y
lo expulsó tan lentamente como podía, tenía que recordar no matar al bebé de su
novio, pero sus planes de ser paciente y considerado salieron por la borda al
ver al niño lanzar el Rolex que le había regalado su papá.
“¡No!” Grito el chico pero ya era
demasiado tarde el reloj voló por los aires hacia su destrucción
Afortunadamente el lujoso reloj calló
sobre un cojín que el día anterior había botado el propio Sebastian, pero
rebotó hacia el suelo, el chico corrió hacia su pequeño tesoro y al levantarlo
descubrió que el cristal se había roto, así que pego el aparato a su oído y
para su tranquilidad descubrió que seguía funcionando, guardo el reloj en su
cajón, con la idea de ir a arreglarlo luego.
Kurt se escondió entre las cobijas de la
cama de Sebastian, intentando hacerse invisible, nunca en su corta vida había
deseado tanto poder retroceder el tiempo y evitar hacer todo eso.
Después de un tiempo de estar escondido y
no escuchar ni un ruido, el minino decidió salir de su escondite y asomar su cabecita,
lo que vio le causó mucha culpa, el joven estudiante estaba secando el baño, o
bueno haciendo el intento ya que el shampoo había provocado demciada espuma que
dificultaba dicha labor, la ropa ya estaba recogida, bueno en realidad
amontonada en un rincón, y el chico se estaba paseando por la habitación
descalzo ya que sus sandalias también estaban arruinadas.
Kurt estaba undido en sus pensamientos de
culpa cundo se escuchó un fuerte golpe proveniente del baño, al levantar la
cabeza vio a Sebastian tendido en el piso con la espalda recargada en una
pared, se veía cansado, no física, sino mentalmente, así que el pequeño tomó
valor y se acercó al Warbler sentado en el frío suelo del baño, Kurt recargo su
cabecita en la rodilla de Sebastian y puso sus mejores ojitos de “lo siento”,
pero no tuvo el efecto deseado.
“Nunca voy a caerte bien, ¿verdad?” Dijo
Sebastian acariciando la cabeza de Kurt “pensé que ayer aviamos tenido un
avance, pero veo que solo fueron ideas mías" con eso el chico se paró con
el minino en los brazos y lo dejo de nuevo sobre la cama, mientras el buscaba
algo decente que ponerse.
Kurt se sentó observando en silencio, al
ver a Sebastian tan triste pensó que le daría gusto, peor no fue así, más bien
le dió tristeza a el mismo, porque sabía que el había provocado la tristeza de
Sebastian, pero Kurt fue sacado de sus pensamientos por la última declaración
del chico.
“Pero no te preocupes ya entendí, no
quieres que esté con Blaine, te prometo que en cuanto llegue terminaré esto”
Sebastian limpio una lágrima solitaria que corría por su mejilla “como dije, no
puedo competir contigo, tu siempre serás primero para Blaine”
El resto del día pasó sin más
contratiempos, Sebastian se siguió ocupando del pequeño, pero ya no fue como al
día anterior, la relación estaba tensa y en general el chico dejo que el bebé
se entretuviera solo con sus juguetes.
Blaine llego a las cuatro de la tarde a
la academia, estacionó el auto en su lugar designado y entro corriendo al
edificio, no bajo siquiera las maletas, ya habría tiempo para eso, el moría por
ver a sus dos chicos favoritos.
Reviso su habitación, pero allí no
estaban, pero aprovecho para cambiarse de ropa por una más a su estilo y no la
típica playera básica y jeans que usaba en casa de sus padres para ”disimular”,
como decía su padre
Pero antes de que pudiera cambiarse la
playera Sebastian entro por la puerta con el pequeño híbrido dormido en brazos.
Blaine se acercó silenciosamente a Sebastian y le planteo un beso tierno en los
labios antes de tomar a su bebé en brazos e igual regalarle un beso en la
frente antes de ponerlo en su camita.
“Llegaste antes” dijo simplemente el
chico más alto, Blaine lo vio demacrado serio y sintió el beso un poco frío,
pero lo atribullo a la sorpresa de su llegada repentina.
“Si, no soportaba un segundo más en esa
casa de locos, y además ya los extrañaba demaciado” dijo colgándose del cuello
de Sebastian para robarle otro besó, esta vez no tan tierno, después de unos
segundos la pareja por fin se separó, con un suspiro tratando de recuperar el
aire perdido por el beso apasionado
“¿Y eso?” Pregunto Sebastian extrañado,
regularmente era el el que iniciaba las caricias un poco más subidas de tono.
“Es que encerio te extrañe” dijo Blaine
sonrojandose por lo que acababa de suceder, Sebastian sonrió un poco al ver lo
tierno que se veía Blaine con las mejillas sonrojadas, pero perdió rápidamente
la sonrisa al recordar lo prometido a Kurt.
“Tenemos que hablar…”
0o0o0o0o0o0o0o0
Kurt se despertó por el portazo con el
que se cerró la puerta y los sollozos que se escucharon posteriormente, al
levantar la cabeza vió tendido en la cama a un Blaine devastado que no podía
controlar sus sollozos, el minino bajo rápidamente como todo un experto desde
su camita, lo difícil fue subir a la cama del joven de cabello rizado. Una ves
que logró subir se pegó al costado de Blaine que instantáneamente abraso a su
pequeño bebé.
Después de un rato más de sollozos, por
fin Blaine logro regular su reputación y ví que Kurt de había vuelto a dormir,
lo contempló por unos minutos acomodando los mechones que habían aterrizado en
su cara.
“Estamos los dos solos nuevamente bebé” y
con eso Blaine también se quedó dormido, sin saber que el pequeño híbrido solo
fingía.
Cuando Kurt estuvo seguro de que Blaine
dormía se sentó en la cama, y ahora fue su turno de contemplar al adolescente,
podía ver los ojos rojos y las mejillas inchadas de Blaine, y algo dentro de él
se removía y lo hacía sentirse mal, algo le decía que el era responsable por el
dolor de su amado...¿Papá? ¿Cuidador? ¿Amigo?, bueno ese sería tema para otro
día.
Dentro de su cabecita Kurt se preguntaba,
¿Porque si había conseguido lo que quería, no se sentía como si hubiera
ganado?, ahora eran el y Blaine nuevamente, como en un principio, como siempre
debió ser, talvez solo se sentía mal por que Blaine había llorado, pero el lo
compensaría, sería extra lindo y super tierno para que pronto se olvidará del
tonto Sebastian, con ese último pensamiento el bebé se acurrucó contra el
cuerpo de Blaine y volvió a dormir
0o0o0o0o0o0o0o0
Los días pasaron y todos se empezaron a
preocupar por Blaine, el alegre chico, con el entusiasmo hasta el cielo, ya no
estaba entre ellos, a cambio convivían con algo parecido a un zombie. El chico
solo contestaba si se le preguntaba en clase, con los Warblers ya no le
interesaba tener los coros, de echo había faltado a algunos ensayos, y Waide lo
sentenció que si volvía a faltar lo sacaría del grupo, eso centro un poco a
nuestro lindo chico de cabello chino, pero no mucho seguía apagado como muerto.
Sebastian no estaba mucho mejor,
deambulaba por los pasillos con un humor de los mil demonios que nadie le
aguantaba, en esa semana fue más veces a la oficina del director que en toda su
vida, y recibió lo que nunca en su vida: una tunda con la vara
Flash back
Era el partido semifinal de polo de las
panteras de Dalton contra los troyanos de Grace Academy, que no compartía las
políticas de tolerancia cero ante la intimidación como Dalton.
“Hola princesas, volvieron para la quinta
derrota consecutiva” alardio el capitán de los troyanos, asiendo gala de su
dominio del caballo
“Ni sueñes Antoine, este año la copa será
de Dalton” dijo Jeff mientras cepillaba a Hope la yegua blanca con la que
juega.
“Tú cállate maldito marica” dijo otro de
los alumnos del Grace
“Tranquilo Thierry, deja a la mariposita
cepillar a su yegua, seguramente no le pudieron dar un semental porque montarla
a la muy…” el medio francés fue interrumpido por un cepillo volador que lo
golpeó justo en la frente
“Osez finir cette phrase et oubliez mes
manières, car je vois que vous avez oublié la vôtre” dijo Sebastian en un
perfecto y fluido francés que dejó con la boca abierta a más de uno de los
troyanos.
“Tu parles français?” Pregunto Thierry
indignado
“Je pense que c'est très évident” respondió
cortante Sebastian
En eso sonó la corneta que avisaba que
juego estaba apunto de empezar y que los equipos debían tomar sus lugares.
Ya Iban a más de dos tercios del partido
cuando un troyano comete falta asustando al caballo de Jeff provocando que este
gallera del caballo, desde las gradas se oyó el grito de Nick, que entro
corriendo a la cancha y de tras de él se vio cómo se paro Blaine, pero fue
detenido por Will de entrar a la cancha, Sebastian no soporto ver la cara de
preocupación que tenían Blaine por Jeff, sabía que era tonto porque lo único
que sentía Blaine por el Rubió era un amor fraternal, pero aún así le molestaba
demaciado la idea.
Y justo en ese momento cuando el control
de Sebastian se tambaleaba, a Antoine se le ocurrió tirar de la cuerda que ya
estaba floja
“¿Que pasa marica es tu novia?” Y empezó
a reír ilarante de su propio chiste, justo tocó el cable sensible en la cabeza
de Sebastian y perdió la cordura momentáneamente, bajo al troyano de su caballo
y empezó a golpearlo a puño limpio, estaba tan entretenido que no recordó que
era un lugar público hasta que sintió unos fuertes brazos que lo alejaban de
chicho sangrante en el suelo
“¡Hotchnner quiero que ese delincuente
responda por esto!” Grito iracundo el director de la Grace Academy, al levantar
a su alumno que ya empezaba a mostrar los signos de una golpiza.
“Director Evan le suplico que no se
entrometa en la disciplina de mis alumnos, ya sabré yo que medidas tomo con mi
chico, y usted encarguece del suyo” con eso el director Hotchnner se llevó a
Sebastian a un lugar apartado.
“Imaginarás que te expulsarán del juego,
¿cierto?” Dijo el severo director cundo llegaron a los vestidores
“Si, lo lamento mucho director Hotchnner,
pero es que… argh”
“Lo entiendo señor Smythe, ¿hablaron de
el señor Anderson?” pregunto en un tono más comprensivo el director
“Si, no puedo permitir que hablen mal de
el” dijo el joven sintiendo como se sonrojaba al expresar su amor hacia Blaine
con el director
“Hay Sebastian eh de confesar que al
aceptar ser director de una escuela para chicos pensé me iba a ahorrar los
dramas amorosos, pero veo que no” dijo el director terminando con una sonrisa
“entiendo su posición señor Smythe pero aún no es aceptable reaccionar como lo
hizo, golpear a alguien nunca es la solución, si quería golpear algo se hubiera
esperado a que empezará de nuevo el partido”
“Lo siento, solo no fui yo en ese
momento” se disculpó nuevamente el chico
“Creo que fue completamente usted señor
Smythe, explosivo y apasionado, no espero que no se meta en problemas tiene
dieciséis años, en estos momentos piensa más con sus emociones que con su
cerebro, y entiendo que está molesto con todo el asunto entre el señor Anderson
y usted, pero es mi deber castigar su mal comportamiento y usted rompió una de
las reglas más importantes de la institución, recuerde que la academia Dalton
tiene una política de tolerancia cero a la intimidación, así que una vez
lleguemos a la institución necesito que se presente en mi oficina, ¿entendido?”
“Si señor”
“Vamos a terminar de ver el partido” dijo
el director tomando del hombro a Sebastian y llevándolo a las gradas.
El partido terminó sin más incidentes,
así que una vez dadas las despedidas de cortesía, ambas academias se dirigieron
a sus planteles, una vez en el edificio de Dalton, Sebastian de dirigió
directamente a la oficina del director para recibir su sentencia.
Algo temeroso el chico tocó la puerta de
la oficina “Adelante” se oyó desde adentro, Sebastian tomo aire para darse
valor y empujó la puerta
“Buenas noches director Hotchnner”
“Buenas noches Sebastian, ¿cenaste ya?”
Dijo el director separando la vista de los papeles que tenía entre las manos
“Si”
“Bien, nesecito que se pare en aquella
esquina con las manos en la cabeza en lo que termino de revisar estos papeles”
dijo el director señalando la única esquina vacía de la habitación, que
justamente tenía el objetivo de resguardar las narices traviesas de los alumnos
de la academia Dalton.
Sebastian se levantó y fue a pararse en
aquella esquina, se quedó allí por un buen rato hasta que oyó el terrible
llamado
“Sebastian, acércate por favor” dijo el
director sentado en el escritorio, el chico se acercó lentamente y se quedó
parado frente al director “¿Sabes por qué estamos aquí?”
“Porque golpeé a un alumno de otra
academia”
“Bien, ¿Y entiendes porque está mal?”
“Porque golpeando a la gente no resuelvo
nada”
“Ya que todo está completamente
comprendido, necesito que te retires los pantalones y te inclines sobre el
escritorio, te daré cinco con la vara por golpear a un compañero, serían más si
supiera que no lo merecía” con eso el director consiguió sacarle una sonrisa al
chico.
Sebastian retiro lentamente sus
pantalones y se inclinó sobre el elegante escritorio de madera, una vez en la
posición solicitada cerró los ojos en la espera del primer golpe, con un
silbido que hela la sangre calló el primer golpe, Sebastian solo apretó los
dientes tratando de no hacer ningún ruido, así se mantuvo los otros cuatro,
resistiendo los impulsos de cubrirse o moverse.
Cuando terminaron el director lo dejo
recostando un momento para que se recompusiera luego lo incorporo y le dió una
palmada en el hombro como consuelo, era parte de su trabajo, tenía que
identificar qué tipo de consuelo necesitaba cada chico, si a Sebastian
intentará abrazarlo como a Blaine sería sumamente incómodo para ambos, y al
contrario si sólo le diera una palmada de apoyo a Blaine rompería en llanto por
creer que seguían enojados con el.
“Listo, eso es todo puedo ir a dormir”
“Gracias director*
0o0o0o0o0o0o0o0
Desde ese día en el campo Sebastian no
volvió a tener un ataque de ira adolescente descontrolada, pero seguía enojado
y desanimado, al igual que Blaine que se le notaba la tristeza a kilómetros y
con neblina, esto no le gusto a nuestro pequeño híbrido, su plan de distraer a
Blaine con su ternura no estaba funcionando, de hecho era todo lo contrario,
ahora la paciencia de Blaine era más corta por lo que en las últimas semanas
había estado más tiempo en la esquina que fuera de ella, como en estos momentos
que estaban en la clase de latin, y a Blaine le precio irritante que Kurt no
dejará de restregarse contra su brazo, así que lo mando a la esquina en lo que
terminaba de tomar notas.
Después de un rato de estar en la esquina
y ver que Blaine no le prestaba atención, decidió salir de el aula para pensar
un rato debajo de su árbol favorito, después de un rato de caminar por los
pasillos el pequeño minino se perdió así que despidió que también podía pensar
en una de las comodas sillas del pasillo, y así es como lo encontró Will
“Hola pequeño, ¿Qué haces aquí tu solo?
¿Dónde está Blaine?” Dijo el asesor sentándo a Kurt en sus piernas
“En clase”
“¿Y se puede saber porque no estás con
él?
“Está molesto”
“¿Contigo?”
“No lo creo, creo que está molesto porque
el y Sebastian ya no son novios, y quiero saber cómo arreglarlo”
“Bueno pequeño eso es algo en lo que no
te puedes meter, lo tiene que resolver ellos” dijo Will haciendole cosquillas
en la pancita al bebé triste, pero no esperaba la respuesta que recibió,
conolestia el pequeño empujón las manos del maestro
“No entiendes, es mi culpa que ellos se
separaran, yo hice enojar a Sebastian y por eso dejo a Blaine, ahors tengo que
ver cómo arreglar lo que rompí”
En eso entra corriendo un Blaine muy
asustado que casi rompe en llanto al ver a su bebé sano y a salvó en brazos de
su profesor
“Oh por dios, allí estás” dijo mientras
levantaba al bebé en su brazos “no vuelvas a salirte del salón sin mi” dijo
Blaine dándole dos palmadas en la colita al híbrido, que empezó a llorar
escandalosamente por toda la carga emocional que traía encima y además de eso
su Blaine se enojó con el.
“Lo siento BUAAA!”
“Ya, ya tranquilo, solo me asusté” en eso
Sebastian entra corriendo al pasillo y se detiene al ver que Blaine ya había
encontrado al pequeño híbrido
“Lo encontraste” dijo Sebastian y tuvo
que resistir el impulso de acariciar la cabeza del pequeño híbrido que todavía
lloraba.
“Si, gracias por ayudar, lamento haberte
sacado de clase” dijo Blaine algo incómodo por su arrebato, en la desesperación
al no encontrar a Kurt la única persona que se le vino a la mente fue su
exnovio, así que corrió hacia el laboratorio de biología y lo saco casi
arrastrando
“No te preocupes, yo siempre estaré aquí
para ustedes, ahora tengo que volver o el profesor se molestará” con eso
Sebastian regreso a su clase y Blaine se dirigió a su habitación, eran
suficientes emociones para un día.
Mientras los chicos se alejaban un plan
se formulaba en la cabeza de el pequeño híbrido, ya sabía cómo pegaría lo que
había roto, después de todo, ¿el era lo más importante para ambos chicos no?
0o0o0o0o0o0o0o0
Lo sé, lo sé, se los debo así que aquí
está el séptimo capítulo del pequeño minino, y no hago promesas, peor intentaré
actualizar todas mis historias.
precioso tu relato. Pobre Kurt!!!!!
ResponderBorrarGrace
Ese minino se merece unas buenas palmadas!!
ResponderBorrarEs lindo pero se vio muy egoísta separando al par de tortolos!!
Ya quiero saber que planea ese bebé y espero que sea estricto con él para que aprenda la lección!!
Tali no tardes en actualizar tu historia que ya se extrañaba!!