Seis
vidas Seis perspectivas diferentes
Capítulo
2
David
Extrañamente
su mamá no lo había despertado, sentía un fuerte dolor de cabeza, no estaba
entendiendo nada… ¿Qué había pasado? Ya eran cerca de las 9AM y el seguía en su
casa, no había ido al colegio.
Al
ponerse de pie la realidad le cayó como un balde de agua fría, ya sabía lo que
había pasado, su mamá lo estaba dejando dormir pero seguramente después le
daría un castigo no muy agradable. Se llenó de valor y bajo las escaleras hasta
encontrar a su mamá, estaba leyendo unos documentos.
-Hola
mami –Dijo el chico algo apenado.
-Hasta
que te despiertas David –Era evidente el enojo que tenía.
-Perdóname,
en verdad lo lamento… no quería que me vieras así –Dijo esperando con eso
conmover a su madre.
-¿Y
crees que así de fácil se solucionan las cosas? ¿Pidiendo perdón? NO DAVID, DE
ESTA NO TE SALVAS PORQUE SABES PERFECTAMENTE QUE NO DEBES TOMAR ALCOHOL, AYER
NI SIQUIERA ERAS CONSCIENTE DE LO QUE HACÍAS. –Dijo poniéndose de pie.
-Prometo
no volverlo a hacer pero cálmate –Rogó el muchacho, no quería oír gritos, de
veras le dolía la cabeza.
-NO
LO HARÉ, ¿CÓMO SE TE OCURRIÓ HACER SEMEJANTE COSA HIJO? ESOS NO SON LOS VALORES
QUE TE HEMOS ENSEÑADO CON TU PAPÁ, ESTOY REALMENTE DECEPCIONADA –Con lo último
que dijo a David se le aguaron los ojos, iba a llorar, se sentía bastante
sensible en ese momento.
-Yoo
eh –No sabía cómo continuar, ni siquiera quería que su mamá lo viera así por lo
que trato de ir caminando hacia atrás.
-AH
NO… TU TE GANASTE EL CASTIGO A PULSO, NO TE VAS A IR Y MENOS ME VAS A CONVENCER
CON ESAS LAGRIMAS DE COCODRILO QUE TIENES –David le dio razón a su madre, pero
aun así no quería recibir ningún castigo y menos del tipo de su mamá.
-Dame
otra oportunidad mami –Dijo con la voz ya quebrada David pero su madre negó con
la cabeza.
-Ya
te he dado muchas, ven para acá –Por experiencia él sabía que lo mejor que
podía hacer era hacerle caso a su madre, cuando fue ella lo condujo hasta un
escritorio, sacó una regla de madera y le ordenó quitarse los pantalones y
recostarse.
-NOOOO
MAMA POR FA ASÍ NO –Ya David se había asustado, esa regla dolía.
-Haz
caso hijo –Dijo con calma la señora. Le tomó unos 5 minutos a David acceder y
recostarse como su mamá le había indicado. –Bien, créeme que esto es peor para
mí que para ti, pero no voy a permitir que mis hijos se comporten de esa forma
y mucho menos que se emborrachen siendo tan jóvenes…
CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP
CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP
CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP
CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP
Solo
se escuchaba el sonido de la regla, David se había mordido los labios para no
quejarse, lo solía hacer con su mamá porque le daba algo de vergüenza. Y su
mamá no quería tampoco seguir regañándolo durante el castigo.
Una
vez terminó, David se colocó los pantalones, su mamá le acarició el pelo y
después le dijo que se duchara.
-Luego
de que te bañes baja, te voy a preparar sopa de pollo y de paso de daré una
pastilla para que se te quite ese dolor de cabeza. –David asintió y se duchó lo
más rápido que pudo, le estaba dando mucha hambre.
Juan
Felipe
Mi
familia ya estaba lo suficientemente destruía como para que ahora a mí me
comenzara a ir mal en el colegio. Mi abuela me preparaba el desayuno todos los
días, mis papás desde temprano trabajan porque aún quedan muchas deudas por
pagar.
Sé
que envidiar a mis amigos es malo, pero desearía ser Andrés o Esteban en este
momento, ellos jamás van a tener que preocuparse del dinero porque como decía
mi hermano, ellos casi cagan plata.
Le
agradecí a mi abuela la comida y salí hacia la estación del metro, generalmente
no me tardaba mucho en llegar al colegio y por eso solía estar en el salón
primero que mis amigos, hoy no fue la excepción, antes solo había llegado
Santiago.
-Hola
Santi –Saludé, él no es precisamente un amigo mío, pero tampoco me desagrada.
-Hola
Juan –La mayoría de gente me decía así, solo mi hermano me llamaba “JuanFe”,
pero él ya no está.
-¿Qué
tal estuvieron las clases ayer? –Pregunté, ayer no quise venir y Santiago era
lo suficientemente nerd para contestarme.
-Aburridas,
aunque estuviste de buenas… no dejaron ni una tarea –Dijo con una sonrisa, él a
veces era muy amable, pero yo sentía que algo raro tenía.
-¿Podrías
prestarme tus cuadernos para adelantar algo? Lo hago ahora y en el descanso
–Podría pedírselos a Alejandro, pero últimamente él estaba igual de deprimido
que yo.
-Claro
Juan, yo no tengo problema. –Dijo y vi que estaba jugando con su celular uno de
los juegos que más me gustan, así que lo reté antes de que comenzaran las
clases.
Alejandro
Llegué
apenas, me había apurado para llegar al colegio. Hoy había venido con mi
hermana, odiaba que estuviera tan cambiada, ella solía ser tan alegre y ahora
apenas podías percibir su presencia.
-Cuídate
–Le dije antes de que nos separamos, ella no me respondió nada. Entré al salón,
ya había llegado el profesor y de todos mis amigos el único que había venido
hoy era Juan, no pude evitar preocuparme y mirar mi celular, Andrés me había
escrito la noche anterior.
-Hola
Alejo ¿Qué tal todo? –Preguntó alegre, estaba jugando con Santiago algo en el
celular.
-Bien,
¿Por qué no vino ayer? –Pregunté porque era extraño que él no fuera al colegio,
ese era más el estilo de Andrés.
-Me
sentía mal, quería estar con mis abuelos e ir a ver a mi hermano, lo estoy extrañando
un montón. –Dijo algo triste, su forma de hablar hizo que yo pensara en lo que
haría si a mi hermana le pasara algo parecido, pero logré calmarme.
-Imagino
lo difícil que es… en verdad yo lo siento mucho –Dije sinceramente y supongo
que también lo creyó porque cambió el tema.
-Gracias.
Por cierto, ¿Sabe qué pasó con los otros? –Preguntó y decidí contarle todo,
Juan me miraba algo impresionado.
-Y
yo solo llegué a mi casa y me quedé dormido… aunque si me preocupa lo que haya
pasado con los otros, no pensé que todos fueran a faltar hoy.
-Deben
estar con dolor de cabeza, o quiero creer eso –Dijo Juan y yo pensé lo mismo,
pero sabía que al menos David ya la tenía jurada, su mamá nos había visto a
todos y dudo que se la dejé pasar tan fácil y por los otros dos supuse que, si
llegaron a sus casas, pero no sé porque ninguno llegó hoy.
Sonó
el timbre y el profesor de historia empezó su clase, al llamar lista si le
pareció extraño que tres amigos faltaran justo el mismo día, imaginaba que se
habían ido de pinta por lo que ni siquiera cuestionó a los dos que si estaban.
David
A
pesar de todo, mi día estaba siendo genial… tenía tiempo de que no la pasaba
tan bien con mi mamá, estuvimos viendo películas y comiendo, ojalá así pudiera
ser siempre.
Subí
un rato a mi cuarto a ver mi celular, recordé a mis amigos y quise saber lo que
había terminado de pasar con todos. Encontré mensajes de Andrés de ayer y unos
de Alejandro de esta mañana, le respondí a ambos, pero solo Alejo me contestó
casi de inmediato.
Me
preguntó por qué no había ido hoy a clase y me explicó como habían llegado a
sus casas, realmente estaban locos por haberse subido a un carro tomados, pero
bueno, lo importante es que no les pasó nada grave.
Me
dijo que ni Andrés ni Esteban le habían contestado, era extraño sobretodo por
parte de Esteban, esperaba que su padre no se diera cuenta porque si no seguro
habría terminado castigado igual que yo.
Escuché
que mi hermano mayor había llegado a la casa y bajé a saludarlo, estaba bastante
molesto.
-Pues
la verdad no sé por qué hacen trabajos en grupos en la Universidad si siempre
están los vagos que no hacen nada y si quieren pegarse a uno para pasar la
materia. –Mi mamá lo escuchaba atenta a ver que le podía decir.
-Por
eso debes aprender a buscar personas que trabajen, no es bueno hacerse con los
vagos. –Dijo ella.
-Si,
pero no es tan sencillo, se supone que los de mi grupo no son nada vagos y mira
lo que pasó, hoy nos sacamos 0 porque a uno se le dio la maravillosa idea de no
hacer su estúpida parte y sacar la excusa de que estaba enfermo, ¡como si no
lleváramos casi un mes con ese trabajo! era obvio que el profesor nos iba a
joder por eso. – Mi hermano era un nerd completo, casi del estilo de Juan
Felipe, en cambio yo solía reprobar algunas materias, por eso él estaba tan
molesto, le importaban demasiado sus notas, casi que lo único de lo que me
habla es de la universidad y sobre la importancia de tener un excelente
promedio… creo que yo pensaré más en ir a discotecas cuando cumpla 18.
Santiago
Había
empezado bien el día, Juan Felipe había hablado conmigo y de hecho sociabilicé
bastante bien. Realmente no se me dan esas cosas, para mí es casi imposible
tener amigos y no los culpo… soy demasiado raro para ellos.
Era
el segundo año que estaba en este colegio, a veces muy aburrido, antes
estudiaba con chicos de clase media y ahora estaba en un colegio donde había
desde personas clase media hasta chicos con guardaespaldas.
Me
habían cambiado de colegio porque odiaba a todos mis compañeros y ellos no
podían entender todo lo que yo había cambiado, ya no podía ser como antes y ese
era un gran gran problema. Cuando era niño solía ser muy alegre, hasta se
podría decir que era extrovertido, pero ahora si me hablaban solo pensaba en no
decir cosas que pudieran espantarlos.
Mi
problema detonó cuando tenía 14 años, realmente estaba siendo algo agobiante el
colegio y eso sumado a la separación de mis padres fue demasiado para mí. Un
día mi mamá me dijo que me había inscrito a una excusión de verano, ella estaba
emocionada porque decía que me iba a divertir, solo que algo raro entró en mí,
era un miedo extraño por tener que ir con gente rara a un lugar que no conocía
y cada vez que mi mamá me hablaba de eso yo comenzaba a entrar en pánico.
El
día en que ella me iba a llevar a la excusión yo me volví loco, literalmente
hablando… me puse muy agresivo y comencé a tirar todo lo que estaba a mi paso,
se podía pensar que era un berrinche pero en realidad estaba fuera de mi mismo.
Creo que ella llamó a mi papá porque no sabía que hacer conmigo y fue él el que
hizo que empezara a llorar como loco, él tenía más fuerza que yo e intentó
arrastrarme así que lo pateé… no sé qué más pasó, pero terminé siendo internado
en un hospital psiquiátrico, con eso se desató mi locura y de paso me volví
bastante torpe para sociabilizar con los demás.
A
partir de ahí me han hecho muchos estudios, tipo rata de laboratorio, voy a
reuniones grupales con otros chicos más locos que yo y en ocasiones tengo
ataques de golpear a la gente… ya los tengo muy controlados, pero aun así mi
mamá se asusta con eso, tiene miedo de que le haga daño a alguien, pero yo sé
que eso no va a pasar.
Según
mi historia médica yo tengo como siete trastornos diferentes, pero ahora los
más importantes, y para los que tomo los medicamentos, son fobia social y TOC…
estoy tomando 4 pastillas para calmar mi mente, la mayoría de veces no quiero
tomarlas pero lo hago para mi mamá este más tranquila.
Mis
compañeros no saben nada, aunque si siento que muchos de ellos me ven como
bicho raro, pero, lo acepto, no puedo sociabilizar… no me gusta hablar con la
gente y tampoco quiero que se enteren de lo loco que estoy.
Algo
bueno es que logré hacer un amigo, él apenas entiende que debo tomar pastillas,
pero es realmente un apoyo para mí. Me trata normal, no le da miedo mi actitud
y me ayuda si no entiendo algo, su nombre es Gustavo… tampoco es alguien muy
popular dentro del curso, de hecho, odia a los populares, también es bueno con
las materias y ha accedido a ir a mi casa en algunas ocasiones.
Llegué
a mi casa bastante tranquilo, mi mamá me dio unas onces y yo me puse a hacer
las tareas. No podía dejar de preguntarme por qué Juan Felipe me había hablado,
como dijo me devolvió mis cuadernos antes de que se acabara el día, pero él
hacía parte de un grupo de gente popular… yo no me adaptaba a ellos y ellos
tampoco a mí. Entre sus amigos él era el más agradable por ser más serio y
menos estúpido, Alejandro no me molesta, pero tampoco me agrada, Esteban y David
si se me hacen muy odiosos y a Andrés, casi ni lo conozco, suele faltar
bastante al colegio, solo sé que tiene dinero y que la mayoría de las chicas
mueren por él.
Supuse que los tres se habían ido de
pinta hoy, me molestaba que sean tan irresponsables, sus papás les están
pagando un colegio costoso y a ellos no les importaba en absoluto. Con ese
pensamiento continué haciendo mis tareas bastante concentrado.
Gracias por el capitulo!!
ResponderBorrarPero me tienes intrigada con lo del inicio de la historia!!
Pobre chico le dieron varios reglazos y bueno por lo menos después la mamá lo consintió mucho!!
Me gusta mucho la historia 😉