Capítulo
12
Las
ideas de Federico no sonaban tan mal, en verdad quería volver a ser yo, estaba
cansado de fingir. No había desayunado, y tampoco tenía ganas por todo lo que
había pasado… desde el cuarto escuchaba los lloriqueos del hermano de Federico.
Isaac,
el menor, entró en mi cuarto algo alterado… supuse que se había asustado por
los gritos:
-Fede,
¿por qué mi papá está tan bravo? -Me preguntó, se veía asustado.
-Es
que anoche se fue a una fiesta y mi papá se dio cuenta -No quería dar más
detalles.
-¿Tomó?
-Asentí, igual a los 12 años ya es obvio darse cuenta cuando alguien estaba
borracho. -Mi papá le pegó muy duro, nunca lo había visto así.
Era
incómodo, sentía que Isaac me estaba buscado como hermano mayor, solo que yo no
lo era, él me recordaba a mi hermana menor. El chico me dijo que fuéramos a
consolar a David, no sé por qué acepté, pero terminamos al frente de su cuarto.
-¿Se
puede? -Pregunté luego de tocar.
No
dijo nada, pero el sonido de su llanto ahogado me hizo entrar al cuarto seguido
de Isaac.
-Largo
-Dijo David, pero no sonaba para nada creíble.
-¿Mi
papá te pegó muy duro? -Su pregunta incluso hizo que yo me pusiera rojo.
-A
mí también me pego -Afirmé. Era algo que nunca hubiera aceptado con mis
hermanos.
-¿Por
qué? -Me dijo un poco más calmado David, él sabía la respuesta así que no tuve
que decirlo. -Lo siento, se me pasó el tiempo.
Estuvimos
en un momento incómodo que duró varios minutos. Se me había ocurrido una idea,
ellos eran los hermanos de Federico, quizás podían ayudarme… mandé a la mierda
todo y decidí contarles todo.
-Tengo
que contarles algo -Dije. Ambos me miraron con atención. -Sé que puede sonar
imposible, pero yo no soy Federico… mi nombre es Gabriel.
Pensé
que iban a quedar en shock, pero lo único que hicieron fue reírse.
-Y
yo soy Harry Styles -Dijo David riéndose.
-Lo
digo en serio, desde el partido algo pasó… yo no sé explicarlo, pero necesito
su ayuda, mañana me voy a ver con Federico y necesito que me ayuden a llegar…
yo no conozco por aquí.
-¿En
serio quieres que te creamos eso? -Dijo David. Pude notar que Isaac si me
estaba creyendo.
-Solo
quiero que me ayuden a llegar mañana al parque 7 de septiembre -Dije.
-Está
bien -Me dijo Isaac, David no estaba muy convencido, pero al final asintió.
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Hernán
y yo nos fuimos temprano a la biblioteca, estaba algo cansado y desubicado… un
chico de 12 me estaba guiando. El transporte era terrible, tuvimos que subirnos
a un bus pequeño lleno de gente, nunca me había subido en mi vida a uno y me
sentía incómodo.
Luego
de una hora, Hernán fastidiado porque creía que estaba fingiendo me hizo bajar.
Era un parque gigante, nos íbamos a ver en el mapamundi.
-¿Al
menos me vas a invitar un helado? -Me dijo. Su mamá me había dado algo de
dinero más lo que tenía gracias a Gabriel, eran 260 dórales, claro que me
alcanzaba para un helado.
-¿Por
qué tienes tanto dinero? -Sabía que Hernán pensaba que estaba robando o algo
por el estilo.
-Ya
te dije que es mío -Cuando dije eso alcancé a ver a lo lejos un carro conocido.
Habían llegado.
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Cuando
nos despertamos, fui a donde el papá de Federico a decirle que quería ir a dar
una vuelta. Al principio parecía enojado, pero al final accedió, con la
condición de que fuera con mis hermanos en el carro.
David
logró convencer al chofer de que nos dejara un rato solos en el parque.
Fácilmente me distinguí y vi a Hernán, hacía mucho tiempo que no lo veía. Salí
corriendo y lo abracé, me vio como si estuviera loco.
-¿Quién
eres? -Me dijo con algo de asco.
-Gabriel,
idiota -Dije y me miró aún más asustado. En ese momento me alcanzaron Isaac y
David.
-Bueno,
expliquen qué pasa -Dijo David. Parecía molesto de estar aquí.
-En
el partido cuando nos chocamos cambiamos, ahora él soy yo y yo soy él -Dijo
Federico.
-¿Por
qué juegan con nosotros? ¿Tan tontos nos creen? -Dijo enojado David.
-Pienso
lo mismo, solo admite que estás robando Gabriel -Me molestó la afirmación de
Hernán, yo no soy así.
-Pueden
preguntarme cualquier cosa, puedo demostrar que soy Federico… y tu niño, puedes
hacer lo mismo con tu hermano -Le dijo a Hernán.
Ellos
pensaban que era un juego, comenzaron a hacernos preguntas… al principio eran
fáciles, pero después se volvieron tan complicadas que ellos se dieron cuenta
que no estábamos mintiendo.
-Entonces,
¿se chocaron en un partido de basket y ahora cambiaron de cuerpo? -Dijo Isaac
-Esto parece una película.
-No
es tiempo de bromas, en serio hay que volver a la normalidad -Dijo Gabriel.
-Todo
este tiempo pensé que te estabas volviendo loco… -Dijo Hernán mirándome. -Pero
eras un idiota rico… ahora que lo pienso, si se nota que tú no eres Gabriel.
-Y
ese tampoco es Federico -Dijo Isaac.
-y
¿Qué han intentado hacer? Creo que deberíamos decirles a mis papás -Dijo David.
-Ya
lo intentamos, no nos creen…
-¿Y
ya intentaron buscar en Google? -Dijo Hernán. De todos era el que se veía más
distante.
-Si,
hay que buscar o una bruja o no sé, intentar entender por qué nos cambiamos
-Dijo Gabriel.
-Bueno,
las brujas no existen y eso de reflexionar suena a una película de Disney, ¿no
creen? -Dijo David burlándose.
-¿Tienes
una mejor idea? -Dijo Gabriel empujándolo.
-No,
pero al menos soy realista… si van a perder el tiempo haciendo tonterías,
háganlo… juguemos a la película de Disney donde el rico entiende al pobre y el
pobre entiende al rico… lindo final -Continuó diciendo David y para mí que
tenía razón.
-Pues
no perdemos nada intentándolo, pueden pensar unos días y nos volvemos a ver… lo
intentamos y si no pues buscamos a alguien que nos puede ayudar -A veces Isaac
sonaba más maduro que nosotros, todos parecían estar de acuerdo.
Mis
hermanos me dieron dinero y nos invitaron a almorzar, era tan raro verme a mí
mismo ahí, sin embargo, comí… últimamente me la pasaba todo el tiempo con
hambre así que aproveché. Después de un rato, llegó el chofer por mis hermanos
y “yo”, cuando se fueron me di cuenta que estaba mucho más tarde de lo que
habíamos acordado regresar.
-Nos
van a matar -Me dijo Hernán. Me cogió del brazo y comenzó a correr como loco
hasta que nos subimos al bus que nos llevaba hasta el barrio.
Cuando
llegamos a la casa, tal y como esperaba, la mamá de Gabriel estaba ahí en la
puerta esperándonos.
-¿Por
qué se demoraron tanto? -Era una pregunta de doble filo, pero Hernán no lo
entendió.
-Me
demoré mucho buscando el libro mami -Dijo muy seguro.
-¿Ah
sí? ¡Muéstrame el libro! -Cerré los ojos, que tontos habíamos sido… tuvimos que
haber pasado por la biblioteca.
-Yo
ehhh… -Dijo Hernán casi queriéndose poner detrás mío.
-No
me gustan los mentirosos y ambos lo saben -Ella fue rápida, cogió a Hernán, le
bajó el pantalón y con una cuchara que tenía de madera empezó:
Plaf
plaf plaf a plaf mi plaf no plaf me plaf vienes plaf a plaf decir plaf mentiras
plaf plaf yo plaf me plaf doy plaf
cuenta plaf de plaf plaf todo plaf no plaf se plaf te plaf olvide plaf
plaf plaf plaf plaf plaf
Apenas
le dijo eso, lo soltó y fue detrás mío… sabía que me iba a pegar con más
fuerza, lo único que me sorprendió fue que también me bajó el pantalón:
PLAF
PLAF PLAF A PLAF MI PLAF NO PLAF ME PLAF VIENES PLAF A PLAF DECIR PLAF MENTIRAS
PLAF PLAF YO PLAF ME PLAF DOY PLAF
CUENTA PLAF DE PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF TODO PLAF NO PLAF SE PLAF TE
PLAF OLVIDE PLAF PLAF HIJO PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF
PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF
Cuando
terminó, yo estaba llorando en silencio… no sabía sido tan dura pero tampoco
suave. Abrazó a Hernán y después nos dijo seria:
-Espero
que no hayan ido a hacer algo malo porque donde me entere de que están en algún
problema o en algo que no deben voy a decirle a su papá para que les dé una
buena paliza. -¿Entonces era ella la que me parecía una mamá tierna?
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