CAPITULO 7
Todos mienten mamita también
Al despertar
los nuevos padres lo primero que hicieron fue ir a ver a su hombrecito que
dormía abrazado a Satchmo y tenia al pobre cachorrito completamente babeado…
ellos luego de sonreír fueron a preparar el desayuno.
“¿estás segura que quieres hacer esto sola?”. Peter
preguntó a su esposa rompiendo el silencio en que desayunaban.
“No veo cual sea el problema” ella
respondió con un tono herido, “No me
crees capaz de cumplir con mi rol de madre Peter Burke?”
“....No, no es eso El, es que...bueno...después de
ver como se comportó Neal ayer pues...” Peter titubeó al observar que
su esposa levantaba una ceja...”esta
bien, tú llevaras a Neal pero... prométeme que me avisaras si existe algún
problema, yo llegaré de inmediato” El agente Burke dijo muy serio, pensando
en cómo su mujer iba decirle a su hijo que hoy era un día especial...era el día
de la visita al doctor por sus vacunas… y si una parte de él daba gracias no
ser él el que tenga que decírselo a su hijo.
“mamita” escucharon una vocecita salir
de la recamara “hambreeeeee” espero
unos segundos “papito cosquillas”
Ambos padres
voltearon, Neal era una bolita en pijamas de pelo enmarañano y sonrisita
traviesa, Peter abrió los brazos para abrazar a su niño y después de depositar
un besito en su mejilla, le levantó su camisa y comenzó a dar juguetonas mordidas
en la barriguita de Neal...
“Yo también tengo hambreeee y me comeré a este niñitoooo” dijo con voz
fantasmagórica mientras El reía a carcajadas.
“no... no papito yo no soy comidita” trataba de
explicarle Neal a su padre.
“¿en serio? es que te ves tan apetitoso” Peter
respondió sin dejar de jugar con el estómago de su retoño, hasta que El
intercedió por el pequeño...
“Vamos Peter, suéltalo para que se lave las manos y
venga a desayunar con mami y papi”...dijo plantando un besito en
la nariz de su hijo.
“si papi, viste por malulo mamá te regaño y si te
portas mal tantán en la colita” hizo la mímica perfecta para
terminar apuntando su propia colita.
“Jajajaaja...”
Peter sacudió su cabeza con una risita socarrona, en ese instante recordó que
ayer mismo había castigado a Neal con la paleta y comenzó a sentir un
remordimiento involuntario... “hablando
de tan-tan, cómo amaneció la colita de mi angelito ésta mañana, ¿todavía te
duele?...” le preguntó en tono dulce
“nada papito” le dijo Neal con un dulce beso
en la mejilla a su padre “pero Nealito
no mas malo tantán duele” trato de explicar el pequeñin.
“Bien...nos alegra oír eso tesoro” ...Peter dijo
soltando un suspiro mientras llevaba en brazos a niño al lavado para lavar sus
manitos, para cuando regresaron El ya tenía un plato con cereal, fruta, jugo de
naranja, pan tostado, huevos, natilla y miel...
“Wooo parece un desayuno para un rey”...Peter
exclamó …
“Es que él es mi rey” respondió El
ayudando a Neal a sentarse y mirando a los bellos ojitos azules dijo… “puedes comer lo que quieras tesoro”
“mami solo tomo mi papa al desayuno” le sonrió
dulce el pequeño Elizabeth también sonrió, Peter tomaba su café y
descuidadamente vio su reloj, ya casi era hora de marcharse...
“Hijo, papito debe irse a trabajar, pero confío en
que serás un buen niño con mamá, comerás tu comida y la obedecerás, ¿puedo
confiar en ti?” le preguntó suspirando un poco, en verdad deseaba
quedarse con su hijo todo el día, le amaba demasiado.
“papito podemos irte a buscar al trabajo” pregunto
expectante Peter miró a El expectante, ella sonrió y dijo con voz dulce y
suave...
“Después del desayuno tu y yo iremos a dar un paseo
y si te portas bien, pasaremos visitando a papá en la oficina”...la dama
exclamó ofreciendo a Neal un poco de fruta.
Neal abrió la
boca gigante el solo quería ir a ver a su papá a la oficina él siempre había
soñado con eso, Peter sonrío descartando sus temores pensando en que éste no
parecía ser un día tan malo después de todo...
“entonces yo estaré esperando ansioso su llegada”...dijo viendo
a su hijo comer con ánimo y revolviendo su cabello con cariño.
“ya papi vete pronto para que te pueda ir a buscar” le dijo con
la boca llena de manzanas.
El soltó una
carcajada y vio a su esposo con el semblante ofendido... “bueno ya me voy” Peter dijo dando un ligero beso en los labios de
El y otro en la frente de Neal... “Pórtate
bien” le advirtió desde la puerta
“te amo papá” le grito Neal
A lo que Peter
respondió con un sonoro aullido “Yo
también te amo mi bebé” sonriendo a los dos seres que más amaba en este
mundo, desapareció cerrando la puerta. El terminó de dar a Neal su desayuno
pensando en las compras de ropa, zapatos y cosas que debía comprar para su hijo...
ah y sin olvidar la visita pendiente al médico para el chequeo de rigor.
Cuando por pin
el pequeño termino el desayuno El lo tomo en sus brazos para cargarlo y
llevarlo a su habitación con un cuidado único y mucho amor lo depositó en su
cama buscando entre sus escazas cosas una mudada de ropa.
Cuando Neal
estuvo listo se tomo ansioso la mano de su madre
“¿dónde vamos mamita?”
“uhmmm primero a comprarte algo de ropa y luego
conocerás a un amigo de mamá y papá” ella respondió en tono natural.
“vamos”
Neal se porto
como un caballerito en las compras, El se sorprendió de las ropas elegidas por
Neal adoraba los trajes porque eran como lucia su papito le repetía a todos en
la tienda cuando lo miraban raro, pero finalmente llego el momento temido por todos
menos por la inocente criaturita.
“mami vamos donde tu amigo y el del papito”
El sonrió
rogando al cielo que su hijo conservara el mismo entusiasmo.
Llegaron a la
clínica, era un lugar con pinturas decorativas y colores llamativos, había
varios juguetes y libros para colorear, casi podría decirse que si no fuese por
la enfermera y el olor a alcohol es probable que cualquiera hubiese confundido
el lugar con una pequeña sala de juegos.
Elizabeth dio
a la señorita sus datos de su hijo ya que era la primera visita le toco llegan
unos interminables formularios. La enfermera que los atendió era joven y
atractiva y observo a Neal con ternura, sus bellos ojitos azules y esa
apariencia de ángel la conquistaron...
“Eres un bebé muy guapo” le dijo con
una sonrisa de oreja a oreja y luego viendo a El añadió... “el doctor Janz le espera Sra. Burke”
“Doctor???” miro Neal con sus ojos
gigantes y apunto de romper en llanto.
Elizabeth
trató de pasar por alto el pucherito en la cara de Neal...
“Vaya pero si así te ves mas adorable” la enfermera
no pudo evitar comentar y El casi la fulmina con su mirada.
“No hay de qué preocuparse tesoro, mamita está aquí
a tu lado y el Dr. Janz es un viejo amigo de la familia” la dama
intentó explicar mientras jalaba del bracito de Neal para entrar al consultorio
de una vez.
“no mamita no quiero me pincha mi colita” lloraba
desolado… en que instante paso de un puchero a las lagrimas pensó El.
“vamos tesoro, tienes que ser valiente por mamá y
por papá...además estoy segura que todo saldrá bien” El intentaba
tranquilizarlo pero el pánico era evidente en su hijo.
Neal trataba
de soltarse la manito.
“no déjame mamá me haces daño”
“Neaaal” Elizabeth exclamó en tono de
advertencia.
“no... mentiste mamita mala tantán en tu colita” Neal intento
darle una nalgas a El con la manito que tenia suelta.
“ya basta Neal” le reprendió El haciendo girar
al niño en sus pies y dándole una palmada, no fuerte pero tampoco tan suave,
que hizo que Neal diera un brinquito, la enfermera soltara un gritito y el Dr. saliera
de su consultorio...
“Elizabeth él debe ser tu pequeño bribón”
“MALAAAAAA duele, quiero a mi papito... Papito
papito ven” Neal interrumpió la conversación
El sonrió un
poco avergonzada e ignoró los lamentos de Neal...
“Hola Henry, si este es mi VALIENTE Y BIEN PORTADO
bebé” ...Ella dijo recalcando las palabras y dio un empujoncito a Neal para
que saludara al Dr.
“NO” dijo Neal enojado
El Dr. vio el
desplante descarado pero no se notaba sorprendido, es más comenzó a sonreír y
se inclinó para quedar a la misma altura que el niño...
“ Soy el Dr. Janz, pero puedes llamarme Henry, tus
padres y yo somos viejos amigos” le dijo con seriedad
extendiendo su mano en señal de salud y luego preguntó... “¿cómo te llamas?”
“Neal Caffrey Burke como mis papás” sonrió el
pequeñito “mamita ya lo saludamos ahora
podemos irnos”
Los adultos
rieron al unísono, pero fue El la que respondió...
“No tesoro, el Dr. tiene que revisarte primero, ¿tú
no quieres enfermarte verdad?”
“no quiero que me pinche” le respondió
con el mismo tono que huso su madre
El suspiró
reconociendo que ésta era una batalla perdida, Neal podía ser muy necio cuando
se lo proponía pero no deseaba molestar a Peter en la oficina así que con ojos
esperanzados miró a su viejo amigo en busca de ayuda...
“Henry, tu tratas con esto todo el tiempo… ¿me das
una mano?”
Por su puesto
sin mas tomo al pequeño Neal y lo dejo sobre la camilla,
“Campeón te sacas la ropita o necesitas ayuda de
mamá”
“no me saco nada” hizo un horrible puchero “El lo que a muchas mamás les funciona por
arte de magia es un cariñito en la colita y obedecen enseguida”
Elizabeth
suspiro
‘si no hay más remedio’...pensó para sí
misma... “me das un poco de privacidad
para hablar con mi niño Henry?”...Ella preguntó al doctor pero sin dejar de
ver directo a los ojos de Neal-
“Por su puesto” y sin mas dejo a Neal que
estiraba sus manitos para que lo llevara con el.
“no mami seré bueno vamos a casa” le dijo con
puchero.
Henry sonrió
al notar el cambio de voz en a súplica del pequeño, él también tenía un hijo de
la edad de Neal y no envidiaba para nada el trabajo de Elizabeth en este
momento.
La dama
interceptó los bracitos de su niño y se sentó junto él en la camilla...
“Neal esto no es un juego es por tu salud y será
mejor que empieces a ser bueno con el doctor o vas hacer a mami enojar” ...le dijo con
seriedad agitando el dedo índice en la cara de Neal en señal de advertencia-
“bueno mami… enójate” la miro
desafiante con sus manitos en la cadera y con cara de reproche “yo estoy enojado contigo”
El alzó las
cejas sorprendida “¿Tu estas enojado
conmigo?... ¿y por qué?”
“mentiste” le dijo con su dedito índice
indicándole el punto como El fuera la nena.
“¿Yo?”...Elizabeth le preguntó
señalándose a sí misma con la cara desencajada... “¿Pero...pero...cuando?”
“dijiste que veníamos a ver a un amigo lo médicos
no son amigos ellos pinchan”
Elizabeth
escuchó a su amigo soltar una risotada desde el cubículo del lado y ella misma
no pudo evitar sonreír...
“ellos pinchan porque tienen que vacunarte para que
no te enfermes”...trató de explicar y un sonoro
“Así es, soy tu amigo y te quiero sano y feliz” se escuchó
retumbar en las paredes.
“bracito o colita” le pregunto
Neal a la pared.
“Lo siento Neal pero siendo tan pequeño, tendrá que
ser en la Colita”...dijo el doctor desde el otro lado...”pero te prometo que no tardará mucho y te
daré un rico dulce al terminar” ofreció con tono alegre.
Las lágrimas
comenzaron a caer por sus mejillas y olvido que estaba enojado con mamá se
aferro a ella como si su vida dependiera de ello
“vayámonos mamita”
A Elizabeth se
le achicó el corazón, pero debía ser fuerte...
“Hijo tienes dos opciones”...le dijo muy
suave al oído del niño...”te portas bien
y dejas que Henry te de un pinchazo y nos vamos a ver a papi a la oficina para
contarle lo valiente que fuiste hoy... o ... mami te da tantán y siempre
tendrás que vacunarte, solo que tu colita estará mucho mas adolorida” ante
el asombro de todos Neal salió corriendo como alma que lleva el diablo, la
enfermera que estaba de pie frente a la puerta con un par de papeles, fue
embestida por el pequeño diablito que la tumbo al suelo, Henry y Elizabeth
venían tras el niño.
La señorita
gritó por el golpe y luego dijo “vaya
que ese niño tiene carácter”
Neal trataba
de salir de la clínica para llegar con papá el secretamente creía que Peter lo
protegería de todo y de todos, Elizabeth corría desesperada, pensando en lo
tonta que había sido al negarse aceptar la ayuda de su esposo, de pronto vio
como Neal abría la puerta de entrada a la clínica y casi se desmaya del susto.
Por suerte Henry tomó la delantera y logro pescar al travieso fugitivo a
tiempo.
“suéltame suélteme maldito bastardo” grito las
horrendas palabras que aprendió de los niños mas grandes.
Henry miró al
niño sorprendido pero no cedió espacio ni por un momento hasta que Elizabeth
llegó a su lado, ella traía una cara no muy amistosa después de oír los
insultos que salieron de la boquita de su niño...Henry casi le sonrió pero
prefirió permanecer callado y entregar el pequeño bulto que se retorcía
intentando zafarse, a las manos de su furiosa madre.
“no mami no lo siento” Neal al ver la
cara de furia de su madre comprendió en lo feo de sus palabras.
“ohhh mi querido niño y te garantizo que pronto lo
sentirás mas”...ella advirtió llevando a su hijo de vuelta hacia
el consultorio. Al entrar no perdió tiempo y se sentó en un pequeño sofá que
Henry tenía en una esquina y bajó los pantaloncitos de Neal de un tirón
“mamita nooooooo” lloraba el pequeño
“Neal te lo advertí”...El le dijo
cerrando sus oídos y su corazón al llanto de su pequeño y le inclinó sobre su
rodilla. Cuando lo tuvo en posición exacta soltó una llamarada de tres fuertes
golpes al centro del trasero del niño SMACK!!..SMACK...SMACK!!.
“nunca más mamita” lloraba
amargamente y su ruego era un triste puchero.
“¿nunca más que hijo...?” Elizabeth le
preguntó en tono severo dando otra palmada más SMACK!!... el golpe resonó con eco, en el pequeño cubículo.
“malulo mamita” lloraba con todo su corazón “No te enojes conmigo mamita que yo quiero
ir por papito” dijo recordándose la condición de portarse bien para poder
ir a buscar a Peter.
Elizabeth
detuvo su mano en el aire...
“Neal lo que dijiste al Dr. estuvo muy mal, si
vuelvo a oírte decir esas palabras otra vez, voy a darte cinco azotes con la paleta.
¿Entiendes hijo?”...SMACK!!! El preguntó dando otro golpe
para captar la atención de su bebé.
Los ojos de
Neal se desorbitaron incluso sus lagrimas se detuvieron “nunca nunca mas mamita feo lo que dijo él bebe... no me llevaras a la
oficina de papá por malo buaaaaaaaa” eso era lo que mas le dolía la
pequeñín.
Elizabeth
suspiró y sentó a Neal entre sus rodillas para evitar que el traserito del niño
se lastimara aún más y comenzó a limpiar los llorosos ojos de su pequeño...
“Si me prometes que te disculparas con Henry y
dejaras que te ponga la vacuna, te llevaré a la oficina de papá...Qué dices
tesoro, ¿tenemos un trato?”
“trato” dijo con un puchero y
limpiándose la cara y la nariz en la blusa de sus madre “lo siento” le dijo al médico.
Luego miro a
su mamita para saber si eso era todo
Henry le
sonrió aceptando sus disculpas, había escuchado claramente los chasquidos y los
grititos de Neal y sabía que había sido correctamente disciplinado. Así que
indicándole a El que no se moviera de su posición...
“Podrías bajar un poco su ropa interior...prometo
que será un pinchazo rápido...” agregó viendo a Neal.
Ella
simplemente asistió con un movimiento de cabeza y descendió la ropita de Neal
hasta sus rodillas.
“dijo un poquito mamita” se quejo
Neal, Henry y Elizabeth sonrieron, el doctor se acercó para insertar la
aguja en un pequeño punto de la colita sonrosada de Neal donde los dedos de El
no estuviesen marcados y como lo prometió dio un pinchazo rápido.
“ya pu mamita no quiero esperar mas” Neal no se
percato que ya habían terminado.
“Jajajaja pero si ya está todo listo campeón, y
aquí está tu dulce” Henry le dijo dejando la aguja a un lado y
ofreciendo frente al rostro de Neal un bombón.
“no puedo fui malo” dijo Neal con
un puchero.
Ambos adultos
se miraron...
“Pero ya fuiste castigado y mamita te perdona...y
apuesto que tu nuevo amigo Henry también...” El dijo viendo al Dr.
“por su puesto si el jovencito es mi mejor amigo” le sonrió
Henry “toma tu dulce y disfrútalo mucho”
“me dolieron mas las palmadas mamita” Neal tomo el
caramelo… con la mano derecha y con la izquierda se sobaba su colita.
El se
atragantó...
“te lo dije, las vacunas no duelen tanto pero tu no
quisiste creerme, así que lo siento por tu colita pero espero ese dolor te
ayude a recordar obedecer a mami”...
“Y al doctor”...Henry añadió muy sonriente
“si mamita… ahora podemos ir donde mi papito”
“Claro que si
tesorito, pero primero ve al baño a limpiar tu carita para que papito no vea
que has llorado...” Elizabeth dijo con dulzura haciendo cariñitos a
Neal.
Neal se sobo su colita y salió
corriendo al baño
“listo mamita,
vamos donde el papito”
Ella le tomó de la mano y se
volteó para despedirse del doctor...
“Gracias por
todo Henry, fue toda una aventura”...le dijo sonriente.
“gracias amigo
tío Henry no me dolió nada... bueno un poquito pero nada como antes” dijo
agradecido “mamita el papito nos estas
esperando”
“Si cariño,
papito nos está esperando”...ella repitió con una sonrisa y salieron rumbo a
la oficina de Peter.
Lindooooo me encanta el pequeño Neal es adorable genial el capítul espero y siga esta linda historia tenía mucho que mo escribían sobre.Neal pero con cada nuevo capítulo me.convence que la espera vale la pena así que ahora espero una nueva aventura de Neal visitando a su papito en la oficina que travesura podrá realizar el.pequeño jaja
ResponderBorrarFelicidades me.encantan TODAS y cada una sus historias.
J.
LittleHoshi: Simplemente adorable
ResponderBorrarLady y Cassy!!!
ResponderBorrarSon impresionantes, chicas!!!! Me como a besos a ese Neal pequeñito!!! Es un tierno!! jejej!!! Pobre bebé, tan chiquitito, yo lo apoyo en eso de huir del lugar, jijiji... quién quiere vacunas?!! ;P
Les quedó muy lindo el capítulo!! y yo también me quedo ansiando más travesuras, jejeje!!!
Las felicito a ambas!!! Son escritoras fantásticas!!!!
Las estaré esperando!!!!
Camila
que rica historia jajaja a un bebe a todo dar, que malo ese medico, no hizo su trabajo,como debe ser al patibulo lo mando yo, jajajja un medico da la orden del picnhazo jamas se ensucia las manos haciendo llorar a los nenes, jajajaj no somos los cocos que pinchan sino los que dicen pinchalo, jajajja
ResponderBorrarun besote´me encanto
Marambra
chicas que linda les quedo la historia ese Neal es todo kawai!!!... Jeje... Pecaito a quien no le dan ganas de correr cuando te quieren pinchan .. Buuuaa!!!.. Horror!! Jeje... Pobre Neal , chicas las felicito y no se tarden tanto en actualizar porfa sii. Andrea
ResponderBorrarCorre Neal......corre....correeeeeeeeeeee jajajaja...alguien lo culpa??
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