Damián

Damián, digno hijo de su padre; una voluntad de acero, decidido… claro que entrometido, no le gustaba quedarse al margen por ser el menor de la bandada, así que decidió remediarlo, por lo que tomó toda la ropa de los hijos adoptivos de su padre, ya que no los reconocería como sus hermanos, y la dejó en la puerta de la mansión con una nota que decía  “gracias por sus servicios, pero ya tengo a mi hijo… firmado Bruce”  con su letra de niño. Sí, el pequeño diablito no era tan listo como creía, por suerte fue Bruce el que lo encontró y no sus hermanos porque habrían estado muy tristes, aunque no tanto como lo estaba él, por el actuar de su pequeño. Lo llamó al despacho y dejó la vara sobre la mesa sólo para asustar, no la usaría con un niño tan pequeño, pero Damián al verla salió corriendo a esconderse a los brazos de Jason. Hasta la fecha no sabe por qué eligió a ese hermano por sobre Dick… será que era el más parecido a él?! O porque siempre se enfrentaba a papá?!

“Jason, Jason papá quiere pegarme con la vara” y no se equivocó, bueno… sí!! Bastante!! Porque no fue solo Jason quien lo defendió sino los tres hermanos a los que él pretendía echar de su lado, los tres le plantaron cara a Bruce y fue una que hizo temblar al hombre murciélago. Que va! Si hasta a Superman lo habrían hecho temblar.

“si le pegas con la vara le digo a Alfred que te dé con la vara  ti” le dijo Tim sacando valentía del hecho de ser hermano mayor.

Bruce no dijo nada, solo se limitó a darle tres fuertes palmadas a Damián que estaba aún en los brazos de su hermano, y sólo tres porque Jason le cubrió el potito con su brazo y se lo llevó de ahí.

Bruce decidió que esa era la mejor lección para su hijo, ver cómo se comportan los hermanos… lástima que no le dijo a su pajarillo que no habría más castigo que del puro miedo a la vara esa noche se acostó con su hermano.