Todo comenzó cuando Eduardo en vez de estudiar y hacer los proyectos se la pasaba con sus amigos, pero no solo fue eso, si no que aparte de mentir en su casa, estando en una zona prohibida por sus padres y fumando cualquier cosa que los señores de aquella esquina les vendían y tomando bebidas de dudosa proveniencia.
Cierto
día Fernando siguió a su hijo, este sospechaba de que algo había estado
ocultando aparte de las calificaciones, y no se equivoco, aun que después de lo
que encontró deseaba con todas sus fuerzas haberse equivocado y nunca haberlo
seguido, pero no, tal vez si no lo hubiera descubierto a tiempo el vicio
hubiera continuado y aumentado!
Cuando
lo encontró lo llevo a casa de un brazo, entraron a su cuarto Fernando no sabía
qué hacer estaba muy decepcionado del comportamiento de su hijo y Eduardo tenía
mucho miedo de lo que le iba a hacer su papa, apenas se había dado cuenta de
cuánto había metido la pata.
Fernando
lo puso en una esquina y él se fue, Eduardo con todo el miedo que sentía se
quedo ahí, estaba en un estado de shock.
Después
de una hora de estar esperando por fin Eduardo sintió como se abría la puerta,
se giro y vio a su padre con el cinturón en la mano y solo con verlo se puso a
llorar, hace años que no le pegaba, y nunca había sido con otra cosa que no
fuera su mano.
Fernando
se acerco a su hijo, sin decirle nada, le quito los pantalones y una vez que
estuvo recostado en la cama le bajo los calzoncillos y empezó a pegarle
en todo el trasero y los muslos, también empezó a regañarle.
Eduardo
no paraba de disculparse y a prometer cosas… y a sacar más verdades. Fernando
se enojo mas después de saber en todo lo que había estado haciendo su hijo,
pero se calmo ya que se lo había contado, fuese como fuese se lo había contado.
¿No?
Cuando
termino la cara de Eduardo estaba toda roja y llena de lágrimas, no había
dejado de llorar. Fernando le levanto, le abrazo y empezó a llorar con él.
Cuando
todo más o menos se hubo calmado; Fernando le hijo a su hijo que estaba
castigado, y que no volvería a salir en dos meses, ni podría ni usar el
teléfono, ni ver la tele y si descubría que se había vuelto a meterse esas
porquerías los azotes que acababa de recibir se los daría todos los día
por la mañana una semana. Eduardo solo negó como un loco tratando de protegerse
el trasero.
La
semana pasada…
Ya
había pasado 5 semanas de todo ese gran lio en el que se metió Eduardo y
después de sesenta mil platicas sobre drogas y alcohol ya estaba harto,
todo había sido muy difícil los primeros días ya que el sentía esa necesidad de
consumir más, pero ya todo iba mejorando y se había portado muy bien las
últimas dos semanas según el ya se merecía salir, pero no creo que su papa
pensara lo mismo.
Iba a
haber una fiesta ¡SUPER genial! Y de esas hay muy pocas en el año, y todo el
mundo estaría presente, y he estado haciendo meritos para que mi papa me dejara
salir, la fiesta es el viernes y estamos a miércoles, me he armado de valor
para ir a preguntarle.
Recojo
mi habitación, bajo al salón donde está el.
- ¿Que pasa Eddy?- dice sin
apartar la vista del periódico.
- Papa, ya que me he portado bien
estas semanas…
- No saldrás, ya sabes, estas
castigado – me dijo, aun sin apartar la vista.
- ¡VAMOS PAPA! ¡Esta fiesta es
muy importante!
- No, Eduardo, haberlo pensado
antes. –siguió Fernando muy serio.
- ¡¡¡POORFAVOR!!!
- ¡Eduardo ya te dije que no
iras! ¡Y NO IRAS! – grito Fernando cansado
- ¡PERO YO QUIERO IR Y SI NO ME
DEJAS, YO VERE LA FORMA DE ESCAPARME! – parecía un niño pequeño en media
pataleta, Por Dios! ¡Que tenía 17 años!
- ¡PUES NO IRAS! Y si le sigues
con tus amenazas no sabrás la que te espera.-
Eduardo
se fue a su cuarto enojado, lo bueno que no tenia puerta, si no la hubiera
cerrado tan fuerte que se le hubieran caído los adornos de su madre, como la
ultima vez y hubiera sido mucho peor para él!
Ya en
sábado, Eduardo ya tenía un plan para escaparse para ir a la dichosa fiesta,
era un plan infalible, y nada podía salir mal, eso creía el…
Después
de que todos se durmieran en su casa, Eduardo salió por la ventana de su cuarto
directo a la fiesta, ya eran las tres de la mañana y Eduardo estaba borracho, y
había decidido probar un poco de un polvito blanco, que según todos los
presentes sin eso, no ibas a disfrutar la fiesta a lo máximo y olvidándose de
la amenaza de su papa, Eduardo no dejaba de tomar.
Lo que
Eduardo no sabía era que en su casa su pequeño hermano, había tenido pesadillas
de que a su hermano mayor se lo comían unos terribles osos, y había ido a
comprobar si su hermano estaba bien, y al no ver a su hermano por ninguna parte
Dieguito empezó a llorar, despertando a sus padres.
Fernando
se enfureció mucho, Eduardo no estaba por ninguna parte y no tenia celular, ya
que estaba CASTIGADO y tenía que estar en su cama
Fernando
parecía que literalmente echaba humo por toda su cara, estaba tan enojado,
busco y busco el lugar donde estaba la maldita fiesta, y cuando por fin supo
donde era, agarro la llaves de el carro, tranquilizo a su mujer y fue en busca
de Eduardo, y no tuvo que llegar a la fiesta ya que Eduardo ya venía a medio
camino, muy apenas se podía sostener en pie y cuando Fernando lo agarro del
brazo, Eduardo en su estado, creía que su papa era uno de sus amigo y le tendió
un sobrecito del polvito, Fernando al verlo, lo agarro de la oreja y lo llevo a
punta de palmadas a la camioneta.
Eso
sirvió para que Eduardo medio reaccionara.
Cuando
llegaron a casa su mama lo agarro de la otra oreja y lo llevo a su habitación y
le dijo que durmiera un rato. Eduardo ya mas despierto se acostó en su cama, ya
sabía lo que le esperaba al día siguiente.
El
domingo en la mañana Fernando despertó a su primogénito, lo regaño como nunca
antes lo había regañado en su vida, después de tanto rollo y Eduardo llorando y
explicando que el solo había querido ir a la fiesta, y Fernando ya sabiendo que
tomo; lo hizo levantarse hacia la cama y le empezó a dar la zurra advertida
desde hace cinco semanas y como su padre, hombre de palabra, había prometido
esa paliza se iba a repetir por toda una semana! Mala suerte que ese día
era domingo y que después de eso tenía que ir a la iglesia con su familia y las
bancas en verdad eran muy duras y no iba a llevar un cojín.
LittleHoshi: jajaja así que eso fue lo que pasó ¿eh?...pues bien merecidas se las tenía, por tontear con drogas.
ResponderBorraruy no de q se las gano a pulso no se lo puede negar nadie!! Que tremendo y tonto el muchacho meterse droga eso es lo más tonto que se puede hacer. Andrea
ResponderBorrarOhhhh!!!! Pobre Eduardoo!!! Pero se las buscó.... Al menos hubiera disfrutado sanamente de la fiesta, pero no, el chico tenía que usar esas porquerías!! Grrr... Creo que tendrá que acolchonar sus pantalones jejeje
ResponderBorrarMuy buen relato Drea!!!
Camila
falto un detallito, que lo lleve a nalgadas a un centro de desintoxicacion
ResponderBorrarpero ir ala iglesia asi genial ya tnia su mea culpa pagada jajajajja
Bien veninda DREA, ha id una linda historia