Capítulo 4

Capítulo 4

Dentro en la celda…

Mientras todo esto sucedió afuera, adentro de la celda sí que fue salvaje la cosa, un Mikel se abrió  paso gritando a su hijo y enseñándole el trenzadito de cuero ese, que parecía salido de una tienda de KAMASUTRA…. joooo… que los chicos Hoffman se aterraron y compadecieron al pobre Ethan… que sí, que definitivamente iban a ser testigos de un asesinato….¿pero a quien coño se lo iban a contar?….si ellos también están a segundos de morir cuando vieron a su padre quitarse la correa, mientras  les regañaba… si acaso pudieron dar tres pasos de espaldas, y chocaron a contra la pared… que la celdita era pequeña para 5 personas, se miraban entre ellos como adivinando quien iba a recibir lo suyo primero.

Samuel: SE ME QUITAN LOS PANTALONES LOS DOS YAAAAAAAA.

Edward: Paaa… los trapitos sucios se lavan en casa….vale….        

Mark: ¡Qué pena con la visita!, dijo señalando a Mikel que en ese momento volteaba al pobre Ethan, obligándolo a bajarse los pantalones también.

Samuel: EDUARDO ENRIQUE Y MARK ENRIQUE HOFFMAN BOULTON….  ¡AHORA….!

Mark: Tu eres el mayor aquí da el ejemplo… ¿no?      Dijo más que nerviosillo.

Edward: Dale tu primero….  que yo voy a recibir más por la misma razón, además yo era el conductor.

ZAAS Ayyyy      ZAAS  AUuu  soltó un correazo a cada chico al ver que ninguno le hacía caso.  ¡DIJE AHORA….!

Y ambos más rápido que Flash se bajaron los pantalones y tras un movimiento de cabeza y una ceja levantada de su padre se voltearon e inclinaron apoyando los brazos contra la pared….noooo si definitivamente están en la cárcel. Samuel decidió castigar a los dos al mismo tiempo un correazo a cada uno soltaba rítmicamente…. Si parecía que estaba jugando tenis.

ZAAS Ayyy paaa     ZAAS  Auuu pica  ZAAS Ayy     ZAAS  Auu   ZAAS Jooo paaa     ZAAS  Paraaa paaa

Samuel: ¿A quién carajo les pidieron permiso ustedes para ir un concierto?

ZAAS A nadie…Ayy paaa     ZAAS  Auuu lo sientooo  ZAAS Ayy     ZAAS  Auu   ZAAS paaa     ZAAS  Paraaa papiii

Samuel: ¿A quién carajo les pidieron el carro de su madre prestado?

Edward: Auuu… a nadie… fue mi idea… ish ish papaaa yaaa. Dijo mientras trataba de sobarse con las dos manos, es que no sabía donde comenzar si por su trasero o por los muslos.                    

Samuel: Arriba pantalones… cuando los chicos se voltearon Samuel los abrazo fuertemente al mismo tiempo. No saben el susto que me han dado, cuando el policía me dijo que estaban involucrados en un accidente, pensé que les había pasado algo grave. Les decía… bajito, mientras le dio un beso a cada uno en la cabeza.

Mark: ish ish pero … paaa si nos paso algo terrible…. Samuel, los separo de su pecho para ver a Mark y escuchar que era eso terrible…

Mark: Nuestro padre ish ish nos dio 7 correazos que dolieron horribleeee…. ¡Ouchh! Dijo haciendo un puchero…

Samuel: Pues, lamento decirte que cuando lleguemos a casa, recibieran la versión completica pero con la regla, además de estar castigados por un mes.

Edward: ¡QUEEEE! Pero….paaaaa…. te parece poco… ¿vale?

Samuel: Es eso…. O enfrentarse con su madre que prefirió quedarse afuera VIENDO COMO QUEDO SU CARRO.

Edward/Mark: ¡OUCHHHHHH!               

Samuel: Eso pensé….vámonos.

…..

Cuando Ethan vio salir a sus…uhmm…¿Cómo llamar a ese par de locos que habían chocado su auto, compartido su celda y un increíble concierto?...  jodeeer….que lamento no haberles pedido el teléfono a ellos y al otro chico, tal vez hubiesen hecho buenas migas…y tal vez ligar unas chicas saliendo los 4… total sus padres eran igualitos,  no tendrían que disimular nada… además con tanto tiempo que seguro iban a  estar castigados pues a lo mejor sus amigos se olvidaban de ellos.

Vale, volvamos a empezar: cuando Ethan  vio salir a sus “enemicompañeamigos” de la celda, supo que Mikel iba a cometer un “Ethanmicidio premeditado” y que ese trenzadito que su papá traía en las manos sería el arma homicida.

El atractivo pasante de medicina, miraba el azulejo donde hace unos minutos estuvo sentado y deseaba que el cemento  se abriera, lo succionara y lo transportara a la China…pero no, que eso solo pasa en las pelis y en S.H.I.E.L.D y como esta no es una serie de Avengers, pues ni modo, a aguantarse la bronca solito y sin ayuda del Capitán América.

Joooo, ¿Qué no estaban en una comisaría? ¿Por qué los policías no hacían nada para ayudar a la inocente víctima?...uhmm…vale, pues porque de víctima y de inocente, Ethan Van Lauder no tenía ni el pelo de las axilas y eso era más que evidente.

-Estoy empezando a creer que a ti te gusta hacerme rabiar…Mikel dijo desenrollando lentamente el artefacto malévolo.

-No…Ethan pasó la mano por su cabello en un gesto nervioso…no fue mi intención papá…

-¿El qué?...Mikel le gritó azotando una de las rejas con el trenzadito…¿No fue tu intención escaparte de casa? ¿No fue tu intención robarte la movilidad a tu madre? ¿No fue tu intención terminar en una cárcel?

Con cada rebencazo que Mikel soltaba las verjas, Ethan se encogía más y más sabiendo que dentro de poco el azotado sería su trasero y valga la aclaración de que su retaguardia no era de hierro!!!

-Yo…yo…al pobre chico le temblaba la quijada y casi no podía ni hablar…yo sólo quería ir al concierto..

-¡¿Todo este lío por un maldito concierto?! ¡CARAJO!...Los gritos de Mikel hacían eco entre las grises paredes de aquella solitaria celda

-Papá es que…yo…yo…

¿Qué, tienes 10 años? ¡¿Dónde dejaste al adulto responsable que dices que eres?! ¡Pero ya te voy a enseñar yo a no hacer estupideces!

Ante la amenaza, los nervios de Ethan jugaron en su contra y no pudo más.  Cayó de rodillas en el piso, abrazándose a sí mismo y llorando como si fuera un mocoso…porque quizá así se sentía ahora, como un mocoso a quien el monstruo del armario estaba a punto de tragarse.

Como reflejo de las acciones del muchacho Mikel también cayó al piso intentando frenar el ataque de pánico de su hijo, pero por más que le hablaba y lo zarandeaba, Ethan estaba encerrado en sí mismo.

-¡Ethan! ¡Hijo! ¡Reacciona!

-Soy un fracaso, no soy bueno, sólo hago tonterías…y mil frases iguales a éstas fueron la respuesta que Mikel recibió de Ethan.

-¡No, no, escúchame!...el hombre tomó la cara de Ethan entre sus manos y en ese momento, al hacer frente a aquellos ojos cristalizados por las lágrimas, Mikel miró a su bebé de nuevo…a ese mismo niño asustadizo que corría a meterse entre su cama las noches de lluvia diciéndole: “papi apaga los truenos que me dan miedo”

-… no soy nadie…continuaba diciendo el muchacho frente al rostro de su progenitor.

-¡ERES MI HIJO!...Mikel respondía entre gritos

-…No sirvo para nada…

-Sirves par darle sentido a mi vida, eres lo más valioso que tengo!

-…Tú estás enojado conmigo.

-Lo estoy, pero por más iracundo que me veas, siempre habrá algo que debes recordar..

-¿El qué?

-¡QUE TE AMO  Y SIEMPRE VOY A PERDONARTE!...y con un beso sobre las húmedas mejillas de su unigénito, Mikel cerró aquella inusual charla donde el corazón abierto de un jovencito escuchó las palabras que necesitaba oír.

Y es que con el pasar del tiempo y el crecer del cuerpo, los padres a veces olvidan que ahí, en el fondo abismal de nuestro ser, dentro de cada adolescente que profesa ser “un adulto responsable y auto-suficiente”…aún habita su niño de mirada pícara que desea escuchar a su papi decirle que lo ama.

El muchacho dejó de llorar al instante, ésa frase, ése beso… fueron como cicatrizantes mágicos, que sellan las heridas y te dan las fuerzas para seguir de pie…y eso fue lo que Ethan hizo, ponerse en pie, sacudirse los mocos y tomar aquel trenzadito que como un mudo espectador del drama familiar, yacía tirado a un lado de las piernas de Mikel.

-Lamento las tonterías que hice….le dijo a su padre dándole en su propia mano el instrumento de castigo.

Para Mikel, ese fue un gesto de respeto que le hizo sentirse más orgulloso del hombrecito que había criado. Tomó el trenzadito en la mano derecha y para cuando se puso en pie, Ethan ya le estaba esperando con cara de: ¿Dónde quieres que me ponga?

Mikel le indicó con la cabeza el mismo catre donde Aidan estuvo sentado minutos antes y el chico caminó hacia él apoyando sus codos en el maloliente colchón…jooo, que luego de ésta nochecita,  debería darse un baño pero con desinfectante puro!

Ethan sintió a su padre colocarse a su derecha y cerró los ojos. La mano de Mikel estiró el trenzadito y la otra descansaba en la espalda arqueada de su hijo.

Cuando recibió la llamada, en su mente Mikel se imaginó esta escena muy diferente y aunque el resultado sería el mismo: Un Ethan con el trasero adolorido, se alegró de haber experimentado esa extraña conversación previa. Por el amor que gritó tenerle, colocó una mano en la espalda de su hijo…y por el deber de corregirlo, empuñó el trenzadito y comenzó la paliza…

RRAAAAAAZZZZZZZ, RRRRRAAAAZZZZZ, AAAAUUUU, AYYYY– Ethan gritaba a todo pulmón RRRRRAAAAZZZZZ, AAAAUUUU YAAAA PAPAAA POR FAVOR.

-La próxima vez pida permiso ¡CARAJO!…

-AAUUUU, AYYY siii papaaa

-RRRAAZZZ Sí dice que va a estudiar sube a estudiar RRRRAAAAZZZZ

-AAAUUUU…Ethan nunca pensó cada chirlo con ese pequeño trenzadito podría producir un dolor tan picante,  y era porque aquel fatídico instrumento tenía 3 puntas….. joooo que la valentía sentida en un momento se le había ido al  mismísimo cuerno….

RRRRAAAAZZZZ buuuuuuaaaaaaaaa…

Su padre lo azotaba rápido, sin tiempo a adivinar donde caería el siguiente golpe, rápidamente la piel de sus nalgas y sus muslos empezaron a dibujarse unas líneas bien definidas.

-Perdonameee, perdón AYY AYY paaaa pa, perdón,  nuncaaa   maaas, nuncaaaa más AUU, AUU hago algo asiiii, AAAYYYY pero por faaavooor yaaaaaaaa. Había querido ser valiente y aguantar pero que va…nadie podía aguantar aquello, dueeeleee muuuuchooo AUAUAUUU.

Mikel soltó  el trenzado, jalo a su hijo hacia su cuerpo y lo sujeto ahí sobre su pecho para que terminara de llorar, mientras le acariciaba la espalda y le besaba la cabeza, cerró los ojos mientras lo acunaba y le decía… mi valiente… estoy orgulloso de ti, has recibido esta paliza como los grandes mi pequeño. Ahora vámonos a casa….

-Sniff…si papá…sniff…

-Por cierto, sabes  que la movilidad de mamá necesitará una puerta nueva…Mikel le dijo impulsándole con una suave palmada hacia la salida.

-Y sabes que yo….Ethan Gemía por el dolor que sentía en su trasero, necesitaré un cojín para sentarme, paaa… hoy  se te paso la mano…  dijo limpiando la cara y colocando un puchero.

Mikel… no pudo evitar sonreír y sacudirle  el cabello a su chiquillo.

Así pues termina la historia de cuatro chicos cuyos padres le enseñaron  EL ALTO PRECIO QUE PUEDE COSTAR UN CONCIERTO SIN PERMISO…

EL instrumento es lo de menos: La mano, el cinturón o el trenzadito pero EL RESULTADO EL MISMO: unos traseros rojitos que lo menos que desean es sentarse Y EL OBJETIVO: Una Lección aprendida….Bueno… de momento al menos.

Y sin querer queriendo, nosotras nos vamos despidiendo.

A todos los lectores estamos agradeciendo

Y para no aburrir nos retiramos diciendo:

Felicidades Lady por las 700 mil que estas teniendo

y por las 700 mil mas, que te seguirán viniendo!