lunes, 19 de octubre de 2015

Andrés – corto 2-



Andrés – corto 2-


Teníamos unos días libres  y  estábamos  preparando las maletas, iríamos de paseo. Franco llevaría a su novia con la condición de que ella se quedaría en la habitación de Maite.  Habíamos quedado de ir a un gran lago en el que se podía hacer diversas  actividades para los chicos.

Andrés: mami,  maleta  él.
Sandra: ya está su maletita  amor y  la jaula. (jaula o casa de perro para viajar)
Andrés: no, ahí no,
Sandra: es solo para viajar, él no puede ir con nosotros en el avión.
Andrés: mmm
Estaba acostado en mi cama en lo que yo empacaba las cosas y el perrito aun lado de él. Una vez termine de empacar nos fuimos a su recamara y empaque las cosas de él, de ahí me fui ayudarle a Lucas con sus cosas.
Andrés: Luca juega.
Lucas: a que quieres jugar?
Andrés: o se.
Lucas: no sabes.
Los dos se pusieron a jugar con el perrito aventándole una pelota, aunque el que la aventaba era Lucas porque Andrés no lograba coordinar sus manos para arrojarla a donde él quería.
Lucas: mami  podemos comernos una paleta?
Sandra: sí.
Lucas fue por unas paletas del congelador en lo que yo terminada su maleta.
Sandra: hijo porque los calcetines sucios están aquí?
Lucas: están limpios.
Sandra: …!!!
Lucas: bueno, no, ¡aaay mami no me regañe!.
Sandra: ni te he dicho nada, pero no almacenes aquí la ropa sucia.
Jaime: mamá a qué hora nos vamos a ir?
Sandra: a las 5 hay que salir de aquí.
Jaime: ¡eey! a ustedes quien les dio paletas?
Andrés: Luca, ¿quiere?
Jaime: con babas, no gracias.
Andrés: no baba, leche.
Sandra: asi es, no es de babas es de leche… Ya terminaste de empacar?
Jaime: si… qué onda perro… ggrrr que, que traes, la quieres? Atrápala.-se puso a jugar con el perro-
Deje a los chicos en lo que yo iba hacer otras cosas, dejando a Jaime a cargo de vigilar a sus hermanos siendo él el mayor de los tres.
El viaje fue muy tranquilo…aja… Andrés estaba conmigo y Octavio,  Franco se fue con su novia estaban  atrás de nosotros… Maite, Jaime y Lucas enfrente de nosotros. Los más chicos estaban pegados en la ventana, de un principio Andrés estaba en medio de los dos, pero como no dejaba de pararse y golpear a su padre cada vez que se asomaba por lo ventanilla Octavio le cambio el lugar.
Franco estaba con una risita, porque Andrés hacia lo que los demás no podían, que era darle guerra a su papá sin ser reprendido. Octavio ere serio, a veces parecía que se comía al mundo pero era muy buena persona tanto con sus hijo como conmigo, a los chicos solo les quitaba privilegios pocas ocasiones les había castigado de otra forma,  por lo general yo era la que me encargaba de los castigos y la disciplina.
Octavio: hijo, quédate quieto… siéntate…no te metas eso a la boca… ven, quietecito como niño bueno, ya –le dijo serio-
Andrés: ya… mira
Octavio: aaauuuu h…
Octavio lo tenía abrazado según él para que se quedara quiero un rato, tratar de hacerle dormir…   pero se prendió una lucecita que le llamo la atención, al voltear hacia arriba le pego   a su papá en  la nariz, Octavio se agarraba  la nariz masajeándosela  le había dolido  hasta una lagrimita se le notaba en los ojos.
Andrés: mira…
Los chicos se había volteado a ver a su padre que había dado un pequeño “auuuu” pero las ricitas se les escapaban y mejor se quedaron sentados dándonos la espalda… a excepción del descarado de Franco que soltó la carcajada.
Clara: te van a bajar del avión por escandaloso, deja de burlarte… es tu papá.
Franco: perdón… no lo pude evitar.
Cambie de lugar con Octavio quedándome yo a un lado de Andrés en lo que Octavio descansaba un rato, pero  antes dándole  un jalón de orejas a Franco y decirle que dejara de burlarse de él.  Llegamos de noche al hotel… ya teníamos las reservaciones, nos metimos a nuestros cuartos a descansar, las chicas se quedaron en un cuarto, Franco y Jaime en otro, nosotros habíamos pedido una habitación grande para que Lucas y Andrés se quedaran a nuestro cuidado ya que eran los pequeños…  junto con el perro.
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Octavio: este perro porque tiene que dormir aquí?
Sandra: no seas así, déjalo dormir –habíamos pagado un poco más para que el perro pudiera permanecer en la habitación-
Octavio: pero se quiere subir a la cama. –acusaba al perro que tenía las patas en la cama-
Sandra: le traje su almohada.
Octavio: hasta cama propia tiene?
Sandra: claro… ya deja de hacer tanto ruido vas a despertar a los niños.
Octavio: pobre de ti que te pongas a ladrar a media noche, te saco de la habitación… entendido.
Sandra: jaja
El perrito solo movía la colita y sacaba la lengua.
Nos acostamos a dormir,  despertamos hasta las 7 de la mañana que fue cuando Andrés pidió ir al baño.
Rentamos motos acuáticas y nos fuimos a pasear en ellas,  Franco con la oportunidad se perdió casi dos horas con Clara mientras nosotros recorríamos la gran laguna. Incluso el perrito iba con nosotros montado en la moto acuática con Jaime pero ya casi queriendo tomar el volante. Lucas quiso una moto para él solo y aunque Andrés también quería hacer lo mismo que su hermano “pequeño” a él no le podíamos dejar solo era muy peligroso, Octavio se lo llevo, aunque de igual manera estábamos vigilando a Lucas que a un era chico.
Estuvimos buen rato en las motos, los más grandes que era Maite y Franco buscaron algunas actividades aparte, Jaime se fue siguiendo a Maite ella quería ir a buscar recuerdos o algo para comprar “le picaba el dinero en las manos”.
Octavio: vamos a estar en el agua… no prefieres quedarte? –aún era temprano-
Jaime: no, voy a acompañar a Maite.
Octavio: la quieres acompañar o por no estar aquí? –le dijo serio, pero tranquilo-
Jaime: quiero buscar algo.
Octavio: cómo qué?
Jaime: ayy papá, que me vas a estar interrogando todo el día?
Octavio: está bien… ve, cuídense.    
Franco: eso no se mete a la boca… está sucio, dámelo.
Andrés: noo, encontré yo.
Clara: te lo cambio por este, sí.
Andrés:    :)
Clara le había dado una galleta a cambio del pedazo de piedra que se había encontrado. Lo teníamos en un tapete bajo una sombrilla, Octavio estaba  acostado aun lado de él, pero se estaba peleando con el perro.
Octavio: deja de morder mi short, animal este,,, eso es mío.
El perrito se llevó los lentes escondiéndose  detrás de Andrés.
Andrés: míos.
El perro le dio los lentes  y Andrés se puso a jugar con ellos, a los diez minutos…
Andrés: sirven.
Octavio: no, ya no sirven… ya los rompieron.
Andrés: no.
Octavio tomo los lentes que estaban  hechos dos pedazos: mmm contigo no me duran los lentes ni dos días, las cosas no se tienes que romper.
Andrés solo se le quedo viendo como prestándole mucha atención a lo que decía.
Octavio: entendido?
Andrés: no. –siguió jugando con el perrito-
Octavio: mmm
Después de estar un rato jugando, los tres se quedaron dormidos Octavio, Andres y el cachorro aun lado de ellos.
Franco: mi papá se pasa, no que no le gustas los perros y ahí  lo tiene a un lado de él… tan delicado el hombre.
Sandra: Franco.
Franco: qué?
Clara: ya le gusta que su padre le  dé tirones de oreja.
Franco: claro que no amor.
Lucas: mamá puedo ir a nadar?
Sandra: donde te pueda ver, no te alejes y no te metas a lo hondo… el chaleco no te lo quietes.
Lucas: con el chaleco no me ahogo,  me puedo meter un poquito más adentro, por favor.
Sandra: no, estate cerca.
Lucas: mmm
Ya más tarde los chicos se salieron a dar una vuelta, dejándonos a Octavio y a mí, aprovechamos y nos quedamos tomando una copa de vino en el balcón del cuarto.
….
Franco
Les dimos un rato libre a mis padres, mi mamá cuidaba todo el día Andrés, había que dedicarle mucho tiempo por su problema y ella casi no podía descansar, lo cuidaba a él y siempre estaba al pendiente de nosotros, pero cuidar a Andrés podía ser agotador, por lo que le ayudábamos en ratos, nos fuimos a caminar. Les dijimos que buscaríamos algo para comer  por fuera para que ellos tuvieran más tiempo. El único problema  era Jaime que se supone habíamos salido juntos y la mayor parte del tiempo estuvo a 10 metros delante de nosotros o atrás de nosotros, era algo que me enfermaba de él.
Los más grandes teníamos tarjeta de crédito, todos tenían un límite de gasto, sobre todo la de Maite, que gastaba a lo pendejo. Entramos a una cafetería y nos quedamos un buen rato. Maite le estaba dando trozos  de pan a Andrés porque casi siempre deshacía las cosas que tenía en las manos,    una vez terminamos nos fuimos a donde aparcan los botes y lanchas.
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Franco: a dónde vas?
Jaime: a caminar.  Porque?
Franco: acuérdate que venimos todos juntos.
Jaime: solo voy a caminar, tranquilízate. –dijo fastidiado-
Lucas y Andrés estaban jugando en el agua, estaban metiendo los pies mientras unos  pequeños peces les estaban mordiendo los dedos, el perro estaba ladrándoles y metía  el hocico  al agua para tratar de atrapar uno, pero los peces ni se inmutaban por la presencia del animal.
Se hizo tarde y nos fuimos a buscar donde comer, nos fuimos a un lugar  de comidas rápidas cenamos y nos salimos a seguir caminando.
Franco: ooo papá a que llamas? hombre ten confianza de tu hijo, los estoy cuidando, mejor deberían aprovechar que están solos, todavía que les doy un rato de intimidad.
Octavio: Franco, …este mocoso
Tuve que retirarme el teléfono sino me quedaba sordo.
Franco: yo te llamo si paso algo, adiós… uuuy
Colgué el teléfono y seguimos recorriendo el lugar, las chicas quería entrar a una tienda a ver las cosas. Jaime se fue a un baño público  pero al  poco rato le alcance porque Andrés quería entrar.
Jaime: me voy yendo.
Franco: no espérate   yo también quiero entrar… para que lo cuides.
Jaime: pero Fran.
Franco: pero nada o lo ayudas tú en el baño.
Jaime: nooo.-dijo horrorizado-
Franco: pues entonces espérame.
No de buena gana se quedó esperando a que llevara Andrés al baño, una vez termino lo deje con Jaime para entrar yo… no tarde mucho, en lo que entre al baño y me lavaba las manos, cuando salí no estaban me fui caminando a donde habíamos quedado y solo estaba Jaime fuera de la tienda,  cuando me vio cerro los ojos y yo apreté los diente enojado, ya me decía algo su cara de idiota.
Franco: donde esta Andrés?
Jaime: le dije que te esperara en la entrada del baño.
Franco: imbécil de mierda, como se te ocurre dejarlo, muévete y búscalo que si le paso algo...
Los  dos nos pusimos a buscarlo, lo encontré  a los minutos estaba sentado en el pasto de una tiendita mientras una muchacha le estaba  hablando.
Chica: oye, no beberías estar aquí?
Andrés: si.
Chica: no, no deberías  -estaba dentro de un pequeño jardín donde las flores ya habían sido cortadas-
Andrés: toma
Chica: aa que amable mmm
Franco: disculpa ese chico es mi hermanito.
Chica: tiene problemitas, verdad.
Franco: sí.
Chica: ya me daba la impresión.
Franco: lo siento, él ha arrancado las flores… es tu negocio?
Chica: es de mi madre.
Franco: perdón por las molestias –ayude a levantar a Andrés- hay que irnos, vente…  oye perdón por lo de las flores –saque la cartera y le di lo que tenía en efectivo-
Chica: no.
Franco: es por lo de las flores, disculpa.
Andrés: mamá. –movía las flores de un lado a otro-
Franco: vamos, acéptalo.
La muchacha acepto el dinero y nos retiramos mientras Andrés le decía adiós a la joven con las flores en la mano.
Franco: no tienes que arrancar las flores… que hago?
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Tome la decisión de darle una buena lección a Jaime, me lleve a mi hermano con mis padres y les dije lo que había pasado, claro está que ambos se molestaron muchísimo, como era posible que fuera tan inconsciente, mi padre estuvo por tomar el teléfono y llamarle para empezar a gritarle, pero le quite el teléfono y le dije que me dejara darle un buen susto, no estando muy convencidos aceptaron… de alguna o de otra  forma Jaime tenía que entender que su hermano no se podía valer por sí mismo, que nos necesitaba… y que era un completo imbécil  por dejarlo solo.
Me salí a donde los más chicos, mande a Clara a Maite y Lucas al hotel y en lo que nosotros buscábamos a Andrés, (claro él ya estaba al cuidado de mis padres pero eso Jaime no lo sabía, ni los demás que también estaban preocupados porque ya estaba empezando a oscurecer). Mi novia y mis padres  salieron a disque buscarlo, dejando a Maite a cargo de los más chicos estando ya todos enterados de la situación.
Duramos una hora haciendo sufrir a mi hermano hasta que estallo en llanto porque ya había caído la noche y no lo encontrábamos por ningún lado.
La hora del escarmiento había acabado y ya de verle tan mal mi madre le iba a decir que no se preocupara, pero mi padre le detuvo.
Octavio: vamos al hotel para llamar a la policía y meter una alertar de un niño desaparecido.
Jaime solo apretaba las manos y se secaba la cara con la camisa apretando los dientes. Nos fuimos todos a tras de mi padre…  ellos habían fingido muy bien o más bien su enojo los había hecho estar serios en todo  momento. Llegamos y nos fuimos directo al cuarto de mis padres, mi madre tenía a Jaime del brazo como medio abrazado.    Cuando entramos pudimos  ver a Andrés a Lucas y a Maite en la cama viendo la TV.
Mi hermana solo hizo una cara entre pena y algo de molestia.
Andrés: Mami, Mai no da…
Acuso a mi hermana  que tenía el control de la TV en la espalda.
Jaime: Andrés shifff, si él ya estaba aquí porque no llamaste. –le grito a Maite-
Franco: porque yo lo encontré a los quince  minutos de que lo perdieras.
Jaime: estúpido… maldito idiota, porque no me dijiste.
Franco: porque eres un estúpido imbécil… -estaba en el piso, Jaime se me había aventado encima-
No me fue difícil dejarlo en mi lugar, le pensaba soltar un golpe, solo uno, pero no alcance cuando mi padre ya me había tomado el puño.
Octavio: Franco ya cálmate, yo hablare con tu hermano.
Jaime: para que hicieron esto, para burlase de mi –se le escurrían las lágrimas y se tragada los mocos-
Octavio: por supuesto que no, si hemos hecho esto es para ver si tienes algo en esa cabeza… como se te ocurre dejarlo solo.
Jaime: yo le dije que esperara a Franco… él me dijo que sí.
Octavio: y tu hermano cuando ha hecho caso o entendido –le tomo la cara para que le viera a los ojos-… si cuando le dices que no se meta las cosas a la boca lo sigue haciendo, entiéndelo de una vez Jaime tu hermano es un niño especial, cáptalo de una buena vez… por que se te hace  tan difícil aceptarlo… cinco minuto, que te costaba cuidarlo cinco minutos o llevarlo con tu hermana.
Para ese momento Jaime ya no tenía un lugar en la manga de la camisa en la que se pudiera limpiar, Maite y Lucas estaban con las cabezas agachadas, mi novia está viendo a otro lado y Andrés  se nos quedaba viendo sin entender que pasaba o porque hacíamos tanto lio.
….
Nos salimos del cuarto llevándonos Andrés y Lucas en lo que mis padres arreglaban cuentas con Jaime.
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Jaime
Ya sabía que estaba en problemas, desde que lo deje  lo supe, pero creí que él se podría quedar unos minutos en lo que Franco salía del baño.
Jaime: te quedas a esperar a Fran?
Andrés: si
Jaime: no te vayas hasta que el salga de acuerdo.
Andrés: si.
Empecé a caminar  alejándome de él, tenía que dar media vuelta así que le perdí de vista, cuando llegue las chicas seguían adentro de la tienda comprando y Lucas aun lado de ellas con el perro en una bolsa (bolso)  sacando la cabeza.
No fue mucho tiempo… si acaso diez minutos  cuando voltio a ver si ya venían, pero Franco venia solo, en automático cerré los ojos y pude ver como Franco apretaba los puños.
Estuvimos buscando a mi hermano un buen rato pero ya no lo soportaba y me puse a llorar toda mi apariencia se desbordo en ese momento, yo era el chico rico de la clase, el popular y el que estaba bien vestido siempre, estaba en primero de preparatoria y ya sentía que lo podía todo, todo menos que hicieran comentario de mi hermano o que me vieran con él, porque a él  había que tenerle de la mano siempre, era, era como un bebe, él no podía correr sus pies eran muy torpes así como para tomar  cosas con las manos, era muy tierno y siempre demostraba eso dando un beso u ofreciéndote de lo que estaba comiendo así se sacara las cosas de la boca, cada día aprendiendo  algo nuevo, mis padres esperaban que con el tiempo el pudiera ser un chico normal pero nadie sabía cómo funcionaba su cabeza o su cuerpo.   
Él no era así, siendo más chico que yo él era muy claro y decidido en lo que  quería, se parecía mucho a Franco en ese sentido.
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A los 11 años no se media en las palabras y le reclamaba a mi padre cada vez que podía, porque no estaba presente. Recuerdo la vez en que cumplió los 12 años, se puso a retar a mi padre lo más que pudo porque no asistió a su cumpleaños y porque una semana antes no había podido ir a su partido de futbol.
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Andrés: no me hable, no tienes  derecho.
Octavio: hijo, no pude venir, tenía trabajo.
Andrés: pues metete  tu trabajo por donde puedas y déjame solo.
Octavio: no seas grosero Andrés.
Andrés: no estuviste… no me hables, lárgate de mi cuarto.
Octavio: basta ya de tanta majadería, que te estas creyendo.
Pude escuchas cuando uno de varios palmazos cayeron…
Andrés: déjame tú no tienes derecho buaaaa
Octavio: tengo todo el derecho porque soy tu padre.
Andrés: no buua, solo porque tienes dinero y esta casa es tuya no significa que eres un padre buaaa, déjame.
A mi padre esas palabras le calaron (dolieron) y mucho…  dejo a mi hermano en el cuarto llorando y se fue a su recamara.
Mi madre entro al cuarto de Andrés y se puso hablar con él.
Ese día cuando todos estuvimos en la mesa para cenar… también estaba mi padre, era raro verlo en casa, casi nunca estaba.
Octavio: vas a seguir molesto conmigo?
Andrés: claro que sí, no cumplo años hasta el próximo año, así que si vienes el próximo año que lo dudo, te perdonare.
Franco: oo que drama haces, oye, no solo falto al tuyo, no asistió a ninguno, deja de llorar.
Andrés: a ti no te dije, metiche.
Franco: llorón.
Andrés: mami, Franco me está molestando.
Sandra: niño dejen las peleas.
Franco: mami, Franco me está molestando.
Andrés: mami, Franco tiene una revista con una chica desnuda en su cuarto.
Franco: mami, Franco tie…
Andrés: ya no me vas a arremedar?
Franco: mendigo mocoso.
Octavio: Franco, cuando terminemos de cenar voy a subir a tu habitación y pobre de ti que encuentre una revista de esas en esta casa.
Franco: aay como si tú nunca hubieras tenido una, te pasas, mi tío Jared me dijo que tú y él había tenido una, así que no me puedes amenazar  por tenerla.
La cara de mi padre torno a rojo.
Sandra: tranquilízate Octavio, no es una revista sucia.
Franco: y como sabes que no. –ya le gustaba molestar-
Sandra: aay hijo, soy tu madre y ya revise todo tu cuarto, si ustedes asearan sus cuartos de vez en cuando… Mirian no tendría tanto trabajo, pero le veo el lado bueno, porque a cómo encuentra cosas en esta casa.
Octavio: qué clase de revistas son?
Sandra: revistas de carros  con chicas semi-desnudas.
Octavio: y semi-desnudas está bien?
Sandra: están en traje de baño Octavio, no muestras nada indebido si fuera lo contrario Franco  no dormiría tan cómodo.
Andrés: ándale mi mami te va a  sonar el trasero.
Franco: así como a ti te sonaron.
Andrés recordó que estaba enojado: pero eso fue injusto… y me sono él.
Sandra: yo también lo puedo hacer… no tienes que señalar a la gente  y no es “él” es tu papá.
Andrés: pero yo estoy enojado con él, porque me pego y no vino a mi cumpleaños.
Sandra: hijo, tu papá ya te dijo el porqué.
Andrés: porque no quiere a sus hijos y prefiere a su trabajo, pero yo que culpa tengo, si no quería hijo pues no los hubiera tenido. Además no me dejo tener un perrito.
Mi padre solo respiro profundo…
Octavio: te voy a comprar lo que tú quieras..
Andrés: yo qu…
Octavio: que no sea un perro.
Andrés: ooo eso no es lo que tú quieras.
Octavio: un video juego, una bicicleta, un carro de juguete, una televisión nueva…
Andrés: ya tengo muchos carritos, tengo tres consolas diferentes y tengo una bicicleta ¿para qué quiero otra?
Franco: yo quiero un carro.
Octavio: tú no cumpliste años, te doy un carro ya que tengas 18 y tengas  permiso para manejar, antes no.
Franco: ooo
Maite: tampoco viniste a mi cumpleaños y fue hace mes y medio.
Octavio: te fuiste de viaje con tus amigas.
Maite: fue un viaje escolar.
Octavio: ya, de loco te dejo ir a ti sola… y no alegues  que gastaste mucho dinero en ropa.
Lucas: mami porque papi les está dando cosas? yo también quiero.
Jaime: yo quiero un avión a escala que vi por internet.
Octavio: a ver… paren la cosa, si le dije a Andrés que escogiera algo, fue por su cumpleaños… a los demás ya les di algo por el suyo.
Andrés: quiero un perro
Octavio: no, si sigues con lo misto lo único que te voy a dar van a ser unas nalgadas, así que elige… quieres tu regalo o unas nalgadas.
Andrés: mamiiii, dile que no puede hacer eso.
Sandra: Octavio no seas así.
Octavio: elige.
Andrés: aaaa... mmm…
Octavio: tienes una hora para pensar que quieres.
Andrés: quiero ir a un parque de diversiones pero quiero que tú te subas a los juegos conmigo.
Octavio: mmm
Sandra: nada de mmm Octavio ahora cumples.
Octavio: está bien…
A los tres días mi padre tuvo un pequeño descanso,  era jueves y ese día en la mañana en vez de irnos a la escuela nos fuimos a un parque de atracciones todos juntos, papá pidió un permiso en las escuela que no nos fue negado.
Fuera de estrés mi padre era muy buena onda, aunque a Franco le gustaba fastidiarlo. Ese día,  todos subimos algún juego con papá,  Andrés no era posesivo y a pesar de que era su regalo de cumpleaños  lo compartió  con todos.
Era difícil pensar en aquel niño y en el de hoy, aquel no necesitaba la ayuda de nadie para hacer las cosas y este sí, la de todos. Solo que a mí me daba algo vergüenza cuando estaba con él y hubiera más personas más si las conocía, como si él fuera afectar mi reputación o algo parecido, pero Franco era el chico súper del colegio entero, todos los maestros hablaban de él y muchos de los estudiantes aunque fueran de nuevos ingresos lo conocían y el solía llevar Andrés con él, sus amigos convivían con Andrés y parecía que a ellos no les molestaba su presencia, creo que debería empezar a cambiar esa idea tonta que tenía, pero no me era tan fácil hacerlo, a fin de cuentas éramos un año y meses lo que nos llevábamos, se supone que nuestra tarea era fastidiarnos y pelearnos.   
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Mis hermanos me dejaron  solo con mis padres, yo seguía llorando, estaba enojado pero a la vez quería decirme a mí mismo que quien la cago fui yo,  y que lo que viniera seria bien merecido, pero quien en su sano juicio pone el trasero a disposición para recibir una paliza, definitivamente yo no,  menos cuando vi con que seria, él se había quitado el cinto y yo sumido en mis pensamientos no  vi  en que momento.
Puse resistencia pero al final termine con esa cosa estampándose en mi trasero y  llorando aun peor.
ZASSS, ZASSS, ZASSS, ZASSS, ZASSS –auuu, ayy, ya-
ZASSS, ZASSS, ZASSS  ZASSS, ZASSS,-ya, déjame. buaa-
ZASSS, ZASSS, ZASSS, ZASSS, ZASSS, -buaa, aau-
No fueron muchas pero si dolieron horrible a pesar de que tenía el pantalón, no sentí mucha la protección, mi padre había soltado todos esos cintos bastante fuertes.
Buaaaa, buuua shfff, peerdon… yo no quería…
Octavio: no querías pero lo hiciste… porque tienes vergüenza de tu hermano y no deberías… shuuu tranquilo…
Me quede un rato abrazado a él, mientras mi madre se nos quedaba viendo con una cara de tristeza y mucho cariño.
Jaime: prometo que no le dejare otra vez shfff
Sandra: mi niño grande.
Me quede un rato hablando con mis padres pero se hacía tarde y lo mejor sería irme a dormir, cuando salí del cuarto tenía los ojos rojos pero ya había dejado de llorar todos estaban en la recamar que compartiría con el idiota de mi hermano Franco, cuando entramos estaban viendo una peli de terror, Lucas estada con las manos tapándose los ojos pero con un espacio entre los dedos para poder ver y Andrés estaba dormido en la piernas de Maite, Franco atrás de ellos a beso y beso con Clara y el perro arriba de la cama con ellos.
Octavio: ocupados?
Franco: aagggr
Octavio: porque no escogieron otra película, si su hermano no puede dormir ustedes van a estar en problemas.
Lucas: yo la quería ver… pero me tapo los ojos cuando pasa algo feo.
Sandra: a que inteligente… vamos a la cama es tarde.
Mi padre cargo a Andrés y lo llevo a su cama,  antes recibiendo  las burlas de Franco de que ya estaba muy viejito, que él se lo podía llevar para que sus articulaciones y sus reumas no le molestaran después. –no le despertaban porque después era más difícil hacerlo dormir-
Octavio: ándale tú, vas a ver a este viejo en un rato… deja llevo a tu hermano y ya arreglamos  cuentas… ustedes señoritas a dormir…
Las chicas se salieron de la recamara y yo me acosté en mi cama.
Jaime: eres un imbécil lo sabias?
Franco: y tú eres un idiota y un imbécil… pero eso ya lo sabias.
Jaime: estúpido. Me tape la cara con la sabana a pesar de que hacia un poco de calor.
Franco: que te dolió más? la paliza o verlo perdido.
Me lo pensé un rato, no le iba a contestar estaba molesto con él.
Jaime: perderlo. –conteste después de un rato-
Franco: bueno por lo menos descubrimos que no tienes tanta mierda en el cerebro.

Sandra
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Me daba un poco de tristeza que uno de mis hijos tuviera vergüenza de su hermano, porque no dejaba de ser su hermano, él había prometido  intentar cambiar y eso es lo que yo esperaba. Olvide un poco ese dolor que siente una madre cuando Franco se puso a burlarse de su padre, ¡esos dos! ya era su forma de llevarse aunque ninguno de los dos lo aceptara, así se querían, Octavio solo iba renegando de que él no estaba viejo y que estaba en perfecta condición  que podía cargar a su hijo sin ningún problema, él casi estaba  pisando los 40 años yo era un año más chica que él y tampoco me consideraba vieja tenía 38 y pico…   los dos fuimos padres muy jóvenes  y Octavio le dedicó mucho tiempo a su trabajo y yo al  hogar,  por lo que casi nunca estuvo con los chicos.
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Octavio: shuuu, duérmete.
Andrés medio despertó pero con la voz se fue arrullando hasta quedar dormido
En la mañana Lucas estaba dormido en la cama de su hermano y Octavio solo moviendo la cabeza, ya le había advertido a Lucas que él era muy chico aun para ver las mismas películas que sus hermanos, pero ya se había dado el gusto de desobedecer.
Nos levantamos todos y nos fuimos a desayunar.
Andrés: mami, mio, mio, a él  -señalaba algo y después al perro- 
Sandra: que es tuyo?
Todos nos giramos a ver qué era lo que él quería,  había un perrito o mejor dicho una perrita que tenia un vestido.
Sandra: aay que mono.
Octavio: olvídenlo, esta cosa es perro.
Franco: pues igual que nos presten un ratito a la perrita para tener más perritos.
Sandra: hijo,  es un cachorro.
Franco: de todos modos tiene su instinto y su corazoncito.
Octavio: no más perros.
Andrés: ese.
Octavio: no.
Andrés: ese, ese si.
….
Al final fuimos a buscar una tienda de mascotas y le compramos un traje al perro.
Andrés: estee.
Octavio: pues ese será.
Franco: ja perro tan más ridículo.
Sandra: no le digas ridículo grosero, si se ve lindo.

5 comentarios:

  1. Me encanto espero la continues pronto.

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  2. oh XDDD por favor despues quieero foto del perrito vestido de perrita XDDD y me dio pena pero espero q asi aprenda lo q hizo

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  3. Oww que linda historia Mary, me gusta mucho como escribes, tus historias son de mis favoritas ...!!!

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  4. Qué bonita es tu historia, Mary! Me encanta leerte... espero pronto leer más de ti!! :D

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  5. Perro ridículo!! Jajaja se pasa!!
    U.u que fea forma de aprender la lección....
    Esperó pronto volver a leerte Mary!!!

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