viernes, 13 de abril de 2018

Somos del mismo mundo




Somos del mismo mundo
Yo cumplo lo que prometo aunque me demore un poquito, Tahii feliz cumpleaños, navidad y todo lo que te debo. Espero que te guste.
Capítulo 1

La gente dice que unos nacen con estrella y otros estrellados, yo me considero la excepción porque a pesar de que mis papitos no tienen mucho dinero ellos me cuidan y me quieren. Además mis dos hermanos grandes son los mejores del mundo… para mí que yo tengo la mejor familia.

El escrito de Johana me pareció de lo más inocente y tierno que había leído. A veces quería volver a tener ocho años y creer que todo se soluciona con amor… jajaja gran mentira, ahora todo se soluciona con dinero, y mi familia no es precisamente la familia burguesa, se acerca más a los proletarios, esclavos del capitalismo, nótese que he leído a Marx.

Bajé a desayunar, como siempre, café rendido con agua y pan. ¿Será que siempre viviré así? ¿Podré algún día ir a una maldita universidad? y si es que tengo hijos ¿Podrán ellos ir al menos a un buen colegio? Todos los días me pregunto lo mismo mientras me preocupo más y más por el tiempo, en menos de seis meses me gradúo del colegio… y nadie sabe qué pasará después, lo más probable… me iré a trabajar en la ferretería de don José.

Terminamos de desayunar y llame a mis hermanos para llevarlos al colegio.

-Johana, Hernán VAMOS AL COLEGIO -Terminé gritando la frase porque no quiero llegar tarde.

-Gabriel no grites, tengo que dormir, en ocho horas tengo turno. -Mi papá trabaja como portero, en una empresa al otro lado de la ciudad.

-Sí señor, lo siento. –Le respondí, tenía razón, es mejor que duerma.

Al poco tiempo llegaron mis hermanos listos con sus bultos del colegio, me puse el de Johana en el hombro y salimos. El camino es una ladilla, como vivimos en un barrio es algo probable ensuciarse con tierra o resbalarse, las calles no están pavimentadas porque justamente al alcalde no le interesa que un barrio de invasión se vea bien.

Llegamos al colegio a tiempo, un minuto más y nos cierran en la cara, me despedí de mis hermanos y me fui a trabajar. Yo voy al colegio en la jornada de la tarde porque así puedo estar en el taller por la mañana, en la tarde estudiar y en la noche hacer las tareas.

Corrí hasta el taller, queda un poco lejos del colegio y llegue unos minutos tarde.

-Gabriel, sabes que no puedo con la impuntualidad… te quedas sin almuerzo o prefieres una hora extra. -Quería darle un puño a Maritza, maldita supervisora, esto más que un trabajo parece un centro de explotación. Es el colmo que por solo llegar 6 minutos tarde tenga que trabajar una hora más.

-Perdón señora… el viernes si quiere me quedo dos horas más. -Hoy tenía que ir al colegio.

-No… la falta la cometes hoy, y la reparas hoy también. -La maldije mil veces más, desearía no necesitar un trabajo y poderla mandar a la mierda.

-No almuerzo Señora Maritza.

Mi trabajo consiste en cortar telas, estilo fábricas inglesas de la revolución industrial, de lunes a domingo. Normalmente suelo reírme mientras trabajo, pero hoy todos estamos de malas.

Como el almuerzo es de doce a una y las clases comienzan a la una y media, apenas Maritza me permitió salir corrí lo más rápido que pude al colegio a recoger a mis hermanos.

-Llegas tarde inepto -Hernán estaba furioso, entendía su enojo hasta cierto punto.

-Pues te hubieras largado solo a la casa -Le di un empujón, tomé las cosas de Johana y trate de caminar rápido para dejarlos en la casa y poder ir al colegio.

-Oye Gabe ¿Qué hay de almuerzo hoy? -Preguntó Johana.

-No sé. Hernán será que hoy puedes calentar la comida, voy tarde al colegio. -Rogué para que se compadeciera de mí.

-No… ese no es mi deber, tienes que organizar los horarios bien. -Puto niño, decidí no hablar más hasta llegar a la casa.

Había algo de carne y arroz, solo alcanzaba para ellos así que ni modo llevarme cualquier cosa para comer en el colegio. Les serví lo más rápido que pude, vi el reloj, aún tenía cinco minutos.

-Tengan… no dejen nada, Johana quedas encargada, nos vemos a las 6:30. –Claramente Hernán era mayor, pero mi hermanita es mucho más responsable que él.

Llegue al colegio y ya estaba cerrada la puerta, pero un profesor de primaria se compadeció de mí y me dejó entrar. El colegio es “grande” o mejor dicho funciona para primaria y bachillerato, por eso mis hermanos y yo estudiamos en el mismo sitio. Subí al tercer piso, donde tenía clase, todos estaban gritando esperando al profesor, me senté en la primera silla libre y descanse un poco, esperando a que el tiempo pase rápido para ir a comer.

Primero clase de cálculo, después física, luego filosofía… el día no podía ser más aburrido porque no es posible. Salí al descanso a caminar alrededor de la cancha porque no tengo comida y en este colegio no regalan ni un vaso de leche a pesar de ser estatal.
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Clase de economía, algo demasiado aburrido… no sé cómo hay gente que estudia semejante carrera. Mire a los guardaespaldas, tanto al mío como a los de mis compañeros… si para mi esas clases son aburridas, para ellos deben ser la muerte.

-Fede ¿ya hiciste algo del proyecto de física? -Rodé los ojos, Laura no entendía aun que me hice con ella para que hiciera el proyecto, hasta le voy a pagar.

-No, porque se supone que esa es tu tarea, yo solo expongo… mira ¿Cuánto quieres?

-Está bien 500 dólares o nada. -Sonreí, yo pensaba darle más.

-Trato hecho.

Sonó el timbre y con mis amigos fuimos a la cafetería, pedí un granizado de café con una ensalada de frutas frescas.

-Ayer mi papá me volvió a preguntar en dónde voy a estudiar, yo no supe qué contestarle. -Estaba en ese mismo problema ahora mismo. -Es que en Inglaterra todo es hermoso pero son muy puntuales y no, en Estados Unidos la comida es muy fea, y acá ni sé qué universidad me gusta.

-Pues dile que en ninguna… o sea es mejor tomarse un año sabático, viajar a Europa y relajarse, ya hemos estudiado suficiente.-No se me había ocurrido esa idea antes pero era magnífica, Nicolás es un genio.

-Si has eso, la vida es para disfrutarla -Dijimos todos al tiempo.

Entramos a clase de francés pero la profesora no pudo venir, así que nos pusimos a jugar verdad o reto. Luego almorzamos Sushi, me encanta comer eso… no tenía ganas de quedarme hasta las 4 en el colegio (porque en serio, que fastidio una jornada de 7am a 4pm), fingí estar enfermo y el guardaespaldas me llevó a la casa.

-Gracias -Dije cuando me abrió la puerta, mis padres me obligaban a ser amable al menos en eso, la verdad es que pensé en decir su nombre pero no tengo idea.

-Con gusto joven.

Entré a la casa y le pedí a una cocinera que a las tres subiera mi cuarto unos snack. Me lancé a mi cama, prendí el televisor y el XBOX, y comencé a jugar en línea.

Estaba muy relajado cuando llegó la mujer, no me había traído lo que yo quería, que clase de Snack son unos asquerosos frutos secos.

-QUÉ ES ESO… ¡¡YO NO COMO PORQUERÍAS!! -Grité mientras le lanzaba el plato a la cara.

-AHH joven, no sea así -Dijo algo enojada.

-Entonces no sea ineficaz…. -Vi como recogió lo que había tirado y salió de la habitación.

Genial… ahora tendré que ir a la cocina y servirme yo mismo, maldita gente inútil que no entiende lo que quiero comer.

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Después del descanso tenía educación física, una materia que siempre disfruté, sobre todo ahora que estamos practicando baloncesto o sea el mejor deporte del mundo.

-Muchachos vamos a hacer eliminatorias los que ganen se volverán el equipo de baloncesto del colegio y podrán ir al campeonato intercolegial –Necesito ganar, no solo porque si logro ir a ese campeonato me darán comida sino también por la oportunidad de que alguien crea que soy talentoso y me den una beca… aunque igual no puedo ser fantasioso, la idea de comer bien me atrae más.

Me hice con los prepotentes del salón solo para ganar, dos que se creen la última coca-cola del desierto y dos que hacen parte de una pandilla que ronda el barrio.

-Pido ser el centro –Dije.

-Vale, nosotros dos postes y ustedes aleros –Dijo Kevin, todos asentimos y comenzamos a jugar.

Como ya sabía que pasaría ganamos, nos volvimos el equipo oficial de baloncesto del colegio. Sé que no suena muy justo y que en otros colegios hacen audiciones entre todos los cursos y el mejor se vuelve el capital, pero en este colegio no hay dinero para eso así que los equipos los hacen los que ganen las eliminatorias de último año.
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Cuando al fin estaba comiendo tranquilamente me llegó un mensaje al celular, tenía que estar en el entrenamiento de basketball… maldito sea el momento en que me eligieron de capitán. No iba a ir al colegio solo por un maldito deporte así que inventé que estaba en una importante junta con mi padre “cuestiones de negocios”.

No siguieron insistiendo así que conecté el mac al televisor y me puse a ver películas de terror… impresionado de que ya ninguna me asustara en verdad, eran demasiado falsas. Me quedaré viendo esto toda la noche, aprovechando que mis papás están de viaje y vuelven hasta mañana.

-Idiota, ¿Vas a prestarme dinero? –Suspiré algo cansado, ya eran las 2 am y para eso era lo único que me buscaba mi hermano.

-¿Cuánto quieres? –Pregunté medio dormido.

-Solo 1500 dólares –Dijo, yo asentí y saqué mi celular para hacer la transferencia. –Pero ya sabes, el interés es la inflación.

Mi hermano de 15 años asintió y salió del cuarto, dejándome en paz para seguir viendo las películas.
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Por fin llegué a mi casa, tenía tanta hambre… prácticamente no había comido nada en todo el día y sinceramente, el día estaba siendo agotador.

-Hola –Dije pero me quedé callado al escuchar los gritos, mi mamá le iba a pegar a Hernán.

-AHHH AHHH NOOO MAMI NOOO ME PEGUES TE JURO QUE NO LO VUELVO A HACER, LO JURO EN SERIO. –Entendí de inmediato por los gritos que mi mamá le pegaría con la correa, por eso suplicaba.

Negué con la cabeza y abrí la nevera rogando que hubiera algo de comer, pero nada, me enojé porque realmente no entendía por qué coño no había comida para mí, yo también necesito comer no es como si viviera del aire, duré todo el puto día fuera de la casa trabajando o estando en el colegio y no veía ni siquiera un miserable queso. Pateé la mesa al momento en que mi mamá comenzó la paliza.

Zas Zas AYY  Zas Zas YA Zas Zas  PERDON Zas Zas YA Zas Zas PERDON Zas Zas MAMI NO MÁS Zas Zas PERDON Zas Zas BUA

Yo no quería meterme, pero no podía resistirme cuando mis hermanos lloraban igual Hernán aún era pequeño como para que mi mamá le diera una paliza completa con la correa.

Tomé aire, fui hasta nuestra habitación, abrí la puerta y vi el panorama; mi hermano menor sin pantalón tratando de esquivar los correazos de mi mamá. Me acerqué hasta ellos y me puse de frente a ella esperando a que no me pegara a mí también.

-YAAA no le pegues más mamá –Dije interponiéndome entre los dos, ella me miró con furia pero bajo la correa y la tiró a un lado.

-Ponte el pijama Hernán y a dormir, agradécele a Gabriel que no te haya dado lo que había planeado –Dijo –Y tú tienes que dejar de meterte en los castigos con tus hermanos, yo sé lo que hago.

Y salió de la habitación, miré a Hernán esperando a que me contara lo que había pasado.

-Sabes, no debes hacerla rabiar… ella trabaja todo el día para darte la comida, ayúdale un poco –Dije, medio en serio.

-Perdón, yo sé eso… es solo que en verdad necesito el libro de ciencias, si no lo llevo voy a perder y ahí sí que papá me mata –Dijo y yo entendí un poco lo que había pasado.

-¿Cuánto vale ese libro? –Pregunté.

-Esto –Me mostró un papel con el precio y abrí los ojos, lo cierto es que muchos dirían que no es algo muy costoso pero con lo que nuestros papás ganan es casi un lujo poder comprar ese libro.

-Si es mucho… sácale fotocopias, yo te doy para eso –Vi que mi hermano sonrió y me dio un abrazo.

-GRACIAS en verdad te lo agradezco mucho, y perdón por decirle a mi mamá pobre inútil, es que en verdad estaba molesto pero juro que no lo vuelvo a hacer jamás.

-Eso espero chamo –Dije respondiéndole y salí del cuarto a ver mi mamá.

-Hola –Dije algo tímido.

-Hijo, por favor no nos interrumpas cuando castigamos a tus hermanos, ellos deben aprender –Dijo algo seria.

-Si señora –Dije algo cansado.

-¿Comiste? –Cuando preguntó me alegré bastante, al fin alguien que se preocupaba en lo que comía porque en serio ya tenía mucha hambre.

-Nada en todo el día….  -Dije sinceramente.

-Te serviré algo –Dijo sacando un pan que antes no había visto.

-Gracias –Dije cuando me lo dio con algo de café. Me lo comí muy rápido, esa comida podía ser muy simple pero me supo tan rico que no podía describirlo.

-No te atragantes –Dijo casi divertida. –Siento no poderte dar algo mejor o más grande.

-Tranquila mamá, estaba delicioso –Dije sonriendo, aún tenía hambre pero no podía quitarle el desayuno a todos así que me levanté, le di un beso y me fui al cuarto a hacer las tareas del colegio.
Normalmente me demoraba hasta las 10 u 11 pero hoy lo logré antes, me quise acostar temprano porque el día había sido muy pesado para mí y debía madrugar.   

4 comentarios:

  1. Espero que tenga continuacion. Se ve muy prometedor

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  2. Me encantó, ojalá actualices pronto..

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  3. Uy yo pensé que también le tocaba a Gabriel por meterse en el castigo!! Pobre me dio pena que tenga tantas obligaciones y tan chico el muchacho...
    También sentí horrible que no tenga que comer!!
    Y en cambio el otro chico que se llama Fede tiene hasta de sobra donde le avienta la charola a su empleada!!
    mm tengo muchas dudas así que espero que continúes!!

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  4. Creo que estoy muy sensible o no se, pero llore al leer... La diferencia es abisnante y ninguno de los chicos tiene la culpa, nadie elige en que familia crecer.

    Es un muy lindo regalo amigo mio!!!
    Muchas gracias y espero los siguientes capítulos " te envío cariños y te quieros" ( ya se que eso te da risa)

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