El castigo de Jorgito….
Tifón
Jorgito
Carminha
-Jorgito,
hijo.... no pelees conmigo, mi amor!!... Yo sólo trato de ayudar....-Decía
Carminha, tratando de tomar del brazo a su hijo- ...de ser una madre ejemplar
para ti! Es que no tengo derecho a preocuparme por ti?! A exigir un poquito de
tu cariño?!- Se quejó teatralmente, con lágrimas en los ojos, sosteniendo en
una de sus manos un juego de sábanas nuevas, de algodón egipcio, doradas como
el oro, que había llevado para el nuevo departamento de Jorgito, tratando de
poner la mejor cara de compungida.
Jorgito,
su hijo "adoptivo", le estaba haciendo pasar otro mal rato... uno más
de los ya tantos que le había hecho padecer, especialmente en la gran fiesta
que habían dado en su mansión, en celebración de otro feliz aniversario de
casados
Carminha
había puesto el grito en el cielo! Jorgito le había hecho quedar como una
basura delante de tanta gente! Eso era una ofensa para ella que no estaba
dispuesta a soportar. Por eso, al día siguiente le pidió a su esposo que fuera
PADRE con el pequeño problema, atribuyéndole toda la culpa a él de que Jorgito
fuese tan caprichoso y malcriado.
Por
supuesto, el idiota de su marido, en vez de darle una buena cachetada y hacerlo
disculpar como ella pretendía, viene y le ofrece vivir solo, en una de las
zonas más costosas de Brasil. Vaya castigo! Pensaba ella, con la sangre a punto
de hervirse.
Pero
cuando lo pensó mejor, aquello serviría de excusa para demostrar a todos que
Carmen Lucía no era ninguna resentida y así, se propuso llevar adelante el
papel de madre preocupada y salió a hacer unas comprar para llevarle cosas
lindas a su niño.
Cuál
fue su sorpresa que al "niño" no le pareció nada bien que esa mujer
se fuera a meter en sus cosas... No era secreto que Jorgito no soportaba a
Carminha, hasta le tenía resentimiento, tal vez fuera que intuía que aquella
malvada mujer era la misma que lo parió y que lo dejó en el tiradero, donde
creció y conoció a su primer y gran amor.
-Mira,
cariño, las cosas lindas que te trajo tu madre- Dijo, con una gran sonrisa,
apenas entró al departamento, esperando encontrar al muchacho de buen
humor.
Pero
Jorgito estaba lejos de recibirla con los brazos abiertos. Apenas abrió la
puerta y la vio entrar como dueña y señora, no pudo contener sus ganas de
alejarse de su madre y empezó a gritarle -Qué estás haciendo aquí?!! No te dije
que no quiero verte?!... No quiero verte, ni oírte, ni saber nada tuyo!! Por
qué no me dejas en paz?!! -Decía, cada vez elevando más la voz, atrayendo la
atención de su padre, que había llegado más temprano con comida.- Ésta es mi
casa ahora y si quisiera que vinieras, te hubiese invitado! Sal. Sal de aquí,
Carminha...- Dijo de muy mala gana el galán de los ojos marrones y labios
sensuales, empujando a su madre hacia afuera del apartamento-
-Hijo,
me estás lastimando... Cariño, por qué eres tan malo conmigo?!... No merezco
que me trates así, después de lo mucho que hago por ti! Siempre atenta a todo
lo que necesitas, y tú?! Mira cómo me lo pagas!- Argumentaba, exagerando gritos
y caras tristes como buena víctima.
-Pues
NADIE te pidió que lo hicieras- Gritó a todo pulmón, ahora sí sacando a su
padre de la cocina, quien llegó justo para ver cómo su adorado hijo sacaba del
brazo a su esposa, casi a las rastras de la sala.
-Hijo.
Jorgito...!- Pero nada. La voz de Carminha se perdía en la enormidad de aquel
bello departamento. Su hijo ni siquiera la escuchaba y no se detuvo hasta que
tuvo en frente suyo a su padre, quien lo fijó con una mirada seria. Era la
primera vez que Jorgito veía esa expresión de enojo en su padre y un escalofrío
le recorrió la espalda.
-Pa-papá!!
-Expresó entre tartamudeos, liberando el brazo de su madre cuando los ojos de
su papá se clavaron en los gestos de su hijo. Con aquella mirada, Jorgito
entendió que papá le toleraría muchas cosas, pero jamás, jamás, JAMÁS faltar el
respeto a una dama, menos si esa dama era su madre... aún cuando fuera Carminha.
-Hijo,
suelta a tu madre de inmediato!!- Exigió Tifón, masticando cada una de las
palabras. El muchacho no necesitó mayor motivación para cumplir con las órdenes
de su padre.-Muy bien... ahora quiero que le ofrezcas una disculpa!!- Agregó,
desatando una batalla de voluntades que Tifón supo ganar a mano limpia....
-Claro
que no voy a disculparme con Carminha!! Ella por qué tenía que venir aquí?!
Eh?!! No la quiero!!!- Rugió Jorgito, con desprecio.
Tifón
achicó los ojos peligrosamente y, con un larguísimo suspiro, se dirigió a su
esposa- Carminha, hay algo importante que tengo que discutir con nuestro niño.
Me podrías hacer el favor de marcharte?!- Dijo Tifón, con una tranquilidad que
en nada sentía. Por primera vez en su vida estaba a punto de hacer algo que se
juró jamás hacerle a sus hijos. Pero Jorgito se había pasado de la línea al
empujar así a su madre y eso no se lo permitiría. Habían límites que jamás
consentiría que se crucen.
Carminha
simplemente tomó su cartera y dejó la bolsa con las sábanas y salió de allí sin
un mínimo de remordimiento, deseando con todo el corazón que el estúpido
debilucho de carácter con quien se casó, al fin le enseñara al crío aquel a
respetarla.
Tifón
esperó a que Carminha se marche y luego tomó a su hijo del brazo y lo llevó
hasta la habitación.
-Pá,
qué haces?!!- Preguntó nervioso el chico, intentando atraer la atención de su
padre, pero Tifón siguió en su marcha decidida hasta la cama del cuarto.
-Algo
que debí haber hecho hace mucho tiempo.- Contestó, sin aflojar su agarre del
bracito de su niño, sentándose en la cama para luego tratar de acomodar a
Jorgito sobre sus piernas.
-Oh,
no! Pá... eso no!!! No lo hagas, por favor... Ya soy un adulto!!!- Habló todo
nervioso el jovencito, al verse atraído a las rodillas de su padre, boca abajo.
-Sí, lo
haré, Jorgito. Y sabes por qué?! Porque no voy a tolerar que le faltes el
respeto a tu madre...
-Carminha
no es mi madre!!!- Gritó furioso el chico.
-Lo es,
hijo. Lo es porque ella te ama igual que yo...
-Nooo...
eso es mentira!!! Ella no nos quiere, páaaa... no lo ves?!!- Le salió una voz
tan vulnerable
-Basta
ya, hijo...
Tifón
se sentía entre la espada y la pared. Por un lado quería levantar a su bebé de
esa fea postura y olvidar que alguna vez pensó en hacer lo que estaba a punto
de hacer, y por el otro, no podía seguir apañando a su hijo. Había sido
demasiado brusco con ella y ni aún así se había disculpado.
Tal
vez Carminha tenía razón y había perdonado muchas de las travesuras de su
angelito. Tal vez él era el culpable del comportamiento tan adusto de ese
muchacho y de la mala relación que llevaba con su mujer.
Tifón
casi obligó a su mano a elevarse por sobre su hombro y luego a bajarla con
fuerza contra las nalgas de su hijo.
-PLAFFFFFFFF-
Calló un manotazo en el trasero aún vestido de Jorgito.
-Auuuuuughhhh...
Espera, espera... nooooo
Pero
Tifón hizo caso omiso a los gritos de su mocoso y continuó descargando
poderosas palmadas, cada vez más rápido y aumentando la fuerza de su brazo con
cada palmada.
-Es de
mi esposa de quién estás hablando... PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF... Si
no quieres tratarla como a tu madre...PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF... Al
menos debes respetarla... PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF porque es
mujer... PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF....Cómo se te ocurre empujarla de ese modo?!!
PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF
-Auuuuuu....
ayayayayyyyy... noooo, páaaaaaa!!! E-es que... es que Carminha es
malaaaaaaaaaauuuuuu... No...no la quiero junto a miiii!!! T-te hára-aaaauhhg
dañoooo!!!
-PLAFFFFFFFF
PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF- No es cierto! Tu madre nos quiere... te
quiere mucho! Como si fueras su propio hijo!!!- Decía Tifón, defendiendo a la
santa Carminha, sin saber que aquella bruja malvada sí era la verdadera madre
de Jorgito, y que lo había abandonado sin el menor remordimiento en aquél
basural.
-Nooo,
papito... ella... ella es mala-ahhhhh... Auuuchhh... Yaaaa... páaaa!!
Detenteeeeee...
Tifón
no podía entender de dónde venía tanto odio de su hijo hacia Carminha. Ella
siempre había querido darle todo lo que tenía y más al niño desde que llegó a
sus vidas y él jamás pudo sentir simpatía por ella. Lo peor de todo es que no
mostraba ningún signo de arrepentimiento por sus acciones y eso quería decir
que Jorgito no estaba aprendiendo nada.
Con un
gran pesar en el alma, Tifón estiró su mano para alcanzar el cinturón que su
hijo había dejado la noche anterior, a un costado de la cama.
Con
movimientos rápidos, el hombre bajó los deportivos holgados que vestía ese día
su hijo, llevándolos hasta por debajo de los muslos, dejando a la vista el
trasero colorado de Jorgito. Tifón apretó la hebilla en su mano para que no
quedara suelta y dañara a su bebé, y, acto consecutivo, estrelló un soberano
azote con aquella cosa contra las desamparadas nalgas de su hijo.
-CHASSSSSS....
- Resonó el cuero, golpeando contra la piel desnuda, anunciando una lluvia de
cintarazos que no se hizo esperar.
-CHASSSSSS!!
CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!!
-Jorgito
desconocía tanto dolor. Jamás había recibido una paliza así en su vida. Se
sintió traicionado, porque su padre lo estaba golpeando por defender a esa
ladrona y mentirosa y las lágrimas comenzaron a mojar su rostro.
-Pero
es tu madre... CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!!... Y sea lo que
sea...CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!!... le debes respeto! CHASSSSSS!!
CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!!... No te pido que la quieras CHASSSSSS!!
CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! sólo que le guardes el respeto y
consideración por ser tu madre... CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!!
CHASSSSSS!!
-Buaaaaaaaaaaaaaaa....
papáaaaaa-... papiiii... auuuchhh... por fa-aaahhh..YA NOOOO.... .
auauauauauuuu!!!... Por-por favoooor... ya... ya no resisto más!!! buaaaaa... BASTAAAAAAA!!!
Tifón
se sintió miserable al escuchar cómo su hijo lloraba sin consuelo. Decidió que
no seguiría con el castigo. A éste punto un temor le invadió. Había golpeado a
su hijo!!! Le había pegado! Seguro el niño no se lo perdonaría jamás!
-Shhh...
ya está, ya está, tesoro!.... Papá está aquí.- Le dijo, empezando a masajear
suavemente su espalda.
Con
mucho cuidado, Tifón subió el calzoncillo, descartando a un lado los pantalones
que estaban cerca de los tobillos.
-Shhh,
Jorgito... ya pasó, mi rey!....- Si bien Jorgito era un joven alto y atlético,
Tifón se las ingenió para darlo vuelta y sentarlo en su regazo, apoyando su
cabeza sobre su hombro.
Jorgito
lloraba tristemente, enroscando sus brazos alrededor del cuello de su
papito.
-Mmmm-me
peg-gaste po-por ellaaaa... buaaaaa- Sollozaba sin control.
-Shhhhh...
calma, ya! Cariño, no me estás entendiendo! Shh- Lo mecía en sus brazos.- Te
castigué porque fuiste grosero con tu madre...
-Pero
ella no...- Intentó defenderse, diciendo que la mujer aquella no era su madre,
pero su papá lo interrumpió.
-Ya sé
lo que piensas, hijo. Pero aún así, tus actos fueron errados... si no la ves
como a tu madre, al menos recuerda que Carminha es una mujer y además es mi
esposa. Le debes tratar mejor, hijito. No quiero que pelees con ella!- Le
retaba y consolaba al mismo tiempo, secándole las lágrimas con sus
pulgares.
-Al
menos hazlo por mí, si, cariño?!!- Jorgito se abrazó fuerte a su padre. Lo
adoraba tanto. Sólo por él había resistido las ganas de huir de aquella mansión
a la que lo habían llevado.
-Sólo
por ti, papito!! Sólo por ti, lo intentaré...
-Te amo
tanto, hijo mío!! Mi niño!- Murmuró feliz de sentir el abrazo de su hijo.
Tifón
se prometió ese día ser más paciente con su muchacho y estar más atento a las acciones de su mujer
y Jorgito, ser más tolerante con la malvada esa... al menos así, no le daría
motivos a su padre de usar de nuevo esa cosa contra sus pobres nalgas ni a
Carminha para que se alegrara de su desgracia.
Fin……
jejejej vi como 10 cap para llegar a ese... y que puedo decir a ti te quedo mucho mejor... quiero MÁSSSSSSS si Jorguito sigue portándose mal
ResponderBorrarArianne que guapo ese jorgito. La verdad a mi no me gustan las novelas brasileras pero a ti te ha quedado precioso. Me quedo con tu versión definitivamente
ResponderBorrarNo la vi, pero el chico se las gano a toda letra digo palma digo cinturon jejeje
ResponderBorrarCarminha no era mala madre, por que si lo fuera no hubiera llevado a Jorgito a la mansión y darle una vida de príncipe
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