Armando llegó a casa a
las seis de la tarde como siempre, nada más llegar subió a su cuarto A dejar la
mochila. Al entrar en su cuarto se quedó sorprendido, el dormitorio estaba muy
ordenado. Dejó la mochila y fue a saludar a su padre, el coche estaba en el
garage, así que debía de estar en el despacho trabamando en algún caso.
Rui y Nico estaban
haciendo sus deberes en el salón mientras veían unos dibujos y Célia Como todos
los lunes estaba en el ateneo en sus clases de piano.
Al entrar en el despacho
pudo ver que el ambiente era más que tenso, era incómodo solo mirarlos. Su
padre en su mesa con todos sus músculos en tensión. Y Oliver estaba demasiado
concentrado y quieto, Oliver tenía la molesta costumbre de trabajar en voz
alta, por suerte no estudiaba mucho. Porque Armando necesitaba silencio para
trabajar.
Armando saludó a su
hermano y a su padre pero recibió un saludo más bien frío por parte de ambos,
así que imaginándose que aquellos dos habían tenido bronca y aún les duraba el
enfado, se excusó y regresó a su cuarto para hacer las tareas del instituto.
al cabo de una media
hora Oliver escuchó como Carolina llamaba a los niños a merendar, Oliver Se
levantó y le preguntó a su padre si le traía algO de picar pero Francisco había
perdido el apetito.
Oliver en vez de ir a la
cocina donde estaban los niños y tía Carolina merendando se fue para su cuarto.
- ArmandoShhhh (dijo flojito) No tengo tiempo, Silvia
encontró las pastillas en mi pantalón.
- ¿ Silvia? ¿La
asistenta?
- No, Silvia la Wonder
woman! (dijo con sarcasmo) claro que la asistenta, alelado!
Llamó a papá y piensan que son mías.
- Mierda! ¿porque te las
tuviste que dejar en los pantalones?
- salí con prisas. Como
sea, ya te imaginas como está papá, no? (Armando puso una mueca de miedo).
- ¿ quieres qué le diga
que son mías? ( Armando lo dijo peto no del todo seguro)
- ¿Qué? ¡No! no seas
gilipollez Armando. Justo ayer fuimos de juzgados contigo le sueltas ahora que
has estado tomando anfetaminas y no cumples los 18.
- Pero no está bien que
te las cargues tú.
- No, supongo que no,
pero ya es tarde. Papá ya se descargó conmigo,
por lo que no tiene sentido que ahora vayas y le digas que eran tuyas.
- Pero...
- Mira génio, papá se puso como una moto y solo piensa que
tenía esas pastillas porque me estaba planteando tomarlas. Me ha obligado a
hacerme una analítica. La analítica dirá que estoy más limpio que un querubín.
Y todo se habrá acabado aquí. Pero si vas ahí y se lo cuentas, te dará tal
paliza que no vas a poder sentarte en tu vida. Tío se sacó el cinturón y no
para amenazar que me ha dado y de verdad. Y eso que le he dicho que aún no las
había tomado ¿Qué crees que te hará a ti que llevas meses tomándolas?
- Me mata.
- Sí, además tu genial y
guapísimo hermano mayor se habría llevado una zurra Por nada (omitiendo lo del
golpe bajo de usar la muerte de su madre para librarse de la bronca). Tengo que
regresar que hasta que salgan los resultados papá no quiere perderme de vista.
- Oliver, yo...yo lo
siento, no sé Que decir, no sé cómo Com
pensárselo. ..
- No te preocupes, ya
encontraré la manera (dijo sonriendo maléficamente y sonó aterrador).Ah,
Armando si después de todo esto te vuelves a meter algo, te juro que Después
que papá te haya matado, te resucitó para matarte yo (dijo con esa sonrisa
encantadora de siempre pero en su vida había hablado más en serio).
Oliver regresó al
despacho de su padre y no fue mejor que antes, a Oliver el silencio lo mataba.
Mientras Armando no lograba concentrarse los remordimientos le comían por
dentro, pero se repetía que Oliver llevaba razón. De un tiempo a esta parte
solo había tomado malas decisiones, y él no era así, a él le gustaban las cosas
bien hechas. No era el santurrón (como lo llamaban sus hermanos lo llamaban)
por querer quedar bien sino porque es como le
gustaba vivir, seguir las normas le daban seguridad y paz.
Armando se levantó
varias veces dispuesto a confesar pero a último momento las palabras de Oliver
y ¿porqué no? El miedo hacían que volviera a sentarse. A las siete de la tarde
sonó el teléfono y Francisco se apresuró a responder, hacía más de una hora que
los del laboratorio deberían de haberle llamado con los resultados de los
análisis de saliva y orina, el de sangre aún tardaría, pero esos eran un 90%
fiables y si daban negativo no había razón de seguir atormentando se durante
una semana.
Como pronóstico Oliver
dieron negativo, Francisco respiró aliviado, no era tan horrible como
inicialmente había imaginado, aún estaban a tiempo de ayudar a Oliver a darse
cuenta que las drogas nunca eran la respuesta a nada. Estaba a tiempo a ser
un buen padre y ayudar a su hijo, a
educarlo, a mostrarle el buen camino, a
que se diera cuenta que no necesitaba de drogas que él era un chico muy válido
y que si él no se veía capaz de enfrontar algo su familia lo apoyaría y lo
enfrentarían juntos.
Oliver por su parte le
hubiera encantado pavonearse y pasarle por los morros a su padre que no le
había engañado y que él no había tomado anfetaminas. Pero si que le había
mentido, le había dicho que eran suyas cuando eran de Armando y además quería
acabar con esa charada lo antes posible y seguir todos con sus vidas.
- Bffff (resopló Francisco) Oliver, hemos de hablar
(dijo muy serio) cierra la puerta.
- ¿No quieres que hayan
testigos de como Me pides disculpas? je je je
- Oliver, cierra esa
maldita puerta y siéntate quietecito y escucha atentamente (dijo muy irritado
Francisco).
- Bfff (resoplo Oliver)
- No me resoples, Oliver (le advirtió).
- Has empezado tú (dijo
flojito mientras se levantaba del sofá para cerrar la puerta. Francisco resoplo
otra vez, no podía creerse que Oliver siguiera comportándose como cuando tenía
10 años. ¿Es que ese chico no tenía intención de madurar nunca?).
- Oliver es un alivio
saber que no te has metido ese veneno.
- Ya te lo dije (le
interrumpió Oliver con arrogancia).
- Disculpe usted que no
le creyera señor "papá, Te juro que
Yo no he sido" El 99% de veces Que lo he oído, no sólo lo habías hecho,
sino que era por de lo que inicialmente pensábamos. Y digo el 99% porque esta vez ha resultado
que Sí que decías la verdad (Francisco dio un golpe en la mesa). No me culpes
porque no te crea, hijo. Eso es lo que les pasas a los mentirosos, ¿ya sabEs?
Pedro y el lobo. (Oliver estaba a punto de rodar los ojos) y no me hagas
muecas, Oliver. Vamos a hablar en serio.
- Papá, vale ya, ya ha
quedado claro que soy un embustero. Pero esta vez no. Así que ahórrate el sermón (dijo negando con la cabeza).
- No. No tomaste esas
mierdas, pero las compraste, y uno no compra anfetaminas por si a cada, las compra para tomarlas. Hijo estás
estudiando derecho, así que te ahorraré lo ilegal que es comprar anfetaminas.
Solo me importa que pensaste tomártelas.
- Me equivoqué, vale.
Ahora lo veo claro, hice el burro con los estudios y Ahora voy a suspender, así
es la vida. (Ya que había recibido una zurra no veía porque no podía sacar
provecho de esa situación. Si al final ser un buen samaritano le iba a ser
lucrativo. Iba a suspender su primer año en la carrera y ahora su padre por
miedo de presionarle demasiado ya no le reñiría) No hay atajos. No hay fórmulas
mágicas (dijo fingiendo rabía).
- No, no las hay, hijo
(Francisco sabía que tras toda esa sinvergoncería de Oliver siempre hubo un
buen chico). Quiero que visites al doctor Cortés.
- ¿El hermano loquero de
Sergio? (Oliver estaba sorprendido, eso
sí que no se lo esperaba)
- Es un gran psiquiatra,
y está especializado en...
- en yonquis (le interrumpió Oliver). Papá, no necesito ir
a un psiquiatra, créeme papá, ahora lo
veo claro, No tienes de que preocuparte, no voy a...ya sabes...no voy a drogas
me.
- Me preocupo, soy tu
padre, mi trabajo es preocuparme. y no te lo estaba preguntando, vas a ir a ver
al Doctor Cortés y no hay nada que me puedas decir que vaya a cambiar mi
decisión.
- ¿ Y qué tal
"tengo 19 años, soy un adulto, tomo mis propias decisiones? (ahora si que
estaba molesto)
- Decisiones equivocadas
(dijo apretando fuerte los dientes), Oliver. Y mientras vivas bajo mi techo
acabarás mis decisiones y ahora he decidido que vas a recibir ayuda de un
especialista, porque es lo mejor para tí y porque si has llegado hasta aquí es
que la necesitas.
- Ya lo has decidido
¿no? (Oliver se levantó furioso) pues nada, entonces no sé qué continúo
haciendo yo aquí, es obvio que no me necesitas para vivir Mi vida.
- Oliver (le advirtió su padre) Si quieres hacer una
pataleta, tu mismo, pero no voy a ceder
en esto.
- grrrrrrrrr cómo
quieras (y sAlió del despacho dando un portazo).
Continúala pronto por favor.
ResponderBorrarO pobre Oliver si esta pagando mucho por su hermano, espero que Armando si cumpla y deje de tomar esas pastillas!!!!!!
ResponderBorrarTu historia es muy buena Little