Tali,
vi Iron man por ti hahaha Así que espero que te guste y que pases una hermosa
Navidad con todos los que te quieren
Un
pequeño Tony Stark de siete años acababa de llegar de la escuela, los días
jueves siempre le tocaba quedarse solo una hora en lo que llegaba su padre,
aunque a él no le gustaba para nada, siempre llegaba a mirar la televisión de
la sala y esperar a su padre, pero este jueves era diferente, el pequeño iba
por una botella de agua, y cuando había pasado por ahí vio que la puerta del
taller de su padre estaba abierta, y claro como cualquier niño genio o no, le
dio muchísima curiosidad decidió entrar, vaya que no lo pensó demasiado.
Abrió
más la puerta y se metió, esperaba que los de servicio no comenzarán a
buscarlo, porque si su padre se enteraba de que había estado ahí, lo iba a
castigar.
Cuando
entro al taller de su padre, vaya que se quedo anonadado, tenía miles de
artefactos muy extraños, pero se veían grandiosos, él comenzó a ver todo, y a
tocar algunas cosas, pero había algo en la repisa que le llamaba la atención,
El Niño ya estaba ideando como subirse hasta que...
-¿Tony?
-Escucho la voz de su padre.-Ya llegue, ¿dónde estás hijo?
Tony
entró en pánico porque no había manera de salir de esa, así que intento intento
pensar, pero antes de que pudiera hacer algo su padre entro al taller "La
puerta, no la cerré" pensó El Niño.
-Antony,
¿qué haces aquí? -Le regañó en cuanto lo vio.
-Yo...
Es que estaba abierto papa...-Se excusó el mirando sus interesantes tenis.
-No
importa, tú sabes que no debes entrar aquí.-Howard no cedió.
-Lo
lamento...-Se disculpó El Niño.
-Esta
bien, hijo. Pero no vuelvas a hacerlo, ¿entendido?
-Si
papa.
-De
acuerdo, vamos a comer-Le tomó la mano.
Le
hubiera explicado a Tony porque no podía entrar ahí, pero El Niño ya lo sabía
bien, ya se lo había explicado muchas veces.
La
semana pasó sin muchos percances, pero Tony aún así quería ver que había en esa
repisa, y seguía con mucha curiosidad, pero no había tenido otra oportunidad de
entrar, aparte de que no quería que su padre se enojara con el.
Pero
llego el jueves siguiente, y el pequeño otra vez estaba solo, y la puerta
abierta o eso esperaba, pero algo le dijo que era su día cuando una de las
mujeres de servicio le dijo que su padre llegaría más tarde de lo planeado, y
eso lo hizo pensar que era su oportunidad, así que en cuanto la mujer se fue,
el corrió al taller de su padre y si, estaba abierto, entro corriendo, y empezó
a idear como subirse a la repisa para poder ver el objeto brillante que estaba
ahí, empezó a apilar varias cajas y cosas y empezó a escalar.
Todo
parecía ir perfectamente hasta que...
-¡Tony!-Era
la voz de su padre.
El
Niño comenzó a ponerse nervioso, e intentaba bajarse pero no era tan fácil
bajar como había sido subir, así que al dar un mal paso, la pila de cajas se
cayo haciendo un ruido por toda la mansión.
Eso
causó que Howard también bajara corriendo a su taller y viera a su pequeño en
el suelo, gracias a dios bien.
-Anthony,
¿estás bien?-Se acercó de inmediato ayudándolo a levantarse.
-Yo...-El
pequeño todavía no asimilaba bien si estaba bien o no-Papa, yo...
-¿Tú
qué? ¿Qué hacías aquí?-Siguió revisándolo. -Te dije que no entraras aquí,
Anthony
-Ya
lo sé... Pero es que...
-¿Qué?-Ahora
que ya sabía que su pequeño estaba en perfecto estado, se estaba enojando.
-Yo
quería ver lo que había en la repisa...
-Anthony,
sabes muy bien que no me gusta que entres aqui, es peligroso.-Howard tomó al
niño del brazo-Y el otro día te dije que no quería que volvieras entrar.
-Lo
sé, lo lamento.-Dijo El Niño.
-Hum.-Howard
comenzó a llevarlo a su habitación.-No papa, no me castigues ya no lo haré de
nuevo.
-Yo
sé que no.
Howard
llevó al niño hasta su habitación, se sentó en la orilla de la cama y comenzó a
repartir muchas palmadas
PLAS
PLAS PLAS
PLAS
PLAS PLAS
PLAS
PLAS PLAS
-BUAAAA,
papito, ya awww me duele mucho, yaaaaa-Tony comenzó a llorar con mucha fuerza.
PLAS
PLAS PLAS
PLAS
PLAS PLAS
PLAS
PLAS PLAS
Tony
se revolvía en el regazo de su padre intentando esquivar las nalgadas, no le
Gustaba
que su padre se enojara, pero lo gustaba aún menos que le pegara.
PLAS
PLAS PLAS
PLAS
PLAS PLAS
PLAS
PLAS PLAS
-¡Auuu!
Papito, yaaaaa, BUAAAA.-Tony era un mar de lágrimas.
Howard
le empezó a acariciar la espalda y cuando por fin el pequeño se calmó, lo hizo
pararse frente a él.
-Hijo,
ya sabes que tienes que obedecerme.
-Es
que... Yo quería...-Balbuceo.
-Anthony-Su
padre lo sentó en su regazo-Se que tienes mucha curiosidad, y que eres un niño
muy inteligente, pero eres muy pequeño aun, cuando llegue el momento, yo mismo
té llevó a que veas todo, pero ahorita no, no quiero que entres no porque te
quiera quitar espacio o porque no me guste, sino por tu propio bien-Howard le
beso la frente.-¿Me prometes que ya no te vas a meter?
-Te
lo prometo.-Le dijo el pequeño enredándose en el cuello de su padre.
-Buen
chico.
Y
así el pequeño Tony entendió que no debía entrar al taller de su padre, o no
por el momento 7uu7 l
Hermoso relato
ResponderBorrarMe gusto mucho Karly muchas gracis, diría que Tony es mi personaje favorito de marvel pero mentiría, hay demacioados como para escoger uno
ResponderBorrarMe gusto mucho Karly muchas gracis, diría que Tony es mi personaje favorito de marvel pero mentiría, hay demacioados como para escoger uno
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