El Auto perdido…
Abrí los ojos, los
tengo demasiado pesados y la luz que alcanza a pegar en mi cara me molesta de
sobre manera, siento una especie de dolor de cabeza y no recuerdo bien lo que
pasó. Al incorporarme me percate del lugar donde me encuentro, no lo conozco…
es una especie de apartamento, yo estoy en el piso al lado de otros chicos que
al parecer están durmiendo luego de haber tenido la fiesta de sus vidas.
Me acerqué a la
ventana con fastidio sintiéndome algo vampiresco porque la luz casi me quemaba,
pero al menos por el estilo de las calles que alcanzó a ver aún estoy en
Santiago, lo que me tranquiliza bastante. Comencé a tratar de recordar las
últimas horas de mi vida; se supone que iría a una discoteca, volvería en la
madrugada a mi casa y mi papá me prestó su carro....carro que ahora no sé dónde
putas está.
Ayy me siento
fatal, me duele el estómago y el pensar que no tengo idea del paradero del
carro casi me hizo vomitar, llegando a casa lo más seguro es que mi padre me
mata… no llegue a mi casa a la hora que dije, tengo la peor resaca de mi vida y
para peor acabo de perder un carro.
Mire a todos lados
con desesperación, pareciera que no conozco a nadie… de repente vi a un chico
moreno de cabello rizado mirándome fijamente y supe quién era…
- Julián, ¿Usted
sabe dónde estamos? - Me enojó un poco que no me tomara en serio y comenzara a
reírse con mi pregunta.
-Si no sabe usted,
créame que menos yo… mire yo solo me acuerdo que a las 4 a.m. decidimos
salirnos de la discoteca porque alguno de ellos quería jugar verdad o reto y
todos aceptamos, terminamos en esta casa, pero yo ni idea. -Lo que me dijo
Julián me desconcertó un poco… ¿Había aceptado irme a jugar verdad o reto con
unos desconocidos?
-Ok… -No le dije
nada más porque vi en el piso mi chaqueta, donde se suponía que debía tener las
llaves del carro, dinero y mi celular.
La tomé, revise y
tenía todo excepto las llaves del puto carro. Cogí el celular y pude observar
que tenía 37 llamadas perdidas de mi papá, 45 de mi mamá y un montón de otros
amigos míos. En ese momento me llegó un mensaje de Whatsapp de una amiga que me
preguntaba dónde estaba, fue un reflejo constarle “Ni idea”
A los pocos
minutos me contestó que no entendía mi respuesta y que mi papá estaba
buscándome como loco, al parecer todos creían que algo malo me pasó. Como tenía
bastante pereza de escribir le mande una nota de voz contándole todo lo que
recordaba y lo que al parecer hice, terminando con un “y ahora no sé dónde
putas está el carro de mi papá”
Mientras esperaba
su respuesta mi papá volvió a llamarme pero no le contesté… tenía miedo de
decirle lo que había pasado, así que terminé de revisar los bolsillos de la
chaqueta rogando que de la nada aparecieran las llaves pero solo encontré una
tarjeta de un Valet
Un Parking… genial!
hay cientos de esos lugares en la ciudad y estoy seguro de que no lo deje en el
de la discoteca.
Sara me contestó
que trataría de encubrirme con mi papá mientras al menos encontraba el carro y
yo le dije que haría memoria para poder sacar el carro y encontrar las llaves.
-Oiga Julián
¿Usted no sabe dónde deje el carro parqueado? -Le pregunté esperando una
respuesta medianamente coherente, pero él solo se levantó y me dijo que me
acompañaría a buscarlo.
-¿Cuántos números
se consiguió? -Lo miré terrible, yo estoy a punto de un colapso nervioso por el
regaño que seguramente me dará mi padre y además está el carro que aún no
encuentro; y este idiota solo me pregunta cuantos números de chicas tengo…
maldito imbécil.
-Me vale verga…
solo quiero encontrar el puto carro e irme a mi casa antes de que mi papá se
entere de lo que pasó. -Dije cuando estábamos a punto de salir de la casa
desconocida.
-Ahhg pero que
aburrido.... ¿Luego su papá lo va a regañar muy feo? -Por un momento quise
decirle que a parte del regaño probablemente me dé una paliza, pero recordé lo
patético que eso sonaría.
-No, solo que
importa mucho ese carro… a él le vale mierda que salga, yo he pasado fines de
semana enteros fuera de la casa y nunca me ha dicho nada porque yo ya tengo 17
años y no soy un puto crío que puede estar mandando. -Desearía que en serio mi
papá fuera así.
-Bien bro… ojalá
mis papás fueran tan bacanos como el suyo, yo creo que a mi me van a castigar
como por un mes sin salir pero valió la pena. -Ambos chocamos nuestras manos.
-Así se habla
-Dije sonriendo, pero por dentro rogaba encontrar el carro y salir corriendo a
mi casa antes de que mi papá me vea.
Nos subimos al
metro y pronto llegamos a la zona de bares, yo había entrado a una discoteca de
esas en las que dejan entrar menores de edad pero que piden documentos a la
hora de comprar el trago. Llegamos y comenzamos a buscar en todos los
parqueaderos de la zona el carro, ya no me importaba lo que iba a costar sacar
el carro… solo me quería largar a mi casa.
-¿Al menos encontró
las llaves del carro? -Me preguntó Julián y eso me hizo desesperarme más, cómo
pretendía entrar y sacar el carro de un parqueadero sin las llaves… y peor aún
qué pasa por mi mente cuando pienso en irme a mi casa, estoy oliendo a vodka
mezclado con cigarrillos, whisky, cerveza y aguardiente. Si es que no me meto
antes en problemas con la policía por tratar de sacar un carro sin las llaves o
por manejar en mi estado, porque supongo que el alcoholímetro me marcaría aún
en embriagues.
- No pero… -Y vi
un parqueadero subterráneo que me hizo tener un flashback, yo había dejado ahí
el carro precisamente porque me daba miedo estrellarlo si manejaba como estaba
ayer.
- Pero ¿Qué?
- Estoy seguro de
que el carro está ahí -Dije medio emocionado, porque estaba más cerca de
solucionar una parte del problema.
Le mostré la
tarjeta a una señora que estaba atendiendo y me dijo que el carro efectivamente
estaba allí, y que si quería podía pagar e irme. Sin pensar en las llaves pague
el parqueadero, el cual fue bastante costoso y me dirigí a buscarlo.
Al ver el carro
azul de mi papá me alegré y corrí hasta él, detrás mío estaba Julián y no me di
cuenta de que al lado del carro había alguien recostado con los brazos cruzados
mirándome con desaprobación.
- ¿Quién es él?
-Preguntó Julián.
- Mi papá -Dije deteniéndome
y a punto de salir corriendo en dirección contraria.
- QUIETO AHÍ
FELIPE -Mi corazón comenzó a latir rapidísimo. -ESPERO QUE ME CUENTES EN DONDE
ESTABAS Y PORQUÉ NO RESPONDISTE MIS LLAMADAS.
- yo estaba en…luego
ya no… y después estaba en casa de…..- comenzó a decir, estaba demasiado
nervioso que no lograba terminar ninguna
idea, frente a eso su padre perdió la paciencia.
- Estas nervioso
hijo… yo te ayudare ¿ lo que paso es que bebiste tanto que no recordabas nada
verdad?.- dijo acercándose a Felipe quien comenzó a retroceder rodeando el
auto.
- Que … que dices
papá ..Como piensas que pude beber tanto.- mintió y siguió escapándose de su
molesto padre el cual lo seguía queriendo atraparlo.
- Es la única
explicación que encuentro para justificar que no respondieran mis llamadas, las
de tu madre y de todos tus amigos que estaban tan preocupado por ti que hasta me llamaron.
Maldición pensó
Felipe tener buenos amigos a veces no es bueno, llaman los padres cuando se desesperan.
- solo por eso ¿piensas
papa que bebí demasiado?.- trataba de distraer y buscaba una ruta de escape, su
padre le daria una paliza y el prefería que fuera en su casa…en su cuarto y no
en un estacionamiento.
- sí y también
porque llego la policía a las 7 am avisándome que mi auto estaba en un
estacionamiento con la llave puesta y luego al llegar al lugar, desesperado
pensando que te habían asaltado o secuestrado monte un escándalo hasta que me
mostraron las cámara y vi a mi hijo muerto de borracho…y desde ese momento
estoy aquí, esperándote con el corazón
en la mano.
En ese momento
Felipe que había dejado de escapar, sintió en agarre de su padre en la mano
derecha lo giro y lo apoyo en el capo del auto.
PLAAAS PLAAAAS
mmm .- se quejaba Felipe las primeras no dolían tanto.
PLAAAAS PLAAAAS
auuuuu ayyyyyyy
.- se quejó cada palmada su padre
aplicaba más fuerza.
PLAAAAS PLAAAAS
para yaa paraaaaaa.- decía, pero su padre quería que su hijo asumiera.
PLAAAAS PLAAAAS
ajaa aayyyyy yaaa papiiii yaaaa
snifffff
PLAAAAS PLAAAAS
yaaaa papito, ya que quieres que diga buaaa.
- Solo verdad y
nada más.- dijo mirando muy molesto.
- Bebí demasiado
papá, y fue tanto que olvide donde deje
el carro... sniff y además me borre y termine en un apartamento que no tenía idea
donde estaba….perdonameeee buaaa.- lloro Felipe otra vez.
- tranquilo
hijo…ya paso, debiste asustarte mucho ¿verdad?
- Si… snifff me
asuste demasiado sniff.- Felipe abrazo a su padre hasta que dejo de llorar.
-Vámonos a casa
debes estar cansado.
- pero…mamá debe
estar emputecida conmigo.- aseguro con voz lastimera.
- Si, pero ya la
conoces ..tu solo llegaras si mama y no mamá, veras que nada pasara.-le dijo
cerrándole un ojo luego se giró y vio a Julián.- ¿él es tu amigo?
En ese momento
Felipe recordó a su amigo y al verlo directo a los ojos vio el miedo en el
cuerpo… si miedo había sido testigo de la paliza que acababa de darle su padre.
uff que descontrol :O
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