Sean contemplaba a su
hijo menor como corría por el zoo le encantaba verlo así… Steve no había ido
con ellos… prefirió acompañar a Ángela a París por la semana de la moda… Evan
estaba tan emocionado que no tomaba encuentra las precauciones dadas por su
padre y los cuidadores… que cuando vio los tigres fue corriendo a su jaula… y
de no ser porque Sean lo alcanzo a sujetar hubiese saltado la protección de la reja y corrido a acariciar al
cachorrito que estaba solito…
En cuanto tuvo los dos
pies en el piso Sean le dio unas buena y duras nalgadas mientras le gritaba que
volverían a casa…
“No papito no… ya me
castigaste… nunca más… no volvamos, aun no vemos los lobos”
Sean sonrió abrazo y beso al frente de su hijo…
“vamos a ver a los lobos…
mi lobito rayado”
Este relato esta lleno de ternura.
ResponderBorrarPrecioso que lindura de niño.
ResponderBorrarooowwww que lindo Evan!!!
ResponderBorrarjajaaja pero el queria ver a los lobos!!