Martin

Tingo trataba de no estar celosos de la relación que tenía su  hermano con su papá pero a veces era imposible,  Rafa era adorable y entendía que su papá lo prefiriera…  se dio cuenta que él era el gran culpable que de que su hermano creciera sin un padre… y debía pagar por eso… ahora era el momento de que su hermanito disfrutara a su papá solo para él… total el ese día cumplía 18 años…

Aprovecho que todos estaban distraídos para dejar una nota explicando que ya era un adulto y debía buscar su destino, saliendo de la casa que había compartido con sus dos familias…

Rafa encontró la nota cuando iba a despertar a Martin para soplar las velitas… el griterío y la búsqueda que se armo fue de película de terror, y fue Helena quien encontró a Martin a tres cuadras de la casa esperando el auto bus… se sentó a su lado le beso su frente…

“a ti parece que te gusta apagar las velitas de pie”

“Mamá que haces aquí”

“vine a buscar a mi hijo…” dijo besando la frente “es alto con los ojos de su padre, una sonrisa maravillosa y hoy cumple 18 años…”

“Rafa merece tiempo a solas con su papá”.- dijo con una voz cargada de tristeza.

“Rafa merece muchas cosas… que por mi culpa se vio privado… pero tu hermano merece y necesita a su hermano mayor… tanto como su hermano mayor lo merece y necesita… esta es tu casa Martin y con tu familia… no se huye de casa… menos el día del cumpleaños… campeón que creías que por tener 18 te salvarías del castigo por huir de casa”

“maaaaa”

“nada de ma” dijo parándolo y dándole unos buenos azotes… “si Ricardo pregunta te di la peor zurra de tu vida”

“claro mami y comer el pastel de pie” le sonrió sabía que su padre lo castigaría con el cinturón por haber huido y si madre lo estaba salvando.

“Feliz cumpleaños hijo de mi corazón”