Sebastian

Cuando sus papás volvieron a casa Seba se encargó de mantener las calificaciones lo más alto que podía, no se perdía ni una clase, tanto así que iba hasta enfermo, con fiebre, dolor, tos y molestias, nada   importaba él no faltaba, aunque sus profesores lo enviaran a casa o  la enfermería  él simplemente se negaba a abandonar el aula de clases, los profesores se acostumbraron  a eso, pero todo cambio cuando sintieron un grito de dolor  y todo el salón quedo en silencio, voltearon   a  ver de dónde provenía  y al ver que Sebastián que estaba sudoroso y al borde del desmayo llamaron a una ambulancia, en cuanto llego al hospital lo ingresaron al pabellón su apéndice estaba por reventar, fueron segundos que lo salvaron, los compañeros de clases llamaron a sus padres para avisarles, los que viajaron enseguida y  tuvieron la posibilidad de hablar con el profesor de física que se quedó acompañado a su hijo mientras ellos llevan, fue una suerte que encontrar vuelo por lo que solo se demoraron  una hora en llegar, el profesor les conto de lo maravilloso estudiante que era Sebastián y del gran cambio que había tenido,  pero también dijo  que el chico era testarudo y no se cuidaba asistiendo a clases  enfermo y se negaba a hacer los reposos que le recetaban en la enfermería de la universidad, sus padres se sintieron los peores padres del mundo.

Y cuando su hijo despertó se llevó el reto de su vida, si hasta amenazaron con pegarle si volvía ir a clases estando enfermo, Seba hizo un puchero, y solo pensó quien entiende  a mis padres, yo no!