“Buaaaaaaaaaaaa” lloraba Richard su papá acaba de castigarlo le había dado dos azotes… mita mi mimita mi pigo mi papá” lloraba
“ya paso mi chiquito… que hizo mi bebito para que el
papito te hiciera pam pam”
“bebito… diidito schufe” la cara de su mamá no le
gustó nada… “bibito ageglando taba malo schufe” se excusó Richarcito era el
hijo perfecto sus padres daban gracias a quienes les permitieron tenerlo en sus
vidas.
Que hermoso relato lleno de ternura.
ResponderBorrarOwww el pequeño Richard, es un dulce pero curioso como todo niño
ResponderBorrarQue ternurita ese Richarcito!!!
ResponderBorrarMe encanto!!!