Debí saber que no debía hacerlo
Nico se quería morir
del susto que le entro en el cuerpo, mejor dicho rogaba al cielo que la
tierra se lo tragara en ese preciso instante o que por lo menos aquello fuera
una alucinación debido a alguno de los tantos tragos que sabrá Dios
que tanto tenían pero que sabían riquísimo. Pero, no aquello
ni alucinación ni nada era una cruel realidad y tan asustado además pasadito de
tragos estaba que ni atino a tirar la botella de cerveza que
tenía en la mano y menos de levantarse de la mesa llena de vasos los
cuales eran prueba y testigos de todo lo que se había tomado, Nico no reacciono
hasta que tuvo a su padre enfrente y luego del señor grito que le dio – CON QUE A ESTO TE DEDICAS, MIENTRAS TÚ MADRE Y YO NOS MORIMOS DE LA
PREOCUPACIÓN POR NO SABER DONDE DIABLOS ESTA EL SEÑORITO! – con
aquello todos los chicos que estaban en el lugar habían volteado y
hasta alguien apago la música ya que a todos les sorprendió lo que
ocurría, Nico estaba muerto de vergüenza y miedo porque negarlo hasta la
borrachera que tenia se le paso al darse cuenta de lo que pasaba era real
muuuy real para su desgracia, su papá ….no, su MUY enojado papito le había
encontrado y seguro se lo sonaba allí mismo porque además de todo
lo encontró borracho y tomando!! Y es que como si no fuera suficiente
malo el haberse escapado de la casa en la noche para venir a “la
despedida de fin de año” con sus amigos, se notaba que su papá aparte de
lo evidentemente furioso nivel supremo, estaba también preocupado.
Roberto: ¿bueno Nicolas que estas
esperando una invitación? Para que te levantes de esa mesa y camines porque si eso quieres yo puedo darte algo que te va a invitar a que te
muevas pero rapidito – diciendo esto y para horror del pobre de Nico su
papá empezó a quitarse el cinturón sin importarle los testigos
Nico: pa… papito… nooo papi ya
voy – dijo tratando de pararse y salir lo más rápido posible pero lo
único que logro fue marearse y casi caer
ya que su papá lo agarro a tiempo. Su estomaguito se revolvió y vació
justo en los zapatos de su papito, quien al principio tenía pensando
darle un par de cintazos para enviarle fuera pero al ver lo que paso
prefirió no hacerlo, por el momento porque esta de finitimamente no se la
dejaba pasar, así que Roberto tomo a su hijo y lo ayudo a llegar al
carro.
Al llegar al auto
Roberto sentó a su hijo y le abrocho el cinturón de seguridad luego entro
al auto y se sentó pero no prendió el carro se quedo mirando a su hijo que
estaba con la cabecita agachada y con algunas lágrimas que corrían por su
rostro, Roberto analizaba la situación su hijo merecía un castigo
eso era claro pero se preguntaba ¿porque su hijo parece empeñado en
desobedecer? ¿Por qué se arriesgaba de esa forma? Con un suspiro de angustia
emprendió marcha para llevar a su adorado desobediente a casa. Durante el
camino de vez en cuando daba una miradita rápida a su retoño que se había
dormido.
Una vez en casa
llevo a su hijo a su habitación y lo metió a su camita ya
habría tiempo para hablar de todo lo ocurrido, Roberto se quedó en la
habitación para velar y cuidar el sueño de su hijo de paso seguir meditando
después de haber ido a poner paz en el corazón de su esposa quien
estaba muy preocupada por su hijo.
las horas pasaron muy
rápido para Nico y la luz del sol se filtraba ya por la ventana de su cuarto lo
cual le despertó eso y el horrible dolor de cabeza producto de la noche
anterior, al abrir los ojitos y lograr reconocer su cuarto vio a su padre
sentado en la silla de su escritorio.
Nico: ¿papá? ¿Qué haces aquí? - le habló a
su padre, quien rápidamente despertó se puso en pie y miró fijo a su hijo, había
pasado lo que quedaba de la noche pensando, calmándose y analizando todo
llegando a tomar la decisión de qué hacer con respecto a la conducta de su
hijo.
Roberto: Levántate Nicolás, tenemos que
hablar. Que no me oyes! - decía ya molesto al ver que su hijo
no hacía el menor intento de llevarse de la cama - empezare a contar Nicolas
Nicolas : paaapaaa sshh!! No hables tan fuerte… Me duele la cabezaaa - reclamo tapándose la cara con las cobijas
sin siquiera mirar bien el rostro de su padre ya que de haberlo
hecho se hubiera dado cuenta que desobedecer no era buena idea.
Roberto: Uno….
Nicolas estoy intentando ser lo más paciente que puede. Pero tú no me lo pones
fácil, tenemos que hablar y no lo hare contigo aun adormilado así que levántate de
esa cama y ve a lavarte la cara que tenemos una plática muy larga
pendiente. DOS! última oportunidad … TRES - suspiro - tú lo has querido así.
Nico: paaapiii dejame
seguir durmiendo hablamos mañana, ahora me siento malito - termino de decir y se acomodo más en la cama
Roberto camino hasta donde estaba su
hijo quitó la cobijas, agarró a su niño y le dio dos palmadas duras y lo hizo
levantar y con otras dos palmadas más lo envió al baño, a Nico se le
olvidó el dolor de cabeza y el cansancio y corrió al baño del cual se moría de
nervios para salir, su papá ya le había demostrado que estaba enojado pero muy
enojado y que aún no se le pasaba. Cuando por fin estuvo de vuelta en su cuarto
con su papá no pudo evitar que las lágrimas le picaran en sus ojitos por
salir a dar un paseo por sus mejillas
Pa… papito… yo… - nico tenía la
cabeza gacha y levantó la mirada a su padre - perdón papá. Yo prometo que
no vuelve a pasar otra vez
Roberto: y crees que
eso es todo, que con un “perdón papá” lo arreglas todo Nicolás. Ayer
cuando tu madre vino a buscarte para cenar se topó con qué lo que
creía era su hijo durmiendo no eran más que unas almohadas bajo las
sábanas, ¿por dónde saliste? porque por la puerta no fue, seguro saltaste por
la ventana ¿quieres terminar en el hospital? !estás en un segundo piso! Mañana
mismo le mando a poner protección a esa ventana!! y todo ese acto de
escapismo ¿para qué? eh!! Para que el señorito vaya a emborracharse con sus
amigos. - suspiro de frustración - pero,
esto se acaba hoy, hijo. No hay excusa para lo que hiciste venias tan borracho
que ni te enteraste de que te metí a la cama y sabes una cosa hijo,
yo te amo demasiado como para permitir que te vayas por ese camino, así que espero que el castigo que te dé hoy te
sirva para que no vuelvas a escaparte de casa y mucho menos ir a beber al
punto de quedar borracho. Te arriesgaste demasiado desde el salir de la forma
en que lo has hecho hasta el ir a tomar sin control. Hijo, Nico como ibas a
regresar a casa solo y en ese estado? No soportaría que te pasara algo, tu
madre y yo te amamos demasiado hijo.
durante todo el regaño de su padre Nico
solo escuchaba tratando de contener las lágrimas que se salían de sus
hermosos ojos y de pasar el nudo en su garganta, había hecho todo mal desde el
momento en que decidió aceptar aquella invitación y ahora su papito
estaba enojado con él. El pobre de Nico estaba tan triste y
afligido que no vio cuando su papá se quitó el cinturón y se acercó a él,
solo cuando sintió que su padre lo tomaba del brazo lo giraba y
ZASS!!! El primero de los muchos que le llegaron esa mañana
aaayy!! ZASS!! NUNCA MÁS TE ME VUELVES
ZASS!! A ESCAPAR DE LA CASA
ZASS!!ZASS!! Y MUCHO MENOS
EMBORRACHARSE NUNCA ZASS!! MÁS ZASS!! NICOLAS
ZASS!! ZASS!! ZASS!! –
NOooo!! Pa- paito
nunca maaAASS!! Perdooon, papi buaaaa - Nico lloraba con cada cintazo recibido
su papá estaba siendo muy duro con él, este definitivamente era un
castigo que no iba a olvidar - paaaaAAAA!!
aaaayy auauaua yaaaa PAPITOOOOOO yaaaa!! aahh!! lo lo sien lo sientoooo
buaaaa ZASS!! ULTIMA VEZ ZASS! NICOLAS ZASS!!ZASS!! QUÉ HACES ESTO. ENTENDIDO
ZASS!!ZASS! ZASS!!ZASS! Con estos últimos tiro el cinturón al piso, acunó
a su hijo en sus brazos sin pronunciar palabra alguna hasta que esté
estuvo calmado
Una vez que el llanto de su pequeño fue
mínimo le hablo. Mi Nico, mi pequeño
gran tesoro por favor no lo hagas más me muero si algo te pasa, hijo mío por
favor nunca más – decía el padre con
voz suave para que su hijo le escuchara.
Nico: papi de verdad
no lo volveré hacer, yo aprendí la lección y sobre todo lamento mucho a
verlo hecho preocupar tanto – media sonrisa – creí que no se darían cuenta de que no
estaba en la casa, perdón –mirando otra vez al piso, su papá le levanto la
cara suavemente – Nico, hijo está bien,
se que eres un chico inteligente y que no lo volverá a pasar. Tú sabes bien lo
dañino que es el licor y tú aun eres muy
joven para tomar de esa forma, anda
recuestare un rato hijo. Te amo hijo – fue lo último que escucho
Nicolas antes de quedarse completamente dormido
Guay que padre tan incomprensivo...
ResponderBorrarComo puede ser que no piense en el año nuevo?, jajajaj pobre criatura si tenia derecho a divertirse jajajajja
Que buen relato, estuvo muy bueno de verdad
Marambra