martes, 16 de febrero de 2021

Seis vidas Seis perspectivas diferentes Capítulo 13

 

Capítulo 13

 

Alejandro

 

Creo que nunca me había sentido tan culpable por algo hasta que vi la reacción de Santiago, la broma había sido cruel… yo la había fomentado y me sentía mal por eso. Esteban iba a continuar jodiendolo cuando se tiró al piso, me dio la sensación de que era un niño pequeño en un berrinche, pero por lo que había empezado a entender de enfermos mentales como mi hermana es que eso es una crisis.

 

Sentí que era una mierda en el momento en que todos, a nombre mío, se burlaban de la crisis de Santiago como si fuera un juego. Callé a Esteban y con él, la mayoría se quedó en silencio viendo la escena hasta que un profesor entró, ni siquiera nos daba clase, pero actuó rápido y nos sacó del salón.

 

Esteban y David parecían muy divertidos, Andrés y Juan estaban molestos… no sabía que decir, y menos cuando me percaté que había llegado una señora buscando a Santiago, seguramente su mamá.

 

-Misión cumplida -Dijo David chocando los puños con Esteban, mientras Esteban hablaba noté que lo hacía con demasiado odio, casi como si quisiera desquitarse por algo que le había pasado.

 

-Creo que ya fue suficiente… estamos a mano, no podemos volver a molestar a Santiago -Estaba en desacuerdo con lo que había pasado, pero no podía regañar a mis amigos por algo que yo mismo les había pedido.

 

-Sé que es muy llorón, pero no pensé que fuera tan fácil lograr que nos pidieras que lo dejemos en paz. -Dijo Esteban.

 

-No es eso, solo no quiero que nos metamos en problemas -Intentaba sonar confiable.

 

-Está bien, mañana te juro que es la última vez que le decimos algo -Me impresionó que no sintieran que fue suficiente con lo de hoy nos, habíamos pasado.

 

-Bueno -Dije ya cansado tenía que buscar una forma para evitar que mañana hagan otra estupidez.

 

El resto del día fue algo estresante, pero al final me pude ir a casa. Me sentía mal por Santiago, pero me tranquilicé cuando llegué, mi hermana estaba tranquila… incluso se veía feliz, estaba tomando una especie de malteada con suplementos alimenticios.

 

Juan Felipe

 

Después de lo que pasó en el colegio estaba empezando a odiar a mis propios amigos. Nunca debí contarles lo que sabía de Santiago, era demasiado para gente tan poco empática, Alejandro debía entender más a Santiago por lo que estaba viviendo con su hermana, pero no, seguía siendo un niño estúpido que cree que el mundo gira en torno a él.

 

Yo también estaba actuando como idiota, nunca los pare, ni siquiera intenté defender a Santiago y me siento pésimo por eso. Vi que Alejandro estaba algo extraño y que les pidió que lo dejaran en paz… pero ya es muy tarde.

 

El resto de la tarde estuve pensando en lo malo que estaba siendo todo, en los problemas en los que nos podíamos meter por eso y en los daños que seguro tendrá Santiago. No dormí para nada, sentía una necesidad muy grande de pedir disculpas.

 

Al otro día llegué temprano al colegio, ya Alejandro había llegado, pero no quise hablar con él… yo había intentando comprender lo de su hermana, había compartido cosas personales con él y ahora estaba actuando como un imbécil. Me fui a los casilleros a guardar el libro de física cuando vi a Santiago y sin pensarlo mucho me le acerqué.

 

-Podemos hablar un momento -Noté su desconfianza en la mirada, algo normal si tenemos en cuenta lo que pasó ayer.

 

-Mejor no -Dijo cortante, yo respiré hondo y corrí hasta él.

 

-Sé que me odias, pero yo solo quiero disculparme… lo que pasó ayer nunca debió pasar, fue muy cruel y no es verdad, tu no eres un estorbo ni tu papá te abandonó por eso -La verdad eso no lo sabía, pero quería disculparme para sentirme mejor, no ponerme peor.

 

-Es la verdad, no tienes que intentar ser bueno conmigo cuando ya me clavaste un cuchillo en la espalda -Dijo y sentí como si me hubieran dado una cachetada.

 

-Tienes razón, no tengo excusa. -Dije, Santiago volteó los ojos se acercó hasta donde estaba, en sus ojos noté mucha ira acumulada, casi me asustó, pero se tomó un momento antes de empezar a hablar.

 

Santiago

 

-Tu y tus amigos son una mierda, los odio a todos ustedes… quisiera no haberlos conocido jamás -Dije, intentaba que se fuera, pero al parecer no estaba funcionando.

 

-Entiendo perfectamente lo que dices, aunque no me creas yo también me odio -Si claro, primero fue a contarles a sus super amigos lo mio y después sale con que es un ángel de Dios.

 

-Déjame solo -En verdad estaba empezando a sentirme realmente enfadado, nunca me había sentido igual y eso me asustaba. Mi mamá me había dado mi pastilla antes de salir y no me estaba haciendo efecto.

 

Me valió estar en clase, si ellos siempre faltan por qué yo no puedo hacerlo unas horas para relajarme. Estar en el colegio se ha vuelto el peor momento de mis días… y más si tengo que ver a Alejandro, Esteban y David cada día.

 

Compré un agua de las máquinas expendedoras y tomé unos sorbos antes de entrar al salón. Cuando entré todos me miraban expectantes, me daban ganas de darle un puño a Esteban que le rompiera los dientes, pero, me contuve, tenía que ser civilizado. En una ocasión una psiquiatra me dio tips de respiración y de verdad estaba intentando hacer los ejercicios que me había contado, pero David se apareció en frente mío y tomó mi celular que estaba sobre el pupitre.

 

Esteban

Santiago había tenido un berrinche de niño pequeño, es un idiota… nadie del curso le creyó su show barato. Sin embargo, Alejandro nos dijo que lo dejáramos en paz, pero, con David quisimos hacerle una pequeña bromita más.

 

-¿Ves el celular que tiene? -Le pregunté a David.

 

-Si, es el último iphone… mis papás no tienen el dinero para comprarme uno -Dijo. Estaba desenfocándose así que le dije mi plan.

 

-Pues vamos a ir hasta donde está y se lo vamos a esconder jaja si lo encuentra bien por o él y sino que sus papitos le compren otro -Dije, David lo pensó un poco pero, finalmente aceptó.

 

Esperamos a que la mayoría del salón entrara, incluso saludamos a Alejandro y Andrés. Ambos estaban medio incómodos con lo que había pasado ayer, pero ya después de esto no volvería a molestar a Santiago en mi vida.

 

David tomó la delantera del plan, yo no le pedí que lo hiciera, pero me alegró, le tomó el celular a Santiago y le dijo:

 

-¿Parece que te compraron un nuevo juguete? -Santiago se veía muy molesto, pero, no me importó.

 

-Devuélveme el celular David -Dijo Santiago poniéndose de pie.

 

-Y si no quiero ¿qué? -Dijo David comenzando a retroceder, yo empecé a sonreír, todo estaba saliendo bien.

 

-Por favor David. -Dijo Santiago desesperado.

 

-JAJAJAJA -Se reía David dando vueltas por el salón.

 

Llegó un punto en le que Santiago estaba por alcanzarlo así que me lo lanzó… yo lo atrapé, pero se me ocurrió una mejor idea para cerrar con broche de oro este momento.

 

-¿Acaso tus papis no pueden comprarte otro? -Dije al tiempo que lo tiré al suelo y lo pisé. El celular debía estar completamente inservible, me encanta la fragilidad de los celulares. -Cierto que no tienes plata, si quieres yo te puedo regalar uno nuevo.

 

Mi idea era salir del salón, dejarlo solo y comprar algo de comer, por eso cuando vi que Santiago corrió hasta mi con ojos de loco me quedé quieto.

 

Andrés

 

Estaba molesto, David y Esteban estaban siendo unos imbéciles, cuando empezaron a jugar con el celular de Santiago estaba ignorando la situación, pero, cuando vi que Esteban rompió el celular de Santiago me levanté de mi puesto dispuesto a partirles la cara, pero, fui muy lento porque Santiago, Gustavo y Juan se me adelantaron.

 

Gustavo le dio un puño a David y antes de que reaccionara Juan Felipe lo tiró al suelo de un puñetazo, quizás no le partió la nariz, pero si le dejaría un cardenal. Ambos empezaron a golpearse y el salón comenzó a gritar el típico “pelea, pelea, pelea” mientras que, al mismo tiempo Santiago corrió hasta un asustado Esteban y lo comenzó a ahorcar contra una pared.

 

Al principio no me preocupé, sentía que ambos se lo merecían… pero las cosas en vez de calmarse se pusieron aun peor. Alejandro intentó intervenir entre David y Juan, pero terminaron atacándolo a él y yo empecé a darme cuenta que Santiago de verdad estaba ahogando a Esteban salí corriendo hasta él.

 

Estaba fuera de sí, y Esteban apenas respiraba… era impresionante que no hubieran profesores, me le tiré a Santiago encima, tampoco quería que algo le pasara a mi amigo. Y él comenzó a darme patadas, estaba impresionado con la fuerza que tenía, no podía defenderme de sus golpes ni podía ver que tal estaba Esteban… apenas escuchaba gritos y veía celulares grabando todo.

 

No sé en que momento fue que unos profesores tomaron a Santiago, supuse que a David, Alejandro y Juan ya los habían separado. Otro profesor casi me cargó mientras otros intentaban hacer que Esteban reaccionara. Las cosas se habían salido completamente de control y me sentía con mucho dolor.

 

Había una profesora gritándole a mis demás compañeros, pero sentía que igual ellos habían tenido una pésima reacción. Terminé en la enfermería junto con Esteban, él no estaba reaccionando como querían así que llamaron a una ambulancia… la enfermera quería que yo le contara todo, pero sinceramente no entendía muy bien como habían pasado las cosas.

 

Me sentía en un mal reality show, profesores desconocidos estaban al lado mío intentando hacerme preguntas y revisando mis golpes. Unos administrativos estaban ayudando a llevar a Esteban a la ambulancia, la enfermera estaba llamando a nuestros padres, y de Santiago y los demás no sabía nada.

 

Estuve un largo rato ahí, nunca vi a los padres de Esteban, pero supuse que estarían con él en el hospital. Vi a la señora que debía ser la madre de Santiago y a los padres de David… cada segundo que pasaba comenzaba a ser más consciente del problema en el que estábamos metidos.

 

-Vamos con los otros, la directora quiere hablar con ustedes y sus padres -Me dijo un profesor ayudándome a levantar.

 

Justo cuando sentía que no podía ser peor la situación vi que había un montón de periodistas en la puerta del colegio, ¿me estaban grabando? Los porteros estaban impidiendo que tomaran fotos, pero, aun así, eso solo me provocaba más estrés. Cuando llegué al salón en donde estaban los encontré arrepentidos.

 

-Me van a matar -Dijo Alejandro, realmente a todos nos van a matar.

 

-Además, ¿vieron los videos? Son tendencia -Dijo Juan Felipe pasándose una mano por la cara.

 

-Hay periodistas ahí afuera -Dije empeorando más el ambiente. Era estúpido que fuéramos tendencia, sabía que solo era porque es un vídeo donde sale Esteban yéndose a golpes con otra persona… quizás por los padres de Alejandro e incluso el mío.

 

-Estamos muy jodidos -Dijo David. De pronto, comencé a enojarme… nada de esto era mi culpa, o ¿sí?

 

 

David

 

 

Cuando Juan dijo que éramos tendencia me emocioné, pero, cuando Andrés dijo que había periodistas me preocupé. ¿Y si a Esteban le había pasado algo? A excepción de Andrés ninguno vio como se iba en una ambulancia… y menos que nuestros padres ya estaban en el colegio.

 

Las cosas estaban muy raras, y lo confirmamos cuando por el parlante le pidieron a todo el colegio irse al coliseo inmediatamente, incluyendo a nuestro salón. Oía a lo lejos una pelea de padres, pero no entendía lo que decían. Sabía que mis padres estaban en el colegio, por eso cuando llegó un profesor a donde estábamos a pedirnos que fuéramos a rectoría, tragué grueso.

 

Al entrar vi a Santiago, estaba abrazando a su mamá y me sentí muy arrepentido de todo… nunca debimos impulsarlo a que se volviera loco. Me empecé a acercar a mis padres lentamente lo mismo que mis amigos. El papá de Esteban estaba ahí, con una cara de odio impresionante… lo que me impresionó fue que el papá de Andrés al verlo explotó y comenzó a gritar que “él también” demandaría al colegio.

 

Estuvimos un rato más ahí, explicando a medias lo que había pasado, la rectora nos dijo que mañana nos diría delante de todos “nuestra sanción” por lo ocurrido. Fue un momento muy incómodo porque la mamá de Santiago fue clara en que su hijo no volvería al colegio y que también demandaría.

 

Los demás padres salieron poco a poco, todos estaban enojados y amenazando, a Andrés le dijeron que si lo expulsaban lo mandarían con la mamá y a Alejandro le prometieron una paliza. Sabía que mis padres también me pegarían, era obvio por sus caras.

 

Había cinco carros, Juan Felipe y sus padres estaban con los de Alejandro. Uno a uno comenzó a salir del colegio, en la entrada habían periodistas grabando y como nuestro carro no tiene vidrios polarizados mis padres me pidieron que me cubriera la cara.

 

Al llegar a la casa mi padre no perdió tiempo y me pidió ir al estudio. Entró con una vara en la mano, me bajó el pantalón y los boxer y comenzó la peor paliza de mi vida.

 

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Había sido un dolor horrible, nunca sentí algo igual… desde el primero ya estaba llorando. Cuando dejó la vara a un lado pensé que se detendría, pero me puso en su regazo y comenzó a darme con la mano.

 

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Después se detuvo y me dijo que estaba muy decepcionado de mí, que ellos no habían criado a alguien tan cruel y que ahora serían aun más estrictos conmigo. El resto del día y de la noche me sentí fatal, más allá de que tuve que dormir boca abajo me habían dolido las palabras de mi padre, estaba preocupado por el colegio, asustado por Esteban y muy arrepentido de lo que le había hecho a Santiago.

 

Tal y como se lo prometimos a la rectora, al otro día llegamos al colegio junto con nuestros padres, estábamos con el uniforme. Los padres estaban adelante y nosotros con nuestro salón, pero todos en la misma fila. Era una asamblea donde estaba todo el colegio, los cuatro estábamos nerviosos, incluso a mi me estaban sudando las manos. Al cabo de unos minutos la rectora saludó y comenzó a hablar:

-Lo que pasó ayer en horas de la tarde es inadmisible en este colegio, debería darles vergüenza protagonizar un acto de este tipo. Ustedes pertenecen  a un colegio decente con normas claras, es el colmo que no sean capaces de comportarse como caballeros pero si como animales salvajes, este caso en especial me ha dado mucho en qué pensar, en los valores que necesitamos formar en los estudiantes para que salgan a ser productivos y solidarios para el país, también, el claro mal ejemplo que han dado y la pésima imagen de nuestra institución, que ayer gracias a sus impulsos, generó un escándalo que no tiene ningún lado positivo.

 

-Estamos muertos –Dijo David algo desesperado.

 

-Debimos haber hablado, yo no tenía nada que ver –Dijo Andrés, mientras se limpiaba el sudor de las manos en el pantalón del uniforme.

 

-No hacer nada para impedir las cosas también es ser cómplice ¡idiota! –Dijo Gustavo, de repente el sintió la necesidad de defender a su amigo que no estaba presente, era culpa de esos idiotas y quería que les fuera mal, al menos nadie lo había recriminado a él por el puño que le dio a David.

 

-Hemos sido muy tolerantes este año –Siguió hablando la rectora. –Pero esto fue la gota que colmó el vaso, los seis implicados van a tener un castigo ejemplar para que precisamente los demás alumnos piensen dos veces antes de actuar de esa forma. Ayer el concejo directivo se reunió y entre todos hubo la decisión unánime de que los estudiantes Andrés Santamaría, Alejandro Castiblanco, David Villamizar, Juan Felipe Ospina, Esteban D´Caldas y Santiago Pratt de cuarto queden inmediatamente expulsados de nuestra apreciada institución en base a las reglas 6,3, 8,7, 25 y 29.1 del manual de convivencia. Además, quiero advertirle al resto de ustedes que la próxima falta de este calibre que se presente en el colegio va a ser inmediatamente informada a la policía para que sean ellos los que tomen las acciones pertinentes y el nombre del colegio no se vea afectado.

 

-Mierda… ahora si me van a matar –Dijo Alejandro a punto de llorar, era su fin. Y lo peor, había ocurrido a vista de TODO el colegio, lo que habían hecho si era grave pero no tanto… aunque sentía que todo era su culpa, la había cagado preciso cuando su hermana por fin estaba mejor.

 

-Me cagué la vida gracias a ustedes… -Dijo Juan Felipe, él no se sentía muy culpable, es más, según él, él era otra víctima, para él estuvo en un mal lugar en el tiempo equivocado, jamás debió ir a la casa de Santiago.

 

-Lo dices como si jamás hubieras hecho nada pendejo, todo empezó por sus ideas de creerse superiores –Dijo David señalando a sus tres amigos -Ahora quítense ¿sí? ya que nos expulsaron, estamos sin colegio y nuestros papás están presentes prefiero ir a ver su reacción antes de que me busquen a mí –Dijo empujando al que habló antes, claramente afectado.

 

-No lo sé, pero yo si estoy seguro de que no los voy a volver a ver –Dijo Andrés ya con los ojos aguados, sabía que a raíz de este problema su vida iba a cambiar completamente.

 

Y por supuesto que lo hizo, muchas veces al actuar nadie piensa en las consecuencias que puede tener ni en las grandes repercusiones que pueden traer acciones que parecen pequeñas a simple vista. Todos quedaron con algo de culpa sobre lo que pasó, algunos más que otros, especialmente los que más actuaron, ninguno hizo bien al querer venganza o contar secretos o no hacer nada, incluso al no pedir ayuda.

 

Cada acción y actitud puede llegar a ser entendible o no desde el punto de vista que se quiera tomar, porque realmente no hay buenos y malos, solo seres humanos que actuaron como creyeron que era lo mejor, ¿se justifica todo? no, y en eso está la complejidad de la vida y los distintos rumbos que puede tomar. Los seis tuvieron un cambio radical en sus vidas y es muy probable que nunca vuelvan a encontrase todos en un mismo lugar.

 

Santiago estuvo cuatro meses en un hospital psiquiátrico en una crisis que casi lo lleva al suicidio, sus padres decidieron que la educación virtual es la mejor opción para él hasta que aprenda a controlar un poco sus impulsos. Esteban estuvo una semana en el hospital, ni siquiera pudo perdirle perdón a Santiago porque lo enviaron a un internado a otro país a terminar el colegio, cada vez que alguien se le acerca mucho vuelve a tener el recuerdo de Santiago atacándolo y se paraliza.

 

Alejandro entró a un colegio militar con la ayuda de sus padres, se disculpó sinceramente con Santiago, mejoró las relaciones con su hermana y sus padres se volvieron mil veces más estrictos con él. Juan Felipe empezó a ir al psicólogo por la culpa que sentía, entró a un colegio público y comenzó a trabajar los fines de semana para ayudar a sus padres y abuelos, con el único que tiene relación es con Alejandro.

 

Andrés fue enviado con su madre, fue un acuerdo mutuo ya que su padre demostró lo mal que lo cuidaba según ella, va al mismo colegio que sus hermanos menores pero su forma de ser cambió completamente, ahora parece un zombi y rara vez le dirige la palabra a su mamá y padrastro. Y finalmente David, también ingresó a un colegio público, sus padres le quitaron todos los privilegios y buscaron ayuda en una iglesia que les recomendaron.

 

Hola

Esta historia es un regalo que tenía pendiente desde hace mucho tiempo para alguien que es como mi hermana menor. Estrella, espero que te guste y que cumpla tus expectativas.

Thror

2 comentarios:

  1. Nooo plis no lo termines es de mis historias favoritas.....o alargalo un poquito la reaccion de cada padre con su hijo y que consecuencias tuvieron plissss

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  2. La broma final fue lo que desencadenó todo esto pero es que si Esteban y David se pasaron con lo del celular porque ellos estaban acostumbrados a tantos lujos que no se pusieron a pensar en los que no tienen!!
    Me pareció muy justo que le pegaran a David porque fue de los más crueles con Santiago!!
    En esta historia tuviste mucha razón en lo que dices que cada acción tuvo consecuencias y al final todos fueron cómplices y pudo terminar peor para Esteban ya que llevó al límite a Santiago y lo hizo sacar su peor versión!!
    Y para Santiago le pudieron provocar una crisis peor!!
    Ahora si ya hablé de la historia y te quiero decir aquí también que me encantó!!
    Y sobretodo te quiero decir GRACIAS porque te tomaste mucho de tu tiempo para escribir esto para mí y como siempre te luciste!!
    Enserio que fue un regalote y fue mucho más de lo que esperaba!!
    Sabes que yo también te veo como un hermano y te quiero mucho.. igual sabes que estoy muy orgullosa de ti, de todo lo que has logrado y por la excelente persona que eres!!
    Te quiero pedir disculpas porque como te lo dije en el tercer capítulo esto lo tuve que haber hecho en su momento y no muchísimos meses después!!
    Pero enserio que si lo valore muchísimo y me encantó mucho.. gracias de nuevo 😘😘..
    Posdata: si hicieron muy mal los chicos pero todos tuvieron un final drástico a ver si me porto bien y te convenzo un día de que hagas algún reencuentro jajaja o una escapada a alguna fiestecita!! (Y hablo de convencerte bien.. no te creas que te voy a estar shingando por privado.. sabes que eso no se me da 🙄)

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