CAPÍTULO 3: HIPERSENSIBILIDAD
El mundo mágico y el mundo mortal no eran en el fondo tan diferentes. Había
reglas universales que tenían que cumplirse en los dos ámbitos. Si en el mundo
mortal alguien quiere romper un contrato, tendrá que pagar una penalización
económica o legal. Del mismo modo, si alguien quería romper un contrato en el
mundo mágico, tendría que pagar un precio. Y algunos contratos, eran
simplemente irrompibles. Por más que buscaron, leyeron e investigaron entre
cada uno de los libros de la escuela de magia, ni Chris ni su padre pudieron
encontrar una forma de anular el contrato que Peter había firmado. Lo peor de
todo es que Chris parecía ser el único de su familia que pensaba que aquello
estaba mal, que era un error, y que Peter jamás debía ocupar el puesto que le
habían asignado.
-
Cariño,
sé que no te gusta, pero si hacemos caso a todas las cosas que han pasado, este
parece ser el destino de mi nieto – dijo Piper, tratando de animar a Chris, que
estaba sentado con la cabeza entre las manos, desesperado de pura frustración e
impotencia.
-
¿Su
destino? ¿Gobernar esa cloaca? Olvidas que es mi hijo, mamá. El hijo de un
medio luz blanca, y el nieto de un Anciano y de una Embrujada. ¿Cómo va a ser
su destino ser el jefe supremo de las criaturas a las que debemos combatir?
-
Tal
vez, para que ya no tengamos que combatirlas.
Es su
vida lo que está en juego, mamá – insistió Christopher, porque todos parecían
estar olvidando ese detalle.
Su verdadero problema no era el contacto con los demonios, porque
gracias a los gemelos había aprendido algo que en verdad ya sabía: que no todo
es blanco o negro, incluso en la magia. Que nacer de una forma no te obliga a
ser una cosa o hacer otra. Que todo el mundo tenía elección, incluso los
demonios. Entendía que podía haber bondad en todos los seres humanos y en todas
las criaturas del planeta, y aunque nunca formaría parte de un club de fans
demoníaco, no tenía tanto prejuicios como meses atrás. Lo que tenía era un
miedo terrible a perder a su hijo. A perderlo de nuevo.
-
Peter
no va a matar a nadie, Chris. Me da igual lo que Victoria viera en aquella premonición: eso no
pasó, y Peter, el Peter de ahora, el que vive contigo, el que vemos todos los
días, no es capaz de matar a nadie.
-
Pero
sí a sí mismo. Tu no le viste, mamá…. Estaba… lleno de sangre. Era todo… como
en una película de terror…. Sólo que era real….
-
Si
a ti te dijeran que la única forma de evitar que tu familia entera se destruya
es que tú mueras, lo harías sin dudarlo. No le estoy justificando, lo que mi
nieto hizo fue una tontería y de verdad creo que debería retomar sus visitas
con el psicólogo. Pero eso no es
incompatible con el hecho de que cumpla la misión que le han asignado.
-
¡Tiene
diecisiete años, su única misión tendría que ser acabar el colegio! No quiero
esto para mis hijos, mamá…
-
Lo
sé, cariño. Una parte de mí deseo que tus hermanos y tú nacierais sin poderes.
Pero las cosas son así, y lo único que un padre
mágico puede hacer es lo mismo que cualquier otro: proteger a sus hijos
con todas sus armas.
Christopher suspiró, resignado, y dejó la
mirada fija en un punto de su desván, que era donde se encontraba, en compañía
de su madre.
-
¿Chris? - llamó Piper, después de un rato, al verle
tan abstraído. Se preguntaba en qué estaría pensando su hijo.
-
¿Crees
que hice mal en castigarle? – preguntó Chris, volviendo sus ojos hacia ella.
-
¿A
quién?
-
A
Peter. Por firmar el contrato.
-
Chris,
es tu hijo…. Yo en eso no me quiero meter…
-
Vamos,
mamá. Será mi hijo pero bien que le regañas cuando crees que lo merece. En esta
casa no existe el “no me quiero meter”. Cuando murió Bianca, siempre que metía
la pata con Leo no dudabas un segundo en echarme la bronca, como buena abuela
defensora.
Piper pensó unos segundos antes de responder.
-
Tal
vez todo esto fuera lo que debía pasar, pero no debió hacerlo tan
impulsivamente. Tendría que haberlo pensado y consultado con nosotros. Y Nick
me dijo que había estado bajando al inframundo. Estaba actuando impulsivamente,
y había que ponerle un alto. Creo que hiciste lo que debías.
-
Una
parte de mí se siente como el padre que le dice a su hijo “no puedes estudiar
tal cosa” porque tiene otros planes para él. Esto no es igual, pero se parece.
No quiero que Peter piense que yo quería que fuera un luz blanca, y que me
molesta que en vez de eso sea un demonio….
-
¿Te
molesta?
Christopher se
miró las manos. Se analizó cada poro de la piel y las uñas recién cortadas,
aunque era difícil decir si estaba prestando o no atención a los detalles.
-
Pensé
que sería peor. Pensé… En realidad no parece que sea un demonio. Sigue siendo
mi niño, y mientras lo sea, yo estoy bien. Mi único miedo es perderle.
-
Entonces
no tengas tanto problema, Chris. Sólo sé su padre, como lo vienes siendo hasta
ahora. Demuéstrale que nada ha cambiado. Que estás ahí para él, en las buenas y
en las malas, y eso incluye corregirle si mete la pata…
Chris asintió, algo más convencido. Toda su seguridad como padre se
había desestabilizado en el momento en el que dos adolescentes entraron en su
vida, y cada día tenía algo que aprender
al respecto de cómo tratarlos. Todo se había vuelto más y más complicado cuando
además apareció el factor magia.
Le dio vueltas a lo que había dicho su madre durante un rato, y llegó a
la conclusión de que tenía razón.
-
He
estado pensando en dejar la casa – dijo de pronto, confesando algo que había
estado pensando las últimas semanas.
-
¿Qué?
-
Debí
hacerlo cuando murió Bianca… todo está impregnado de ella, lleno de recuerdos…
Ahora además se suman otros recuerdos dolorosos, como todo lo que pasó. Y en
esta casa se siente la… magia… Quiero darles a mis hijos la oportunidad de
crecer como niños y adolescentes normales. Quiero una casa en una urbanización,
con un jardín, un perro, y ningún desván con pociones, bolas de cristal y
elementos mágicos. Además… ahora que está Amy… sería una buena forma de volver
a empezar.
Christopher observó a su madre, a ver cómo se tomaba su revelación. Esa
casa había pertenecido a su familia durante generaciones, y siempre había
vivido un Halliwell en ella. Sus padres se la habían dado en herencia aún en
vida cuando se casó, y desde entonces había sido suya, a pesar de que era muy
grande para vivir solo él, su mujer y su hijo, y se quedó más grande aún tras
la muerte de su esposa.
-
Me
parece… bien.
-
Por
supuesto, no la vendería. Eso ni se me pasó por la cabeza. Esconde demasiados
secretos mágicos, y lo que hay bajo el suelo del sótano es simplemente
demasiado peligroso para que ningún mortal viva aquí… He pensado que a Wyatt le
podría gustar vivir aquí.
-
Lo
mejor sería que se la quedaran Melinda y Thomas. Son los que más la necesitan, y así viviría
en la misma ciudad, por fin…
-
Pero…
su trabajo….
-
Algo
me dice que dentro de poco lo va a dejar – respondió Piper, con una sonrisa
chispeante. Christopher la miró con curiosidad, instándola a que se
explicara. – Se supone que no debo
decirlo….Oh, está bien…. Tú no eres el único que va a darme otro nieto.
Christopher tardó unos instantes en entenderlo.
-
¿Mel
está embarazada?
-
Ahá.
Y con cuatro hijos, ella misma dice que necesita pasar más tiempo en casa.
Thomas puede montar un gimnasio de boxeo aquí y ella… tal vez encuentre algo a
medio tiempo.
-
….¿Necesitan
tanto el dinero? Wyatt y yo…
-
Ya
sabes que no aceptará vuestra ayuda. Pensará que es caridad, y tu hermana es
muy orgullosa. Thomas lo es aún más.
Christopher suspiró, conociendo lo cabezotas que eran su hermana y su
cuñado. Se alegró de que fueran a vivir más cerca, a pesar de que con sus
poderes pudiera estar en otra ciudad en pocos segundos.
-
¿Crees
que les gustará la idea? No sé si Thomas se sienta muy a gusto aquí…
-
Creo
que Thomas empieza a estar más acostumbrado a la magia de lo que le gustaría.
Chris sonrió un poco, y abrió la boca para responder, pero la cerró
enseguida al escuchar un grito del piso de abajo. Amy y sus hijos estaban allí,
y Chris bajó corriendo para ver qué había pasado, con los sentidos alerta como
había aprendido en sus muchos años de mago y en sus ocho como padre.
El grito había venido de la habitación de Peter. Cuando entró, Chris se
encontró en ella un cuadro curioso. Su hijo de ocho años estaba de pie con los
ojos muy abiertos, mirando a Peter como si hubiese visto un fantasma. Peter, en
cambio, estaba sentado en el suelo con aspecto de estar adolorido y frotándose
el pecho.
- ¿Qué pasó? – preguntó Chris, algo más calmado
al ver que nadie corría ningún peligro.
Ninguno de sus hijos parecía dispuesto a responderle. Chris estaba a
punto de llamar a Nick para ver si él sabía algo, pero Piper, que había bajado
tras él, decidió intervenir.
- Vuestro padre os ha hecho una pregunta. – dijo
con voz seria. Piper sabía poner un tono autoritario que prácticamente obligaba
a cualquiera a hacer lo que le pedía.
Peter miró a Leo a ver si éste decía algo, pero el niño parecía
demasiado impactado para hablar.
- Quería abrir el Arca – explicó Peter. El Arca
era una caja metálica que Peter había adquirido como parte de sus nuevas
responsabilidades. Dentro de ella estaban los nombres de todos los demonios y
le habían advertido que nadie debía abrirla, porque conocer el nombre de un demonio
te daba mucho poder sobre él.
- Leo, ya te dijimos que no puedes hacer eso –
regañó Chris, algo cansado de la curiosidad inquieta de su niño, que siempre
tenía que hurgarlo todo.
- No iba a abrirla… Solo quería verla…. –se
defendió.
- Ibas a abrirla – replicó Peter – Y yo traté de
impedírtelo y…. me empujaste. – dijo, frotándose el pecho nuevamente – Me dolió
– exclamó, más sorprendido que acusatorio.
- Tu hermano es mucho más pequeño que tú, Peter,
no creo que te haya hecho daño…
- Lo sé, pero… me dolió…
Chris solo necesitó mirar en los ojos de Peter para saber que estaba
diciendo la verdad. Supuestamente al ser un demonio completo tendría que ser
más fuerte que nunca, y sin embargo parecía más débil de lo que jamás había
sido.
Chris intercambió una mirada con su madre, esperando que ella pudiera
explicar aquello. Piper parecía tan desconcertada como él, así que lo anotó a
la lista de las cosas de las que tenía que encargarse, y decidió ocuparse de lo
que podía resolver en ese momento.
- Leo, ven aquí.
Leo se acercó a él a pasitos cortos.
- No quería hacerle daño, papi - gimoteó el niño, aún asimilando que había
derribado a su hermano mayor con tan solo un empujón.
- Yo sé, pequeño. Pero de todos modos sabes que
no está bien empujar ¿eh? Ni tocar cosas que no son tuyas, y que te han dicho
que no se tocan.
Leo puso un puchero y asintió. Parecía entender que había obrado mal,
pero cuando Chris le agarró del brazo salió corriendo a refugiarse en los
brazos de Piper.
- ¡Abu, Abu, no dejes que me pegue!
Chris estaba seguro de que Leo nunca antes había pedido la ayuda de su
abuela en una situación así, porque no recordaba haber sentido nunca antes ese
nudo en el pecho, al pensar que su hijo le consideraba peligroso. Tal vez era
que estaba demasiado sensible, y estaba sobrerreaccionando al hecho de que Leo
quisiera escaparse de un castigo.
Piper pareció notar su debate interno y tomó una decisión. Correspondió
al abrazo que Leo le pedía, pero bajó la mano un par de veces justo encima del
pantalón del pequeño:
PLAS PLAS
- Ya escuchaste a tu padre, cariño. – regañó
Piper con suavidad. Leo la miró sintiéndose traicionado, sin llegar a llorar
porque en verdad no le había dolido. Aceptó el abrazo que su abuela le ofrecía
y luego se dejó acariciar por su padre.
- Ya no vale castigar más – dijo Leo, por si
acaso Chris tenía segundas intenciones.
- Renacuajo descarado y con suerte – murmuró
Chris, y alzó en brazos a su hijo hasta levantarle por encima suyo – Pídele
perdón a Peter.
- Perdón Peter.
- No pasa nada, enano – dijo Peter, conteniendo una sonrisa porque el
enano siempre salía bien parado de los líos en los que se metía.
mas, mas mas!!!!!
ResponderBorrarQUIERO MASS!!!!!
Oh noticias de mis diablitos favoritos
ResponderBorrarQue bien Dream de veras... Estaba extrañandote ya
Espero pronto lo continues y asi saber que pasa con Peter y ese cansancio no habitual
Solo por favor que no sea nada malo
Un abrazo
Marambra
De verdad que lindo que le hayas dado a tan buena historia!!!
ResponderBorrarQue también espero sea una temporada de más de 100 capítulos!!!!
jajaja Leo siempre se sale con la suya!!!