CAPITULO 3: ODIO A PRIMERA VISTA
-A eso voy…a eso voy…
Adrián se excusó mostrando las palmas
de sus manos ante la mirada acusadora de Sergio, ni parecía que tuviera 15
parecía otra vez de 5 años mostrándose insistente a que le contara un cuento de
terror, riéndose un poquito, el mayor de los Amezaga retomo el hilo de la
narración.
-Todo estaba saliendo bien, estaba
conduciendo esa buena máquina…
-…Uhmmm y cuando pensabas devolve…
-…Lo iba a devolver, Sergio, no iba a
quedármelo y tampoco sería tan tonto de hacerle algún raspón, solo quería
sentirme libre.
-Pues escogiste la forma más
delictiva de hacerlo.
-Y pronto la realidad se encargó de
recordármelo hermanito, créeme, mi
suerte se terminó cuando vi algo que…casi me vuelvo loco.
-jajaja yo sé que estás loco, pero
escuchándolo de ti… suena muy raro.
Sergio puso cara fantasmal y Adrián
rodo los ojos, sabía que estaba burlándose de él.
-Muy gracioso, hablo en serio, no sé
qué pasó…solo estaba conduciendo y de pronto vi un cachorrito cruzándose por mi
frente…era igual a…era igual a…
-…Igual a Snoopy!!!!
-Sí, igual a Snoopy.
Su padre no les permitía tener
mascotas, era una regla que desde niños tuvieron la molestia de obedecer y no
era porque a Allan no le agradaran las mascotas al contrario le gustaban mucho
pero era alérgico así que no podía estar cerca de los perros.
Solo tuvieron la dicha de tener un animalito
en casa cuando Allan viajó 3 semanas por negocios y Adrián se topó en la calle con
un perrito de color negro azabache con el pelo rizadito de raza mezclada y
ojitos negros, era muy bello como todos los animalitos, y carecía de hogar así
que sin dudar con sus apenas 8 añitos de edad escondió al perrito en casa y
cuando Sergio lo vió lo primero que dijo fue: Snoopy, porque estaba enviciado con las caricaturas de Snoopy y él
quería un Snoopy y su hermano mayor le había conseguido uno, aunque no tenía ni
la más mínima similitud con el perrito de las caricaturas.
Pamela- la madre de los chicos- no
tardó mucho en darse cuenta del nuevo integrante de la familia así que poco a
poco y con una increíble capacidad explicó a sus hijos que debían buscarle un
hogar para cuando su padre volviera, prácticamente dieron en adopción a Snoopy
por la buena familia que encontraron, y los chicos siempre tendrían grabado las
3 semanas que tuvieron mascota… y para ellos eso fue una de las pocas pero maravillosas
ocasiones que su mamá les permitió torcer alguna de las reglas de su papá.
-Pues júrame que no atropellaste a la
reencarnación de Snoopy o yo mismo te entrego a la policía!
-No lo hice…ya te dije que lo imagine
todo…me asusté mucho, pensé que le había quitado la vida a un inocente perrito.
-Entonces qué? estás loco y tienen
que internarte?
-Pues… en estos momentos no me parece mala idea, porque
crees que este tardando tanto el director?
-No lo sé, pero dime de una vez a
quien conociste en tu experiencia sobrenatural de escape.
-Ah! sí!...estaba con los ojos
fuertemente cerrados y con el corazón a punto de salirse de mi organismo por
pensar que había arrollado a Snoopy…
Por insistencia de su hermano, Adrián
tuvo que volver a su reciente pasado infernal a cuando creyó que había hecho lo
peor que había hecho en su vida hasta ahora, cuando pensó que había atropellado
a Snoopy.
…………………………………………
‘Prometo
jamás portarme mal, prometo jamás desobedecer, prometo nunca gritar a nadie,
prometo no molestar a Sergio, y prometo comerme todas las verduras pero por
todos los cielos quisiera no haber arrollado a ese inocente perrito’
Sus pensamientos se dirigían a
promesas casi convertidas en rezos, pensar en que pudo atropellar a esa
inocente vidita, era algo que no quería creer posible.
‘No daré más
problemas a papá y a mamá, no volveré hacer rebelde, jamás volveré hacer algo
malo en mi vida…’
Toc Toc Toc Toc Toc Toc Toc
Toc Toc
‘Por que escucho
que alguien toca la ventana?... presiento que es mi imaginación, no quiero
abrir los ojos, no quiero ver lo que hice’
Toc Toc Toc Toc Toc Toc Toc Toc Toc
‘Escucho los
sonidos más fuertes e instintivamente abro los ojos, ya no puedo evitarlo,
tengo que ver la evidencia de lo que hice…rápidamente miro al frente pero no
hay nada, no hay sangre en el parabrisas, giro mi cabeza y…’
-Sal de ahí!
Nada preparo mentalmente a Sergio para
ver la silueta de una chica delgada y de cabello oscuro, largo, casi cubría más
de la mitad de su rostro porque estaba afanada tocando el vidrio, y el reflejo del sol no dejaba que Sergio la vea
claramente.
-SAL DE AHÍ!
‘Quien es
esta chica? Y porque me grita?... y aunque es un grito, tiene una melodiosa
voz, pero de mando, orden, un grito en todas sus letras está muy enojada y no
deja de golpetear el vidrio’
Toc Toc Toc Toc Toc Toc Toc Toc Toc
-SAL DE AHÍ!!! O LLAMO A LA POLICIA!!!
‘Oh
no! de pronto caigo en lo que es obvio, es la dueña del cachorrito! Debe ser la
dueña, sí, no hay otra explicación lógica para que este tan alterada, tal vez
empujé al perrito 3 metros de distancia o tal vez aún está vivo y puede
salvarse! Soy tan idiota! debí socorrerlo rápido en lugar de estar temblando
como un crío!...estúpido! estúpido!... tal vez pueda salvarse…tal vez pueda
salvarse!
Adrián abrió rápidamente la puerta y
la chica retrocedió unos pasos, el chico no pudo notar los grandes ojos azules
de ella, enojados, pero más que el mismo radiante cielo azul, el chico estaba muy
preocupado y en su mente solo estaba Snoopy.
-Dónde está?!- Caminó por alrededor del
auto y fijó su mirada en la lejanía del asfalto.
-Dónde está quien!- La chica se cruzó de
brazos y siguió reclamando- Que hacías en ese vehículo!!??
-Donde esta!!!?- Siguió buscando al perrito
pero no había ninguna señal de su cuerpo.
Adrián se puso como loco a buscar al
cachorrito que pensó había arrollado, pero no había nada de lo que se había
imaginado, no había cadáver, no había sangre, no había abolladura en el auto. Estaba
manejando muy rápido y era imposible que el cachorrito se salvara si lo hubiese
empujado, al menos habría algún signo de que lo lastimó, pero no había nada.
-No puede ser!!! yo lo vi!!! Lo vi!!!…estaba
justo frente mío!
-Escucha maniático, que hacías en el
vehículo de mi tía!!! Responde o llamo a la policía!
‘Maldita
sea mi suerte! me encontré con la dueña del vehículo?!...o eso es lo que ella
me dice…o tal vez… mi deseo que no le pasara nada al perrito se hizo realidad a
cambio de toparme con una chica odiosa que no para de acusarme’.
Estaba ocupado pensando en que sus
rezos se hicieron realidad que no se percataba de la posible verdadera razón de
la presencia de la chica.
-Que estás diciendo?
-Qué. Haces. En. El. Auto. De. Mi. Tía!.
-El vehículo es de tu tía?
-Sí, lo es! Y tú eres un ladrón que
quiere robárselo!
-No! no quiero robarlo, solo lo tome
prestado.
-Y para variar tienes síndrome de
Robin Hood!
La chica empezó a marcar en su
teléfono celular.
‘Que!!!???
quiere llamar a la policía!!! No, no, no. no esto no puede ser odiosamente
real’
-Hey! espera!...nunca me has visto en
tu vida como puedes decir eso? además…como sé que la ladrona no eres tú?
-Eso solo confirmaría lo estúpido que
eres.
‘Me dijo
estúpido? pero, pero que le pasa!...genial! ahora debo perder tiempo en pelear
con esta chica en lugar de buscar al cachorrito’
Adrián pensaba mientras la chica se
puso a reír irónicamente mientras colocaba a su oído el teléfono celular,
estaba a segundos de que alguien le contestara cuando Adrián hizo algo que la
sorprendió, pero sólo por escasos segundos.
-Deja que te explique.
La chica retrocedió un par de pasos
porque se asustó, un poco, de la manera que “Robin Hood” se acercó a ella, supo
que había sido imprudente, gritar y enfrentar a un extraño- por más que
aparentara la misma edad que ella- era un extraño y podía hacerle mucho daño-
ensanchó sus ojos porque se acercó lentamente a ella, sin ningún titubeo, muy
cerca, casi rozando la piel de su rostro con la lozana y blanca piel de ella, casi respirando en su oído,
delicadamente le quito el teléfono, colgó y dijo:
-Por favor, sé que lo que hice estuvo mal,
deja que te explique…no es lo que piensas.
Adrián tenía un aire hipnotizante que
hacía que las chicas que lo conocían le presten atención, pero era claro que
con ella no funciono, ni un poquito.
Y en la mente de la chica lo único
que rondaba era la suerte de que el chico en su frente no parecía ser un
psicópata, solo el imbécil que se llevó el auto de su tía.
-Crees que puedes tomar las cosas que no son
tuyas!
-No, era un préstamo!...y además como
voy a saber que tú dices la verdad!?
-En primer lugar con el aspecto que
tienes no dudaría que acabas de escapar de un manicomio pero mirando tu
desastroso uniforme no dudo que eres del Mackartir School.
‘Mi
apariencia? Desastroso uniforme? Que petulante es! Al menos yo no llevo un
ridículo sweater con un oso panda tejido en el centro! Y además me importa un
rábano mi apariencia, donde está el perrito!?’
Adrián continuaba renegando en sus
pensamientos y los incrementaba al observar que la chica ponía una mueca de
desaprobación ante su desarreglado aspecto que por correr y saltar tenía el
uniforme sucio y raspones en el rostro- con seguridad obra de las enredaderas
que tuvo que esquivar para poder subir el muro del patio trasero de la escuela.
-En segundo lugar ningún estudiante
de tu edad estaría conduciendo un vehículo como ese a estas horas, ninguno! Y
en tercer lugar ese auto no es tuyo!
El cerebro de Adrián estaba opacado
por la destreza de la chica para resolver y encajar las pistas sobre su “préstamo”
del auto, estaba anonadado por la tenaz forma en que le hablaba y estupefacto
porque le había encarado sin ningún temor de él, bueno, no era ni de cerca un
ladrón pero era un extraño, cómo una chica de su tipo podía enfrentarse a un extraño
y gritarle de esa forma? cómo una chica podía tener tanto coraje de plantarse
frente a un completo extraño!
Si no fuera porque la situación ponía
a Adrián sobre la delgada línea roja, de no ser porque su mente estaba con mil
pensamientos de Snoopy y cayendo en sus acciones delictivas…se habría caído a
los pies de ella.
-Escucha no tengo tiempo para explicarte mis
motivos… ayúdame a encontrarlo.
-Qué?, encontrar a quién?
-Arrolle a un perrito…
-Donde?
-Aquí.
-Piensas que soy tan tonta de creerte
esa mentira?
-No es una mentira, es la verdad.
-Devuélveme mi teléfono, voy a llamar
a la policía!
-Tómalo.
Para este momento Adrián estaba
cansado de pelear por su inocencia más era la culpa que rondaba por su
conciencia y le decía que no importaba si una completa extraña lo acusaba,
debía ver al perrito, entregó el celular y dijo:
-Llama al 911, o a tu tía, o a la escuela… o
al mismísimo presidente de los Estados Unidos… no me importa, solo quiero ver
dónde está.
Un giro en el discurso del chico hizo
que la chica cambiara de opinión, después de todo la idea de una inocente
vidita arrollada no era algo que dejaría pasar así nomás.
-Donde exactamente lo arrollaste?
A regañadientes por su propia
conciencia, ella, decidió ponerse en
la búsqueda del misterioso perrito.
-Justo aquí.
Adrián se sujetaba la cabeza en señal
de impotencia de no tener ni una pista del perrito.
-El auto no tiene ni un raspón.
La chica dijo observando la parte
delantera del auto deportivo.
-No, no tiene…pero yo lo ví!
Viendo de reojo por los arbustos y
teniendo una vista de águila, la chica dijo:
-Ahí está!
Un hermoso cachorrito negro apareció
oculto entre los arbustos, rascándose la oreja y sacando la lengua por la
enorme aventura que acababa de vivir; cruzar la carretera y salvarse a un pelo
de la muerte por el extraño chico que estaba, ahora, arrodillado y en su
frente.
-oh por dios! estás vivo! E ileso!
Adrián sonreía y jugueteaba con el
perrito mientras éste le lamía la cara y el agradecía dentro suyo: ‘Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias,
GRACIAS al cielo que está bien!’
-Creí que te mate!!! Cielos!!! pensé
que estabas muerto…
-Hola amiguito- la chica se arrodillo y
dijo con ironía-este bárbaro casi te mata?
Adrián rodo los ojos pero dijo muy
sincero-Gracias.
Cuando la chica iba a responder a lo
que, nuevamente le había sorprendido un poco, apareció un chiquillo ofuscado de
tanto correr y perseguir a un corredizo cachorrito.
-Pasita!!! Aquí estas!!! te he buscado
tanto!! Perro malo te escapaste!
-Hey niño tu quien eres!???
Adrián quería volverse loco porque
según sus planes el debería estar gozando de su libertad y no varado
encontrándose con personas extrañas!
-Heeey! Yo pregunto lo mismo y que hacen
acariciando a pasita? Es mío! Es mi perrito!!! Y puedo probarlo!!!
-UH?
Tanto Adrián como la chica estaban
sobrepasados de lo rápido que ése chiquillo hablaba.
Sin perder tiempo sujeto con cuidado
al perrito y les mostro su patita derecha tenía un cintillo azul grabado, en
efecto, el nombre de pasita.
-Pues que hacía pasita en medio de la
carretera? No ves que alguien se lo puede llevar!.
Adrián puso sus manos en las caderas
muy enojado porque el susto que se había llevado era nada más y nada menos que
causa de un niño descuidado.
-O que algún desconsiderado e irresponsable
chico lo atropelle!
Nuevamente la chica aparecía en
escena, diciendo presente con su melodiosa voz de reclamo y Adrián no podía
dejar de pensar que era muy entrometida, claro, a nadie le gusta que le
interrumpan en medio de un coraje.
‘Cómo
diablos iba a saber que ése perrito se iba a cruzar en mi camino? Como iba a
saberlo! Como pretendías que supiera que mi libertad sería suprimida por el
tonto descuido del niño? – Adrián pensaba para gritarle a la chica, pero
dijo a voz alta.
-Aggg! Ahora resulta que es mi culpa?
-Claro que sí! No estabas atento
mientras conducías!
-Sí lo estaba!
‘No, no lo
estaba, es más tenía los ojos cerrados pero porque te entrometes en mis
problemas? Rayos! pienso que no he conocido a alguien más entrometida que tú!
-já y porque estabas a punto de
volverte loco pensando que mataste a pasita?
-Pero no lo hice al intento!
-jajajaja ustedes me hacen reír más
que los Muppets!!!
El chiquillo estaba riendo sentado de
piecitos cruzados y con pasita en su regazo mientras degustaban una galletita
de chocolate, inmediatamente el nivel de decibeles de los chicos bajo a cero,
ese chiquillo pretendía que estaba en una función de muñecos, pero, ni de cerca
era el caso.
Con acciones idénticas tanto Adrián
como la chica se cruzaron de brazos y miraron en direcciones opuestas, se
sentían avergonzados por dar un espectáculo humorístico.
-DANIEEEEEL!!!!!! Ven aquí ahora
mismo!!!!
La voz de una madre muy enojada irrumpió
el enojo de ambos.
-Ups! es mi mami! debo irme!
El chiquillo sujetó a pasita con
cuidado y empezó a correr en dirección hacia la enojada voz que gritaba su
nombre, al parecer no solo Adrián tuvo una gran aventura corriendo esta mañana,
pero esa era otra historia.
-jajajajajajjajajajajaj
Ante la prisa que llevaba el
chiquillo, ambos, tanto Adrián como la chica no pararon de reír por varios
minutos, hasta que fue ella quien hablo.
-ufff!!! qué día!!!- respiro profundo
y fijo, por segunda vez, sus grandes ojos azules hacia los bellos, cálidos y
dulces ojos claros de Adrián.
-Ni me lo digas!...todavía tengo cargos
pendientes por enfrentar- Adrián sonrío, sin saber por qué, con
tranquilidad, tal vez contagiado de la tranquilidad que reflejaban los ojos azules
de ella.
-Yo también- Dijo la chica, sonando
dulce por primera vez.
Y fue cuando Adrián supo que no fue
una casualidad que la chica más, entrometida, odiosa y petulante del planeta,
se le haya acercado en medio de la calle,
pero curiosamente todas las
“cualidades” antes mencionadas se vieron opacadas, olvidadas por la,
ahora, dulzura que emanaba de ella.
Estando en un incómodo silencio la
chica decidió rápidamente dirigirse hacia el vehículo de su tía para conducirlo
o llamar por teléfono celular, Adrián
nunca lo sabría, porque sin poder controlar sus impulsos le sujeto el brazo derecho
a la chica- y ésa parte jamás de los jamases se lo contaría a Sergio, ésta
parte del recuerdo estaba guardada solo para él.
-Espera, dime tu nombre.
Y ella en un retroceso inesperado se
tropezó y ambos cayeron al piso en el tambaleo.
Adrián cayo de espaldas y la chica de
frente encima de él, con los ojos ensanchados y la respiración acelerada,
Adrián de la misma forma, sobresaltado y contemplando el rostro de con quien
hace poco no podía parar de pelear.
‘Siento que
el mundo se detiene… y gira alrededor de sus ojos azules…parece asustada,
suspira y respira…por primera vez la veo desarmada sin ningún argumento’
Este sería el momento perfecto para
que cupido haga su aparición, pero, por razones de fuerza mayor el angelito no
encontraba ni flecha ni arco, así que ni el chico ni la chica fueron flechados,
más bien fueron interrumpidos ya que ambos reconocieron dos voces de autoridad y
que ellos conocían muy bien.
-Adrián Amezaga!!! Levántate del piso
ahora mismo!
-Isabel? Bel!!! Que haces en el piso?
Levántate!
El profesor Kirk y la tía de Isabel
estaban exaltadísimos por lo que estaban viendo así que no dudaron en levantar
por el brazo derecho a cada uno de los chicos a cargo.
Después de una explicación
pormenorizada- y un poco exagerada- por parte de Isabel de cómo sucedieron las
cosas, su tía se recriminaba interiormente el haberla dejado sola esperando en
la fila del banco mientras ella iba a ganar tiempo inscribiendo a sus sobrinas-
a Isabel y a Gabriela- en el Makartir School en un exclusivo favor que le había
pedido su hermana, madre de Isabel, favor que lo había hecho catastróficamente
mal cuando aparte de que casi le roban el auto, podía haberle pasado algo a su
sobrina dejándola sola.
Por supuesto el único flamante
culpable de todo era Adrián, así que escuchando, nuevamente, dentro su
cabezota, uno de los sermones que solía darle su padre:
-Cuando cometes un error asume las
consecuencias de tus actos.
Se tragó su rebeldía, se tragó las
excusas y los peros, y también las ganas de decirle a Isabel que se calle y
asumió toda la culpa entregando el número celular de Allan para que se contacte
con su padre sobre su mal accionar y casi delictivo “préstamo” del auto.
Sabiendo dentro suyo que volvería a ver
a Isabel.
…………………………………………………………………
-Y luego de que el profesor Kirk me diera
el sermón en la calle junto a la tía de la odiosa de Isabel me trajo de vuelta
a la escuela sin soltarme de la mano como si tuviera 5 años!!!
-jajajajaja ufff hermano! Viviste
toda una aventura al salir de aquí no?
-Más o menos, no era lo que yo
buscaba.
-Pues gracias! ahora sí estoy seguro
que papá va a matarte y luego se olvidara de mí.
-Ah no! yo ya cumplí! Te toca decirme
porque carajos estás tú aquí!
-Ups! con todo lo que dijiste se me
había olvidado.
-Sergio….
-ok. ok. ok. sólo no me mires como si
fueras un perro furioso, quieres?
El menor de los Amezaga empezó su
relato de como se había auto-defendido de Jack y que no se había quedado de brazos
cruzados como otras veces, y tal abuso a su hermanito hizo que Adrián se
levantara de su asiento gritando muy fuerte:
-VOY A PARTIRLE LA CARA AL ESTUPIDO DE
JACK!!!
-Usted jovencito no va hacer ninguna
trastada más!!! Adrián, estoy muy decepcionado de ti.
El hermano mayor de los Amezaga se
sentó lentamente al escuchar fuerte y claro la voz grave de Allan, su papá.
Giro la cabeza sintiéndose muy
pequeño y vio a su padre parado en la entrada de la oficina del director, con Arteaga al costado, y con
todo su porte enojado; el ceño fruncido, las manos en la cintura, y con
seguridad conteniéndose de gritar más fuerte.
El mayor solo pudo poner un triste
puchero en su boca, papá estaba muy enojado con él.
-Y tu Sergio, quita esa sonrisa burlona del
rostro! También estas en serios problemas.
El menor de los Amezaga se cruzó de
brazos muy enojado, ‘bah! Que ni una vez
papá puede olvidarse que metí la pata!’- pensó aún más enojado.
-Ustedes dos quieren matarme de un
infarto?!!!
Y ambos sabían que el momento de
pagar las consecuencias de sus actos estaba a punto de venir, solo pedían
interiormente que su papá no decida castigarlos delante del director, eso no
podía pasar, eso no debía pasar.
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