Capitulo cinco
-Cómo que invitaste a esa niñita a comer?!!- Le reclamó Helena a Ricardo.
-Helena... Helena, por favor!! Baja la voz! Los niños están durmiendo!!
-NO, Ricardo!!! Cómo invitas a esa mocosa?!... Sabes que Rafael tiene
prohibido hablar con ella…
-Lo sé, amor, pero tampoco podemos negar que el niño la quiere... o al
menos eso dice, pero si nos ponemos en su contra, será peor!
-Ay, Dios, ya no sé qué hacer... Y si queda embarazada?!- Ese era el gran temor de Helena. Esa niña era
un tiro al aire y Rafa a su lado, lo era también.
-Pero Amor... qué estás diciendo?! Rafael es un niñ....-Se interrumpió.-
Olvida lo que acabo de decir! Efectivamente creo que debo tener esa charla con
los chicos.- Dijo rascándose la cabeza.
-Con Rafael ya es tarde... Te dije que lo sorprendieron en el baño del
colegio-
-Quéeee?!!! Cómo?! Cuándo?!!-Preguntó confundido.
-Ayer te lo dije- Bueno, ella pudo decírselo cuando pasó... pero Ricardo
estaba lidiando con los problemas con Martin por la muerte de su madre y,
además, era difícil para ella compartir a su hijo.
-Lo siento, Helena... sé que fue difícil para ti. -Ricardo abrazó a
Helena. Se la veía exhausta y algo triste.- Cariño, podemos darle una
oportunidad?!
-Ricardo le he dado miles a ese par... si hasta le pegue una vez delante
de ella... y ni así dejo de meterlo en líos
Un suspiro largo- Está bien, Helena! Le diré a Rafael que cancele la invitación
si eso te hace feliz-
-No. No me matará una comida... pero tu cocinas- Dijo entregándole un
delantal de cocina.
-Ohhh, Helena!!! Y si mejor encargamos comida?!!- Ricardo cruzaba los
dedos por una respuesta afirmativa, ya que a él se le quemaba hasta el agua
hervida!!!
-Pide pizza. Es la favorita de los niños…. Ricardo?! Puede que Rafa ya
no sea... bueno, tú sabes... pero sigue siendo un niño, nuestro niño!!... No
quiero que se salte etapas... tal vez si deberías tener esa charla-
-Gracias, amor!! Tranquila, sí?! Sea lo que sea, sé que lo
solucionaremos juntos!! Rafael está en una etapa difícil, pero es un buen niño.
-Lo es... es sólo esa mocosa que le llena de pajaritos la cabeza...
Gruuu!!! Salió a su padre- Dijo dándole un manotazo juguetón el pecho...
-Hey... -Se quejó riéndose.
Al poco rato, ven a Martín, despeinado y soñoliento, asomándose por la
cocina.
-Qué quiere mi niño de desayuno?!- Le preguntó Helenita.
-Mi torta de chocolate... papi, por qué no la llevaste?!
-Emmm- Ricardo no sabía que decir. Había olvidado por completo comprar
la torta para los niños.
-Tu papá la encargó en otro lado, ya la va a ir a buscar... tú sabes, no
quiere volver a comprar en el café del frente... no sé por qué- Los chinchó un
poco... claro si ella no hacia las cosas no las hacia nadie, por suerte recordó
encargar la dichosa torta, si no le tocaba ponerse a cocinar biscochos.
-No sé, mami... será porque están envenenados?!- Se rió y corrió a
abrazarse a su padre. Había amanecido mimoso y quería aprovechar que su hermano
dormía para monopolizar a su papito.
- Y si van juntos... mientras yo pongo la mesa?!- Propuso Helena, como
leyendo la mente de Martín.
-Vamoooos!!- Gritó Martín y jaló a su padre con él. Helena se quedó
mirándolos con cariño, por un rato, y luego puso la mesa rapidito para ir a mimar
a su bebito.
El camino a buscar la torta fue callado. A ambos les encantaba compartir
el silencio… pero Richi sabía que su hijo debía tener mil dudas en la cabeza,
así que al llegar a casa sólo estacionó el auto… pero ninguno de los dos hizo
el intento de salir; ambos necesitaban hablar.
-Martin, hijo...yo quería saber... estás bien con todo lo que estás
viviendo?!-
Martín se mantuvo en silencio por un rato. Tenía tantas cosas que decir,
que preguntar! Extrañaba tanto a su madre, pero sabía que el tiempo ayudaría a
mitigar ese dolor, y en cuanto a la nueva familia que ganó, estaba
entusiasmado, pero tenía miedo de perder su lugar en el corazón de su padre.
-Qué piensas, Tingo de mi corazón?!- Usó el apodo que el mismo Martin se
había dado de pequeño
-Me encanta tener un hermano, papá!- Le respondió abrazándose.
-Recuerdas las veces que les pedí a mamá y a ti por un hermanito?!
-Lo recuerdo, hijo... te llegó crecidito, pero te llegó- Ambos rieron
mucho.
-Jajaja!!! Síp, y algo loquito
también. Pero lo quiero mucho!... Uhm…. Papi?! Crees que está… está bien que
olvide a mamá?!
-No la olvidas, mi amor... sólo no sientes tanto dolor... porque ese
dolor se transformará en alegría al recordarla, porque ella te amaba mucho... Puede
que no la recuerdes todo el tiempo, porque no es necesario pero ella siempre
está contigo... así que, cuando pienses que la olvidas, cierra los ojos y
sentirás su beso- Dijo, dejando escapar una lágrima.
-Gracias, papá! Gracias por... por darme una familia-.
- Gracias a ti, amor, por darnos la oportunidad- Ricardo se quebró un
poquito –Perdón, hijo. Sé que hice las cosas muy mal, pero tenía tanto miedo
que no sabía qué hacer... Martincito, hijo, perdóname- Ricardo le tomó las manitos y bajó la vista,
avergonzado por su cobardía.
-Papi, sé que lo hiciste por mí. Perdóname tú... yo le quité la
oportunidad de tener un padre a Rafael y a ti de ser feliz con quien en
realidad amabas.
-Mi gordito hermoso, tú no has hecho nada más que darme felicidad. Eres
mi vida, Martín y te amo... y jamás me arrepentiré de nada de lo que he hecho y
vivido contigo-
Ambos se miraron sin saber qué decirse, expresándose todo su amor con
los ojos. Ricardo besó la manito de su hijo. -Te quiero, hijo!-
Helena los llamó cuando los vio salir del auto - Niños, el desayuno está
listo!!-
Cuando entraron por el desayuno, encontraron a Rafín sentado sobre
almohadones-
-Hoy está prohibido pegarle al bebé- Dijo, con un puchero en la boca y
cruzado de brazos... Se veía adorable. Parecía de tres añitos!!!
-Y tampoco al hermanito mayor!!- Se apresuró a decir Martín... sólo por las dudas, si él era un santo!!
-A ninguno...- Se rio Rafael. Era increíble cómo el chico no perdía la
alegría.
-Si se portan como los angelitos que parecen ser, no hay palmadas para
ninguno!!- Dijo Ricardo, más sonriente que nunca en su vida.
-Sabía qué harías trampa!-Se quejó Rafa.
Y los cuatro se pusieron a desayunar de lo más felices.
Pero el día pareció volar para el gusto de Ricardo y Helena, que ya se
vieron con la cena encima.
Y para rematar, la chica era más que puntual... llegó mucho antes de la
hora... toco el timbre, un tanto nerviosa...
Rafael, a pesar del dolor en su colita, bajó como tiro a abrirle la
puerta a su amada.
-Bebé, viniste- Dijo, besándola apasionadamente... -Vamos a mi cuarto-
-Alto ahí!!!- Esa era la voz de papá que resonó por toda la casa.
-Papi- Dijo Rafín, poniéndose delante de Sami como para defenderla.
-Hijo!! Adónde creen que van?! Invitaste a Sami a cenar, no a estar
encerrada en tu habitación.-
-Pero aún no está lista la cena- Se quejó Rafa.
-Suegrito a mi no me molesta estar encerrada en su habitación-
-Pero a mí sí! Mejor vayan a la sala, yo les llevaré unas gaseosas hasta
que llegue la pizza... ehhh, digo, hasta que esté la comida!-
-Pizza!! Genial!!- Dijo la chica, con un brillo de niña en los ojos...
–Bebé, podemos comerla con la mano?!- Le preguntó bajito a Rafa... en su casa
la pizza estaba prohibida. Sólo se comía cosas bajas en calorías, y como si
estuvieran en un restaurante 5 estrellas; le hacía ilusión comer algo normal!!
-Claro, princesa!
Verdad que sí, papi?!-
-Claro que sí, niños!!-
A Ricardo le pareció una ternura la pregunta de la chica.
-Gracias, suegrito! Sabe
que ya me agrada mucho?!- Y le guiñó un ojo.
-Ahora se sientan en
el salón, y si quieren pueden poner una película... Martin, hijo... baja ya va
empezar la película- Dijo para no dejarlos solos
-Uhm, papá.... yo...
paso. -Martín no quería hacer el mal tercio- Mejor voy a ayudar a mamá con los
platos!- Se excusó y se fue a la cocina.
-Bueno… y qué
película veremos- Dijo papá, sentándose
al medio de los chicos
-Papá?!!! Qué
haces?!- Preguntó Rafita, mirándolo muy molesto. Encima que tenía que quedarse
abajo, su papá pretendía vigilarlo?!
-Ver una película con
mi hijo y mi nuerita- Dijo, abrazando a los dos de una vez.
-Amorcito, ven aquí-
Le dijo Sami y acercó sus labios a la oreja de su noviecito.- Tu padre es muy
simpático... No lo presiones... no quiero que tenga de mí la misma impresión
que tiene tu madre-
-jajaja!!-
Se rió Rafael -Acaso no recuerdas cómo nos encontró anoche?!! –Y le dio un beso
apasionado... sólo para incomodar a su padre.
-Tienes razón...
mejor lo hacemos rabiar un poquito!- Le siguió la corriente.
-Rafa, compórtate- Gimió
Ricardo
-Ay, papito. Si es un
besito, nada más!!- Contestó el descarado
-Un besito te voy
hacer no más- Se rió poniendo la película.
-Ricardoooo... ya
llegó la...- Helena había ido a su habitación a ponerse linda y cuando bajó estaba
preguntando por la pizza.
-Aún no... Pero
veremos Dumbo...- Dijo al prender la tele y era la película que estaban
pasando.
-Dumbo?!!!
Papáaaaaa... debes estar bromeando, verdad?!! Mira, por qué no te vas tú a
ayudar a mamá con la comida?!
-Yo quiero ver
Dumbo-Dijo la chica, más falsamente inocente...
-Hola Samanta!-
Saludó Helena.
-Hola suegrita...
gracias por la invitación-
-De nada! Estás en tu
casa- Y por muy amable que quiso ser, sus palabras fueron de lo más heladas.
-Gracias... amor, me
enseñas tu recámara?!- Dijo perdiendo la inocencia... sabía que no sacaba nada
con ser buena, si Helena jamás la aceptaría
-Grrrr… Ves lo que te
digo, Ricardo?!- Helena estaba acabando con las costillas de Ricardo a codazos
-Vamos- Contestó
Rafael, mirando con desafío a su madre
-Cariño, apuren
porque ya llegará la comida y los quiero a todos sentados a la mesa. Tienes 10
minutos!- Dijo Ricardo, mirando su reloj.
-Tiempo suficiente-
sonrió Sami con malicia
Helena ya estaba por
correr a sacarla a la fuerza, pero Ricardo la detuvo y se la llevó a la
cocina.
-Ricardo no la quiero
aquí- Lo encaró. En eso, Rafael entró a la cocina.
-Si se va Sami, me
voy con ella-
-Jovencito, estoy
hablando con tu padre- Le respondió molesta- Y ya te dije que no me vas a
amenazar... te guste o no, soy tu madre y sé lo que es bueno para ti
-Sí, mentirme toda mi
vida y hacerme creer que no tengo padre!! Bravo, mamá!! Se nota que lo sabes
muy bien...-
-Basta Rafael!!! Ya
fue suficiente!! No ves que le haces daño a tu madre?!... Precisamente por todo
eso es que nosotros podemos decirte lo que vemos mal! Somos tus padres y nos
preocupamos por ti! Y ya ve sacándote de la cabeza que te vas, porque tú de
ésta casa no sales, jovencito!
-No... Ustedes se
equivocan siempre!!- Dijo Rafael, apretando los puños y tratando de contener
las lágrimas... -Todo se trata de ustedes y que no se sientan mal... y cómo me
siento yo?!.... a ver papá, cómo me siento yo cuando ella lo arruina todo?!-
Habló enojadamente, dejando escapar las lágrimas y señalando a su madre.
-Basta, hijo! Así no
podemos hablar!!! Mira, cariño, tienes que calmarte porque no estás pensando lo
que dices y no me estás entendiendo.-
-Qué no entiendo?!
Qué, papi?!... Estábamos bien hasta que ella la trato mal- Seguía acusando a su
madre.
-Tu madre debe tener
sus razones, Rafa, y tienes que escucharla primero; ella te ama como nadie en
la vida te va a querer!! Tienes que escucharla... -
-No quiero escucharla,
quiero que se disculpe- Dijo más calmado.
-Por qué se va a
disculpar, si ni siquiera la has escuchado?! En todo caso, tú te tienes que
disculpar con ella. La has tratado mal y ella es tu madre, y eso se respeta
ante cualquier cosa,
sin importar lo que diga o haga!!
sin importar lo que diga o haga!!
-Estás de su parte-
Gritó furioso; salió de la cocina dando un portazo –Vamos!! -Le dijo a Samanta.
Samanta suspiró
entristecida. Había pensado que las cosas saldrían un tanto mejor, pero por la
cara de su novio, la relación con su madre seguiría siendo nula... y con su
padre, tal vez igual.
-Rafa... quédate...
yo... nos vemos después-
-Noooo, espera!! Por
qué?!
-No me quieren
aquí...sabíamos que era mala idea... pero son tus papás y te quieren- Le dijo
encogiéndose de hombros.
Ricardo y Helena
salieron justo para escuchar las palabras. El hombre apresó de un brazo a Rafita
y dijo:- Tú- Señalando a la chica- te quedas... y tú- Mirando duramente a su
niño- vas a ir a tu habitación conmigo.-Lo jaló hacia las escaleras para ir al
segundo piso.
Mientras duraba el
pequeño monólogo, llegó el repartidor.
-No me pegues, papito...
prometiste que no me pegarías- Dijo con descaro
-Y tú que te
comportarías! Anda, ya... sube a tu habitación!
-No es justo- Dijo,
caminando como un condenado a la horca -No se traten mal!! Son mis chicas
favoritas- se volteó a sonreírles.
Ambas mujeres le
sonrieron. Rafael era capaz de lograr sonrisas en los momentos más difíciles.
-Discúlpame si te
hice sentir mal, Samanta. Estos días han estado algo difíciles, pero no es
excusa…-
-A mi también... Sé
que es un gran esfuerzo tenerme aquí-
-No tanto como el que
pensé...- Dijo con una sonrisa embarazosa. Quería ser lo más sincera posible
con la muchachita pero cuidando sus sentimientos
-Rafa tardará mucho?!-
Preguntó con una mueca de dolor.
-Espero que no! Por
qué no vamos por un poco de agua?!- Invitó. Quería distraerla de la situación
que iba a pasar su hijo, además de ir a ver cómo estaba Martín, que casi ni lo
había visto.
-Martin...
esperando el regreso a clases?!- Le dijo casualmente Sami, quien era su
compañera de curso.
-Uhmm, nop!! Ni un
poquito, y tú?!!-
-Jajaja… creo que me
tomaré un mes más de vacaciones-
-Un mes?!!! Pero si
en dos semanas empezamos!!!- Había algo de envidia seguramente en la voz del
jovencito. -Mamiiii.... puedo tom...?!!
-Ni termines esa
frase si no quieres ir a conversar con tu padre arriba-
-No, mamita!!- Los
cachetitos de Tin Tin se pusieron colorados. -Qu-qué hizo Rafa?!-
-Nada que no se le
esté haciendo costumbre- Respondió Helena, mientras arriba se escuchaban
los “no, papi, no”-
-Te disculparás con
tu madre en cuanto bajemos.... PLASS!! PLASS!! PLASS!!... no quiero más
berrinches, Rafael... PLASS!! PLASS!!... bajarás y te comportarás como el
muchacho educado y gentil que yo sé que eres... PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!!
PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!!
-Auuu… pero lo
prometiste!! Owwwww!!!- Se quejó el caradura.
-Sinvergüenza, mi
bebé... PLASS!! PLASS!! PLASS!!.... - Con tres palmadas más fuertes, Ricardo
dio por terminado el castigo.
-Malo- Le retó mimoso,
secándose las lágrimas en la camisa de papá.
-Y tú, gritoncito...
le haces daño a mamá con tus palabras, mi gordito!! -Le respondió, besándole la
naricita.
-Es que… es lo que
siento, papi... yo pude haber tenido un papá toda mi vida. Ella sabía que tú me
querrías y no te dijo nada...- Se abrazó con fuera a su padre -Verdad que me
hubieses querido?!- Dijo indefenso... él amaba a su mamá y ella era la mejor
mamá del mundo, pero le costaba entender por qué lo había privado de su papá.
-Siempre, mi bebito!
Te amé desde el primer momento en que te vi y mi corazón me gritó que eras mi
hijito. Pero trata de entender las razones de tu mamita, sí?!-
-Lo entiendo... sólo quiero
que entienda que Sami es importante para mí. Yo la quiero... papi, es mi
novia... y no quiero que vuelvas hacer lo que hiciste delante de ella- Le
regañó.
-Y yo no quiero que
vuelvas a portarte como lo hiciste, si no quieres que te vuelva a colorear ese
traserito que ya parece estar acostumbrado al color rojito!!-
Rafa puso un
pucherito - Es que me vas a desinflar mi potito si le sigues pegando así... Ya
ve por mi cremita para que podamos bajar- Le ordenó.
-Si sigues así,
tendré que comprar una tonelada de cremita, mi bebé! No te portes mal, sí,
hijito! No hace ni una semana que nos conocemos y ya perdí la cuenta de las palicitas
que te has llevado. -Le dijo, revolviéndole los cabellos.
-No es justo. A Martín
ni lo regañas- Acusó con un puchero
-Ese es otro asunto.
Tu hermanito desde ayer que casi ni sale de su habitación... tendré que hablar
con él.-
-Será que no me
quiere aquí?!- Dijo triste.
-Claro que no, gordito
lindo!! Bueno, ya es hora de bajar... esa pancita tuya se queja casi tan alto
como tú!- Le molestó, haciéndole cosquillas.
-jajajajajaj- Sonrió Rafita. Mientras bajaba, se secaba las
lagrimas que se le habían escapado
-Mami, perdóname-
Dijo en cuanto la vio.
-Mi rey pequeñito,
claro que te perdono, bebé!!- Helena no paraba de besarle las mejillas.-
Siéntate a la par de Sami, hijito. La cena ya está servida!-
-Es que me duele... Mami, papá me pegó muy fuerte!!- Se lamentó.
-Pero tu hermanito te
puso un almohadón bien gordo, así que no tendrás problemas... y tu papito sólo
te estaba corrigiendo- Le abrazó. Mientras los bracitos de su hijo la apretaban
con fuerzas, ella suspiraba feliz... porque ahora Rafael tenía todo lo que
siempre quiso y ella con el dolor de su alma se lo negó: Una familia.
-Martin, el papá no
cumplió... regáñale-
Todos los ojos se fijaron en Martín. -Pero si tú te
metes en líos, a ver si encima no me toca a mí!!- Se quejó divertido, pero a la
vez se sonrojó al darse cuenta que Sami estaba ahí presente!
-Viste Sami lo que tengo que soportar! Si me van a
dejar sin nalguitas...-
-Y todo por mi culpa- Respondió ella con un puchero.
-Yo por ti soportaría todas la nalgadas del mundo- Luego
se puso rojo como un tomate -...bueno, en mi cabeza sonaba muy romántico- Se
excusó.
-JAAJAJAJAAJAJAJA- Se rieron todos.
-Son crueles con el
pobre Rafaelito- Dijo el niño con un puchero en su boquita.
-Es que Rafaelito le
busca la quinta pata al gato, verdad, Helena?!
-Sí, pero es un sol
de niño- Agregó la madre, orgullosa.
-Igual que su hermano
mayor!- Dijo Martín, sonriéndoles.
-Sí, mis príncipes-
Les respondió mamá.
La comida terminó
siendo divertida, mucho mejor de lo que esperaban y, antes de irse, Sami fue
donde Helena.
-Intentaré no meter a
Rafa en tantos problemas…-
-Gracias, Sami...
creo que no te juzgué muy bien!- Le contestó y le dio un beso en la mejilla.
-No, lo hizo... no
soy buena- Dijo triste la niña -pero yo quiero a Rafael- Espetó, mirando el
suelo.
-Y Rafael te quiere a
ti... es tan impulsivo todo el tiempo, pero sé que entre las dos lo vamos a
cuidar, verdad?!
-Verdad!!- Le sonrió
honestamente la chica.
Rafael entró
corriendo y las abrazó a las dos con fuerzas- Las amo, mis reinas!!
-yo a ti, bebé- Le
dijeron a coro para luego mirarse y sonreír.
LAdy, Ariane me intriga la novia del nene, jajajjajaj espero que la alianza sea buena para paz de los pueblos digo del trasero del chiquillo, y en cuanto a MArtirn quiero saber porque se encierra tanto, proque esta tan ensimismado?
ResponderBorrarme encanto el cap stuvo genial un abrazo
Poruqe anda haciendo maldades que en el próximo capitulo se deberían saber
BorrarPobre chica, esta muy sola. Simplemente quiere llamat la atencion.
ResponderBorrarMe gusta mucho su historia chicas
Sip Samy esta muy sola a demás ella no tiene ningún interés en cambiar le gusta ser así.
BorrarHay me encanta esta familia!!!...Uhmmm interesante capi, bueno, como todo lo que escriben chicas!!! por cierto, Que tanto hace Martín en su cuarto encerrado??? uhmm...eso me suena a travesura de las que te dejan el poto marcado!! jajajajaj
ResponderBorrarSigan adelante niñas y escriban un millón de capis mas que nunca me cansaré de leerlas!!!