-Papito?!! - Una voz pequeñita,
dulce y frágil, llamó la atención del agente especial, Peter Burke, sacándolo
del profundo sueño en el que se hallaba desde hacía varias horas.
Rápidamente,
el hombre se dio la vuelta para observar la forma diminuta de su nene de 5
añitos, de pie frente a su cama, mirándolo entristecido, cargando su osito de
peluche entre sus brazos.
-Neal?! Qué
haces fuera de la cama a éstas horas, mi bebé?! - Dijo Peter, tomando
al niñito de ojos azules en brazos para alejarlo del piso frío. Neal estaba
descalzo y con las manitos heladas, así que Peter lo acomodó a su lado,
cubriéndolo con las mantas. -Tuviste
un mal sueño?! - Preguntó
al verle hacer un puchero y descubrir la miradita húmeda de su cachorrito.
Neal sólo
asintió levemente.
-Quieres
contarle a papá qué fue lo que soñaste?! - Peter lo
sostenía en su brazo, acurrucado contra su pecho mientras le acariciaba
dulcemente las mejillas frías.
Disfrutaba
tanto tenerlo así... cerquita suyo. Neal siempre había sido un niño de lo más
adorable, feliz y sonriente... a pesar de las penosas situaciones que le tocó
vivir después del abandono de su padre biológico: James Bennet, y de la
desaparición de su mamá. Pero ahora... con esos ojazos de cielo abiertos de par
en par, la nariz rojita de un llanto ya cesado y las manitos fuertemente
aferradas a su brazo, el agente del FBI estaba haciendo uso de sus más altos
entrenamientos para no ponerse a llorar a la par de su mococito.
El niño se
abrazó a su papá con desesperación - No
quiero que te enojes conmigo, papito!!- Sollozó, mientras las tibias
lágrimas corrían libres por sus cachetes y se estrellaban contra la camiseta de
su papito.
-Hey!! Pero
cómo voy a enojarme contigo por tener un mal sueño, mi chiquito?! - Peter estaba confundido
y sólo atinó a abrazarlo con más fuerzas.
-Sniff!!
Sniff!!! Perdón, papito!!... Te pro... snif snif... te prometo que nunca te
haré llegar tarde al trabajo, como en mi sueño! Lo juro, papi! Pero no te
vayas, por favor!!... No me dejes tú también!
-Eh?! Pero
qué dices, Neal?! Dejarte yo?! Jamás podría hacer eso, hijito!! Si yo te amo...
-Lo mismo
dijo mi otro papito... - Suspiró
limpiándose la carita con el puño de su pijama- .... y se fue igual... Nos dejó
a mi mamita y... y... y a mí!!!
Peter sintió
ahogarse de pena. Aquellas palabras habían sido un golpe directo a su rostro y
una herida a su corazón.
Sin darse
cuenta, una lágrima se deslizó por su mejilla hasta caer en la manito de su
hijo.
Peter se
sentó en la cama y acomodó a su hijo sentadito entre sus piernas, tragando
dificultosamente el nudo que se había formado en su garganta.
Neal lo
miraba obnubilado. Nunca había visto llorar así a su padre... a su héroe.
De pronto,
se vio rodeado en un abrazo protector, apretujado contra el pecho tibio de
papá.
Peter dejó
que el contacto físico lo ayudara a serenarse antes de sentirse seguro para
hablar con su hijito.
-Te amo,
campeón! - Murmuró en
el oído de su pequeño - Te
amo mucho, mucho, mucho!! Tu mamita y tú son lo más importante que tengo en la
vida... son mis tesoros! Y yo jamás te dejaré, Neal Caff... Burke.
Nealito lo
miró atento, escuchando cada palabra. Pasó su manito por el pecho de papá,
donde había tenido su carita momentos antes, dejandola a la altura de su
corazón.
Le gustaba
la sensación de los latidos bajo su mano.
Peter le
sonrió. - Lo
ves, vaquero?! Sólo tú puedes hacer que mi corazón lata de esa manera...
alejarme de ti sería un error que no pienso cometer. Así que usted, mi hijo
favorito, no tiene escapatoria! -
Le dijo sonriente - Sólo
fue un mal sueño, mi tesoro... nada más que un mal sueño! Yo
te necesito más que al aire para vivir, porque te amo muchísimo! - Neal lo abrazó con toda la fuerza que
podía.
-Yo te amo
más, papito!! Más alto que el cielo!
-Y yo mucho,
mucho, muuuuucho más... hasta la luna!! - Respondió
el detective, agarrándole la naricita.
-Y yo
muuuuucho, muuucho, muuucho máaaaas!!! Hasta la luna ida y vuelva y...
-Y a mí?!- La voz
ofendida de El atrajo la atención del par de muchachos. - A mí nadie me
quiere?!! - Dijo mamá,
asomando la cabeza por el hombro de su marido.
Los chicos
se miraron y sonrieron picaronamente, antes de que Neal se le arrojara a los
brazos.- Yo mamita! Yo te
quiero mucho!!! - Le dijo
llenando de besos el rostro de El.
-Jajaja!! Y
yo a ti, mi angelito!!
Peter se les
unió al abrazo, repartiendo besos en la cabecita de su hijo y en los labios de
su amada dama.
Un rato
después, Neal estaba quedando dormido por los mimos de sus papitos, hasta
que....
Zas!! - Sintió en su colita.
-Hey! AUUU!!
Papito eso dolió!- Acusó con un pucherito.
-Eso fue por
levantarte descalzo, jovencito! Después andas enfermo y no quieres tomar los
remedios. - Le regañó,
pero luego agregó un beso a los cabellitos castaños de su tesoro para suavizar
el reto - Ahora
duerme, mi niño! Mamá y papá estarán a tu lado cuando despiertes!
Neal cerró
sus ojitos y de inmediato se quedó dormido.
Se sentía el
niño más feliz del mundo. No estaba solo, tenía una casa bonita, un perrito
juguetón... y dos padres amorosos y protectores que lo amaban por sobre todas
las cosas.... JAMÁS ESTARÍA SOLO....
Me requete encanto el capitulo quiero muchos más capitulos
ResponderBorrarme fascino es tan tierno *w* casi me saco una lagrimita por lo que dijo el peke u.u...
ResponderBorrarAy, por favor, no se vale ser tan dulce.... mira que si me empeora la diabetes te echaré la culpa!!
ResponderBorrarQuiero más!! :3
Aww :3
ResponderBorrarcon tremenda historia tan hermosa y tierna hasta mis latidos del corazón se tranquilizan, quedo genial y amm yo apoyo a las chicas mas capítulos por favor :D
Neal es un ángel en todos sus tamaños :3
Saludos
te quedo genial regalanos mas capis nena
ResponderBorrarestrella
Muchas Gracias, chicas!!! Son unos soles!!!! Les agradezco por leerme!! :D Y a Carlita también!
ResponderBorrarBesos!
es que un bebe como este obviamente nunca se quedara solo, y si fuera el caso me apunto pra mimarlo
ResponderBorrarhermosa historia, Neil de nene es un encanto
Tierno Ariane...felicitaciones
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