-Mamita?! Snif...
Mamiiii...Sniff...Sniff... Ay, mamiiiitaaaa, noooo!!! No seas malita, no le
digas a papá.... no le digas!!! -Suplicó, acongojado Nicolás, persiguiendo a su
madre por toda la casa, llorándole a la linda señora para que no hablara con su
estricto papá de su más reciente travesura.... en pos del bienestar de cierta partecita
de su anatomía, que él tanto necesitaba para sentarse!
-Que no
le diga?!! -UYYY!! Será que mamá tuvo una mala noche o qué...? -Que no le
diga?! -Repitió Sofía, poniéndose roja del enojo- Pero qué te piensas tú, que
voy a mentirle a tu padre para andar de alcahueta?! No, señor! Y vaya para su
cuarto si no quiere que yo le dé un adelanto de lo que le va a dar su papá... y
vaya a buscar la faja que hoy no te salva nadie, mocoso imprudente!!
Nico se
quedó boquiabierto y con los ojos enormes de la impresión... y hasta puede que
haya dejado de respirar. El chico se había sentido tan enojado y frustrado que,
cuando al fin salió de su estado de shock y volvió a respirar, se dio la vuelta
murmurando improperios hacia su mamita linda- Eres una bruja malvada, mamá...
no sé cómo puedes ser tan cruel... soy tu único hijo y no te importa que papá
me mate! Bruja odiosa!
-Ahhh,
no!!!- Eso fue suficiente para que Sofía reaccionara! Encima que había tenido
que lidiar con las malas caras de su niño durante todo el trayecto a casa,
ahora tenía que aguantarle los insultos?! ¿qué se pensaba ese mocoso?!
-Eso sí
que no te lo paso, mocoso malcriado... ven aquí de inmediato!- Pero Nico no
hizo ni el amague de ir hasta donde su mamá.
Sofía
suspiró enfadada, se sacó el zapato y, con eso en mano, caminó los pocos pasos
que la separaban de su hijo. Rápidamente lo apresó de la muñeca y....
PLAFFF!!!!
-AUuuu....
Esperaaaa... mamá noo!! No lo hagas! Perdón!! Es que... es que no quiero que me
acuses!! Perdón mamá, perdóoon!!!- Rogó desesperado.
-Haberlo
pensado antes de mandarte semejante trastada!!!- Respondió la madre,
acomodándose el calzado en el pie.
-Pero...
sniff... es que no fue mi culpa, mamá! Snif snif... Por favor.... es..escúchame
primero, por favor, sii? mamita linda?!
Sofi
respiró profundamente. Ese puchero de su hijo tenía un efecto disuasivo
importante, pensó -Está bien! A ver... Cómo piensa el señorito explicar la
tontería que se mandó?! mm?
Uhmmm...
bueeeno. Eso era bueno o malo?! Pensó Nicolás. Con ese tonito ¡¿su mamita
le estaba dando una tregua, o una pala para que cavara la fosa para su
trasero?!
-Pues...
verás, mamita.... esteee... ya te dije lo linda que te ves, mami?! -Sofía
resopló- Lo...lo que pasó fue que.... yo es..taba....y bueno.... luego llegaron
ellos ...... y..... Mamá, no fue mi culpa!!!
-Fuuuu-
Suspiró mamá- Espero que tengas una mejor explicación para tu padre, hijo,
porque yo no pienso interceder por ti.
-Pero
mamiiii!! Si soy tu hijo favorito!!! No me hagas esto mamá, por fa!! No
exageres... ya ves! Ni duré nada detenido... y a los polis le caí bien, mami!
Por faaa!! -Gimoteó.
Sofía
no pudo evitar sonreír un poquito ante las caritas de angelito que ponía su
pequeño, lo cual le dio esperanzas a Nicolás... tal vez su colita sí tenía
salvación!!
-Entonces,
mamita linda... la más guapa de todas las mamás!... No le decimos nada a papá?
Y...y Nerón- Nerón escondió la cabeza debajo de la almohada del sillón- y yo te
prometemos ayudar en la casa tooodo el fin de semana y portarnos bien!!
Mamá
estaba a punto de responder a la tentadora oferta cuando....
-Ni
falta que hace que me oculten nada! Estoy más que enterado de todas las
andanzas de mi desobediente hijo!!!- Roberto entró bramando igual que un toro
por la puerta y a Nicolás se le fue el alma del cuerpo, se olvidó de su edad y
se puso detrás de su mamá.
-Mamiii...
no dejes que papá me mateee... por favorcitooo!!!- Susurró en el oído de su
mamá.
-Nicolás.
Ve a tu cuarto, cariño, que yo voy a hablar con tu padre.- Pero Nico estaba
reacio a soltarla- Anda, hijito. Suéltame para que yo pueda hablar con
él.
No muy
convencido de abandonar la seguridad que le daba la presencia de Sofía, Nico
retiró sus bracitos de la cintura de su mamá y le dio un besito en la mejilla
antes de subir a los trotes las escaleras... con Nerón a su lado, como siempre!
-Roberto?
Tienes que calmarte un poco, amor, así no puedes ni hablar con Nico - Le dijo a
su esposo.
Roberto
seguía con el ceño fruncido y con la vista clavada a la escalera por donde su
niño acababa de desaparecer
-Amor?!-
Repitió Sofi, abrazándolo por la cintura- Por favor, trata de calmarte!
Ven! Vamos a conversar sobre lo que pasó... vamos a la cocina ¿quieres un café?
Roberto
devolvió el abrazo, dejándose amansar por el amor de su vida.
-Creo
que sí... que sea muy fuerte, por favor.... lo
necesito!- Y acompañó a su mujer a la cocina,
mordiendo su rabia.
Una vez
en la cocina Sofía le preguntó - ¿Cómo te enteraste? Yo no pude comunicarme
contigo y a tu secretaria sólo le dije que me urgía verte.
-No, si
ni tuve tiempo de llegar a la oficina...
-Ay
amor! No sabes lo que fue tener que ir a la delegación a sacar a nuestro bebé
de allí.
-Cariño,
lo siento tanto! Debí estar contigo, pero no sé cómo dejé el celular
en la oficina. Pero te juro que apenas lo supe, corrí a buscarlos, pero tú ya
habías ido por él... Aún no lo creo! Ese mocoso se ha ganado la
paliza, Sofi.
-...eso
no te lo discuto, pero aún estás muy enojado. Además, él dice que no
fue su culpa, que él no inicio la pelea...
-Ya no
sé si creerle! - Declaró con amargura el hombre, dejando la taza
casi llena sobre la mesada.
-...pero
podríamos darle el beneficio de la duda! Por qué no le
preguntamos?! A mí no me pudo explicar bien... creo que estaba muy nervioso. La
verdad yo estaba muy enojada también...pobre de Nico! Creo que lo asusté
-Pues
qué bueno!! Espero que así escarmiente un poco!! Nico se porta peor que un
crío y no puede ser!
-Ay
amor, no digas eso! Si hubieras visto su carita...
-Y si
hubieras visto la mía cuando Lorenzo me contó en plena calle que nuestros
hijos estaban demorados en la delegación...Casi me atropella un auto!
-Qué?!!!
Cariño, estás bien?!!- Preguntó Sofía, bastante afligida.
-Estoy
bien...-Respondió Roberto, tomándole la mano , besándosela. -No fue nada!
-Ohh,
mi cielo! Te amo tanto... si te pasa algo yo...-Y la voz se le quebró.
-Shhhh!
No me pasó nada, cariño... no debí decirte eso... Olvídalo, amor. Estoy bien!!
Aquí me tienes! Siempre estaré con ustedes. Los amo a los dos.- Dijo Roberto,
tomándola en brazos.
Pasaron
unos minutos abrazados, transmitiéndose todo el amor que se tenían con el
contacto físico.
-Te
sientes más tranquilo como para que vayamos a hablar con él??- Cuestionó
Sofi, apartando el rostro del hombro de su amor.
Roberto respiró
profundamente, contendiendo el aire por unos segundos para
luego exhalarlo lentamente - Creo que sí, amor. Ruega porque el mocoso
tenga una buena explicación! - Le dijo, agarrándole la mano para besarla
en el dorso.
Sofía
le sonrió tristemente, rezando porque así
fuera y su niño hubiera pensado en algo mejor que lo que le
dijo a ella.
Arriba,
Nicolás aguardaba en su habitación, sentadito en la
cama, con las piernas juntas, sostenidas contra su pecho,
intentando hacerse pequeñito
Cuando
escuchó los pasos de sus padres acercarse, el ritmo de su corazón se
aceleró aún más por los nervios. Qué rayos les iba a decir ahora?!
Maldita
sea la hora en que se dejó convencer por el imbécil de
Javier!! Por qué no se quedó en el colegio!!
Un
segundo después, la puerta se abrió. Su padre entró junto con su
su madre a su habitación... el momento decisivo había
llegado!!
-Muy
bien, jovencito. -Dijo papá, con una voz calma, que le pareció muy raro a
Nicolás- Quiero que me expliques por qué mí hijo terminó involucrado en una
pelea callejera y en la cárcel... y sin mentiras,
jovencito, porque sabes cómo las detesto!!
El niño
se retorció en la cama -Papi... no te enojes! Mamáaaa yo les puedo explicar, es
que... verás.... es que Javier y yo fuimos a .... a ... papi no te vayas a
enojar, por fa! Fuimos a un bar, papi...
-A un
bar?!! Nicolás, tienes 17 años!! - Gritó el hombre, haciendo retroceder
en la cama a su hijo.
-Mamitaa
- Dijo mirando a Sofí,a con cara de "auxilio",
mientras que el valiente de Nerón buscaba donde esconderse.
Y no es que fuera cobarde, pero cuando se trataba de
Roberto el perrito entendía que no debía intervenir.
-No
mires a tu madre que ella también está muy enojada!! - Y la miró como
diciendo: Verdad, cariño?!
-Papi...
pero... pero ni tomamos nada porque llegaron unos tipos y se pusieron a
molestarnos y a decirnos que éramos unos bebés, y que allí se vendía licor no
chupones con leche y otras cosas más. Mi amigo se enojó y les respondió con un
insulto... Papá, yo ni abrí la boca...y cuando vi, los teníamos encima y luego
llegó la poli... y como estábamos con los uniformes del cole, pues, llamaron a
casa. Papá yo no quería meterme en problemas. Lo juro, papito, lo juro!!! -Nico
se atropellaba con las palabras de lo nervioso que estaba. Y es que la cara que
traía su papito no era para menos!!!
-Que no
querías dices?! Já! Mira mocoso imprudente, primero que nada explícame cómo es
que estabas allí si a la hora que pasó todo eso debías estar en clases?!-
Roberto se reprochó mentalmente por lo necio de la pregunta. Era obvio que su
niño se había saltado las clases.
-Eh...
pues... yo.... Ay,,, papiiiitooo!! No te enojes conmigo, papito! Recuerda que
soy tu único hijo, papi, y que me quieres mucho!! Mamita, ayúdameee...
-Es
cierto Nico. Tu padre y yo te amamos mucho y es por eso que no pienso mover ni
un dedo para ayudarte ésta vez. Te pudieron pasar muchas cosas feas hoy y tu
padre y yo pensando que estabas en el colegio. Lo siento hijo, pero no voy a
ayudarte. Y Roberto tiene todo mi apoyo en la forma en que decida
castigarte - Dijo Sofia muy enojada por el comportamiento de su niño.
Roberto
observaba las muecas de tristeza en el rostro de su hijo y cómo las lágrimas le
recorrían las mejillas. Nicolás era ese tesorito que la vida había depositado
en sus manos. Un tesoro invaluable, indispensable para sus vidas....
duélale lo que le duela, era su deber de padre enseñarle a su hijo a asumir sus
errores y pagar las penas por sus actos.
-Mamitaaaa..
snif snif.... papi!! Yo no quería meterme en problemas, si yo ni hablé, fue el
baboso de mi amigo que se puso a insultar!! Papá... no tomé nada de alcohol y
me porté bien en la cárcel. Pregúntale a la poli, papáaa...
-Y más
vale que no hayas tomado ni una gota de alcohol, mi niño, porque ahí sí que no
te sentabas en lo que queda del año....- Amenazó-
-Nooo!!
papá por favor!! - Exclamó haciéndose cada vez más para atrás en la cama,
queriendo poner la mayor distancia posible.
-Sofía.
Nos dejas solos unos momentos, por favor, amor?!
-Sí,
amor. Voy a preparar el almuerzo- Sofía se dio la vuelta para salir del cuarto
y a Nicolás lo invadió la desesperación - Mamáaaaa.... no te vayas!!! No estés
enojada conmigo, mamita!!! buaaaaaaa... perdónameee!!! - Lloró, prendido a los
brazos de su madre.
-Ya,
Nico! Shhhh, tranquilo! Mírame bebé. Claro que te perdono, sé que eres un chico
inteligente y que no lo volverás a hacer. Y tu papi se va a asegurar de eso -
Le besó la frente y le acarició el rostro antes de salir.
Roberto
le agarró la mano, como cuando era pequeñito y lo sacaba a pasear y lo llevó
hasta la cama.
-Papito...
-Roberto hizo el intento de bajarle el pantalón y Nico le detuvo la mano.-Espera,
papito.... hablemos, si??
-Está
bien, hijo. -Dijo Roberto, apoyando los codos en sus rodillas, dispuesto a
prestarle toda la atención a su mocosito- Hablemos! Hablemos de por qué mi hijo
me desobedece todo el tiempo... hablemos de sus notas bajas... y en especial,
hablemos de lo que le dije que pasaría si volvía a desobedecer a su papá...
Nicolás
abrió grande los ojos celestes cielo que conquistaban a su papá.
-Uhmm,
papito. Mejor hablemos del clima, papá. Tus temas de conversación no me
gustan....
Roberto
hizo un ruido raro con la boca. Se había mordido la lengua para no reírse de la
desvergüenza del crío aquél.
-Y si
lo dejamos en un "no lo vuelvas a hacer" y yo te prometo que no lo
hago más y listo?!!-
-Hmmm,
no hijo!! Creo que seguiremos el plan original... la paliza te la ganaste en
cuanto se te cruzó por esa cabecita el escaparte del colegio, pero sin dudas,
el hecho de haber ido a un bar, sabiendo lo peligrosos que son, eso sí que te
garantizó una soberana tunda y dos semanas de castigo, jovencito. Sin mencionar
el hecho de que tu madre tuvo que ir a sacarte de la cárcel. Sólo por eso
debería darte otra paliza....
El niño
empezó a llorar con fuerzas.
-Ve por
la faja que está en mi armario, la de tu abuelo - Ordenó Roberto, sin inmutarse
por el llanto de su hijo.
-Nooooooooooo....
buaaaaaaaaaa!!! Con eso noooo... con eso no, papito!!! -Balbuceó, llevando sus
manitos a cubrirse el futuro blanco del ataque del cinturón- Tu mano ya duele
muchoooo, papii. No uses esoooo!!! -
Roberto
se puso de pie, quedando frente a frente con su angelito- Te lo advertí, hijo:
el día que te tuviera que sacar de un sitio como ese o te encontrara en una
cantina te iba a castigar con ella, y ya ves, me cumpliste con los dos
requisitos. Así que obedece!
-Nooo-
Aquél no sonó tan suavecito y lleno de miedo. Roberto se sacó el cinto que
tenía puesto él - que era mucho más delgadito que el de su propio padre- y lo
dobló en dos en su mano.
-Una
próxima, hijo, y no me dejo convencer!! -El hombre lo tomó del brazo, lo giró y
le soltó los primeros azotes en las nalgas.
-ZASS!!....
Auuuuu!!.... ZASS!!.... AYYYYYYYYY....ZASS!!.... AYAYAAYAYYYY!!! Yaaaaaaa...
ZASS!!.... AUUUCH!! Buaaaaaaaa!!! - Nico, que ya lloraba desde antes de la
paliza, con los primeros cintarazos, gritó y lloró como si su padre le
estuviera despellejando el trasero.
ZASS!!!ZASS!!
ZASS!!!ZASS!! ZASS!!!ZASS!! - Sonaron los siguientes fajazos. Don
Roberto no se preocupó por los gritos exagerados de su niño ya que sabía que no
le estaba pegando tan fuerte y que además estaba vestido con un pantalón
de mezclilla
ZASS!!!ZASS!!
ZASS!!!ZASS!!
-OWWWW!!!
Nooooo... buaaaa!!! Bastaaaa. Bastaaa, papáaa!!! Ya no más!! Me dueeeeeleeee!!
No fue para tanto, papi. No fue para tantooo!!!!
-QUE NO
FUE PARA TANTO?!!! -Bramó Roberto y dejó caer el cinto con más energías en el
trasero del crío-
-ZASS!!...
TE SACAMOS DE LA CÁRCEL!!!... ZASS!! ZASS!!... TE FUGASTE DEL COLEGIO!!!...
ZASS!! ZASS!!... ESTABAS EN UNA CANTINA!!!... ZASS!! ZASS!! ZASS!!... Y TE
ENVUELVES EN UNA PELEAAA!!... ZASS!!!ZASS!! ZASS!!!ZASS!! ZASS!!!ZASS!! -
Estos un poco más fuertes -Y Tienes el descaro de decir que no es para tanto?!
ZASS!! ZASS!! ZASS!!
-Buaaaaaaaaa!
BUAAAAAAA!!!!Mamiiiiii!!! MAMIIIITAAAAA!!!! AYYYYY!!!! Yaaa, papito! Lo
siento!!! Ya entendiiiii.... buaaaa... nunca más!! Nuunca másssss... ayyyyy
-Eso
espero, jovencito! Porque la próxima ya sabes con qué te las voy a dar!!
ZASS!!!ZASS!! ZASS!!!ZASS!! ZASS!!!ZASS!!- Éstas últimas -bastante fuertecitas-
cayeron en los muslos del chico, dando fin al castigo .
Roberto
tiró la faja al suelo y volvió a girar a su muchacho pero ésta vez para
abrazarle. Segundos después, se sentó y acomodó lentamente a su bebé,
acurrucado en su regazo.
-Buaaaaaaaaaaaaa....
buaaaaaaa..... papiiii... cof cof... buaaaaaaaaa!!
-Shhhhhh...
ya está, mi rey!! Shhhhh....Te has portado mal, mi cachorrito!!!-Lo regañaba y
lo mimaba al mismo tiempo- Te pusiste en peligro... arriesgaste tu salud,
cuando ya discutimos varias veces lo que pasaría si lo volvías a hacer... por
lo visto, usted, mi hijito, no escarmienta con palabras... así que si necesitas
unas palmaditas, ya sabes que papá te las dará!
-Perooo....-Nico
hizo pucheritos- papáaaaaa, no fueron pa...snif... snif... pal..
palmadaaaaas... sniiif... fueron fajazos y fueron muchooos y me dolieron!!
Buaaa!!!
-Entonces
espero que hayas aprendido la lección, muchachito, porque aunque no me
creas, no me gusta tener que castigarte.... Intenta recordar lo aprendido, sí,
tesoro?! Al menos sé que lo recordarás unos días mientras te dure el
dolorcito...- Le dijo sonriéndole con algo de picardía.
-Aaay
papáa!!! Unos días?!! Mejor le voy pidiendo a santa unas nalgas nuevas!
Éstas ya no me van a servir más!! y es tú culpa, papito!- Roberto frunció el
ceño- Ehhhh... no te preocupes, papito. No sé me va a olvidar y no lo
vuelvo a hacer, lo prometo.
Roberto
le dio un besito en la nariz de pinocho de su niño adorado y lo hizo levantar
de su regazo. -Te quedarás de pie, con esa linda naricita pegada a la pared
diecisiete minutitos, mi chiquito. - Le ordenó impulsándolo con una palmadita
especialmente fuerte
-Aaay!!
Si, señor - Dijo con un suspiro - Papá?! Puedo disculparme con mamá?! Hoy no me
porté bien con ella..- Confesó, mordiéndose el labio. Tenía miedo de ganarse
más palmadas con esa confesión. Pero Roberto no hizo nada de eso. Se dedicó a
secarle las lágrimas con sus pulgares y le dijo:
-Está
bien, hijito! Tu mamita no merece que la trates mal, Nicolás. Ella siempre
procura lo mejor para ti y lo sabes, verdad?!
-Sí,
papá! Lo siento... voy a disculparme y luego subo a mi cuarto y me quedo
en la esquina los siete minutitos...
-Plass!!
Roberto
hizo tronar su mano contra el castigado traserito de su hijo.
-Aaaahh!!
Papá nooo que estoy heridooo!! Ahora qué hice?!- Se hizo el inocente.
-Y
todavía lo pregunta, el mococito descarado!!! Estarás 20 minutos en lugar de
17, por sinvergüenza
-No es
justo papáa! Se lo diré a mamá.... maaaaaaaamáaaaaaaaaa!!!!!!!!! -Gritó Nicolás
saliendo apurado de su habitación.
Roberto
se quedó sonriendo. Si bien podía ser cierto que Nico le sacó canas verdes, él
jamás se cansaría de ese chico adorablemente travieso que tenía por hijo.
Al
llegar a la cocina, se encontró con su esposa que abrazaba y daba besos a su
niño en la frente.
-Y papá
le hizo pam pam con el cinto a mi bebé?!!- Le decía ella mimosa como cuando era
pequeñito y él corría a acusarlo con su mamita.
-Sii
mamita, y ahora me quiere enviar a la esquina!! Puedes creerlo mamá?! Y por
veinte minutos...
-Veinte
minutos?!- Repitió Sofía, con asombro.
-Sí,
mami, veinte minutos!! Dile algo, mamita...
Sofía
lo abrazó tiernamente y miró a su esposo con una mirada completamente
divertida- Qué es eso Roberto, de querer mandar al niño a la esquina por 20
minutos?!!.... Yo creo que al menos deberían ser 40!
-Mamá!!!!!
- Dijo completamente horrorizado Nico
-Jajajajajaj....
ay hijito! Considérate afortunado, mi rey, porque yo pensaba darte una paliza
también... así que nada de pucheros -"que me derrito" pensó- y vaya a
cumplir con lo que le falta de castigo... después bajas, te lavas las manos y a
sentarse a almorzar..
-Ay,
mamita, sentarme?!!! Buaaaa... no digas eso!!!
-Ve, mi
bebé. Enseguida voy a buscarte... -Nicolás estaba yéndose a su cuarto, cuando
su papá le agarró de la mano, lo hizo volver y lo envolvió en sus brazos. -Eres
mi razón de vivir, hijito. Te amo...
-Yo más
papi... a los dos!- Respondió Nico, estirando el otro bracito para que su mami
lo fuera a abrazar también.
Doliera
lo que doliera su colita, él se sentía el chico más feliz del mundo, pues sus
padres lo amaban, y "palicitas" como esa le reafirmaban todo ese amor
cada vez que se salía de rumbo!
Simplemente hermoso capítulo.
ResponderBorrarTaz
Vaya, menos mal que Nico lo toma deportivamente por asi decirlo jajajaja
ResponderBorrarPobre Nicolas, pero quien le manda donde no debe y sobre todo con ropa escolar
ResponderBorrarPalicita? De palicita nada que le dieron una señora PALIZA no digo que no lo merezca despues de todo lo que hizo pero su padre lo hizo por su bien no?
ResponderBorrarBuen cortito chicas les quedó muy bueno
Genial chicas...
ResponderBorrarpobre Nico!!
oh si lo comprendere yo que eso de salirse de la escuela era lo mio!!
Pero eso de ir a una cantina jamáas!! lo mio es ir a un bar!!
Muy bueno chicas!!
pobre nico.... espero aprenda y se porte bien....jajaja
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