miércoles, 24 de diciembre de 2014

Hola, Mery, soy London tu amiga secreta



Hola, Mery, soy London tu amiga secreta, la verdad me costó mucho trabajo hacer tu historia porque yo nunca he visto White Collar, pero en verdad que me he esforzado leyendo muchas historias para sacar detalles que hagan esta historia buena, en verdad espero no decepcionarte. Ojalá la disfrutes. 
Que tengas una Navidad y un próspero año nuevo hermosisimo y que todos tus deseos y sueños se hagan realidad, y que este año y el otro y el otro y todos estén llenos de Felicidad y amor para ti y para todos los que quieres.  

Y chicas del blog muchas felicidades igual que tengan una hermosa Navidad.

LondonWayne (: 

Peter no podía creerse que Neal se portará así después de todas las cosas que había hecho para que sacarlo de la cárcel, en verdad el chico no tenía remedio ¿O en que demonios pensaba? 
Habían estado persiguiendo a unos tipos que robaban pinturas, pero al parecer eran demasiado buenos como para atraparlos, pero claro Neal era demasiado listo como para necesitar atraparlos, le había propuesto a Peter que ellos tomarán la pintura y la plantaran en "La guarida" donde se escondían los ladrones que se hacían pasar por una pareja multimillonaria que eran... "amantes del arte" pero Claro lo que proponía Neal, era ilegal, ósea que para Peter era una idea horrible. 
Pero claro como siempre Neal no le hizo caso a Peter, y terminó saliendo muy mal, aunque como todos sabemos Neal era un suertudo inato, y al final todo salió perfectamente para el chico y atraparan a los ladrones. 
Aunque por muy bien trabajo que hubiera hecho Neal, Peter estaba totalmente furioso, así que en el regreso a casa, Neal ya sabía lo que podía esperar.
-¿Seguirás así todo el día?-Le pregunto Neal algo incómodo por el silencio tan perturbante que había en el carro. 
-¿Así cómo? -pregunto muy serio Peter.
-Enojado.
-No estoy enojado, ¿Por qué lo estaría?-pregunto indignado haber si el muchacho entendía el porque.
-Porque no sigo tus aburridas reglas. -Pero esa no fue una gran estrategia para el gran Neal Caffrey ya que su padre se puso aún más furioso y claro lo miro enojado.
-Ya cierra la boca si no quieres estar en más problemas.-Le respondió Peter escupiendo furia. 
Y ahí fue cuando Neal se dio cuenta de que estaba más que hundido y que ni un milagro lo salvaría de la paliza que le daría Peter llegando a casa. Así que por fin hizo una elección completamente sabía y cerró su boca parlanchina.
Cuando llegaron Elizabeth los recibió con los mimos de siempre, y una comida que a cualquiera enamoraría por completo. 
-Súbete a lavar las manos para cenar.-Le ordeno Peter al mocoso.
Le contó las cosas a su esposa y claro que ella estaba muy de acuerdo con que Neal merecía un buen castigo. 
La cena paso lenta y silenciosa... Hasta qué Neal comenzó a contarle cosas a El, y luego Peter se unió a la conversación, y Neal tenía la idea de que quizás no todo estuviera tan perdido y quizás podría salvar su mal portado trasero.
Pero Claro que no, era cierto que Peter estaba mucho menos enojado que antes debido a que bueno, no podía estar mucho tiempo enojado con ese niño tan carismático, ¿Quien si? Pero eso no se le olvidaba lo irresponsable que actuaba el noventa y nueve por ciento de las veces, y dejarlo pasar era como seguirlo permitiendo.
Cuando acabaron de cenar, Neal se ofreció a ayudarle a El, y a limpiar y a lavar, y claro que Peter sabía que pretendía que se le olvidará pero claro que no, él espero pacientemente. 
-¿Necesitas algo más, mamá? 
-Si, Neal, necesito que me expliques ¿Por qué insistes en arriesgar tu libertad, y bienestar?-lo regaño El, ella también conocía a su hijo. 
-Pero... ¿De qué hablas? -Se hizo tonto Neal.
-Sabes perfectamente de que hablo Neal Caffrey.-Y cayeron dos ardientes palmadas en el trasero de Neal.
-¡Auuu! -Se sobó.
-Ahora deja de hacer esperar a tu papá, y enfrenta tus consecuencias.-Le dio un empujóncito para que saliera de la cocina.
-Mama...-Se quejó saliendo de la cocina.
-Hijo.-Le dijo terroríficamente.- Me da gustó que le ayudes a tu madre, ahora quiero que subas a tu cuarto y me esperes ahí, con la nariz en la esquina.
-Pero... Papá, no soy un niño.-Se cruzó de brazos.-¡Y no puedes tratarme como si lo fuera! -Se envalentono Neal.
-¿No puedo?-Alzó una ceja su padre. 
-¡Noo! ¿cuál es tu problema? Al final todo salió bien, deberías felicitarme no castigarme. 
-Te he dicho mil veces hasta el cansancio, que las cosas se hacen bien, no como se nos da la gana, Neal. Y deja de hablarme así, que no soy cualquiera. -Peter se levantó en toda su altura, y claro que cualquiera se sentiría bastante intimidado.
-Lo que pasa es que tu no valoras lo que hago. 
Y Peter no podía creer que el chico aparté se estuviera ha ir el la víctima. 
Eso era descaro.
-No, fíjate que no Neal, lo que pasa.-Y comenzó a acercarse peligrosamente y lo tomo fuerte del brazo, y le dio la vuelta para el lado de las escaleras.-Lo que realmente pasa es que tu, Neal eres un desobediente.-Y zas, la primera palmada que por cierto le ardió mucho mucho más que las de El.-irresponsable, e inconsciente- mientras seguía hablando duras palmadas caían en el trasero de nuestro jovencito.
-Ayyy, ya papá, Auuu.-Se empezó a quejar Neal.
-Y no se como hacerte entender que cuando yo digo NO.-Y una palmada realmente dura le cayó. -Es NO.-Y otra igual que la anterior.-Ahora te vas a subir a tu cuarto y me esperas con la nariz y con los pantalones abajo.-Lo soltó para que obedeciera, Neal enseguida se puso de frente a su padre, tenía que cuidar su trasero. 
-Pero papá...-Le dijo limpiándose con el ante brazo las pocas lágrimas que esas duras palmadas le habían sacado. Pero cuando sintió que Peter lo volvía a jalar para darle otra nueva tanda.-Noo, ya voy. 
-Pues ya.-Y muy a pesar de los esfuerzos de Neal, le cayó otra ardiente palmada en el centro del trasero. 
-¡AUU! Ya te dije que ya voy...-Dijo con nuevas lágrimas y empezando a subir las escaleras.
Peter se espero unos momentos para que Neal hiciera lo que le había dicho y se dispuso a subir. 
No le gustaba para nada castigar a Neal pero era obvio que el muchacho lo necesitaba. 
Cuando entro a la habitación de Neal efectivamente estaba con la nariz hacia la pared pero aún conservando los pantalones. 
-Bueno como veo que sigues sin querer obedecer, ahora tendrás que ir por el cepillo de tu madre.-Le ordeno Peter.
-Noo, ya me bajó el pantalón.-Volteo hacia Peter
-NO NEAL, ve por el cepillo de tu madre pero YA. -Neal lo vio con ojos de perrito sólo y triste bajo la lluvia y no se movió. -Bueno entonces con mi cinturón será. 
-Nonono, ya voy.-Y sin necesitar un impulso Neal salió corriendo de ahí y regreso con el cepillo de El en las manos.-Papa, yo si te iba a obedecer pero... Es que me da vergüenza. 
-Vergüenza te debería dar desobedecerme y ponerte en peligro, eso si es para avergonzarse Neal.-Lo regaño Peter. 
-Ya sé, por eso ya no voy a hacerlo de nuevo, te lo prometo.-Respondió Neal.
-Si, y no te van quedar ganas-Peter tomo asiento en la cama.-Ven acá. 
-No... En verdad no lo haré de nuevo.-replico Neal. 
-Si, eso espero, pero del castigo no te salvas, porque vas a enfrentar las consecuencias de tus actos. -le regaño.-Y ahora si no vienes para acá, voy a ir yo y te traeré a cintazos así que obedece.
Neal caminaba como si tuviera pies de plomo, así que en cuanto pudo jalarlo Peter lo hizo, le bajó el pantalón en menos de lo que se dio cuenta Neal, y lo echo sobre su regazo.
Y antes de que Neal pudiera protestar las palmadas ya estaban lloviendo en su trasero, fuertes y firmes, y claro que eso estaba doliendo muchísimo, le escocía el trasero y sentía el calor saliendo de sus posaderas, su padre si que era realmente cruel. 
Cuando los lloriqueos de Neal se convirtieron en sollozos, Peter se detuvo.
-Auuu-Siguió llorando Neal, pero nuestro chico guapo, no era tonto y se quiso levantar. 
-No, Neal aún no terminamos.-Peter tomo el cepillo de El.
-Aauuu, no, papa... Ya por favor, ya te dije que no lo haré.
-Y te doy el beneficio de la duda hijo, pero te dije que enfrentarías las consecuencias. Y sin decir más Peter comenzó a soltar cepillazos a diestra y siniestra en el trasero de Neal, al un poco la rodilla para tener más alcancé a la parte donde terminaba el trasero
-Noo, NOOO...-rogó Neal ya le dolía suficiente como para aún más.
Pero Peter no se inmuto y empezó a golpear la parte trasera aún con el cepillo de su esposa.
Cuando por fin supo que había sido suficiente, Peter dejo llorar a Neal en su regazo. 
-Calma Neal.-le sobaba la espalda. Y una vez que la respiración de su hijo se regularizó. -Quiero que me escuches muy bien. -Lo ayudo a acomodarse la ropa y a levantarse y lo para frente a el.-Esto siempre va a ser mejor que regresar a la cárcel, lo que estuvo a punto de pasarte por tu desobediencia, entiende Neal, que no puedes hacer las cosas como quieras, por muy fáciles y convenientes que se te hagan, por algo hay leyes, y un proceso, y
Cuando yo digo que hagas las cosas de una manera las haces así, ¿Entendido?-Le dijo levantándose y limpiándole algunas lágrimas a su hijo.
-Entendido, lo lamento, yo sólo quería a ayudar.
-Y eso lo sé, pero tienes que tener cuidado, bien dice no hagas cosas buenas que parezcan malas, si no se hacen las cosas así, es porque es arriesgado, y no sólo tienes que preocuparte por atrapar a los malos sino por cuidar de ti mismo, y de tu compañero. Y en verdad espero no tener que repetírtelo, porque esto te parecerá una broma, ¿Entendido muchacho? 
-Si, papá.-Le dijo triste agachando la mirada. 
-Me alegra.-Y Peter lo atrajo hacia su pecho le acaricio el cabello y le besó la frente.-Un día me vas a matar de un susto mocoso.
-No soy un mocoso.-respondió Neal con una voz que decía todo lo contrario. 
Fin (: 
FELIZ NAVIDAD, nuevamente 

2 comentarios:

  1. Oh pobre Neal!! pero lo quereemos tanto!! que todas sabemos que el esta lleno de buenas intenciones!!
    te quedo muy bien London animate a escribir más de el!!
    claro sin descuidar a tus otros chicos!!

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