Oh Christmas!
Hola
¿cómo están? Soy Rodrigo el chico de 14 años que se llevó una tunda en las
celebraciones de independencia ¿ya me recuerdan? Sí el de los cohetes. Bueno
les voy a contar mi triste, lamentablemente y dolorosa historia de esta navidad.
Soy un dramático ¿verdad? Porque la verdad no me fue tan mal, pero bueno, pasemos
mejor al relato.
Resulta
que mis papás y mis tíos decidieron que era una buena idea pasar la navidad en
la playa, pero como Acapulco iba a estar lleno a reventar de turistas y Cancún
fuera de presupuesto optaron por Puerto Escondido, un bonito destino turístico en
la playa de Oaxaca. Llegamos un par de días antes de la víspera de Navidad, y
todo iba muy bien hasta la tarde del 23, habíamos rentado una lancha un par de
días y esa tarde yo y mis primos nos fuimos por la playa probando nuestras
habilidades náuticas. Todos manejamos un rato la lancha, pero cuando fue mi
turno se me ocurrió que era una buena idea acelerar la lancha.
-
¿No vas demasiado rápido? – me preguntó Mauricio
-
Acuérdate que en el agua no tienes freno – me advirtió Gerardo,
pero de todas formas todos lo estábamos disfrutando.
En
cierto momento perdí la noción de velocidad-distancia y de pronto estábamos
navegando a toda velocidad hacia la playa.
-
Cuidado! – escuché que alguien gritaba pero no pude hacer
nada más que concentrarme para evitar llevarme a algunos turistas que estaban
por ahí, y no había forma de frenar la maldita lancha así que solamente solté
el acelerador girando el volante del timón, pero fue demasiado tarde porque de
pronto la lancha se detuvo abruptamante y casi salimos volando, bueno de hecho
e pobre de José María hasta se cayó de la lancha pero afortunadamente no se
lastimó. Habíamos encallado la lancha en la arena y el motor estaba haciendo un
ruido muy raro, lo apagué justamente a tiempo para escuchar las reacciones de
los demás turistas que estaban en la playa. Mientras que unos nos insultaban
otro soltó una carcajada, también escuché algunos gritos y mientras uno se
acercó a reclamarnos que casi lo habíamos arrasado otro se acerco a preguntar
si estábamos bien. Hasta un silbido escuché, y cuando al fin logramos quitarnos
de encima a los demás tratamos de resolver nuestra situación.
-
Creo que estamos en problemas – me dijo Gerardo y yo tuve que
asentir.
Finalmente
logramos desencallar la lancha entre todo los primos, traté de encenderla y
afortunadamente el motor arrancó, pero mientras Gerardo nos dirigía a la playa
de nuestro hotel empezó a entrar agua, mucha agua a la lancha. Para cuando
llegamos todos temíamos zozobrar, y para nuestra mala suerte ahí estaban
nuestros padres y se dieron cuenta que algo estaba muy mal con la lancha.
-
¿Qué le hicieron a la lancha?
Después de un largo silencio alguien dijo lo obvio
-
Tuvo un pequeño accidente y se rompió un poco el casco
-
¿Quién fue?
Afortunadamente ninguno de mis primos ni mi hermano me
traicionaron, pues teníamos una especie de pacto de primos de nunca acusarnos
entre nosotros.
-
Bueno pues como parece que aquí nadie es el responsable,
entonces todos son responsables. – dijo mi tío
-
Pero como es navidad se van a salvar de la paliza – dijo mi
mamá (mamá te amo)
-
Pero no se van a quedar sin castigo, pues esa reparación nos
la va a cobrar el dueño, así que este año no abrirán los regalos de navidad
hasta que regresemos a la ciudad. – esto lo dijo mi papá
-
No
-
No es justo tío
Yo me quede callado, pero aunque mis primos se quejaron
no me traicionaron. Y yo pensé que la había librado. Oh, cuanto me equivocaba.
Después de eso todos los primos nos fuimos a la fuente
de sodas a tomar un lunch y fue ahí cuando me informaron de su plan.
-
Rodrigo, aunque no te acusamos con mi tío, creemos que, como
nos arriesgaste a todos y además nos castigaron a todos por tu culpa tu no te
puedes quedar sin castigo. – me dijo Gerardo
-
Así que aunque tu papá no te de la paliza no te vas a salvar
de una. – esto me lo dijo Marcos
-
Y te la vamos a dar nosotros – lo último lo dijo Lucas
sonriendo y disfrutando claramente la perspectiva
-
¿Qué? No mam… ¿están bromeando, no? – casi se me atraganta el
refresco
Pero mis primos negaron con la cabeza, y como era eso
o que me delataran tuve que aceptar.
Después del lunch, y mientras nuestros papás estaban
comiendo en el restaurante del hotel, mis primos me llevaron a uno de nuestros
cuartos.
-
Bueno ¿y ahora qué? – pregunté yo mientras Mauricio jalaba
una de las sillas del cuarto y la ponía en el centro.
-
Te quitas el short y te reclinas en el antebrazo de la silla
– dijo Gerardo poniendo una almohada justo ahí.
-
¡Tienen que estar bromeando! Sueñan…
-
No seas Ridículo Rodri, como si no te hubiéramos visto
cientos de veces en chones – dijo Mau – además somos tus primos y todos somos
hombres
Así
que no me quedó de otra, y después de quitarme el short que traía me recline en
el antebrazo de la silla dejando expuesto mi bóxer rojo ante mis primos.
PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
Cada
uno de ellos pasó, dándome 3 nalgadas fuertes y rápidas en cada lado de mi vulnerable
trasero. Como tengo 5 primos y un hermano, pues me tocaron 36 nalgadas. Yo
traté de aguantar el castigo sin quejarme ni llorar, pero aunque evité chillar
mordiéndome el labio, al final del castigo una o dos lágrimas que habían estado
luchando por salir se me escaparon. Finalmente pude levantarme, pero en eso Chema
aprovechó que estaba descuidado y me bajó un poco el bóxer por atrás, dejando
expuesta una parte de mi mejilla derecha, diciendo que para ver si era
suficiente. Pero yo lo alcancé a agarrar y le di 5 nalgadas fuertes rápidamente
antes de que mis primos me quitaran la oportunidad de continuar mi venganza
separándome, pero como no era una pelea de verdad no les costó mucho trabajo.
-
¿Todos a mano? – preguntó Gerardo
-
¡Todos a mano! – exclamamos al unísono todos los primos y en
eso Chema comenzó a reírse como un loco y nos contagio a todos que acabamos en
una guerra de almohadazos, cosquillas y carcajadas.
Pues
ese es mi relato, que la verdad no fue tan malo al final. Y ahora creo que los
tengo que dejar porque aquí viene Chema a decirme algo y corriendo atrás de él Lucas
gritando algo también.
-
Qué si va a haber regalos
-
Nos quitaron el castigo
Ah, esa es la razón, bueno ahora si ya me voy que
quiero ir a ver los regalos que están poniendo en el árbol de navidad.
¡Feliz Navidad!
jajaja Y Rodrigo pensó que se había escapado del castigo, el pobre.
ResponderBorrarjajaja Y Rodrigo pensó que se había escapado del castigo, el pobre.
ResponderBorrarjajaja pobre Rodrigo yo creo que ninguno de mis primos aceptaría dejarse castigar por los demás primos....
ResponderBorrarPero si fue peligroso lo que hizo y arriesgó a mucha gente!!