SANHA LE REGALA A LILITH
Steve tenías semanas pidiéndole el carro que deseaba por sus 17 añitos de vida, un Audi R8 Spyder 2017 V10 Plus con 610 caballos de fuerza, valorado por un precio más allá de los 200.000 dólares. El dinero no era problema para su padre, sin embargo ese auto no era el que Sean consideraba para su hijo, era demasiado potente y rápido, y eso ultimo le angustiaba a Sean, además sus calificaciones no habían estado a la altura, o esa había sido la excusa para no cumplir con el capricho de su hijo.
Sean: Lo siento mi tigrecito, mañana escogeremos otro modelo de carro uno maaas seguro.
Steve: Pero papiii todos tienen cinturón de seguridad Grrrr…
Sean: No me gruñas Steve, sabes que no me gusta, teníamos un trato mi monito, y no cumpliste por ende yo tampoco cumpliré mi parte. Le dijo revolviéndole el cabello lo menos que quería su padre era pelear con su mocoso previo a su cumple.
Steve: ¡TACAÑO! ….eso es lo que eres, siempre dices que te matas trabajando por nosotros, y cuando quiero algo realmente no me lo das...GRRRRRR
Sean: STEVEEEE sin malcriadeces si no quieres dormir calentito.
Steve: ¡BRAVO! Lo único que hace bien el Sr. Hyuga amenazarme. Dijo aplaudiendo de forma irrespetuosa a su padre.
Sean: ¡SUFICIENTE STEVE ANDRES! Te acabas de quedar sin carro ZAS ZAS. Dejo caer dos palmadas que no dolieron mucho porque fueron encima del jean, sin embargo el ego si le dolió al tigrecito, quien cruzo los brazos y coloco un puchero, maquinando como vengarse de su padre.
Steve: AUAUA eres malooooo.
Sean: Ves lo que te ganas por malcriadito. Le dijo abrazándolo, sin embargo su hijo no le correspondió el mimo por estar molesto.
Steve: ¿Puedo irme a mi cuarto? Pregunto con poca voz.
Sean: Claro mi príncipe yo te acompaño.
Steve, le dio la espalda a su padre y fingió quedarse dormido rápido. Sean solo respiró, le beso la frente, le acaricio el rostro mientras le decía que lo amaba con todo el alma, pero que ese carro era demasiado rápido y peligroso para su tigrecito.
Pasado dos horas Steve, se levanto con una idea en su cabeza huir de casa, ya trabajaría en cualquier cosa y se compraría el carro que le viniera en gana. Tomo su mochila bajo sin hacer ruido cuando llego a la sala vio una foto de él con su papá y la guardo, no se había ido y ya sentía nostalgia, fue a la cocina y diviso una tableta de chocolate la cual no aguanto en guardar también, ya iba de salida y vio sobre el mini mar de su padre una botella de Ron, era una noche fría eso seguro que lo mantenía calentito pensó y la tomo.
El tigrecito había huido sin ser descubierto, quien lo diría que sería tan fácil, sin tan solo hubiese ido en carro, a pie no avanzaba mucho que digamos.
Sean a la mañana siguiente se despertó pensando en su tigrecito, le había gritado que no tendría carro y no era cierto, así que fue al cuarto de su bebé a conversar con él, no soportaba un minuto más que su tigrecito estuviese molesto con él.
Sin embargo no estaba en su cuarto, ni en ninguna parte de la casa, se desespero al no ver su mochila, y ver que faltaba la foto de la sala, pero su desesperación se convirtió en molestia cuando no vio la botella de ron de edición especial que le había regalado la misma Hacienda Santa Teresa.
Sean: LO MATO…. Cuando lo encuentre me voy a asegurar que no pueda sentar bien por un mes, a través del GPS del celular ubico a su hijo en una plaza a unos cuanto kilómetros de casa, seguro decidió pasar la noche ahí. Corrió a vestirse para buscar a su hijo, a pesar de no importarle mucho lo que se iba a poner si busco una correa especial para la ocasión.
Steve se había quedado dormido abrazando su mochila encima de una banca, y quien no se duerme después de tomarse más de media botella de ron y un chocolate.
Sean: ¡STEVE ANDRES HYUGA! Ladró su padre.
Steve: Auha.. hace frío papito. Respondió dormido, la pea le había hecho olvidar que había huido de casa, sin embargo pronto se le pasaría.
Sean: No te preocupes que YO que te voy a calentar rapidito.
Steve: ¿calentar? Dijo abriendo los ojos, algo en el tono de su padre hizo que su subconsciente reaccionara. Y se levanto de la banca como un cohete al ver a su padre parado delante de él con la correa de cuero en mano.
Steve: Pa..pitoooo., ¿qué haces con eso?. Dijo mas que asustado del tiro no supo a donde se le fue la rasca. Cayendo al suelo la botella que se rompió derramando el resto del contenido.
Sean: ¿Que hago? no que voy a hacer ZAS, NO solo te fugas de casa ZAS sino que de paso bebes…. ZAS
Steve: AAYAYA noooooo papito con la correa noooo BUAAAAAA…
Sean: Al auto pero YAAA.
Steve, no le falto velocidad para poner a su colita en resguardo metiéndose en el auto de su padre, sin dejar de sobarla pero calladito, pues nunca había visto a su papi tan molesto.
Sean se aseguro que su hijo no escaparía colocando el seguro de niños al carro. Una vez en casa, lo bajo pescado de una orejita, sin decir una sola palabra, entro a la casa, ahí una vez en el sofá lo despojo de la ropa para darle la zurra de su vida.
Steve: NOOOO papitoooo por favooooor noooo lo vuelvo haceeer BUAAAAAAA…. Gritaba cuando sintió que su padre lo acomodaba en sus rodillas, pero Sean solo tragó grueso para no doblegarse ante los gritos de su tigrecito.
Levantó la mano bien alto y comenzó a darle unas buenas palmadas en la colita pelada de su bebé.
¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!!
Las lágrimas de Steve caían por sus ojitos sin parar.
“papito, papito! ya no más… papito, no puedo más… me estás pegando muy fuerte buaaaaaaa buaaaaaaa”
¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!!
Sean culminó el castigo, le acarició la espalda hasta que Tivi pudo dejar de llorar, y cuando sólo eran sollozos los que movían a su hijito, le acomodó la ropa y lo abrazo con fuerza, besándole los ojitos.
Steve: no más, chiquitito, no mas palmada pero estas castigado hasta nuevo aviso, por salir sin el permiso de papá, por beber, por dormir en la calle.. te pudo pasar algo mi bebé, y que haría sin ti.
Steve: buaaaaaaaa es que estaba enojado papito… yo quería ese carrito para sacar a mi Kathya, de paseooo. Lloraba tristemente
Sean: Mi tigrecito… el monito de mi corazón se ha quedado sin carrito hasta los 18 por malcriadito.
Steve: Papitooooo… ¿hasta los 18? No puedes hacerme esto.
Sean: Sin quejarte que también podría darte un correazo todas las noches hasta que cumplas los 18. Le dijo serio pero por dentro se moría de la risa al verle la cara a su tigrecito tras oír aquello.
Steve: No tengo apuro papito sin carrito hasta los 18 me parece muy bien. Dijo rápido para luego abrazarse de su padre buscando un mimo que por supuesto su padre alargo todo el día.
Sanha que buen capi escribiste!!
ResponderBorrarSe llevó un buen castigo el tigrecito pero si que se arriesgó mucho y luego tomando uufff esperemos Lady no quiera tomar cartas en el asunto jejeje...
Y luego la amenaza del final lo dejaron sin opción de relpicar!!