Elías
Desde el momento en el que Elías nació sus papas lo amaron con locura, él podría ser su único hijo, habían batallado mucho en concebirlo, y debido a la edad de Mónica el tiempo para la concepción era muy importante.
En conclusión desde el momento en que nació Elías, había tenido todo lo que quería y que gracias al trabajo de Mónica y Javier se lo podían dar.
Lo malo estuvo cuando el pequeño nene cumplió los terribles dos años, el pequeño ya le había tomado perfectamente la medida hasta a sus tíos y sabía que solo tenía que decirlo con voz tierna para conseguirlo lo que hizo a Eli muy pero muy chiflado y malcriado.
Un día cuando casi cumplía los cuatro años, Eli no paraba de llorar y de hacer berrinche, sus papas estaban que ya no aguantaban, Mónica que había tenido malestares tenia cita con el medico pero no sabía con quién dejar a Elías pues su suegra se había ido de vacaciones con sus cuñadas y su mama cuidaba de los hijos de sus hermanos y su esposo tenia junta importante.
- MAMMAAA yo quiero telee.- Grito Elías.
- Ya nos vamos, Eli. Mami tiene que ir con el doctor y te tienes que quedar muy tranquilito, ¿está bien? Si lo haces iremos por un helado.
Eli se quedó pensando un momento pero decidió que ver la tele por el momento era más importante, y como quiera si quería helado al rato se lo pediría a su papito.
- No, quiero tele!- Eli se quitó la chamarra que ya le había puesto su mami para salir y mientras Mónica recogía su bolso él ya estaba prendiendo la tele. Mónica desesperada apago la tele.
- BUAAA Mala!!!
- Dije que ya nos vamos, vuelve a ponerte tu chaqueta.- Le dijo Mónica con más paciencia de la que tenía.
- No!- Eli se bajó de la silla donde se había sentado y se dirigió a donde estaba la computadora pero al subirse casi se cae al suelo. Mónica se asustó mucho, se dio cuenta que si amaba tanto a su niño había que ponerle límites porque si no iba a ser como alguno de sus alumnos mimados que tiene en la universidad y no quería eso para él, así que tomo una decisión muy importante ese día. Con todo el amor y dolor de su corazón agarro a su pequeño, lo cargo para dejarlo parado en la silla y lo volteo un poco bajándole su pantaloncito y calzoncito y le dio cuatro palmaditas flojas. No le dio fuerte pero Eli comenzó a llorar muy fuerte, no fue porque le doliera, es que era la primera vez que mama se enojaba y castigaba. Mónica le acomodo de nuevo la ropita, lo cargo y le dio muchos besos.
- Ya bebe, te dije que te tenías que portar bien y hacer caso. Verdad que ya vamos a hacer caso a mama y a papa? – Elías no respondió pero escondió su cabecita en el cuello de mama y asintió. Mónica le dio otro beso y le puso su chaqueta para poder salir de su casa.
Él bebe ya no dio problemas ese día y estuvo muy mimoso con su mama, pero mañana le toca cuidarlo a papa y quien sabe cómo se vaya a portar.
Mmmmmm... será que sólo van a tener que cuidar de Elías?!!!! una de esas el angelito tenga un compañerito de diabluras! Pobres papás! Me encantó el fic! Escribe más de él, sí?
ResponderBorrarjajaja pobres papás ... Elías es del terror jajajaja
ResponderBorrarQue bueno que la mamá reaccionó!!