De hermano a Padre. Corto para año nuevo
Mario: anda papá déjame ir con mis primos, es aquí cercas.
Franco: hijo ya te dije que no.
Mario: porque no?
Franco: porque no sabes estarte quieto, por eso.
Mario: me porto bien, si es un ratito.
Franco: no.
Mario: papá por favor no seas malo.
Franco: no.
Seguí con toda mi cantaleta para tratar de convencer a papá que me dejara ir con mis primos irían al pueblo a ver como prendían la pirotecnia por las fechas festivas pero por más que le rogaba no conseguí nada… bueno si conseguí que se molestara un poco y que me diera una palmadas frente a mis abuelos, no me había bajado la ropa como solía hacer pero aun fue algo vergonzoso por lo que me fui a llorar al cuarto, llore por un rato pero después me salí por la ventana y fui alcanzar a mis primos, no tardaría nada, cuando llegue muchos ya estaban prendiendo todo realmente fue muy padre. Apenas terminaron me fui corriendo a casa de mis abuelos y trepe por la ventana, me era fácil porque tenía recuerdos y si bien nunca fueron muchas veces las que trepara recordaba cómo hacerlo, además algunas veces lo hacía en casa, no alcance a colocar el pie hasta el final de la escalinata cuando las manos del papá Salvador me tenia, a pesar de la edad aun seguia tenindo fuerza porque logro subirme.
Salvador: si su padre le dijo que no saliera era un no.
Mario: no, no ya no lo vuelvo hacer. –le dije aterado cuando vi que trai el cinto en la mano-
Salvador: ya una vez te mataste por esta misma ( ) y usted jovencito no entiende y no mide el peligro, es el colmo.
Mario: No, no ya no lo hago, ya no lo hago –le decía tratando de sujetar mi ropa que el abuelo estaba decidido a bajar, pero él fue más fuerte porque termine con mi ropa interior en los tobillos-
Salvador: a ver si así vas aprendiendo de una vez por todas a medir el peligro.
Y sujetándome de la axila como si me abrazara, me soltó eso en mi podre traserito.
ZASSSS -aauuu- ZASSSS, ZASSSSS –buaaa aauu- ZASSSS, ZASSSS-aiii bua ya auu- ZASSSS, ZASSSS-ya no lo vuelvo hacer buaa- ZAAAA ZASSSSS –aiii buaagg-
Mario: buaaa –mi abuelo me abrazo y yo me puse a llorar más fuerte me dolía mi trasero sin duda me había castigado más fuerte de lo que solía hacer mi padre-
Salvador: Ya, ya, shuu ya, usted solito se lo buscado, no tienes que hacer eso, no soportaríamos volver a perderte hijo, porque no te poner a pensar tantito, tú crees que tu papi soportaría perderte, como hermano ya te perdió y fue uno de sus peores mementos de su vida, no le hagas pasar por otro.
Esas palabras me dolieron y solo me dedique a llorar. El cuarto que alguien día tuve como mío lo podía volver a usar aunque para mi padre era difícil entrar ahí, a mí siempre me gusto. Me quede solo llorando en mi cama hasta que sentí que alguien se acostó aun lado de mí, no necesite voltear a ver quién era ya sabía que era papá, sus cariños siempre fueron muy diferentes a los de papá Salvador, por un rato solo sentía su mano pasar por mi espalda y como metía sus dedos entre el cabello como si me masajeara la nuca yo aún sollozaba, me tarde para controlar esos sollozos porque aún me dolía mi trasero y también tenía un nudo en el estómago porque la culpa se agolpaba en un solo lugar.
Mario: papá me pego con el cinto shhgg aagg.
Franco: y te dolió?
Mario: aag si.
Franco: ya, ya –dijo y me abrazo metiendo su brazo por debajo de mi cuerpo para poder tenerme dentro de sus brazos- tu también tienes la culpa por salirte por ahí, me desobedeciste.
Mario: sshhff –solo puse mi mejor puchero no quería que él me siguiera regañando, asi que solo recargue mi cabeza y sin darme cuenta me quede dormido-
Una hora después me desperté ya era tarde ya estaba oscuro el cuarto había muy poca claridad asi que tendrían que ser como las 7 u 8 de la noche.
Franco: por fin despertaste, como te sientes?
Mario: Francoquio… me duele el trasero –le dije cuando me pase la mano por las nalgas esperando a ya no sentir nada pero si que sentía el dolor-
Franco: jajajajaja.
Mario: no te rías.
Franco: aaagggrrr mocoso.
Mario: aaii papáa, no me hagas asi –le dije quejándome cuando me froto la cabeza con su mano algo brusco-
Franco: anda es tarde y la mamá va hacer frijolitos con chile.
Me lebante de la cama y me frote los ojos y di un buen vosteso..
Franco: Anda.
Mario: me quiero cambiar –le dije al verme en el bóxer-
Franco: anda, ponte la pijama de una vez. –me dijo como regañándome porque iva a tomar un pártalos suelto para el dia- a ver ven.
Saque el pantalón del pijama y me hacerque a papá que me dio la vuelta y me jalo en calzonsillo.
Franco: te ha dado fuerte, vas a tener que poner un cojin en la silla… ya no vuelvas a desobedecer si.
Mario: tratare.
Franco: pero trata de verdad hijo, no quiero que te pase nada, mmm hablare con papá.
Mario: no, no quiero que vayas a discutir con papá Salvador, por favor.
Papá se quedó un rato pensativo pero solo asintió, diciéndome con la mirado que terminara de cambiarme eso hice y nos salimos a cenar mamá estaba con mi abuelita ayudándole en la cocina, papá estuvo algo serio en la comida y fue mi abuelo quien se lo llevo hablar a otro lada, sabia de que estaban hablando, papá solo dos veces me había castigado con el cinto y solo fueron cinco golpecitos, y dijo golpecitos porque media mucho su fuerza era más de castigarme con la palma de la mano hasta dejarme rojo el trasero pero esta vez mi trasero tenia franjas rojas y al ser mi piel más blanca que la de papá rasgo que herede de mamá se notaban mucho más además de que me quedarían algunos moretones eso de seguro.
No se como mis pies me llevaron atrás de la puerta del despacho del abuelo con la oreja bien pegada a la puerta.
…
…
Salvador: tenía que tener un buen castigo, tú sabes lo que pasa por no hacer caso.
Franco: lo sé pero le ha pegado muy fuerte, yo no le castigo asi.
Salvador: eso lo sé, pero no es algo que le vaya a matar tenlo por seguro, mejor empieza a darte a respetar y darle una buena paliza antes de otro susto, porque ese niño no le paran las manos y no mide el peligro ni las consecuencia… y no las mides porque eres muy suave con él.
Franco: usted no era como la persona más cálida del mundo cuando a un castigo se trataba ni conmigo ni con él.
Salvador: si y mientras estuvieran en mi presencia dime tú si hacía de las suyas.
Mi abuelo ya había subido el tono de voz… pero tenía razón frente a él casi ni hablábamos.
Franco: si pero atrás de usted sí que hacíamos –dijo incluyéndose- aagg yo tratare con él, no le voy a castigas más de lo que crea conveniente, no quiero que me tenga miedo.
Espere a escuchas si seguirían hablando pero cuando quise correr ya era tarde.
Franco: … -movió la cabeza- anda.-dijo en vos baja a lo que solo agache la cabeza-
Mario: perdón.
Entramos a mi cuarto..
Mario: perdón… no… bueno gg perdón –le diría que no había querido escuchar pero no tenía una justificación para decírselo-
Franco: no tienes que estar escuchando conversaciones de mayores.
Mario: - me mordí un poco el labio y jugué con mis manos- Tu lo hacías.
Le dije recordando cuando un tío fuera hablar con papá por ver visto a Francoquio fumando con unos amigos… claro esa y un montón de veces más.
Papá solo torció los ojos no se si algo avergonzado o enojado.
Mario: no lo volveré hacer te lo prometo.
Franco: cuantas veces he escuchado ese no lo volveré hacer y tu lo sigues haciendo.
Mario: me vas a castigar??
Franco: no porque tienes el trasero lo suficiente mente resentido como castigarte otra vez, pero quiero que me hagas caso y no me desobedezcas porque si no en el lugar que estés y no me importa quien este te voy a castigar y me va importar poco que para ti sea vergonzoso entendido?
Mario: aaggg pero.
Franco: pero nada.
Mario: Francoquio no era tan malo.
Franco: Francoquio se equivocó en no darte unas buenas nalgadas en ese entonces pero ahora es diferente.
Mario: aaaagg.
Esa fue una amenaza que no me agrado nada, me fui a labar la boca y después de fui acostar a mi camita antes de dormirme papá entra y me dio una pomadita para mi trasero.
Franco: te la pones?
Pero solo me acosté y deje que el la pusiera por lo generar mamá era la que me ponía pomadas y no era porque papá me castigara de más, sino que por no estarme quieto y en más de una ocasión me había caído de trasero y mi mami era la que me daba un masajito tanto para relajar mi espalda o nervios que se lastimaban y bajar lo morado que me quedaba el trasero, pero esta vez fue papá supongo que para que mamá no me viera el trasero y no se fuera a molestar con el abuelo.
Ufffffffff, a Salvador se le fue la mano y mucho. Pero también Mario no aprende!! Cómo extrañé esta historia. Entra dentro de mis favoritas! Me gusta muchísimo y es una alegría que hayas escrito de ellos! Graciassss
ResponderBorrarUuff esa abuelito si que es muy estricto!!..
ResponderBorrarPero ese papá Franco es muy blando con su hermano-hijo
Me gusta mucho esta historia ojalá algún día la retomes Mary!!