lunes, 22 de abril de 2013

Capitulo 11


-          ¿Oye, y quién fue el que le llamó loca a la abuela? (preguntó aprovechando el buen rollito que había. Pero el buen rollito se rompió de golpe)
-          ¿Cómo sabes tú lo de…(empezó a decir Cristina) ¡LE LLAMASTE LOCA A LA ABUELA! (Gritó furiosa Cristina. Menos mal que llevaba el cinturón de seguridad puesto, sino se hubiera arrojado contra Mark y le hubiera arrancado el cuello de cuajo. Mark se dio cuenta de la patinada e intentó hacerse invisible. Pero aquello era imposible, todos lo estaban mirando como si acabara de atropellar a una mujer embarazada y se hubiera dado a la fuga).
-          Bueno…yo…el abuelo ya me castigó (dijo a la defensiva)
-          Eso seguro jajaja (dijo Pedro)
-          Pedro no tiene gracia (le fulminó con la mirada Cristina. Pedro se dio cuenta que esa era una de esas ocasiones en que no debía tomar partido a menos que quisiera salir escaldado)
-          No, no la tiene, perdón (se disculpó rápidamente y se mantuvo en un segundo plano).
-          ¡Cómo te has atrevido a llamarle loca a tu abuela! (continuó riñéndole Cristina)  ¿Pero qué mierda tienes ahí arriba? ¡Mark, maldita sea, joder! (Cristina estaba más que furiosa, no podía creer que su propio hijo hubiera ofendido a su madre de esa forma) Vale que esté cabreado con tu padre y conmigo, pero tu abuela siempre ha sido amable y buena contigo, ¡Pero como te atreves a insultarla, y de esa manera!
-          Lo siento, vale (Mark empezó a defenderse porque su madre estaba gritándole y atacándole como una desquiciada) , ya le pedí disculpas, no era mi intención, no esperaba que se lo tomase a mal.
-          ¿Ah no? (dijo Cris con ironía) ¿Y cómo esperabas que se lo tomase, Mark? ¡Dime! ¿Cómo? (Miguel y Juan miraban por el espejo interno a Cristina que parecía a punto de estallarle la cabeza),
-          Joder, mamá, no lo sé, no lo pensé y punto (le soltó Mark molesto porque ya estaba cansado de excusarse por algo que ya había pasado y ya había sido castigado y perdonado) .
-          ¡Nunca piensas, joder! (dio un golpe al reposabrazos del asiento de atrás)¿Me puedes decir para qué coño tienes la cabeza si no la utilizas nunca? (Cristina no podía creerse que su hijo fuera por ahí insultando a su familia y que no le diera la más mínima importancia).
-          La cagué, ¿vale?  ¡Fuck! Ya le pedí perdón, y ya te he dicho que el abuelo me castigó, joder, ya me siento yo suficientemente mal no te necesito para sentirme aún peor ¿vale, mamá? (Mark estaba enfadado y estaba a punto de ponerse a llorar, él no quería que su madre también se cabreara por eso. ya se sentía muy mal porque había hecho daño a su abuela. Aunque ella le había perdonado y sabía que era cierto, él seguía sintiéndose mal. Y que su madre estuviera gritándole y recriminándole no le ayudaba en nada).
-          ¿Te sientes mal? ¡Oh, disculpe usted! Ahora está todo bien, porque te sientes mal, Mark. No me lo puedo creer, de verdad Mark. No sé qué narices pasa contigo. Tú no eras así. Ahora parece que no estás satisfecho hasta que haces sentir a alguien miserable.
-          ¡Eso no es verdad!  (Mark casi pasa al asiento de atrás para encarar a su madre, pero el cinturón de seguridad hizo su trabajo y lo mantuvo seguro, porque de haber pasado al asiento de atrás Cristina con lo furiosa que estaba probablemente lo hubiera despellejado vivo).
-          Pues hijo, viéndote, cualquiera lo dudaría (usando otra vez el sarcasmo).
-          Cristina, cálmate (Juan decidió mediar porque aquello tenía toda la pinta de acabar mal).
-          No me pidas que me calme Juan. No se va a dar por satisfecho hasta que logre que nadie de mi familia me hable.
-          ¿Para eso tú solita te bastas? (Mark ya no pudo más y estalló) No me vengas con mierdas mamá, no hubo “familia” hasta que él (Mark no quería ni pronunciar su nombre o llamarlo papá) nos abandonó. Entonces fue cuando te acordaste de tu maravillosa familia. No me vengas con mierdas, eres tan hipócrita como él
-          Plass (Miguel le dio una palmada en la boca que casi le revienta los labios. Mark gritó de dolor y se llevó ambas manos a la boca y empezó a llorar) Es la segunda vez que te tengo que dar en la boca Mark (le dijo Miguel esta vez muy serio).
-          Ayyyy (Mark no podía parar de llorar, estaba convencido que le había partido los labios, pero se miró las manos y no había sangre, aun así, el dolor era tan agudo que iba directo a su cerebro).
-          Si he de volver a darte, no será en la boca y no será solo una palmada (le advirtió Miguel agarrándole de la mandíbula para que Mark le mirar directamente a los ojos). Pídele perdón a tu madre ahora mismo.
-          Pero es verdad sniff sniff (dijo entre sollozos).
-          ¿Juan puedes parar ahí un momento el coche? (le preguntó Miguel a su hermano con un tono de voz muy regio).
-          No, no, (dijo en pánico Mark) ya le pido, ya le pido (se giró pero la miró con odio) Los siento mamá no debí hablarte así.
-          Ya hablaremos luego (dijo muy seria Cristina, aquella era la típica amenaza de padre, que hace que cualquier hijo le tiemblen las piernas, Mark estaba afortunadamente sentado).
-          Como quieras (dijo entre dientes Mark intentando parecer que aquella amenaza no le afectaba lo más mínimo).
-          Mark, chaval, (le dijo Juan) ¿Podrías hacernos un favor a todos y a ti mismo, el resto de la noche, estate calladito que estás más rico?
-          Grrrr.
Los siguientes 20 minutos fueron de puro silencio, no fue hasta que llegaron al bloque de apartamento donde vivía Pedro y vieron a Óscar y a Adrián esperando en el portal que se volvió a decir algo.

-          Cariño ¿me permites? (dijo Pedro echándosela en brazos)
-          ¿Pedro qué haces?, ¡bájame! Jajaja
-          Lo manda la tradición.
-          Pero no nos hemos casado, bobo
-          Esto es mucho mejor.
-          Vale, pero vives el sexto, me vas a llevar así por todo el hall y en el ascensor.
-          ¿Por qué no?
-          Por qué no tienes 15 años, anda bájame, bobo.
-          No, me gusta jajaja
-          Pedro bájame, esto es vergonzoso ¿Y si me ven tus vecinos?
-          Se morirán de envidia, que chinchen ese atajo de estirados jajaja
-          Si que si Pedro, que chinchen al ver la chica tan guapa que va a vivir contigo (dijo Miguel). Subid vosotros primero, así le enseñas el piso a Cris. Nosotros subimos en cinco.
-          Me apuesto 20 euros a que no podrá ni mover los brazos para el final de la cena (le dijo Óscar Adrián en cuanto Pedro y Cris desaparecieron en el ascensor).
-          No pienso tirar mi dinero de esa manera Óscar ¿qué dirían mis alumnos?
-          Que eres un capullo, estirado y aburrido (dijo rodando los ojos)
-          Óscar deja a Adri en paz (le amonestó Miguel), y yo sí que te acepto esos 20.
-          Ahora te escucho Miguel. ¿qué tal Richie? (Óscar le tomo los 20 euros y junto  a sus 20 se los dio a Adri que era el tesorero oficial)
-          Llora, mea, caga, come y ahora balbucea y babea todo lo que se le pone a mano. Vaya, lo que viene siendo un bebé (dijo sin  ninguna emoción Miguel).
-          Muchas gracias hermano (con sarcasmo le dijo Óscar), sino me lo llegas a aclarar hubiera pensado que hablabas de un foxterrier.
-          No, no me trae las zapatillas cuando llego a casa jajaja.
-          Jajajaj ¡Hay que ver! Estos hijos, son de un ingrato…hablando de… ¿ey Mark, no me das un beso? (Mark lo miró con desprecio, pero Óscar ya estaba acostumbrado a esa miradita)
-          Hola tío Óscar (le dio dos besos) ¿qué tal?
-          No tan bien como tu madre que va en brazos, pero no me quejo. ¿qué tal la semanita con los abuelos? (Miguel le estaba haciendo señas para que cortara el tema como un loco) ¿Qué te pasa Miguel? ¿tengo algo en el cuello? (Adri le dio un codazo flojito) Eyyy
-          Te está diciendo que cierres el pico (le dijo Adri flojito).
-          ¿Por qué? (le dijo flojito a Adri)
-          ¡Y yo que sé! (Adri  a veces se desesperaba con sus hermanos, sobre todo con Óscar que sabía muy bien cómo sacarlo de sus casillas) Ya se lo preguntas tú después.
-          ¿Y tú Bea? ¿se te ha contagiado la sequedad de tu hermano? ¿ya no hay besos para tus tíos? (Bea les dio un beso y un abrazo a sus tíos Adrián y Óscar) ¿Qué tal te ha tratado el seco de mi hermano Juan?
-          Muy bien, Laura y Tere me han enseñado un montón de cosas y Grace es muy divertida.
-          ¿Eres ya católica?
-          ¡Óscar, a que te meto! (le dijo Juan sacando pecho)
-          ¡Joder, Juan!, era una broma. Dios estás insoportable ¿qué tiene la regla o qué?
-          Óscar te la estás ganado (le dijo en el mismo tono que utilizaba su padre con ellos de pequeños cuando se avecinaba una zurra).
-          Perdón, he dicho el nombre de dios en vano, discúlpeme usted jejej
-          Óscar, déjalo, una vez tiene gracia, tres es ya de pesados. Además tú también estás casado por la iglesia ¿no? Pues eres católico tanto como Juan, así que deja de dar por culo con la bromita (Miguel tuvo que poner paz entre los hermanos como siempre. Tanto a Óscar como a Cris les encantaba buscarle las cosquillas a todos).
-          ¡Joder de Juan vale! ¿Pero y a ti que mosca te ha picado? ¿Por qué todos parecéis como si os hubierais lavado las pelotas en un bidet lleno de pirañas?
-          ¡Óscar, la niña! (Juan le dio un collejón a Óscar porque parecía mentira que hubiera dicho eso delante de su sobrinita).
-          Perdona, princesita (se disculpó con Bea) Pero no es nada comparado con lo qué éste (señalando a Mark) las tiene acostumbradas. ¿Y me piensa decir alguien que narices pasa?
-          Mark le llamó loca a la abuela (dijo Bea poniendo los ojos en blanco)
-          Tattletale! Rat! I’m going to kill you (le llamó acusica y rata a su hermana y se lanzó a por ella pero Óscar i Adri lo agarraron).
-          Tú no vas a hacer nada (le dijo Adri que de los 4 hermanos ahí presentes era el único que entendía perfectamente el inglés de Mark) ¿Y qué es eso que le llamaste loca a la abuela?
-          ¡Fue un accidente, Joder! ¿Cuántas veces tengo que decirlo más? Joder no es para tanto, ya me castigó el abuelo, ya le pedí perdón, ya me perdonó,¿ podemos dejarlo ya? ¿si lo sé no pregunto quién de vosotros fue el que se lo dijo también?
-          ¿QUÉ? (Adrián soltó de golpe a Mark y miró estupefacto a sus hermanos)
-          Vaya, deduzco que tú no fuiste, joder, hubiera jurado que fuiste tú (dijo Mark un poco parado por la reacción de su tío Adrián).
-          ¿YO? (dijo muy indignado) Tú niño eres idiota ¿o qué te pasa? (le dio otro collejón pero no muy fuerte, solo para llamarle la atención) ¿Cómo quieres que yo le llame eso a mi madre? ¿Pero por qué tipo de animal insensible me has tomado?
-          Ejem ejem (tosió Juan para que Adrián se callara antes que dijera algo de lo que después tuviera que arrepentirse)
-          ¿Fuiste tú Juan? (si antes estaba sorprendido ahora Adri estaba flipándolo).
-          No fue Juan, Adri (le dijo Óscar rodando los ojos)
-          ¿Le llamaste loca a mamá? ¿y papá no te mató? (Adri le preguntó a Óscar estupefacto).
-          Adri (dijo Miguel) papá no ha matado a nadie, ni siquiera por eso, aunque mi trasero llegó a pensar que aquello era el final, pero no me mató (le dijo Miguel riendo).
-          ¿Miguel tú? (Adrián ahora sí que no se lo podía creer)
-          Joder, Adri, ¿En serio qué no lo sabias? (dijo Óscar riéndose)
-          No, joder, a mí nunca me contáis nada.
-          Juan va a tener otra niña (aprovechó Miguel y se lo soltó a Adri).
-          ¡Migueeeel! (le dijo Juan molesto. Se suponía que debía de ser él quien les diera la buena noticia).
-          ¿Qué? se quejaba que nunca le contábamos nada, pues le he contado algo.
-          Eyyyy enhorabuena (Óscar le abrazó fuerte) que bueno ¿otra niña? ¿pero de cuanto está Yoli?
-          De dos faltas, pero es un niña.
-          Si, al pitoniso Juan se le ha metido en la mollera que es una niña (empezó a decir Miguel riéndose de su hermano Juan).
-          Pues será una niña, a ver quién le lleva la contraria a éste jajaja (dijo Óscar y todos rieron menos  Juan).
-          Enhorabuena Juan (le dijo Adrián pero sin besos ni abrazos, ya que él no era muy dado a esas muestras de cariño).
-          Gracias Adri. ¿a ver cuándo te animas tú?
-          Creo que os lo dejo todo a vosotros jejeje.
-          Ya (dijo con retintín Mark)
-          ¿Algún problema Marquitos? (le dijo Adrián que estaba harto de las bromitas sobre su sexualidad que Mark hacia constantemente. A Adrián le gustaba las mujeres, lo cierto es que le gustaban mucho. Pero hacía unos años tuvo un alumno que se enamoró de él y que le hacía regalos y lo seguía y todo. Adri se lo contó a Cris y ella hizo un par de bromas en esa ocasión pero después le aconsejó que lo pusiera en conocimiento del consejo universitario. Y así lo hizo, y el chico dejó de acosarlo. Pero Mark era muy pequeño y solo se quedó con que a su tío Adrián le enviaban peluches, rosas y bombones un alumno suyo. Y la imagen que Mark siempre tenía de su tío Adrián era de alguien recibiendo peluches y rosas de un chico más joven. Y aquello para él era desternillante.)
-          No, ninguno (pero la sonrisa burlona de su cara estaba cabreando a Adrián). ¿Tío Miguel, el abuelo…ya sabes…porqué le dijiste loca  a la abuela?
-          ¿por qué se lo dijiste tú?
-          Me estaba tocando las pelotas
-          Plack (se llevó un collejón de Adri, que estaba esperando la ocasión para dárselo y como siempre Mark no defraudaba).
-          Buenooo se podría decir que un poquito por lo mismo.
-          ¿qué pasó? (esta vez fue Bea la que habló)
-          Fue hace mucho tiempo.
-          ¡Y una mierda que lo has olvidado! (dijo Mark frotándose el trasero)
-          Jajajaj no, Marky, no. No lo he olvidado. Y pondría la mano en el fuego que el abuelo fue mucho más duro conmigo que lo ha sido contigo.
-          No lo creo
-          Jajaja (Miguel no podía más que reírse Mark había pasado de sus casi 15 a los 5 de Grace de un plumazo)
-          ¿Te dio con la regla? (preguntó Mark como si fueran dos veteranos comparando heridas de guerra)
-          Si (asintió tranquilamente Miguel)
-          ¿Y con el cinto?
-          Si
-          ¿y después…
-          Si, Marky y después, me llevó a la sala me desnudó por completo y me dio una paliza, que me dio hasta fiebre, delante de la mujer a la que había llamado loca.
-          A mí no me dio fiebre (dijo Mark tímidamente y dándose cuenta que su abuelo aún había sido indulgente con él, no quería imaginarse como sería sin serlo).
-          Ya te he dicho que estaba seguro que el abuelo no había sido tan duro como lo fue conmigo. Mark eres su nieto. Y los abuelos son más permisivos con los nietos. Además solo eres un niño.
-          ¡No soy ningún niño, pronto haré 15! (dijo muy ofendido y furioso, pero eso solo hizo que sonara más infantil aún)
-          Jajaja (se rieron los 4 adultos)
-          ¡Iros al infierno! (se cruzó de brazos y puso morros)
-          Tío, pero ¿Por qué te pegó tan duro? ¿Por qué la llamaste loca? (Bea parecía muy curiosa por saber más de las desdichas de sus tíos)
-          Mira, no estoy orgulloso de ello, princesita. Es más aún hoy me siento terriblemente mal. Y tú hermano sabe a lo que me refiero, no por la zurra sino por la cara de mi madre al verme en ese estado y recibiendo esa tremenda paliza. En vez de odiarme por haberla llamado yo, su propio hijo, algo que la gente mala le llamaba. Estaba llorando porque mi padre me estaba dando una paliza terrible. Lloraba por mí, no por ella (Mark se dio cuenta entonces que las lágrimas de la oma no eran porque él la había insultado sino porque estaba chillando y berreando como un loco al recibir la tunda de manos del opa).
-          No te imagino llamándole a mamá loca, a Óscar puede (dijo Adrián que seguía medio en shock)
-          ¡Oye! (Óscar le dio un manotazo en el brazo todo ofendido, pero todos se rieron)
-          Pero a ti no sé, simplemente no lo concibo, siempre has sido con mamá y con papá tan respetuoso y atento.
-          Ya, bueno soy el mayor…es lo que tocaba.
-          Jajaja (Juan se rió) Adrián eres el peque de la casa, la princesa es otro mundo y todos lo sabemos, pero para mamá y papá siempre serás el bebé y es normal que nos veas a Miguel y a mí como
-          ¿Unos capullos? (dijo Óscar riendo)
-          Jajaja (se rió Mark y Miguel le dio otra colleja) Auuu pero si lo ha dicho él (dijo apuntando con el dedo a su tío Óscar).
-          Él es mi hermano y se lo consiento, pero tu cagoncete, no te me pases de listo.
-          Como decía Adri (dijo Juan) Miguel y yo siempre vivimos la enfermedad de mamá de otra manera. Cuando ella enfermaba y papá tenía que llevarla al hospital o cuidarla más en casa, éramos nosotros los que teníamos que encargarnos del resto. Y eso significaba que teníamos que comportarnos no tanto como hermanos sino a veces como segundos padres.
-          Eráis mandones incluso cuando mamá estaba bien, no me jodas, Juan, os encantaba mangonearnos (le dijo muy condescendiente Óscar).
-          ¿Eso crees? (Juan estaba muy rebotado) Óscar eres imbécil. Quizás Adri y Cris vivan en la parra porque no le contábamos nada para que tuvieran una infancia como dios manda. ¿Pero tú?...joder Óscar, no me jodas, tú también te has quedado alguna noche vigilando a mamá.
-          Si, vale. Pero nunca fui un puto sargento como vosotros dos.
-          Cada vez que mamá se enfermaba y teníamos que quedarnos a vuestro cargo, si pasaba cualquier cosa, por ínfima que fuera papá se echaba a nuestro cuello como un sabueso hambriento.  Adri cuando tenías 7 u 8 años, una tarde que papá estaba trabajando y mamá estaba en la cama, Miguel había llevado a Óscar a un cumpleaños, creo. Recuerdo que tú y Cris os quedasteis conmigo. A media tarde nos quedamos sin pan y te mande a por un par de barras a la panadería de la esquina,  yo estaba liado con mis deberes y con Cris, así que no vi que habías salido a la calle sin tu maldita chaqueta y pillaste un catarro un poco más fuerte de lo normal. Pues papá me dio 10 reglazos cada noche hasta que dejaste de toser. ¡Estuviste tosiendo 17 días, mocoso! Y con Miguel era mucho más duro. Porque no solo era papá, mamá también…
-          ¡Juan! (le interrumpió Miguel que había cosas que prefería que sus hermanos pequeños no supieran)
-          ¡No, Miguel, joder! Ya no son unos niños, aunque este se siga comportando como uno (mirando a  Óscar y dando un bufido. Juan estaba claramente molesto y no solo con Óscar, también con Miguel por que no entendía porque Miguel insistía siempre en mantener al margen de todos los problemas a los pequeños, incluso ahora que ya eran adultos) ¡Acaso se cree aquí el enano que te quedaste en casa hasta casi los 40 por placer!
-          Lo siento, yo pensaba que lo hacías porqué te gustaba mangonearnos.
-          Pues no, yo hubiera preferido encerrarme en la habitación y leer libros o tebeos (eso iba por Adrián y por Óscar), pero no podía. Y eso te va quemando, te quema y te quema hasta que llega un día en que explotas. Cuando Juan explotó fue cuando le empujó a papá ¿os acordáis? (todos asintieron aquella fue una discusión memorable en casa de los Martinez) y yo fue cuando le llamé loca a mamá.
-          ¿Y qué pasó? (ahora fue Adrián quien preguntó)
-          Tendría unos 18 o 19 años, ya tenía coche, lo sé  porque aquel verano nos íbamos a ir unos amigos y yo a la Costa Azul a ligar con las francesitas. Llevaba todo el año ahorrando y a medida que se acercaba el verano acabamos de ultimarlo todo. Teníamos pagadas las reservas del camping donde nos estaríamos y todo. Aquellas iban a ser mis primeras vacaciones en solitario, sin papá, ni mamá, ni vosotros dando por culo.
-          Gracias (dijo Óscar)
-          De nada (Le contestó tan normal. Óscar y Miguel tenían el mismo carácter, les gustaba estar de broma más que ponerse serios. Pero cuando se ponían serios daban más miedo que ninguno del resto de sus hermanos). Estaba muy emocionado, podría al fin desconectar y ser solo yo, sin preocupaciones ni obligaciones, 14 días de puro relax. Pero entonces mamá tuvo una recaída, y hubo que ingresarla.
-          ¿Cuándo fue eso? , no me acuerdo
-          Pues en el 88 o en el 89, tú tendrías 12 o 13 años, te dijimos que mamá tenía piedras en la vesícula y que había que sacárselas.
-          ¿No había piedras?
-          No, se había tomado un montón de pastillas…otra vez (Le dijo Juan. Adrián bajó la cabeza, sabía que su madre había tenido intentos de suicidio pero él solo recordaba uno, y aunque era muy pequeño, aquello le había marcado de por vida. Se daba cuenta así que sí que había tenido más, pero su familia se lo habían ocultado para protegerlo).
-          Yo me quedé por supuesto sin vacaciones, porque tenía que quedarme con vosotros mientras mamá estuviera en el hospital. Aquello me hundió del todo, así que cuando regresaron del hospital, yo hice las maletas y les dije que me iba, que no iba a dejar que una loca me arruinara la vida. Lo siguiente pasó tan deprisa que parecía como si no me estuviera pasando a mí y lo estuviera viendo en cámara rápida. Papá me dio allí delante de mamá la mayor paliza que me han dado en mi vida, y ella solo suplicaba que me soltara, que no me hiciera más daño, que le pegara a ella y no a mí. Adri quería morirme no por el dolor de la paliza, sino porque mamá le dijo “pégame a mí, pero a él no” acababa de salir del hospital, estaba medio sedada, y estaba allí, suplicando por mí, y yo acababa de insultarlos, recriminarles y llamarla loca. Por años que viva Adri, jamás se me borrará la cara de mamá de aquel día. Jamás. Y jamás me sentiré que estoy en paz con ella. Por un momento en que perdí los nervios eché a la mierda 18 años de amor incondicional. Des de aquel día que siento que ni importa lo que haga aún estaré en deuda con mamá. El dolor de la paliza se fue, el otro sigue.
-          ¿entonces no se irá nunca? (dijo muy seco Mark)
-          No. Mark, no se va. Las cosas que hacemos y decimos no se las lleva el viento como dicen. No cuando se las decimos a gente a la cual queremos tanto. A ti no se te han ido las palabras de tu padre y a mí no se me irán las de mi madre. Es por eso que te damos tanto la lata con que dejes de portarte como un pequeño cretino. Porque sí que importa lo que dices, importa y mucho. El abuelo te pegó delante de la abuela, para que te dieras cuenta de eso. No lo hizo para humillarte, lo hizo para enseñarte una lección, que no deberías de olvidar nunca.
-          Pues podría habérmelo explicado, como lo acabas de hacer tú
-          Jajajaja ¿en serio? ¿en serio lo habrías entendido entonces? (Mark no dijo nada) Anda subamos, antes que esos dos se pongan en plan cariñoso.
-          Tío Juan (le agarró un momento el brazo a su tío y se quedaron unos pasos a tras)
-          ¿Qué pasa Mark?
-          ¿Vosotros tenéis contactos con los de la INTERPOL?
-          Si, ¿Por qué?
-          Curiosidad (dijo muy seco y volvió a ponerse al paso de sus otros tíos. Dejando a su tío Juan un poco intranquilo por la pregunta repentina de Mark).
-          Ey Marky, no te preocupes ahora hablaré yo con tu madre, déjamela a mí, ¿eh? (le dijo Miguel pasándole el brazo por encima en plan camarada y arrastrándolo para dentro del ascensor).
-          Cuando mamá se pone así, no escucha.
-          A mí sí, soy su hermano mayor jajaja
-          No escucharía ni a papá, Miguel (le dijo Óscar negando con la cabeza).
-          Ya veremos, además estoy seguro que después de ver como ha quedado el pisito del fosforillo estará de muchísimo mejor humor ( y todos subieron al ascensor).
Pedro le enseñó la casa a Bea, que le pareció maravillosa, sobre todo las habitaciones de los niños. Les iban a encantar, tenían privacidad y eran amplias. Además tenían aquel pequeño saloncito con sofá y tele para recibir a sus amigos, ni en Holanda habían tenido eso. Su dormitorio era también muy bonito, era un pelín clásico para lo que estaba acostumbrada, pero no podría negar que estaba decorado con muy buen gusto e invitaba a quedarse. Pedro por supuesto le dijo que si quería hacer cualquier cambio, era bien libre de hacerlo. Pero Cris dijo que no era necesario que todo estaba precioso tal y como estaba. Y empezaron a tontear, no mucho porque en unos minutos estarían allí arriba, pero lo justo para calentar motores para lo que sería su primera noche viviendo juntos.
Al subir todos, no perdieron mucho tiempo en ponerse a cenar y a charlas sobre su escapada en Paris. Todo era más desenfadado, Cristina volvía a estar de buen humor y bromeaba con Miguel y Óscar sin parar. Pedro también entraba al juego e incluso Adri hizo un intento de chiste.  Miguel aprovechó que todos habían salido a la terraza a ver las vistas magnificas que había del centro de la ciudad, para quedarse a solas con su hermana.
-          Princesa, ahora cuando nos vayamos, no seas muy dura con el chaval, créeme cuando te digo que papá le ha dado un mayor escarmiento del que tú le vayas a dar.
-          Miguel, yo no me meto como criais a vuestros hijos ¿verdad?
-          Richie tiene un año, pero si sabes de alguna manera hacer que deje de berrear por las noches, soy todo oídos.
-          Sabes a lo que me refiero, jamás hablas de Richie ni con Juan ni con Óscar porque no quieres recibir consejos, eres demasiado orgulloso para recibirlos de nosotros.
-          Eyyyy, princesa, no me ataques, que yo venía en son de paz.
-          Miguel, en serio, sé cómo tratar a mi hijo, gracias (dijo aún un poco molesta pero más calmada).
-          No lo dudo, solo te digo, que por propia experiencia sé que papá ya le habrá castigado muy duro.
-          Me lo imagino. Pero estaba en casa del abuelo por que se había metido en líos en la escuela, y en vez de portarse como un maldito santo, va y le insulta de esa manera a mamá. Le hice prometer que se portaría bien ¿eso te parece a ti portase bien?
-          No
-          No, exacto, Miguel, no. No te pregunto como padre te pregunto cómo hijo. Si tú o yo o cualquiera de nosotros se hubiera metido en líos en casa de las tías o de los abuelos ¿qué hubiera hecho papá cuando hubiéramos regresado a casa?
-          Cris, te entiendo, le dijiste que se portara bien y no lo hizo, te desobedeció. Y si vale, castígale, por eso. pero solo por eso, por lo otro… ya le castigó papá (Miguel intentaba razonar con su hermana que podía ser más terca que una mula cuando quería).
-          Antes todos me decíais que tuviera mano dura con el niño y ahora que si soy muy dura…¿me pregunto si alguna vez vais a pensar que lo hago bien? Papá seguro que no.
-          No seas ridícula. Los papás están muy orgullosos de ti. Mark no era fácil antes y no será culpa tuya, te salió el chico demasiado parecido a ti (Cris le dio un servilletazo y Miguel la agarró por la cintura y empezó a hacerle cosquillas como cuando era una mocosa).  Cris (poniéndose serios otra vez), con Mark hay que estar muy encima, es cierto, pero está cambiando, no hay más que verlo, creo que al fin empieza a madurar y bueno…quizás habría que darle algo de chance. Solo algo…que como ya te he dicho es igualito a su madre y si le das mucho se acaba fugando de casa.
-          Yo no me fugué de casa.
-          Llámalo como quieras, princesa. Pero yo no soy los papás, las cosas tienen su nombre, y tú saliste porque no querías enfrentarte a lo que había en casa. Eso se llama huir en mi diccionario. Que todos supiéramos donde estabas, no significa que no estuvieras huyendo.
-          Era joven y estaba asustada.
-          Eyyy lo entiendo, yo también quise largarme muchas veces.
-          Pero no lo hiciste (dijo bajando la cabeza muy triste)
-          No. Porque aparte del más atractivo, guapo, listo y maravillosos también  soy el mejor hijo del mundo
-          ¡Idiota! (le dio otro servilletazo)
-          Jajaja ¿por cierto? Se que Juan ya le ha metido miedo a Pedro, pero ¿quieres que se lo meta yo también?
-          No, Miguel, gracias, entre todos vais a lograr espantármelo.
-          Jajaja pero si lo conocíamos nosotros antes que tú, mocosa. Es un poco como si nos lo hubieras robado.
-          Vete al infierno. JA JA JA Ya le diré yo a Silvia eso.
-          Nooooo con lo super celosa que es, déjalo, déjalo (dijo con cara de terror).
-          Jajaja.
-          Chicos tenemos que irnos, si he de hacer de taxista, más vale que vayamos tirando (dijo Juan entrando en la cocina). La casa preciosa, hermanita. Ya nos invitaras a Yoli y a las niñas otro día, con más calma.
-          Un beso (dijo Cris y juan le dio dos besos a su hermana).
-          ¿Óscar te llevo? (Juan alzó la voz para que Óscar pudiera oírlo)
-          No, traje el coche, gracias (le gritó aún des de la terraza) ¿Adri?
-          Me puedes acercar al Hospital, son casi las 10, iré a recoger a Lucia.
-          Vaya con ésta ya llevas casi 4 años ¿Estás sentando cabeza, hermanito? (le dijo removiéndole el pelo Miguel)
-          Miguel, estate quieto joder, despéinate tú los pelos de donde yo te diga (dijo Adrián intentando volver a ponerse el pelo como antes).
-          Ya me gustaría pero voy todo rasuradito ummm (le dijo Óscar poniéndole morritos)
-          ¡Puaggggg eres un cerdo, Miguel! (le dijo Adrián con cara de estar a punto de vomitar)
-          ¿despeinarte? ¡Pero si siempre vas despeinado! (dijo Cris).
-          No es despeinado, es look informal (Adri dio un soplido porque ya empezaba con la historia de siempre).
-          Jajajaja (rieron todos menos Adrián)
-          ¿qué nos vamos? (dijo molesto Adrián)
-          ¿Pero vas o no vas en serio con la doctorcita esa?
-          Miguel, metete en tus asuntos.
-          Venga, Adri, venga dímelo a mí, a tu hermanita.
-          Tú eres peor que ellos, Cris (dijo Adrián ya molesto de la guasa que se traían sus hermanos).
-          Por fiiii (dijo Cris)
-          No, lo sé. Vale. por ahora nos va bien ¿ok? (dijo a regañadientes Adtián)
-           TAN TAN TATAN TAN TAN TATAN (empezaron Miguel y Cristina a tararear la marcha nupcial)
-          Veis, por eso no os cuento nunca nada. ¡Vámonos Juan, anda, que estos son un par de impresentables!
-          Jajaja (dijo se rió Juan) adiós guapa, nos llamamos mañana (le dio dos besos a su hermana) Ya te libero yo de estos dos trastos (refiriéndose a Miguel y a Adrián).
-          Ok, me llamas.
-          Que morro que tienes
-          ¡Ey, qué lo has dicho tú!
-          Ya, ya, ya Óscar ¿bajas con nosotros, o qué? (gritó Juan)
-          No me quedo un ratito, Pedro y yo
-          ¡Lo que Pedro quiere es quedarse a solas con tu hermanita, burro, sea lo que sea que le estás contando, ya se lo contarás le lunes, vámonos! (le dijo Miguel riendo y Cris se puso roja como un tomate)
-          Valeeeee (dijo poniendo morros mientras se ponía la chaqueta). Hablamos el lunes (le dijo a Pedro). Y tú trátamelo bien ¿eh? (le dijo a su hermana)
-          ¿Yo? No se supone que es a él a quien debes decírselo (le dijo Cris fingiendo estar ofendida)
-          Pedro (Óscar le guiñó el ojo a Pedro), no se lo tengas en cuenta, nuestra madre ya era mayor cuando la tuvo y sabes que los embarazos a ciertas edades…(iba diciendo Óscar intentando no morirse de la risa)
-          ¡Largo de aquí! (Cris empezó a echarle a empujones mientras todos reían. Finalmente todos se fueron y Pedro Y Cristina se quedaron solos).

-          Al fin solos (dijo Pedro tirándose en el sofá y llevándose con él a Cristina)
-          Jajaja al fin (y le dio un beso muy apasionado)Tengo que hablar con los niños, primero. No seas muy dura con Mark, parecía arrepentido de verdad.
-          ¿Tú También? (dijo dando un bufido) Ves recogiendo los cacharros yo bajaré en un rato y empezaremos nuestra vida en común (le dijo mordisqueándole el labio, cosa que le volvía loco).

-          Si, señora (dándole un saludo militar y saltó del sofá para ir a recoger la mesa).
-          Jajaja (Cris subió las escaleras hasta la segunda planta, no sabía por dónde empezar, si por Bea o por Mark. Respiró hondo y picó a la puerta).

-          Toc toc ¿Se puede?
-          Si (un si tímido sonó, Cris abrió la puerta)
-          Hola, cielo (se sentó en la cama al lado de su hija). ¿Te gusta tu habitación? (Bea se encogió de hombros) Ahora ya no la tendrás que compartir con tu vieja madre ¿eh? (Bea forzó una sonrisa pero no contestó). Bea, ¿vas a hablarme o solo te vas quedar ahí haciendo muecas?
-          Es tarde, estoy cansada mamá (dijo muy seria)
-          Es verdad es tarde y pareces cansada. Acabemos con esto. Estás castigada las próximas dos semanas. No hay salidas, no hay teléfono, ni ordenador, ni televisión.
-          Peroooo ya me castigaste y allí delante de todos en el parque.
-          No cariño, eso fue para que cortaras con la pataleta. Ahora te estoy castigando por haber salido corriendo de esa forma y hablarme de aquella manera. Y aún hay más
-          ¿Más? (exclamó enfadada Bea)
-          Si, más (y le agarró de la muñeca y tiró de ella para colocársela sobre su regazo).
-          Nooooo (que sabía lo que venía. Cris agarró el cepillo de pelo que tenía sobre la mesita Bea y le dio 12 fuertes cepillazos) PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK
-          AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA BWUAAAAAAAAA BWUAAA NOOOOOO AYYYYYY NOOOOO POR FAVOR, NO AUUUU SERÉ BUENA, SERÉ BUENA, NO MÁS, MAMI.
-          BEATRIZ EUGENIA SI VUELVES A HABLARME DE ESA MANERA O A SALIR CORRIENDO DE ESA MANERA, VAN ASER MÁS DE 12 CEPILLAZOS LOS QUE TE DÉ ¿ME ENTENDISTE?
-          Si, mami sniff sniff (Cris empezó a consolarla)
-          Ya está, mi nena, ya, ya pasó, todo está perdonado, mamá te quiere y no podría soportar perderte ¿Entiendes, mi vida?
-          Si sniff sniff, lo siento, mamá, no lo volveré a hacer, lo juro.
-          Lo sé, mi amor, lo sé. Ya está, mi cielo (le dijo secándole las lágrimas con un pañuelo). Cariño, escúchame bien. Quiero que seas amable con Pedro, tal y como siempre lo has sido, eres un sol y él te adora y sé que a ti también te cae bien (Bea dejó de llorar pero miraba muy seria  a su madre).
-          Él se rio de mi. Solo me ayudaba porque quería estar contigo (escondió su cabeza en el pecho de su madre).
-          Cielo, shhhh, Pedro no se rió de ti, te ayudó con el español y lo hizo porque quiso, salió de él, yo no se lo pedí. ¿ves cómo a tu hermano no le ofreció enseñarle español?
-          Marky habla muy bien español (dijo poniendo morros)
-          Pero le podía haber ofrecido ayudarle con los deberes, Pedro es profesor de vuestro instituto, bien podría haberse ofrecido, y no es como si tú hermano no lo necesitara ¿eh? (Bea intentó aguantarse la risa). Cariño Pedro te tiene mucha estima, y no tiene nada que ver conmigo. Sé que te gustaría que papá y yo volviéramos juntos, pero cariño, él nos abandonó, ni siquiera se despidió de nosotras. ¿entiendes que eso ya no es posible? Papá y mamá no volverán a  estar juntos ¿lo entiendes? (Bea empezó a llorar de nuevo y se abrazó más fuerte  a su madre)
-          Sniff sniff mamá, papá nos quiere solo es que se ha tenido que ir para protegernos.
-          Cariño, puedo llegar a entender que me abandonara a mí, los matrimonios se rompen. Pero hija, vosotros sois sus hijos, y eso está por encima de todo, yo eso no puedo perdonárselo, lo siento mi vida, pero no volverá a haber papá y mamá. Y Pedro no tiene nada que ver con eso. No podría volver con él ni que apareciera mañana mismo a la puerta con la mejor de las explicaciones del mundo. A un hijo no se le abandona, no hay excusa, mi amor. 
-          Sniff pero él volverá, en cuanto pueda, lo sé.
-          Hija tú siempre serás su hija, eso no cambiara por muy estúpido que sea tu padre, pero yo ya no le puedo amar como lo amaba antes, no puedo ¿entiendes?
-          Sniff sniff mami yo quiero a papá
-          Lo sé cielo, y nadie te pide que no lo quieras. Pero Pedro me ama y yo lo amo a él, y nos ha abierto las puertas de su casa, a todos. Creo que al menos deberías de mostrar algo de respeto por él ¿no? No te pido que lo quieras ni que te caiga bien, solo que te portes bien con él ¿podrás?
-          Si (asintió Bea y se abrazó a su madre. Cris y Bea estuvieron largo rato ahí tumbadas abrazadas, hasta que Bea se quedó dormida. Cris la acabó de meter en la cama, al tapó, le dio el beso de buenas noches, apagó la luz y dejó la habitación).

-          TOC TOC ¿se puede?
-          Si (un sí a regañadientes sonó del otro lado de la puerta, Cris abrió la puerta)
-          Hola, cielo (le dijo a su hijo y se sentó en la silla de su escritorio. Mark vio el cepillo que llevaba su madre en la mano y puso una mueca de disgusto)
-          ¿Supongo que has venido a pegarme por lo de la abuela, no? (y empezó a desabrocharse el pantalón) acabemos con esto, tengo cosas que hacer (dijo con mucha más actitud de la que su madre esperaba de alguien que estaba a punto de recibir unos buenos azotes)
-          Mark, no es un buen momento para ponerse chulito conmigo. Siéntate y escucha.
-          ¿Para qué? Tú ya has decidido que vas a zurrarme, y yo ya sé que estuvo mal llamarle eso a la abuela, acabemos (y se bajó el pantalón hasta las rodillas quedándose en calzoncillos. Mark no era idiota él jamás se bajaría los calzoncillos de propia voluntad, si había posibilidad de mantenerlos puestos, se aferraría a ella).
-          Hijo, si escucharas primero y te mordieras la lengua, las cosas en la vida te irían mejor. Eres un buen chico pero hijo, de verdad, esa boca tuya será tu ruina. ¡Siéntate y escucha, maldita sea! (esta vez Mark hizo caso y se sentó en la cama a escuchar). Ni te imaginas lo defraudada y dolida que me sentí cuando me enteré que habías insultado a mi madre de esa manera. Hijo, es mi madre, no tendré mucho contacto con ella, pero es mi madre y la quiero con locura. Y la pobre ya tiene una vida bastante jodida para que encima venga mi propio hijo y le cause ese sufrimiento. La abuela no merece eso, nunca ha sido mala contigo, jamás, tú y Pablo sois sus favoritos. Os tiene en un pedestal, y Marky para tenerte a ti en un pedestal hay que ser buena…y lo sabes (Mark rodó los ojos). Pero como tú, tus tíos y Pedro os habéis cansado de recordarme el abuelo ya te castigó por ello. Y si crees que fue duro es porque Mark lo que hiciste fue horrible.
-          Lo sé, mamá (dijo sin poder mirarla a la cara)
-          Y también me doy cuenta hijo de que esta vez hablas con el corazón cuando dices que lo sientes y que no lo volverás a hacer jamás, por lo cual no hay sentido que yo también te castigue por eso.
-          ¿Entonces no me vas a castigar? (dijo levantando la mirada y con los ojos iluminados por la esperanza).
-          No, no te voy a castigar por insultar a la abuela. Pero vas a recibir 20 de estás (enseñándole el cepillo) por haberme desobedecido y haberte portado mal en casa de los abuelos. Te dije que si te pasabas aunque fuera un poquito después yo te ajustaría las cuentas ¿no? Pues creo que estaremos de acuerdo que te pasaste algo más que un poquito.
-          Pero eso no es justoooo.
-          Mark, ya la conoces. Es la misma norma que tenía tu padre con la escuela. Problemas en la escuela, problemas en casa. Pues problemas con los abuelos, problemas en casa.
-          Mamáaaa (se quejó como un niño pequeño)
-          Hace un segundo estabas deseoso de que te diera una buena azotaina ¿no? ¿Pues a que viene ahora ese “mamaaaaa”? (dijo imitando a su hijo).
-          Por favor mamá, aún me duele un poquito la zurra del abuelo.
-          Ya me lo imagino. Venga, Mark, que no tenga que contar, que ambos sabemos que eso nunca trae nada bueno.
-          Esto ya no es bueno (dijo señalando al cepillo).
-          Jajaja tú tampoco lo fuiste, venga Mark, ya sabes lo que tienes que hacer (Mark se fue hacía el escritorio y se apoyó sobre él. Cristina se levantó de la silla, acercó a Mark y le bajó el slip).
-          Mamaaaa (dijo quejándose. Cris solo se puso las manos en la cintura y le arqueó una ceja. Mark volvió a colocarse)
-          PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK NO VOLVERÁS A PORTARTE MAL EN CASA DE LOS ABUELOS
-          AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA Y AU AU AU NOOO AYYY DUELE DUELE AUUUUU AY UFFFFFF NO TAN FUERTE AAAAAAAAY ARGGGG DUELEEEE NOOOOO AHÍ NO AUUUUU
-          Shhhhh ya está mi cielo, ya (y le ayudó a subirse el slip y lo abrazó) shhhhhh ya.
-          Lo sientooooo, lo sientoooo
-          Ya, hijo, ya, todo está perdonado, mi cielo, ya shhhhhh (Mark se calmó en seguida y se apresuró a secarse las lágrimas e intentar parecer normal de nuevo) Hijo, te diré lo mismo que le he dicho a tu hermana. Y quiero que me des tu palabra que pondrás todo de tu parte (Mark en ese momento hubiera jurado lo que fuese, el dolor en sus posaderas era tan reciente ¿que cómo para no hacerlo?) Hijo, Pedro me ama y yo lo amo a él, nos ha abierto las puertas de su casa, a todos. Sé que no te va a resultar fácil pero quiero que le muestres algo más de respeto. No te pido que lo quieras ni que te caiga bien, solo que te portes bien con él ¿podrás? ¿lo harás por mí?
-          Lo intentaré.
-          Bueno es mejor que un no (le dijo dándole un beso en la frente). Venga acuéstate, ya es tarde.
-          Ok,
-          Que tengas dulces sueño, mi vida.
-          Ya, vale mamá, tengo 15 (dijo indignado Mark)
-          Aún no.
-          Grrrr y vosotros utilizad preservativos, no quiero un mini Pedro por aquí ¿vale?
-          Maaaaark
-          Buenas noches, mami (le dijo con vocecita de niñito)
-          Grrrrrrrr (y Cris cerró la puerta de golpe para no matarlo)

2 comentarios:

  1. Excelente capítulo me ha encantado. Tu historia esta muy buen. En espera de la actualización ansiosa

    Nicole.

    ResponderBorrar
  2. Perdi mi comentario, pero te decia..... tu historia esta realmente interesante, espero que pronto Mark encuentre la forma de hacer ver a todos que lo unico que necesita es amor y reafirmar su confianza en los valores familiares

    Un abrazo

    Axel Dahl

    ResponderBorrar