Los sacrificios de un padre

Neal miraba por la ventana, con una lagrimita corriendo de sus azules ojos, esperaba que su mamita llegara pronto y que nunca más lo dejara con el ogro de le Peter… o era tío Peter o debía decirle papá si El era mami, Peter debía ser su papá o no funcionaba así, todo era tan confuso, y en su pequeña cabeza no lo lograba entender, hace solo tres meses, es estaba mendigando y si tenía suerte robando una billetera u otra cosa de valor, sabía que era malo pero el dolor en su pancita era tan feo que lo hacía llorar y a nadie parecía importarle, bueno a nadie menos a Peter, que cuando el metió su manita en el pantalón de la marca como decía el tío Mozzie el gran hombre se la tomó con fuerza… tanta que creyó que se quedaría sin manita, pero al ver que solo tenía 7 años su mirada se suavizo, y lo llevo a la cárcel o también conocida Servicios Sociales, pero se escaparía de ese horrible lugar prefería mendigar en las calles y además  ya se estaba haciendo bueno en esto de robar…

Era tan injusto, tener que vivir ahí por no tener a nadie que lo reclame, o eso creía él, porque Peter haba llegado a casa y le había contado lo ocurrido a su fantástica esposa, quien le exigió reclamar al pequeño, a lo que Peter no puso ni un solo pero pues se había enamorado de esos hermosos ojos azules, que gritaban quiéreme aunque sea solo un poco, y gracias a los contactos de ambos Neal estuvo esa misma noche en su nuevo hogar, aun estaban a prueba los tres, pero si la pasaban y nadie reclamaba a Neal en 6 meses los Burke podrían adoptar a pequeño y era lo que más querían, pero Peter no lograba llegar a Neal, temía que la adopción fallara por eso, Neal no lo veía como a un padre, no como a El que le dijo mamá desde el primer segundo, a Peter lo miraba con recelo como temeroso que lo devolviera… más que mal ya lo había ido a dejar a ese horrible lugar que le impediría hacerlo de nuevo, y súmenle a eso que Peter era un agente del FBI y el era un vulgar ladronzuelo como todos le llamaban.

Las cosas no eran tan malas, el chico no se despegaba de El y a Peter lo evitaba como si tuviera sarna y tenían a Satchmo que hacía que vivir con Peter fuera tolerable, pero ese día El había llevado a Satch al veterinario y lo había dejado solo con Peter, quién le había informado que el lunes comenzaría las clases, y a él no le gusto nada y le pego una patada en la canilla y se escapo corriendo, y de mucho le sirvió su vida en la calle pues perdió fácilmente  Peter, bueno lo perdió por más de 2 horas pero finalmente su padre lo había encontrado y no le gusto nada lo que paso después.

Esas dos horas fueron definitivamente las peores de su vida, Neal el niño al que quera con toda su alma se había escapado de casa, y no lograba encontrarlo, dio aviso a todas las fuerzas de la ley aun temiendo perder la oportunidad de adoptarlo, no podía permitir que su hijo estuviera perdido, finalmente lo encontró dormido y escondido en un árbol ahuecado en la plazoleta de la esquina de la casa, dio aviso a las autoridades para que cancelaran la alerta Amber, tomo a su tesorito y lo llevo a casa, Neal despertó en el camino, pero fingió dormir hasta llegar a casa, Peter al saberlo despierto le dio el sermón de su vida, y no solo eso, también le dio unos terribles 14 azotes en su traserito travieso, y lo peor de todo no le dijo mantener ni un una mísera pieza de ropa que le protegiera su retaguardia, pero saben eso no fue lo peor de todo, si no que mientras lo regañaba no dejaba de decirle hijo, tesoro, que lo amaba y que no podría seguir viviendo si a él le pasara algo, y eso era demasiado abrumante para él pequeño que no entendía como alguien así pudiera quererlo, por eso necesitaba a su mamita, solo esperaba que llegar pronto y lo hizo, El a los pocos minutos llego a casa con los ojos rojos de tanto llorar, esas dos horas también fueron las peores para ella, ya que cuando recibió la llamada de Peter no podía hacer nada más que manejar a casa y ella estaba a mas de tres horas, de viaje, pues el veterinario de Satchmo atendía a dos ciudades pero era el que lo atendía desde que había nacido e iban solo una vez al año… pero esta sería la última vez o la próxima iría con Neal, no sabía porque no insistió en llevarlo porque le concedió el capricho, bueno si lo sabia quería darles tiempo a su dos amores de crear lazos pero había fallado y ahora se los quitarían, después de esto sería imposible tener una opción, pero no culpaba a Peter de dar aviso a las autoridades, la seguridad de Neal estaba antes que todo, y así fue sus ojos se encontraron con los dos faros azules.

“mami el papi me pego” le dijo Neal corriendo a sus brazos, El no creía lo que escuchaba, Neal jamás había mencionado a Peter, siempre se las arreglaba para no decirle de ni una manera, y ahora le decía papi, justo ahora que se los quitarían, ella había recibido la llamada que irían de los Servicios Sociales, con su niño abrazado vio a Peter sentado en el suelo devastado, su gran amor lloraba como un crío, estaba tan destrozado como cuando perdieron al bebe que esperaban, pues hoy perderían otro, ella se sentó a su lado, con Neal en sus brazos y Satchmo en el regazo de Peter quien pensaba en tomar a su familia y huir no podía perder a su hijo, no por su culpa, la asistente social entro ya que El había dejado la puerta abierta,  ella vio a la familia y supo que debía terminar la tortura.

“muy pocos padres darían aviso a las autoridades en estos casos por temor a perder al niño, prefieren intentarlo solos hasta cuando ya es muy tarde y no saben qué hacer, usted llamo a las autoridades y aun así busco a su hijo y lo encontró lo trajo a casa, y luego se tomaron el tiempo de reconfortarse como la familia que son, Neal no tiene parientes que lo reclamen salvo ustedes, que hoy han demostrados que su hijo es más importante que sus deseos, por eso daré la autorización para que la adopción se haga oficial, el lunes a primera hora tiene cita con el juez” Dijo saliendo tal como entro, Peter tomo a su hijo en sus brazos y lo abrazo con fuerza, los sollozos de angustia de escuchaban desde lejos, él no podía dejar de llorar, Neal sería su Neal para siempre, esta vez no perdería a su hijo, y su Neal le había dicho papá.

“papi me aprietas muy fuerte” se quejo “me vas a romper”

Peter solo le dio un beso en la frente y con una palabra le dijo todo “hijo”

Regina espero hayas pasado un feliz cumpleaños