Capítulo 7
- ¿A dónde vamos? (preguntó enfadado Marcos)
- A Disneyworld (dijo Sebastian mientras revisaba su teléfono por enésima vez)
- No tengo 5 años (dijo Marcos enfadado y ofendido) ¿Y papá? (preguntó una vez más Marcos)
- Cerca (dijo muy seco Sebastian )
- Esa no es una respuesta (dijo Max). Sebastian o me dices donde está papá o
- ¿O qué? (Sebastian se giró hacía a tras y miró fijamente a su hermano Max, que tragó saliva. Había olvidado lo intimidante que podía llegar a ser su hermano).
- Llevamos muchas horas en el coche sin parar, me estoy meando (dijo Marcos)
- El coche de alquiler (robado)…si tantas ganas tienes puedes mearte (dijo Sebastian , que se imaginaba lo que le pasaba por la cabeza a su hermanito pequeño).
- Eres un cerdo, Sebastian (le dijo enfadado Marcos)
- Haremos una pequeña parada de aquí a un par de horas, para repostar, beber algo y pillar algo de comida (dijo Antonia sin apartar la vista de la carretera. Y aquello pareció poner paz en el asiento de atrás) ¿Noticias? (le preguntó a Sebastian )
- No, aún nada (dijo Sebastian )
…
- Ahora si, ahora si de verdad (dijo Marcos)
- Ahora si de verdad ¿qué? (preguntó molesto Sebastian )
- Que me meo, joder!
- Aguanta, solo quedan unos 20 minutos hasta la próxima área de descanso.
- Que no aguanto más, joder!
- Esa boca Marcos
- Me estoy meando no me pidas que hable como un puto presentador de la BBC
- Baja (dijo Antonia frenando y haciéndose a un lado del arcén)
- No puedo, la puerta está cerrada (dijo intentando abrir la puerta desesperadamente)
- Más vale que no sea una jugarreta. (dijo Sebastian y resopló pero salió del coche y le abrió la puerta a su hermano. Marcos aprovecho para darle una patada en los huevos y salir corriendo) ¡Joder! Tú ni te muevas (le dijo a Max y dio un portazo y salió corriendo tras Marcos)
- Muy tonto tu hermano (Antonia se giró y miró a Max).
- Corre mucho, Sebastian no lo alcanzará (dijo Max aunque no estaba muy seguro de eso)
- Me refería a Sebastian (dijo Antonia guiñándole un ojo, Max sonrió casi se ríe pero aquella mujer y su hermano los habían secuestrado. Al cabo de unos minutos Sebastian apareció llevando a rastras a Marcos. Marcos no paraba de luchar con él y de insultarlo).
- Maldito mocoso, no tenemos tiempo para estás estupideces hay que poner distancia ¿No lo entiendes, idiota? (Sebastian dijo muy cabreado zarandeando a su hermano).
- Suéltame, imbécil, suéltame (decía mientras intentaba darle patadas)
- PLASS (Sebastian harto ya de esquivar los golpes de su hermano, le dio una dura nalgada. Como había hecho cuando aún vivían en casa y el niño no hacía caso y hacía lago peligroso).
- ¡Auuuuuuu, me pegaste! (Marcos se detuvo en el acto y se quejó ofendido, llevándose la mano al trasero)
- Y sino te estás quieto, te metes en el coche y te dejas de gilipolleces voy a hacer algo más que darte una nalgada (le amenazó y cuando vio que Marcos en vez de estarse quietecito y obedecer fue a darle otra patada Sebastian con una velocidad increíble le plantó 10 nalgadas tan fuertes como aquella primera que le había asestado) PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS ¿TE VAS A ESTAR QUIETO AHORA? ¿O ME HE DE QUITAR EL CINTURÓN? (A Marcos se le heló la sangre su hermano había hablado no solo igual que su tío Alejandro sino que incluso había puesto la misma voz y la misma mirada).
- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaau auuuuuuuuuuuuuuuuu no auuuuuuuuuuuuu para, para Sebastian , para auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
- ¿TE COMPORTARÁS?
- Sí, snif snif si
- ¡Discúlpate! (le ordenó Sebastian como lo habría hecho su padre)
- Lo siento, snif snif
- Ahora dentro y no quiero más tonterías (dijo Sebastian abriéndole la puerta para que entrara. Una vez dentro cerró de un portazo y regresó al asiento de copiloto).
- ¿Hemos acabado? (preguntó Antonia con una sonrisa)
- Sí (dijo Sebastian muy seco). Arranca (Antonia arrancó de nuevo y atrás se hizo el silencio, solo se escuchaba los sollozos de Marcos, Max quiso consolarlo pero solo se llevó un manotazo de Marcos. Así que lo iba mirando de reojo. Al cabo de unos minutos Marcos ya se había calmado y se había recostado contra la ventanilla. Cuando finalmente llegaron al área de descanso. Sebastian y Antonia salieron del coche para estirar las piernas. Obligaron a Max y A marcos a hacerlo mismo, Antonia tenía sujeto a Max por el brazo para que no intentara escapar y Sebastian hacía lo mismo con Marcos). Hemos de darles un poco de agua
- No hace tantas horas que está ahí dentro (dijo Antonia ambos hablaban como si Max y Marcos no estuvieran allí).
- Hay que darles agua (dijo una vez más Sebastian pero esta vez mucho más molesto que antes).
- Mira a ver si hay noticias. (dijo enfadada también no le gustaba que le hablara en ese tono. Sebastian volvió a sacar su teléfono y lo miró)
- no hay noticias.
- Compra agua y algo de comer…en la próxima parada, si hay noticias, se la damos (dijo Antonia aún más seria).
- ¿Cuánto queda para la próxima parada? (Sebastian tomo una bocanada de aire bien profundamente)
- Unas tres horas (dijo aguantándole la mirada).
- Vigila a éste (dijo alargándole a Marcos y se fue a comprar algo de comida y bebida para el viaje. Antonia se vio de repente con un crio en cada mano y puso una mueca de disgusto)
- Vosotros dos, ya estirasteis lo suficiente, al coche.
- ¿puedo ir al baño? (preguntó Max)
- Claro, (dijo Antonia sonriéndole) pero si no vuelves o haces alguna estupidez, tu hermanito recogerá sus propias tripas del suelo en esta mierda de gasolinera.
- No haré nada, tú no le hagas nada a él (dijo casi sonando a una súplica)
- Date prisa (y Max corrió hacia los aseos. Allí lo primero que intentó fue usar el teléfono público pero debía estar roto porque no daba señal, después dejó una nota en el rollo de papel higiénico diciendo que les habían secuestrado y el número de la matricula) ¿Te habrás lavado las manos, no? (dijo Antonia burlándose un poco cuando Max regresó. Max ni contestó).
- Ya podemos largarnos (dijo Sebastian dejando un par de bolsas con comida a tras con los chicos)
- Ok, voy un momento al baño y vuelvo (dijo Antonia y le dio un beso. Max y Marcos no pudieron evitar abrir mucho los ojos al ver ese tipo de beso. Sebastian se metió en el coche y volvió a mirar una vez más el teléfono antes de guardárselo de nuevo en el bolsillo)
- ¿A dónde vamos? (preguntó Max)
- A un sitio, lejos de aquí, tenemos amigos allí y nos ayudarán, no os preocupéis, estaremos seguros allí (dijo Sebastian en un tono muy tranquilizador pero los chicos seguían asustados porque los había sacado a la fuerza de casa y no sabían nada de su padre).
- ¿Y papá? (volvió a preguntar Max. Pero Sebastian no le respondió solo se volvió asentar mirando hacia delante. Unos segundos después entraba Antonia y le lanzaba el rollo de papel higiénico a Max).
- Buen intento, niñato (dijo y le sonrió) ¿noticias?
- Te he dicho que no (dijo Sebastian )
- cómo si no lo hubieras vuelto a mirar
- no hay señal
- Ok, le meto caña al acelerador (y Antonio puso el motor en marcha)
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