Capítulo 8
- Deberíamos parar en la siguiente (dijo Sebastian preocupado)
- Mejor paramos aquí (dijo haciéndose a un lado) aquí es más seguro (dijo mirándolo con complicidad)
- Sí, llevas razón (Antonia paró el motor y abrió la puerta. Después abrió la puerta de Max y Sebastian la de Marcos) fuera.
- ¿Nos vais a matar? (preguntó asustado Marcos. Sebastian resopló cansado)
- No (le contestó enfadado. Y abrió el maletero, allí estaban tres hombres lobos muy furiosos encadenados y amordazados). Voy a daros agua y algo de comer, portaros bien (Max y Marcos asomaron la cabeza para ver con quien hablaba su hermano).
- ¡Papá! (gritaron los dos) ¡tío Alejandro!
- ¡O maldita sea! ¿Quién ha metido eso tipos en mi maletero?¿Y donde narices han metido la rueda de recambio? (Antonia se burló de los chicos) Dales de comer y beber rapidito, no estamos para perder el tiempo precisamente.
- ¿Qué les habéis hecho?
- Nada (dijo Sebastian ) solo están atados..(y Sebastian le quitó la mordaza primero a su padre ayudándole a incorporarse para darle de beber) aún quedan 4 horas de viaje, bebe (le dijo metiéndole la botellita de agua en la boca. Su padre dio dos tragos y la apartó de su cara).
- ¿Qué demonios crees que estás haciendo, muchacho? (dijo furioso Julio)
- Salvaros la vida (dijo y empezó a quitarle la mordaza a César para darle de beber).
- Pues no es lo que parece.
- Intenté hablar contigo papá, pero no me escuchaste, he tenido que emprender métodos más expeditivos (dijo molesto).
- ¡Nos has secuestrado…y a tus hermanos! En cuanto me liberé te lo haré pagar, puede que tu tío…
- Ahórratelo papá, en cuanto esté seguro que estáis a salvo, me iré, tengo muy claro que para vosotros estoy muerto
- Muerto no. A los muertos se les lloras…tu jamás has existido (dijo César)
- Hola, César (dijo Sebastian ) que bueno verte de nuevo (dijo con sarcasmo) ¿Porqué lo has cogido a él también? (preguntó Sebastian a Antonia)
- ¿No es de la familia? (lo miró extrañada)
- No (dijo enfadado Sebastian )
- Vale, lo mato (dijo sacándose un revolver de la espalda)
- Noooooooooooo (gritaron Max y Marcos)
- Déjalo, ya da igual (no quería que sus hermanos vieran como Antonia mataba a sangre fría a César).
- ¿Seguro? Con uno menos iremos más ligeros.
- Seguro (y finalmente le quitó la mordaza a su tío que si las miradas matasen Sebastian estaría más que muerto).
- Más vale que lo que me ha dicho tu amiga no sea cierto y todo esto solo sea una treta para vengarte de mí.
- No quiero venganza (dijo Sebastian ). No tengo nada contra ti. Ya no. Me da igual si estás vivo o muerto, yo solo quería salvar a mi padre y a mis hermanos. Fue cosa de “mi amiga” el salvarte también a ti.
- Culpable (dijo sonriente Antonia sin soltar el revolver).
- ¿están…vivos? (Alejandro no quería decir al palabra muertos)
- Ni uno, ya te lo dije…ahora mismo aquello es como un gran desierto. Quickwater es un gran borrón en el mapa.
- ¡Maldita puta! Podíamos haberlos alertados, podíamos haberlos salvados
- No, estaban ya todos muertos cuando llegamos hace tres días, lo estabais todos, deberías agradecerle a tu sobrino que estés vivos. Los Bocha no se han extinguido gracias a él…quizás al fin de cuentas, si que mereciera ser el legítimo sucesor de los Bocha. Si hubiera intentado salvarlos a todos, solo habrías logrado que os matasen a todos. Y como Alpha de tu clan deberías saber que tu misión primordial es proteger vuestra casta. Y mira! Tengo aquí a Alejandro Bocha, a Julio Bocha, a Sebastian Bocha a Maximiliano Bocha, a Marcos Bocha y al rubio. Más que suficiente para asegurar la especie. Cuando te hayas enfriado un poquito y lo hayas pensado con calma, verás que llevo razón
- ¿Están todos muertos? (dijo Max horrorizado)
- Todo y todos, hasta las hormiguitas
- ¿Coral? (dijo Max con lágrimas en los ojos)
- ¿La vampirita esa con la que salías? Lo siento, chico (dijo dándole unos golpecitos en el hombro) ya no había más espacio en el maletero.
- Hija de puta (y se lanzó contra Antonia con todas sus fuerzas derribándola. Sebastian tuvo que apartarlo porque estaba cegado por la rabia)
- Siento que hayas perdido a tu chica, de verdad que lo siento (dijo Antonia levantándose) pero no podía hacer nada por ella.
- ¡Podías haberla salvado!
- Tu familia está viva gracias a que no lo hice. Haz cuentas chico, vosotros sois 6 ella solo 1, tomé la decisión correcta.
- ¡Han muerto todos! No solo Coral…¡todos! (le gritó Max)
- Es mentira, eso no puede ser…no puede morir todo un pueblo. No os dais cuenta que os están mintiendo (les gritó Marcos. Max gracias a las lecciones que había recibido de su tío des de que empezara a adiestrarlo como sucesor, sabía que en el pasado ya había sucedido cosas así. Clanes enteros exterminados en un abrir y cerrar de ojos).
- Os dejaré en New Keldur con los Hof…ellos os ayudaran (Alejandro conocía a los Hof, eran de fiar) Pero tú y yo (hablando ahora con Alejandro) tendremos unos asuntitos que tratar antes que nos larguemos.
- ¿Qué asuntos? (preguntó Julio viendo que su hermano se ponía tenso)
- Debemos ponernos de nuevo en camino…(y Sebastian volvió a amordazarlos y meterlos dentro del maletero) ¿Qué haremos cuando los tengamos que desatar?
- No te preocupes, para entonces espero que se le haya pasado el enfado
- No le veo la gracias, Antonia (le dijo Sebastian , mientras abría la puerta trasera a su s hermanos para que entraran)
- Es que no la tiene, cariñito (Antonia se subió al asiento del copiloto) conduces tú, yo estoy muerta (dijo echándose contra la puerta para dormir algo. Sebastian la miró alucinado. Pero decidió que lo mejor era ponerse en camino de nuevo y puso la llave en el contacto)
- Coged unos sándwiches y unas patatas…debéis de tener hambre…ya es casi la hora del desayuno (dijo Sebastian a sus hermanos viendo como empezaba a amanecer).
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