CAPITULO 8
Hermano, una pequeña palabra con un gran significado
Connor si que estaba chiflado,
yo ni loco agrediría a algunos de mis hermanos, con la advertencia encima de mi
cabeza de que si lo hacia me darían con el cinto, a lo mejor era porque no
estaba acostumbrado a ese ambiente de tener una familia grande y tener hermanos
que me sacaran de mis casillas. Quizás todavía no lo entendía, pero estoy
seguro que muy pronto lo haría.
Cuando llegamos a la casa me
di cuenta que Connor había sido el único que todavía no había bajado del carro,
me acerque a el con la intención de hacerlo sentir mejor, ya que sabia que se
le venia una bastante grande. Cuando por fin entramos a la casa el se fue a su
habitación y yo a la mía.
Al entrar a mi cuarto
experimente un sin fin de emociones y un millón de recuerdos inundaron mi
cabeza. Estaba feliz muy feliz a decir verdad con mi nueva familia, me sentía
cómodos con ellos, se sentía agradable estar rodeado de personas que te quieran
y que no te juzgan por tu pasado, o por como eres, que te acepten tal cual y
así te aprecien. Como explicarlo me sentía… en confianza. Y eso para mi era
sumamente importante a la hora de relacionarme con los demás, ya que si no
tenía confianza en el momento de hablar o estar con alguien, simplemente sentía
que no era yo mismo, o no me mostraba como yo era a mí 100%. Y con mi familia
que apenas la había conocido hace dos semanas ya había logrado agarrar una
confianza increíble, que jamás pude haber imaginar cuando los conocí. Ellos
supieron ganársela. Ya me estaba acostumbrando a vivir con todos ellos, en
especial con mis hermanos que de un día para otro pase de ser hijo único a
tener tres grandiosos hermanos, pase a tener en mi vida a tres grandes
personas. Estaba muy contento por eso, porque toda mi vida había deseado
tenerlos.
Entre aquellos repentinos
pensamientos de cómo había cambiado mi vida las últimas semanas, no pude evitar
acordarme de mi madre y de mi padre adoptivo, Mauricio. A veces me sentía
culpable por pasar días enteros sin pensar en ellos, y me enojaba conmigo mismo
por permitirme olvidarlos. A decir verdad a mi madre la recuerdo con cariño, la
recuerdo feliz y sonriente esa era una de sus virtudes a pesar de las
dificultades siempre mantenía una sonrisa en su rostro. Y a Mauricio cada vez
que pienso en el me invade la tristeza y no puedo evitar derramar una que otra
lagrima sobretodo en aquellas noches que no logro conciliar el sueño y a los
dos de la mañana me pongo a escuchar música triste con mis audífonos. Es
extraño cuando estamos deprimidos en vez de escuchar música alegre para
subirnos el animo, no, escuchamos música deprimente, suaves, baladas, que hacen
sentirnos peor, pero somos masoquistas y seguimos escuchando ese tipo de
canciones, es irónico ¿no? Tengo planeado llamar a mi padre el lunes después de
llegar del colegio, quiero oír su voz, saber como esta, saber como sigue de
salud, y no lo hago mañana domingo sino el lunes, porque también le quiero
contar como me fue en mi primer día de clases, lo hago mas que todo para tener
un tema de conversación.
« Connor »
Al entrar en mi habitación y
cerrar la puerta debo mencionar que tuve una gran fuerza de voluntad para no
pasarle el seguro, ya que intentaba en todo lo posible de salvarme del castigo
que tenia pendiente. Me acosté en mi cama boca arriba, aprovechando que aun
podía, y me puse a jugar con mi celular y a escuchar música mientras esperaba a
papá. Quería mantener la mente ocupada para no pensar en mi tormentoso futuro
próximo. Aunque sabia que no iba a pasar mucho tiempo para que papá subiera
pero igual intentaba no pensar en aquello ni un segundo.
Toc toc toc. Escuche que
tocaban a mi puerta. "Listo hasta aquí el llego poder sentarme
cómodamente" pensé en mi interior.
- Pase –dije con un tono de
resignación en mi voz. En el mismo momento que me sentaba en mi cama para irme
preparando para cuando mi papá decidiera ponerme sobre sus rodillas.
Se abrió la puerta y para mi
sorpresa no era mi padre el que entraba a mi habitación.
- ¿Podemos hablar? –pregunto
mi hermano Jeremy con cautela.
- No es el mejor momento –le
respondí seco y sin voltear a mirarlo. Sabia que debía disculparme con el
porque yo fui el que lo agredió, y siendo sinceros el no había tenido la culpa.
Pero cuando lo escuche hablando con Liam en el carro, si me enfurecí porque ese
era un tema privado mío, y el no tenia derecho de estar hablando de ello,
aunque con Liam tengo mucha confianza y no hay ningún problema que el sepa que
me estuvieron montando cachos y seis meses después fue que me entere, que dos
personas que yo quería mucho me vieron cara de estúpido, es mi hermano no hay
ningún inconveniente en que se entere pero igual no me lo teme muy bien
escuchar hablar a Jeremy sobre eso, provocando que recordara lo horrible que lo
pase por aquellos días.
- Tranquilo que papá no va a
venir por los momentos -me dijo con un tono tranquilo y compasivo, mientras se
sentaba a un costado de mi cama junto a mí. Me sorprendí que Jeremy en esos
momentos entrara a mi habitación e intentara hablar conmigo, yo era el que debería
estar en su cuarto pidiéndole perdón y no el a mi. Pero mi hermano era una
persona muy noble, muy buena, muy pasiva que no soportaba estar de malas con
nadie, ni mucho menos peleado con alguien de su familia y a decir verdad me
aprovechaba de aquello porque yo sabia que a pesar de lo que le dijera, lo mal
que lo tratara, el siempre volvía a mi. Simplemente Jery no podía estar peleado
conmigo, no es que yo si, pero en esos casos era muy orgulloso y si el no me
hablaba para arreglar las cosas por lo general yo no lo hacia. Pero siempre
pasaban dos o tres días para que lo hiciera no 40 minutos.
- Lamento haberte golpeado
–por una vez en la vida di mi brazo a torcer y di el primer paso para hacer las
pases.
- Si yo también, se que no
debí comentar lo tuyo con tu ex, pero como era a Liam no pensé que te fueras a
enfadar.
- No te preocupes. Yo actúe
mal. No debí haberme comportado así contigo, no tengo excusas por agredirte
pero ya estaba muy enojado por verlos a ellos dos juntos y cuando te escuche
hablando con Liam sobre el tema, simplemente explote, esa fue la gota que hizo
que descargara toda mi furia contigo, lo lamento.
- Esta bien, te perdono. Pero
con una condición –dijo con suspicacia.
- A ver enano ¿cuanto me va a
costar tu perdón? –le pregunte con el ceño fruncido y mirándolo desconfiado.
- Que en las próximas dos
semanas hagas todos mis deberes de la casa.
- Estas fumado ¿verdad?
-conteste vacilante.
- Una semana y media – dijo en
tono de suplica poniéndome ojos de cachorrito. ¡Ja! Que manipulador pensé, pero
igual no se saldría con la suya.
- Una semana y es mucho
–finalmente accedí, mientras lo acercaba hacia a mi revolviéndole el cabello y
le daba un pequeño verdad lo siento canijo, ¿te lastime mucho? –Le pregunte
preocupado, ya que podía ver en su mano derecha tres rasguños fuertemente
marcados y rojos.
- Esta bien trato hecho –me
respondió con una sonrisa-. No, tranquilo. No fue nada -me dijo lo ultimo en
tono relajado restándole importancia a lo que le había preguntado.
- Sabes rompiste récord, pensé
que tardarías mas en hablarme e intentar arreglar las cosas –le pregunte
curioso, mientras deshacía el pequeño abrazo.
- Bueno… -musito casi en un
susurro. Parecía que se estaba debatiendo lo que me quería decir-. Digamos que
me sentía culpable por lo que paso y no podía quedarme tranquilo sabiendo que
te iban a zurrar.
- ¿iban? –indague extrañado-.
Me van a zurrar. Y ya te dije que no fue tu culpa lo que paso, tranquilo la
paliza que me va a dar papá me la merezco.
- No digas eso. Claro que no
te la mereces. Yo hable con papá e intente convencerlo que no te pegara pero no
lo logre, lo único que pude hacer es que no te peguen con la correa, y no lo
hará me lo prometió.
- ¿¡Enserio!? –pregunte
extrañado, al mismo tiempo que sentía una alegría inmensa en todo mi ser, y le
daba una gran sonrisa a mi hermanito.
- Si, en serio ya te puedes
quedar mas tranquilo, solo te va a dar unas cuantas… nalgadas –ví como se
sonrojaba un poco al decir esa palabra.
- ¡Ohh! Gracias Jery… por
abogar por mi, te debo una hermanito. Ahora si que me sentía pésimo por
tratarlo tan mal. Era un loco compulsivo que lanzaba insultos y golpes a
diestra y siniestra sin pensar ni siquiera un poquito antes de actuar o que era
lo que aquello podría traerme como consecuencia. Y aquí estaba mi hermano
diciéndome que había intercedido para que mi papá no me matara, era simplemente
genial no me lo podía creer.
- Tranquilo bro –me respondió
con una sonrisa, mientras intentaba despegarse del abrazo de oso que le había
dado-. ¡Puaf! Suelta pero que pegajoso eres.
Estaba en un momento de
felicidad por la noticia que me había dado mi hermanito, tan solo decirme que
no me iban a dar con el cinto se me alegro el día. Ese horrible objeto dolía
como el demonio y en las manos de mi papá aun mas, prefería mil veces a que
solo me diera nalgadas aunque tampoco eran suaves ya que la mano de papa
parecía de hierro, estaba alegre hasta que escuche que tocaron a la puerta, y
me tense enseguida y mi hermano lo noto, porque me puso su mano en mi hombro en
señal de apoyo.
- Pa-pase –conteste con
timidez. Dudaba mucho que fuera otro de mis hermanos, ahora si debía ser papá y
efectivamente se confirmo lo que pensaba cuando lo vi entrar por el umbral de
la puerta cerrándola detrás de el.
- Voy a provechar que están
los dos para decirles unas cuantas cosas, que ya estoy más que cansado de tanto
repetirlas. –dijo tomando una bocanada de aire y agarraba la silla de mi
escritorio para sentarse poniéndola en frente de mi cama.
- Papa no es necesario, ya nos
reconciliamos ya todo esta bien entre nosotros –dijo Jery pasando su brazo por
mi hombro.
- Exacto. Eso es de lo que
quiero hablar, ya hicieron las pases pero mañana perfectamente pueden estar
peleándose a muerte como lo hicieron hace un rato en el carro.
- No seas tan exagerado papá
claro que no, peleamos pero x pues, es normal. Te prometo que tratare de no
pelear más con Jery o por lo menos de agredirlo –reconocí, no es por nada pero
tampoco soy un santo y no prometo nada.
- Espero que no trates Connor
y realmente lo hagas, porque te aseguro que si hay una próxima vez, te juro por
dios que no habrá nadie que te salve de la paliza que te voy a dar.
- Prometido –vacile sonriente.
- Es en serio Connor, son
hermanos y no me gusta que se estén agrediendo entre ustedes, además que me
duele ver que se hacen daño –gruño mi padre.
- Uff esta bien, tranquilo
papá -respondí resignado.
- Bien, ahora hijo déjame a
solas con tu hermano.
- Si pa –susurro mi hermano
cabizbajo, mientras me echaba una mirada de compasión.
- Ya sabes como va esto,
pantalones fuera –me dijo mi padre al momento que Jeremy cerraba la puerta de
mi cuarto.
Me levante de la cama me quite
los deportivos y el pantalón como mi papá me había ordenado, estaba deseando
que al menos me dejara conservar el boxer, cuando siento que me toma del brazo
y me jala hacia el colocándome en posición sobre sus rodillas, empezando la
faena.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
- Mmmggg Aauu –intentaba no
gritar, pero me costaba mucho ya que me estaba pegando sin compasión. Cuando
siento que mi papa agarra la parte de arriba del bóxer y me lo baja de un solo
estirón-. NOOOO PAAAPAAA ¡DÉJAME EL BÓXER! –dije exasperante mientras intentaba
con todas mis fuerzas subírmelo pero era en vano por que me tenia agarrada mis
dos manos preciánadolas en mi espalda
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
- ¿Sabes porque te estoy
castigando verdad hijo? –hizo una pausa en la tortura de mi trasero para preguntarme
aquello.
- Snif…S-si…snif –ya estaba
empezando a llorar-. Porque golpee…snif… a mi he-hermano…snif…ya por favor
me…du-duele-e…sinf…
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PALS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
- Yaaaa papá basta…snif…me
estas dando…snif.. Muy duro…basta buuuuaaaa yaaa aaaauuuu
- Todavía no hijo, todavía
falta, esto te enseñara a no estarte peleando con tus hermanos.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
- Aaauuuuu yaaa papá me duele
muchooo…snif…YAAAA PARAAAAA –le grite a mi padre sentía que me picaba y ardía
el trasero horrible, de seguro lo tenia rojo como un tomate, era increíble como
podía pegar tan duro.
- Ya hijo, ya se termino,
espero que aprendas y no vuelvas a cometer los mismos errores –dijo intentando
calmarme mientras me levantaba de sus rodillas y me sentaba tratando de no
lastimarme y sobandome la espalda, ya que yo no paraba de llorar estaba
bastante compungido. Pero fue en vano, porque apenas me senté en la cama, me
dio una punzada de dolor en mi trasero por todas las palmadas recibidas,
provocando que diera un saltito y soltara una palabrota delante de mi papá-.
¡Hijo de puta! -dije molesto en un susurro, para que mi padre no escuchara,
pero de igual manera escucho.
- ¿QUE FUE LO QUE ME DIJISTE?
–pregunto en tono rabioso. Y en ese preciso instante maldije mi mala suerte y
lo cabezota que podía ser en algunas ocasiones. A pesar de ver su cambio de
estado tan repentino. Paso de calmado a enojado en menos de un segundo. Eso me
importo muy poco para contestarle como lo hice, ya que estaba molesto porque
sentí que se había sobre pasado con el castigo, me había dado muy duro, a punto
de lastimarme al menos eso creía yo-. ¡HIJO DE PUTA! ESO DIJE. ME LASTIMASTE. ¡CABRÓN!
–Ladre mientras me paraba nuevamente de la cama sobando intensamente mi
trasero, subiendo de manera rápida mi ropa interior, y agarraba el mono de la
piyama para colocármelo rápidamente.
- Hijo, yo no te he lastimado,
ven para que te veas en un espejo, jamás te lastimaría, no de nuevo eso puedes
estar seguro, me cortaría un brazo antes de hacerle daño a alguno de mis hijos-
contesto con una tranquilidad que daba miedo. Mientras sentía que era jalado
por el antebrazo hacia el pequeño espejo de cuerpo completo que se encontraba
en una esquina de mi habitación.
- Mírate y dime si te he
lastimado –espeto con un tono que manifestaba molestia en su voz, al momento
que me bajaba nuevamente mi piyama y el bóxer hasta las rodillas, y me obligaba
a voltearme para que pudiera ver toda mi retaguardia reflejada en el espejo-.
¿Te lastime? –pregunto alzando bastante la voz, provocando que me sobresaltara
ya que en los últimos instantes había estado muy calmado.
- No –respondí en un susurro.
Mi trasero se veía bastante rojo, pero lo normal tras recibir unas cuantas
nalgadas bien fuertes de las manos de mi padre nada que no me hubiera dado
antes. No me había hecho daño como lo pensé instantes atrás cuando me senté en
la cama y sentí esa horrible punzadita de dolor.
- Bien, por supuesto que no lo
hice. Pero hay algo que no te voy a permitir nunca en esta vida y es faltarme
el respeto –dictamino en tono de voz que daba miedo, mientras veía como se
sacaba su cinturón lentamente del pantalón, como queriéndome decir de manera
subliminal "Grábate bien esta imagen, para que no lo vuelvas a hacer"
Y por así decirlo, en ese momento entre en pánico debido a los escalofriantes
recuerdos que se avecinaron a mi mente tras ver ese horrible lapso en que mi
papá se quitaba la correa.
- ¡No! –Exclame-. Prometiste
que no me pegarías con la correa, se lo prometiste a Jeremy –me queje en tono
lloroso y suplicante-. No… no
Papá…snif…por favor –solloce.
- Prometí a tu hermano que no
te castigaría con el cinto por haberlo agredido, y así fue, pero faltas de
respeto hacia mi persona no lo voy a permitir hijo y tu lo sabes bien, y menos
llamarme hijo de puta. ¿En que mundo se te ocurre llamarle a si a tu padre?
–pregunto enojado.
Ver que en ese instante
doblaba la correa por la mitad y me jalaba en dirección a mi escritorio para
ponerme en posición para recibir mi castigo fue el atisbo que provoco un pánico
indescriptible en todo mi cuerpo manifestando una respuesta innata en mi
organismo que era el de huida. Cuando de por si, el ser humano cuando se siente
en peligro huye, corre. Y eso fue lo que hice. Me aventé hacia la puerta
soltándome de manera brusca el agarre que tenia mi papá no sin antes subirme
toda la ropa velozmente. Corrí por todo el pasillo como un torbellino, cuando
ya me encontraba en la planta baja de la casa para salir por la puerta
principal, vi de reojo a Liam que gritaba mi nombre.
- ¡CONNOR!
Pero no le hice caso y salí de
la casa sin un rumbo fijo estaba descalzo, mis pies solo los cubrían unas
delgadas medias de algodón, quería correr hasta el cansancio, irme lejos y
alejarme todo lo posible de esa casa. Sentía un enorme odio y rencor hacia mi
padre, yo sabia que el no tenia la culpa del arrebato que acababa de tener
bueno si la tenia, en parte, ya que todo esos escalofriantes recuerdos que se
avecinaron a mi cabeza cuando lo vi sacarse el cinto los había producido el
años atrás.
Corrí casi tres cuadras antes
de detenerme y percatarme de que mi padre no me había seguido. Quería llorar de
la rabia, desahogarme, quería sacar todo lo que llevaba adentro, quería estar
solo. Así que me fui a un parque que quedaba a cuatro cuadras de la casa,
cuando necesitaba perderme por un rato olvidarme del mundo, acudía a ese lugar,
era un sitio grandioso para pensar y reflexionar.
« Joseph »
Al ver a mi hijo salir
corriendo por la puerta, sentí que me desvanecía. Me senté en su cama frustrado
por su extraño comportamiento, sabia que el siempre era muy impulsivo y no
pensaba absolutamente nada antes de hablar, pero ver su mirada ante mi, de
miedo, de pánico, ante el inmediato futuro que se le avecinaba. Salir huyendo
de su padre, como si le fuera a hacer daño. No lo entendía. No pretendía crear
en mis hijos ese sentimiento de temor. Yo quiero que me respeten que me vean
como una figura de autoridad, que se le debe respetar y obedecer en todo. Debo
admitir que soy muy estricto con ellos. No quiero que se me descarrilen y
elijan un mal camino que lo pueda llevar a la perdición por alguna tontería que
se les ocurra hacer. Por ese motivo soy muy exigente en muchos aspectos de sus
vidas pero también normalmente soy una persona que por las buenas soy la mejor
persona del mundo. Yo los trato bien, paso tiempo con ellos de padre a hijos,
pasamos tiempo todos en familia, hago espacio en mi agenda para escuchar sus
problemas, siempre he estado ahí para todos, siempre los he apoyado en todo y
saben que tienen un padre que los respalda y que daría la vida por ellos.
Pero recordar la forma en que
me miraba Connor me dio nauseas estaba temblando como un corderito no me lo
esperaba, se que hace mucho tiempo cometí un error garrafal con el, pero
después de eso yo ya lo había castigado con la correa y el no se había
comportado de esa manera y tampoco lo había visto en ese estado, realmente se
veía muy asustado, no imagine que pudiera haber quedado con algún especie de
trauma, nunca lo había demostrado hasta ahora.
- ¡Papa! ¡Connor salio de la
casa! –las palabras de mi hijo Liam me hicieron volver a la tierra, y me alarme
mucho con lo que acababa de oír.
- ¿Qué dijiste? –pregunte
espabilado.
- Que Connor salio de la casa.
¿Qué fue lo que paso? ¡Se veía muy mal papá! ¡Haz algo!
- ¿Como que salio de la casa?
–pregunte sorprendido. Cuando vi a Connor salir de su cuarto imagine que iría a
los brazos de su madre buscando consuelo incluso a los de Lucas, pero ni en un
millón de años imagine que se iría a la calle, ¿Hacer que a estas horas de la
noche y solo? Con los peligros que hay por ahí para un niño de 15 años, por
dios. Salí en seguida de su habitación para ir por el,
- Voy a buscarlo contigo papá
–me dijo Liam con tono que reflejaba preocupación en su voz.
- No –espete-. Tú te quedas
aquí junto a Emily y Jeremy por si acaso regresa y puedan avisarme.
Me dirigí a mi habitación para
comunicarle lo sucedido a mi esposa al cual encontré muy cómoda viendo
televisión que ni idea tenia del percance que había tenido con nuestro hijo.
- Mi amor, Connor salio de la
casa, voy a buscarlo, me voy a llevar a Lucas para que me acompañe –le dije
preocupado mientras agarraba mi chaqueta y las llaves del carro-. Quédate aquí
con Jeremy y Liam, si regresa o sabes algo de el por favor me llamas en
seguida.
- ¿Que fue lo que paso?
–pregunto exaltada levantándose de la cama.
- Después te cuento ¿si?
–intente calmarla mientras le daba un beso en la frente.
- Ya me imagino lo que paso,
te pasaste con el castigo y por eso huyo de ti ¿verdad? –me dijo molesta
cruzándose de brazos. Dejando en evidencia su enfado hacia a mi.
- No mi amor no me pase,
simplemente hubo un mal entendido entre nosotros. Después te cuento por favor.
Ahorita lo único que quiero es buscar a mi hijo, es de noche, es peligroso, no
se llevo ni un abrigo y para rematar salio descalzo y no quiero ni pensar que
cosas le pueden pasar a un niño por ahí solo a estas horas.
- Esta bien, pero por favor
cuídense y trae a nuestro hijo sano y salvo –se acerco a mi para abrasarme y
darme un beso en la boca.
- Si mi amor tranquila.
Me dirigí a la habitación de
Lucas lo más rápido que pude.
- Lucas levántate, tu hermano
se fue del a casa, vamos a salir a buscarlo –le anuncie al momento que agarraba
su suéter y se lo pasaba.
- ¿¡COMO QUE SE FUE DE LA
CASA!? –exclamo pegando un grito entre sorprendido y preocupado.
- Hubo un mal entendido entre
nosotros y salio huyendo de mí. Apúrate ponte los zapatos, acompáñame a
buscarlo. La calle a esta hora esta completamente sola y es peligroso que un
niño ande por ahí caminando de noche.
- ¿Lo lastimaste? –pregunto
enojado pero haciéndome caso y poniéndose los zapatos a velocidad de un rayo,
al principio pese que iba a retarme.
- No hijo ¿Como puedes decir
eso? No lo lastime.
- ¿Ah no? -pregunto de forma
irónica-. Entonces huyo de ti porque estaba súper feliz con la paliza que le
habías dado.
- No hijo, vamos al coche –le
dije intentando que no me siguiera recriminando por mis acciones e ignorando su
sarcástico comentario,
- ¿Por que no lo detuviste en
el momento? –me pregunto evitándome la mirada al momento que salíamos de la
casa,
- Porque no me había dado
cuenta de que se marcho. Liam fue el que me aviso.
« Lucas »
- Dios, que padre no se da
cuenta cuando se escapa su hijo –refunfuñe molesto.
Sabía perfectamente que mi
hermano había salido de la casa por su culpa, seguramente se paso con el
castigo, o le diría algo que lo afecto demasiado, conocía a mi hermano y para
que saliera de la casa a estas horas de la noche algo fuerte le tuvo que haber
pasado. Aunque mi padre ya me había dicho que no lo había lastimado, no se lo
creía del todo.
- Cuando el salio corriendo de
su habitación, jamás pensé que se iba a salir, ni siquiera me tome la molestia
de seguirlo, por que esa posibilidad jamás paso por mi cabeza. Pensé que se
había ido a mi cuarto o al tuyo.
- Lo que tu digas –le respondí
fastidiado. Mientras recorríamos las oscuras y solitarias calles en busca de
Connor.
« Liam »
Mi papá me había dicho que me
quedara en mi habitación mientras el iba en busca de Connor, pero si el hubiera
visto su cara en el momento en que salio por la puerta de la casa, todavía no
estaría aquí adentro, ya hubiese salido a buscarlo. El es mi hermano por ende
me preocupo mucho por el y no me voy a quedar de brazos cruzados hasta que el
decida por fin irse a buscarlo. Entre en mi habitación me puse mi abrigo y mis
deportivos y salí de la casa a escondidas. Emily y mi papá estaban en su cuarto,
al igual que Jeremy y Lucas.
Camine un montón y todavía no
había rastro de Connor, no lo veía por ninguna parte, a veces pasaba uno que
otro carro, pero en si la calle estaba muy sola y ya me estaba empezando a
preocupar de veras. Hacia casi ya una hora que se había ido, y no había ninguna
pista de el. Recuerdo que camine tres cuadras, pero me metía por cada calle que
veía hasta recorrer completamente las manzanas por un momento de tanto caminar
me pare en seco para recordar por donde había venido y ahí me di cuenta que me
había perdido, en los últimos minutos me di cuenta que había estado dando
vueltas en círculos y no sabia como regresar a la casa y yo de genio ni
siquiera me había traído mi celular lo único que pude hacer es seguir
caminando.
Estaba llegando a un parque
cuando veo a alguien sentado en una de las bancas, de lejos no sabia quien era,
pero a medida que me iba acercando pude reconocer la figura de mi hermano, era
Connor el que se encontraba sentado en el aquel banco. Me acerque a el con cautela
y me senté a su lado.
- ¿Estas bien? –le pregunte
preocupado.
- S-si –me respondió con un
susurro.
- ¿Que fue lo que paso?
¿Porque saliste así de la casa?
- No es nada.
- Dime, sabes que puedes
hablar conmigo.
- ¡Déjame solo! –exclamo
alzando su voz casi gritándome.
- ¿Estas loco? Salí a buscarte
y papá también te esta buscando –le dije molesto, por su actitud-. Vámonos a
casa mas bien ¿sabes que hora es?
- No me jodas Liam. No eres mi
padre. No voy a regresar a la casa.
- ¿Ah si? –pregunte con
ironía. Y se puede saber porque.
- No lo entenderías –me
contesto mas calmado. Sin ganas de seguir discutiendo.
- Papa te lastimo… te pego muy
fuerte ¿verdad? –le pregunte con timidez temiendo por su respuesta. No quería
que mi cabeza se planteara esa posibilidad de que mi padre era un hombre
violento.
- No, hoy no en realidad. Pero
si lo hizo hace tres años.
- ¿Qué? –exclame sorprendido
por aquello-. ¿Qué paso? –le pregunte con curiosidad a la vez que alzaba mis
dos cejas, asombrado por su declaración.
- Mira el Joseph que tú
conoces ahorita es nuevo. El no toda la vida ha sido así como se esta
comportando ahora. El hasta que yo tuve 12 años era una persona que tomaba
bastante, no todos los días, una dos o tres veces por semana llegaba borracho a
la casa. Nunca nos agredía cuando llegaba en ese estado nunca le puso una mano
encima a mi mama, a mi o a mis hermanos, pero eso no quitaba el hecho que daba
un poco de miedo verlo de esa manera- me confeso con cabeza cacha casi sin
mirarme a los ojos, imagine que le daba un poco de vergüenza lo que me estaba
contando que no me podía mirarme a la cara. En cambio yo muy sorprendido por
sus palabras no le quitaba mis ojos de encima muy pendiente de cómo
reaccionaba, detallando muy bien lo que me decía, su tono de voz, o algún movimiento
que hacia para comprender mejor lo que les estaba sucediendo.
- ¿Y que paso?... ya Joseph no
es así-afirme con mi semblante serio-. ¿Que fue lo que lo hizo cambiar?
–Inquirí.
- Para haya voy. Es un cuento
largo, así que prepárate. Cuando tenía 12 años casi recién cumplidos. Me metí a
su despacho porque quería usar la computadora, para ese momento yo no tenia una
laptop propia, y la de la casa la estaba usando Lucas. Y me puse a jugar en la
de mi papá aprovechando que ninguno de mis dos padres estaba. Pero le descargue
un juego que quería jugar desde hace muchísimo tiempo y mi papá me tenia
prohibido descargarlo, tenia pensado eliminarlo después que terminara de jugar,
pero por mi mala suerte ese juego venia con un virus que al apenas descargarlo
la computadora se puso como loca, después de un rato se apago y no quiso
prender mas. Mi padre ese día llego a la casa temprano pero igual borracho era
como las 6 de la tarde recuerdo, y me encontró en su despacho intentando
reparar su laptop, me pidió que le explicara que había pasado y yo le conté
todo, la arrechara que agarro fue monumental. El por un momento pudo prender la
maquina y cuando la reviso había perdido toda absolutamente toda la
información, allí tenia cosas muy importantes de la empresa además de sus
documentos personales y ahí si vi el diablo en persona mi papá se enojo tanto
conmigo, no me dijo absolutamente nada, simplemente se saco el cinturón y me
empezó a pegar descargando todo su enojo en mi, ni si quiera se percato de
agarrar la hebilla para no lastimarme, simplemente me pegaba y muchos de esos
correazos la hebilla llego a mi piel sacándome sangre, mi hermano Lucas que era
el único que se encontraba en la casa en ese momento entro al despacho alarmado
por mis gritos he intento quitarle la correa y gritándole que ya no me pegara
mas, pero no pudo, mi padre lo saco a empujones del despacho y le dijo que no
se metiera, que eso era un asunto que debía resolver solo conmigo, pasándole
seguro a la puerta para que no volviera a entrar y allí siguió dándome hasta
que se canso. Recuerdo que estuve a punto de desmayarme me lastimo demasiado
ese día, mis piernas sangraban me había cortado por varias parte con esa
maldita hebilla. Me dejo ahí tirado y luego se fue, a los pocos minutos
recuerdo que llego mi hermano Lucas llorando muy preocupado por mi, me llevo a
mi cuarto, me curo las heridas y me puso compresas frías en mis piernas y mi
trasero para que me aliviara el dolor. Al día siguiente literalmente no me
podía sentar tenia las piernas, los muslos llenos de franjas que me había
dejado la correa el día anterior que empezaban a tomar un color morado –mi
hermano hizo una pausa tomando una bocanada de aire para seguir contándome-.
Lucas le contó a mi mamá lo sucedido. Ella se puso como una fiera discutió con
mi papá muy fuerte incluso estuvieron a punto de separarse nuevamente, por así
decirlo mi padre recapacito y se dio cuenta del error que había cometido me
pedio perdón como un millón de veces. Desde ese momento el prometió que no iba
a volver a tomar por lo menos al punto de emborracharse ya que lo que había
hecho conmigo estando sobrio jamás lo habría hecho. Estuvo yendo a una clínica
de rehabilitación para que lo ayudaran con su pequeño problema con el alcohol.
Estuvo 3 meses sin castigarnos ni a mí ni a mis hermanos, bueno y como papá se
sentía muy culpable por lo que me había hecho. Mis hermanos aprovechaban eso
para hacer de las suyas y salir librados. En esos tres meses solo nos quitaba
cosas me imagino que le daba miedo pegarnos y que pudiera lastimarnos. Pero ya
casi cuatro meses después de lo sucedido y después de varias cita que papá tubo
con el psicólogo retomo los castigos físicos solo nalgadas, y casi 6 meses
después es que nos volvió a pegar a alguno de nosotros con la correa, pero eso
si con cuidado, moderando su fuerza, y asegurándose que no estaba enfadado para
así no lastimarnos y sujetando con su mano la hebilla. Al ver a mi padre
sacarse el cinto hace rato recordé ese día y me invadió el pánico sentí mucho
miedo, y realmente no se porque, después de ese día papá me había castigado
cantidad de veces con el cinto y no había sentido ese miedo hasta ahora… Por
eso salí corriendo así de la casa.
Al escuchar lo que me había
dicho mi hermano de papá lo que le había hecho quede estupefacto, estaba casi
petrificado no me podía mover estaba mas que sorprendido.
- ¿Desde ese momento no te ha
lastimado más?
- No por supuesto que no. El
con ese hecho escarmentó, realmente cambio, es otra persona. No te preocupes,
te lo conté porque necesitaba desahogarme con alguien sacar todo lo que tengo
dentro. Yo no le tengo miedo a mi papá lo respeto pero no le tengo miedo, pero
de verdad no pensé que esa dura experiencia que tuve pudiera dejarme marcado
con algún tipo de trauma, no se había manifestado hasta ahora, simplemente al
verlo sacarse el cinturón lentamente como ese día, recordé todo incluso
experimente las mismas sensaciones el mismo sentimiento de ese día… pánico
total.
Me costaba creer lo que me
estaba diciendo, me dio mucho pena por el. Yo simplemente lo abrace con todas
mis fuerzas.
- Tranquilo sabes que papá no
te va volver a lastimar –le dije en susurro en su oído. Mostrándole mí apoyo
incondicional.
- Si lo se –me respondió mucho
mas calmado a como lo encontré en un principio, me imagino que hablar conmigo
sentirse apoyado por alguien hizo que se reconfortara, se le veía mejor.
Lo estuve abrazando muy fuerte
hasta que oigo que un carro se para al lado de nosotros cuando volteo veo que
es el carro de Joseph. Mi papá se bajo del carro enseguida nos vio y Lucas se
bajo detrás de el, se acerco rápidamente a nosotros, dándole un gran abrazo a
Connor y besándole cariñosamente su cabeza, después me jalo a mi por el brazo y
me atrajo hacia el para abrazarme también.
- Como se les ocurre salirse
así de la casa, a estas horas, me preocupe muchísimo, y Liam pensé que te había
dicho que te quedaras en casa –dijo sumamente preocupado mientras nos separaba
de el para mirarnos a la cara.
Lucas aprovecho también para
darle un pequeño abrazo a Connor.
- No vuelvas hacernos esto, me
preocupe mucho canijo –le dijo mientras le revolvía el cabello.
- Lo siento papá, pero si
hubieras visto la cara que tenia Connor cuando salio de la casa hubieras salido
corriendo detrás de el, tenia mucho miedo.
- Eso lo se hijo. Connor tu
sabes que nunca te lastimaría ¿verdad?
No de nuevo hijo.
- Si papá eso yo lo se. Pero
recordé ese día y me entro el pánico y salí corriendo no se porque lo hice si
yo no te tengo miedo, no te preocupes.
- Tranquilo mi vida yo se que
no me tienes miedo, pero en tu subconsciente tienes un pequeño trauma que
juntos vamos a superar –le respondió papá a Connor pasando su brazo por sus
hombros-. Vámonos que es muy tarde ya, en la casa ustedes dos y yo vamos a
tener una conversación sobre estarse escapando de la casa a estas horas, con
los peligros que hay en la calle para dos niños indefensos y solos-dictamino
con un tono que reflejaba molestia y preocupación en su voz.
Mi hermano y yo tragamos
saliva casi al mismo tiempo.
El viaje de regreso a casa fue
rápido y silencioso.
Al llegar a la casa Lucas se
fue a dormir y Connor y yo nos quedamos en la sala para hablar con papá en eso
Emily baja por las escaleras. Apenas vio a Connor le apretujo en un gran
abrazo.
- Mi amor por favor déjame
solo con ellos que tengo que hablar seriamente eso de estar saliendo a la calle
a estas horas y poner su vida en peligro.
Pensé que Emily nos iba a
defender, decirle a papá que no nos castigara o que lo dejara para el día de
mañana pero no, para mi sorpresa solo asintió y subió las escaleras nuevamente
dejándonos solos, me imagino que entendió lo grave de lo que habíamos hecho.
- Es tarde ya, así que no
vamos a tardar mucho, ya saben por que los voy a castigar ¿verdad?
- Si por salir de casa a estas
horas y poner nuestras vidas en peligro –le respondí cabizbajo.
- ¿Connor?
- Lo que dijo Liam papá.
- Bien, Liam ponte en la
esquina mirando hacia la pared.
- No papá, por favor… no lo
volveré hacer –replique.
- Liam yo se que no lo vas a
volver hacer pero debo asegurarme primero de eso.
Le hice caso, por que primero
era en vano estar discutiendo con el si tenia todas las de perder, además de
que quería salir rápido de esto para irme a dormir.
- ¡Connor ven! – escuche que
llamaba a mi hermano. Segundos después
empecé a escuchar la mano de
mi padre pegar a la piel desnuda del trasero de mi hermano.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
Mi hermano ya lloraba a mares
me imagino porque ya lo habia castigado anteriormente y esas nalgadas habia
revivido el dolor.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
- Jamás vuelvas a salir así de
la casa Connor, te pudo haber pasado algo muy grave.
- Aaauuu No..snif… lo
volvere…h-hacer… lo lo sient…snif..to.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
- Primera y última Connor.
- S-si papá...snif…
- Vamos levanta, ahora
intercambia posición con tu hermano- escuche decir a mi padre. Al final de todo
no había sido tan duro como lo pensé en un principio. Me acerque hacia mi papá
y me puse en la misma posición que se encontraba mi hermano segundos antes,
sobre sus rodillas. Bajándome el pantalón de la piyama y el boxer.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLA PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLA PLAS PLAS PLAS
- No quiero que vuelvas a
salir de esa manera de la casa Liam, además de poner tu vida en peligro,
desobedeciste una orden directa mía, si yo te digo que te vallas a tu a tu
cuarto te vas y me dejas a mi buscar a tu hermano, no tenias porque salir tu,
voy a ser mas severo contigo y van hacer mas nalgadas a las que le di a tu
hermano –sentencio. Y ahí supe que esa era mi final, me había ganado una buena.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLA PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
- Mmmggg au au duele mmgg
–exclame mi papá había subido de intensidad, me estaba pegando mas fuerte.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLA PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLA PLAS PLAS PLAS
- Buuaaa yaaa…snif…papá me tas
dando muy d-duro aaauuuu
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLA PLAS PLAS PLAS
PLAS PLAS PLA PLAS PLAS PLAS
- Auu yaaa papa buuuuaaaa para
por…snif…por favor…snif…
ZAS ZAS ZAS
- AAAAUUUUU NOOOO PAPÁ
PARAAAAA…SNIF…BUUUUUAAAA
No se en que momento papá se
había sacado el cinturón, solo se que me dolieron demasiado esos correazos
además que me tomaron por sorpresa.
- Yaaa pa-pá no lo volveré a
hacer…snif… lo siento.
- Levanta hijo, ya se termino
el castigo. Espero que no lo vuelvas a hacer.
- No lo hare -le respondí en
un sollozo. Mientra el me subía con cuidado la piyama y me daba un abrazo.
- Suban a dormir ya es tarde.
Que descansen hijos.
- Igual papá –respondí.
- Hata mañana –le contesto mi
hermano.
Connor y yo subimos
rápidamente a nuestras habitaciones en total silencio, solo se escuchaban nuestros
sollozos.
Al entrar en mi cuarto me
acosté boca a bajo listo para dormirme estaba cansado y con el castigo que papá
me había dado concilie el sueño rápidamente estaba pasando a un estado entre
dormido y despierto sentía que poco a poco iba entrando en un sueño cuando
derepente escucho mi celular sonar, me levanto sobresaltado y lo agarro cuando
veo el numero que me esta llamando veo que es el de la señora que esta cuidando
a Mauricio, contesto rápidamente temiendo lo peor eran casi las doce de la noche,
y a esta hora solo te podían llamar para darte malas noticias.
- ¿A-alo? –contesto
tímidamente.
- ¿Liam? –escucho una voz
femenina al otro lado de la línea.
- Si, soy yo.
- Liam necesito que vengas
rápido a la clínica, Mauricio tuvo una recaída esta muy grave y no sabemos si
sobreviva a esta noche.
N/A Hola a todos los que me leen, disculpen por la demora, espero que
les guste este nuevo capitulo, me costo bastante terminarlo pase muchos días
haciéndolo, pero por fin hoy pude concluirlo. Déjenme saber en sus comentarios
si les gusto, si les gusta la historia etc. Saludos y un abrazo para todos :D
Extrañaba esta historia! Que bueno que actualizaste!
ResponderBorrarY uhh pobresito Connor! Seguro moria de miedo el pobre y encima joseph le pega más en casa! Pobresito! Pero me encanto :D
Actualiza pronto que el proximo capitulo se ve prometedor!
Gracias me alegro que te haya gustado. Si intentare actualizar un poquito mas seguido.
ResponderBorrarSaludos!!
Auch pobre Conor le tocó doble castigo!!..
ResponderBorrarLiam me encanta!! Es un muy buen hermano!! Aunque eso le costó tres cinturonazos!!...
Ojalá sigas actualizando!!
Que ya quiero saber que sigue!!