viernes, 2 de septiembre de 2016

Capítulo 27



Capítulo 27
-      Muy bien chico, habla (dijo Alejandro nada más bajar del coche).
-      Creí que íbamos a pelear (dijo Sebastian mirando receloso a Alejandro)
-      No. Eso solo era una excusa (dijo serio Alejandro) ahora empieza a hablar
-      ¿Hablar de qué? (dijo haciendo como que no entendía nada)
-      ¿Qué tenéis planeado Antonia y Tú?
-      Íbamos  a ver una peli de esas de coches, pero salisteis con lo de ir a pelear y
-      Plass (Alejandro le dio un bofetón) No me desafíes, muchacho ¡Responde! (rugió)
-      Nada. Eres un maldito paranoico, Alejandro. No sé cuantas veces tendré que repetíroslo: No vengo a matarte.
-      ¿Ni a quitarme el anillo? (preguntó alzando una ceja. Sebastian hizo una meuca de disgusto pero no contestó).
-      Responde a tu tío, Sebastian (dijo Julio y Sebastian lo miró con odio pero debido al patria-potestas no podía desobedecerle ni mentirle)
-      Alejandro te juro que No voy tras tu puto anillo (dijo con odio. Julio y Alejandro se miraron el uno al otro extrañados. Sebastian no podía mentirle a Julio así que sino quería matar a Alejandro y no iba tras su anillo ¿qué hacía allí? ¿cuáles eran sus verdaderas intenciones?).
-      ¿A qué has venido Sebastian? (preguntó su padre cansado)
-      Pensaba que a pelear, pero por lo visto, me equivocaba (dijo con una sonrisita burlona).
-      PLASS (esta vez la bofetada fue de su padre y le hizo sangrar el labio) no es momento para hacer chistes, Sebastian ¿Cuál es el plan?
-      Buffff (resopló y mientras resoplaba la cabeza le iba a mil. Tenía que encontrar la forma de contestar a esa pregunta, sin mentirle pero sin decirle la verdad) Evitar que acabéis todos muertos (dijo muy serio)
-      ¿Qué? (dijeron Alejandro y Julio a la vez)
-      Los caballeros de la rosa. Vosotros pronto los habéis olvidado, pero seguís estando en peligro, aunque no os lo creáis (eso era cierto y esperaba que les sirviera como respuesta). No estoy aquí para matarte, estoy aquí para salvarte el culo (se giró y le dijo con desprecio a su tío).
-      Mientras lleve este anillo, no podrán acabar conmigo, y lo sabes
-      ¡Y ellos también, joder! (dijo frustrado Sebastian). Mientras lleves ese anillo esta familia tendrá una enorme diana dibujada en sus espaldas. Tu sobrevivirás, quizás (añadió EL QUIZÁS para no incurrir en mentira), pero los demás no llevan anillo ¿no sé si te percataste de ese detallito?
-      Soy muy consciente de ello, Sebastian (dijo Alejandro muy serio).
-      Mirad, no he venido a mataros, sé que os parece increíble que el “malvado” de Sebastian no quiera vuestras cabezas en una bandeja de plata. Pero es así. Y sinceramente me he cansado ya de tener que decíroslo cada día. Si tanto sospecháis de mi ¿Por qué narices me volvisteis a aceptar en la manada? (dijo irritado Sebastian)
-      Eres un Bocha
-      Lo era también hace 5 años cuando me echasteis. ¿qué? No me mires así Alejandro, llevo razón…¿Qué papi ahora callas? (dijo mirando con rabia a su padre)
-      Hijo, como ha dicho tu tío eres un Bocha. Además cuando se te expulsó no sabíamos que estabas bajo un hechizo.
-      Debiste dado cuenta. ¡Eras mi padre! (y que utilizado el pasado le dolió profundamente a Julio) ¿Pero que mierdas hablo? No tenías ni idea de cómo era…eso era cosa de Alejandro ¿no?
-      Hijo, yo nunca renuncié a ti (dijo herido Julio)
-      ¿No renunciaste? No, mucho peor  ¡Renegaste! ¡Los dos! (Sebastian se dio cuenta que se estaba alterando mucho y no podía permitirse el lujo de perder el control y menos ahora que estaba bajo el patria-potestas de Julio. Respiró hondo e intentó calmarse).No es de mi de quien debéis preocuparos, ni de esos vampiros, ni de Leopold o los Hof…me parece genial que estéis con todos vuestros sentidos alerta incluso me parece genial tu paranoia (le dijo a su tío), pero deberíais de tener cuidado porque pude que mientras estáis fijándoos en el blanco equivocado venga el verdadero peligro y os golpeé por la espalda. Es por eso que no me he ido aún. ¡Porque para variar estáis en la puta inopia!
-      ¡Sebastian! ¡Ya es suficiente! (dijo Alejandro y no tuvo ni que tomar la apariencia de semi bestia para que Sebastian se pusiera en guardia) Te creo (dijo tras unos segundos. Sebastian lo miró desconfiado Julio lo miró sorprendido). Confío en ti (añadió al cabo de un rato)
-      Gracias (dijo aún receloso)
-      ¿Y tú confías en nosotros?(le preguntó Alejandro con ternura como hacía cuando era solo un niño)
-      No (dijo sin pensarlo, era un pensamiento que se había escapado).
-      No puedo recriminártelo. Tienes razón debí darme cuenta que tú jamás harías nada contra nosotros, no en tus plenas capacidades mentales (Alejandro por primera vez des de que regresara le estaba hablando de una forma cordial). También debí ordenar que fueran a buscarte cuando supe lo del hechizo (entonces Julio miró a su hermano con decepción. Lo había sospechado des del momento en que no tuvo ningún problema en aceptar las palabras de Sebastian. Sospechaba de todo lo que proviniera de Sebastian pero no puso en duda ni un segundo que lo que Sebastian les contó de estar bajo un hechizo cuando los atacó fuera una patraña). Pero como sabes romper el voto solemne de toda una manada no es fácil…y yo perdí algunos aliados importantes cuando en vez de matarte te expulsé del clan (Sebastian apretaba fuertemente la mandíbula).
-      No pretenderás que sienta pena por ti ¿verdad? (dijo con rabia Sebastian).
-      No fue fácil para nosotros tampoco (dijo algo a la defensiva Alejandro que estaba harto de jugar el papel del malo)
-      Vete a la mierda (dijo dándose la vuelta y caminando hacia el coche)
-      Sebastian, espera, no hemos acabado aún
-      Yo si (dijo sin ni girarse. Alejandro miró a su hermano y aunque en ese momento Julio no estaba nada contento con Julio asintió)
-      Sebastian, regresa (dijo en un tono que aunque era imperativo no era muy firme. Sebastian gruñó y masculló unas cuantas maldiciones pero se dio media vuelta y caminó de nuevo hacia donde estaban su padre y su tío. Cuando llegó frente a ellos no puedo evitar mirar a su padre con odio. Aquello era denigrante pero lo fue aún más que al llegar su Tío lo agarrara por la oreja y que le hiciera a arrodillarse para que le rindiera pleitesía).
-      Aparte de tu tío y tu mayor soy el leader de los Bocha y no puedes hablarme así. No es que no lo sepas, no es que no te acuerdes es que es una provocación escandalosa y reiterada. Y no importa que intente ser paciente y comprensivo contigo. Esto no va a acabar hasta que te ponga en tu sitio ¿no? (Sebastian no dijo nada, las palabras no le salían de la boca).
-      Antes de que “lo pongas en su sitio” (le interrumpió Julio) ¿Me permites? (Alejandro asintió) Quizás pienses que no te conozco que nunca me preocupé de ti, hijo. Pero te conozco, te conozco bien y sé que estás mareando la perdiz. Hacías lo mismo cuando eras pequeño y querías algo, pedías cientos de cosas pero solo querías una y cuando tu madre finalmente te la compraba parecía que estuviera siendo severa. Pero ahí estabas tú con aquel cochecito teledirigido rojo (Sebastian miró a su padre y se le pusieron rojas las orejas)
-      ¿A dónde quieres ir a parar, Julio? (le preguntó Alejandro mientras padre e hijo mantenían un pulso de miradas).
-      Nos está entreteniendo ¿no es así, hijo? (dijo Julio sin apartar la mirada de su hijo. Sebastian no dijo nada seguía mirando fijamente a su padre) ¡Contesta!
-      (dijo cerrando los ojos, como si por responder se fuera a abrir la tierra a sus píes)
-      Se acabó la charada, hijo. Ahora responderás solo con un si o un no, no quiero oír nada más salir de esa boca sino te lo digo expresamente ¿Entendido? (Julio dijo en un tono que aunque no hubiera tenido el patria-potestas le hubiera costado desobedecer a Sebastian)
-      (Sebastian parecía que estuviera a punto de vomitar en cualquier momento)
-      ¿Planeas matar a Alejandro?
-      No (dijo rodando los ojos)
-      ¿Planea Antonia matar a Alejandro
-      No (dijo ofendido)
-      ¿Planeas matarme a mí?
-      No (pero en ese momento gustosamente lo habría ahogado con sus propias manos)
-      ¿Planea Antonia matarme a mi?
-      No
-      ¿Planeas matar a alguno de tus hermanos?
-      No (aquella pregunta le había dolido de tantas maneras que ni podía mirar a la cara a su padre)
-      ¿y Antonia?
-      No (dijo secamente)
-      ¿Planeas traicionar a tu tío?
-      No
-      ¿Y Antonia?
-      Si (dijo y en ese momento se sintió la escoria más grande del mundo)
-      ¿Cómo?
-      Aprovechando la caída de Alejandro para recuperar su anillo
-      ¿su anillo? (Julio miró a su hermano para buscar confirmación)
-      Sí, es suyo ¿verdad tío?(dijo entre dientes)
-      Casandra se lo regaló a nuestro tatarabuelo…no se lo robó…es legítimamente de nuestra familia
-      Nuestro tatarabuelo engañó a Casandra, le hizo creer que se casaría con ella cuando él ya estaba casado y cuando Casandra le dio la sortija, la traicionó (Julio miraba como su hijo y su hermano discutían mientras que él no sabía nada de eso).
-      ¡Alto! (ordenó Julio al ver que su hijo estaba otra vez provocando a Alejandro para que se enzarzaran en una pelea y dejar así el interrogatorio. Eso significaba que aún había algo que Sebastian les estaba ocultando) Has dicho que Antonia aprovechará la caída de Alejandro para recuperar su anillo ¿Cómo caerá Alejandro?
-      Max le quitará el anillo y César aprovechará el momento e intentará acabar con él (si Sebastian no hubiera estado bajo el pater-potestas tanto Julio como Alejandro no lo hubieran creído por un segundo. Pero no podía mentir a su padre mientras éste estuviera ejerciendo el patria-potestas)
-      ¿Max? (dijo furioso Julio viendo que su hijo había involucrado a su hermano en su maquiavélico plan. Sebastian bajó la cabeza, no estaba orgulloso de ello, pero no había otra forma. Solo él o Max podían. E iba a estar un poco liado intentando lidiar con César) ¡TENÍAS PENSADO UTILIZAR A TU HERMANO CONTRA NOSOTROS!
-      ¡No, papá, contra vosotros no!
-      ¡Contra tu tío! (dijo entre dientes Julio)
-      Si, pero solo para evitar que lo maten
-      ¡Max solo tiene 15 años, maldita sea, Sebastian, es tu hermano! (Julio estaba realmente colérico) esa obsesión tuya te ha llevado demasiado lejos. Por la potestad que le

-      ¡Espera! ¡Espera! (Sebastian lo interrumpió antes que su padre pudiera hundirlo más en la miseria) Escucha, escucha os lo diré todo, vale…pero no digas nada hasta que acabe (Julio seguía rojo de pura furia pero le dio la oportunidad de explicarse)

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