Capítulo 9
El ala sanó, ¡la colita no!
En
cuanto Brooke me mostró esa cosa casi me hice pipí de miedo. Dios, me va a
hacer añicos el trasero. Creo que sentarme será un sueño.
“¿de
dónde sacaste esto?” dije una vez que logré recuperar el habla.
“de
la tienda”
“que
acaso en todas las tiendas encuentras estas cosas”
“no,
entré a una tienda para niños malcriados. Deja la preguntadera, duérmete, que
mañana partes con la que esperemos sea la última ronda de inyecciones”
“Brookycita
de verdad me castigarás con eso. Debe doler mucho”
“Sí.
Te castigare, porque te portaste mal”
“ya
me castigaron mucho”
CLAP
“Auu”
no sé en qué momento me desnudó el trasero y estrenó el dichoso aparatito en mi
culo.
“Derek,
no te dieron nada. Con la alegría de que volvieras a casa te perdonaron todas
las zurras”
“me
pegaron fuerte, en el hospital” dije con un puchero, mientras me sobaba el
culo.
“te
dieron caricias nene, pero yo lo voy a remediar” dijo dándome un beso en el trasero.
“no
gusta, eso duele mucho”
“te
lo ganaste a pulso, y no empiezas a entrenar hasta que lo terminemos”
No me
lo creía, pero ese era mi castigo, y de verdad merecía uno y tal vez eso me
ayude a dejar de sentir este peso que creo que es mi conciencia.
“está
bien, pero no muy fuerte”
“eso
lo decido yo, cisnecito travieso”
Me
quedé con la guata apretada. Me dormí pronto, fueron mil sueños eróticos con mi
mujer, pero desperté. No fue nada erótico, bueno, un poco sí. Yo me dormí con
el trasero en pompa porque me dolía, Brooke me bajó el pijama y el bóxer, me
maniobraba para acomodar un cojín bajo mi estómago.
“despertaste
campeón”
“nu”
dije con un puchero.
“si,
mi cisnecito despertó”
“tu
cisnecito no despertó” me hice le remolón, pero no resultó. Sentí el tawse de
Brooke acariciar mi trasero, junto a unos besos. Esto será divertido, me
sonreí, pero mi sonrisa murió al escuchar el sonido que hacía el Tawse al
romper el aire, y el dolor al impactar mi trasero.
“Aaaaaaaa”
Los
dos que siguieron fueron suaves, excitantes, el tercero no tanto; así pasaron
los diez que me tocaban, entre gritos de dolor y de excitación, pero no se
detuvo.
“ya
fueron diez” le grité. Me mordió mi oreja y me susurró: ¿creí que querías
volver a entrenar? No me dejó contestar cuando volvió a golpear con fuerza mi
trasero. Me dio otros diez, pegando uno o dos fuertes; me dolía pero no era
nada que no pudiera resistir.
A los
20 azotes, me liberó. Creí que ahora tendría mi premio, pero sentí desinfectar
mi nalga derecha, ahí las lágrimas y los hipos no se hicieron esperar. Ésta es
la inyección más dolorosa que me han puesto en la vida, y me queda toda una
semana. Me besa el lugar donde inyectara, luego otra desinfectada.
ZAS
“OWwwwww, sácala, sácala”
“respira,
mi vida, respira. Ya queda menos” me di media vuelta y vi que quedaba media
jeringa, lloré y grité con todas mis fuerzas, por suerte estábamos solos en
casa.
“ya
mi cisne hermoso” dijo sacando la aguja de mi culo, me besó de nuevo pero yo ya
no estaba de humor, le hubiese hecho el amor con locura después de los azotes,
pero ahora no la quiero ver ni en pintura, me acomodó la ropa, y yo me abracé a
la almohada y me quedé dormido.
No sé
cuánto dormí, pero me volví a despertar en la misma posición, que la primera
vez, pero ésta vez ella estaba vestida de enfermera, con todo el equipamiento,
me hizo una revisión completa. Yo estaba en el séptimo cielo. No sé cuándo se
invirtieron los papeles y ella quedó bajo mío.
Le
arranqué el diminuto delantal, solo diré, no diré nada más porque un caballero
no tiene memoria y esos detalles son sólo míos o tendríamos que calificar el
relato para mayores de 21. Sí, leyeron bien de 21. Cada día soy más experto en
la materia.
Llegó
la hora de almuerzo, y toda la familia estaba reunida. Yo no me podía sentar
por el dolor en mi trasero.
“Derek
siéntate” me ordenó mamá.
“No, ma! Me duele mucho” le rogué, mi mami no
tenía muchas ganas de que no obedeciera, pero Brooky llegó a mi rescate.
“Las inyecciones le van a doler mucho más cada
día”
Ese no era el apoyo que tenía pensado, así que me
corrieron las lágrimas enseguida.
Papá me contuvo.
“mi principito bonito, solo quedan seis más, ya
bonito” dijo mientras me acomodó sobre sus piernas para que no me doliera el
estar sentado, como iba a explicar que me dolía todo el trasero, pero no era
tanto, además me gustan sus mimitos, he dicho ya que es mi favorito. Sí, lo he
dicho un sin número de veces, pero si él fuera su padre, me entenderían porque
lo digo a cada rato.
Los nenes se portaron muy bien y se comieron todas
las legumbres. Después me enteré que es porque mis hermanos les dijeron que me
estaban poniendo esos pinchazos horribles por no comerme toda la comida y les
entró el pánico.
Bueno, supe después que mis gritos de la mañana se
escucharon hasta sus casas, pero no quisieron ir a verme para no mortificarme.
Lo único bueno de todo esto es que papá me dijo
que si me ponía todas las inyecciones, me compararía otro auto para reponer el
que me vendió.
Y mi
sala de ensayos estará lista la próxima semana, justo cuando pueda volver a
ensayar.
Lo único malo es que las tutorías comenzarán esta tarde, y Brooklyn me
advirtió que no me dejará pasar ni una sola falta y eso me lo dijo acariciando
mi trasero con el tawse rosado que lleva grabado mi nombre.
LittleHoshi: ¿Un tawse? solo puedo decir... pobre cisne
ResponderBorrarjejeje vaya novia se fue a conseguir me lo va a dejar sin nalguitas al pobre cisne!! Que clases de tiendas visita esa niña q consigue esas cosas pobre del cisne!! Jiji. Andrea
ResponderBorrarAaayyy, Lady!!!!! Pobre de mi cisnecito, me lo dejarán sin trasero!!! buaaaaa...... jejeej ... Qué feo consuelo el de mi niño ese de si se pone todas las inyecciones le reponen el auto!! =( Pobetito él!! Uhmm qué pasará en esas tutorías, no?!! se portará bien mi cisne?
ResponderBorrarPrecioso el capi!!! Y por eso quiero muchos más, jejeje!!!
Camila
un tawse genial, no pudo ser mas iamginativa la novicita esa ajajaj yo creo que el cisne debe cmbiar de novia, sino terminara sin trasero jajajjja
ResponderBorrarM