Cuando papá llegó a casa se encontró a su nene
llorando miserablemente en la esquina. Dejó las llaves en el cestito de la
entrada y se quitó el abrigo, mientras observaba la espalda de su hijito que
subía y bajaba con su llanto.
-
¿Qué ha pasado, Juan Carlos? – preguntó papá, con cariño,
pensando que habría vuelto a jugar con las cosas de mamá, o alguna de sus otras
travesuras infantiles.
Pero Juan Carlos se dio la vuelta y lloró más al
verle.
-
Mamá…. ha dicho …que te esperara en la esquina,
que….que….cuando vinieras me pegarías.
Papá abrió los ojos, algo extrañado. Mamá siempre
intentaba evitar que castigara a su niño con unos azotes. Tendría que ser algo
grave.
-
Y ¿qué es lo que has hecho para que papá te tenga que
castigar?
-
He dicho una palabra fea.
Papá frunció el ceño. Su niño no era
mucho de decir tacos.
-
¿Qué palabra?
-
P-u-t-a – deletreó el niño, bajito.
-
Ha dicho que un
compañerito de su clase es un hijo de….ya sabes – intervino mamá, entrando al
salón.
-
Eso está muy feo y no puedes decirlo – dijo papá, muy
sorprendido. A saber dónde había oído esas cosas.
-
No lo sabía – protestó Juan Carlos. Papá pensó que eso era un
buen punto, pero entonces…
¡PLAS!
Mamá le dio un azote y amenazó con
darle otro.
-
No le mientas a papá. Yo te dije ayer mismo que no podías
decirlo, y te expliqué que era una palabra mala.
Juan Carlos puso un puchero, a punto
de empezar a llorar. Papá se acercó a él, le llevó a una silla, se sentó, y le
bajó el paloncito. Luego le puso encima suyo.
PLAS PLAS PLAS PLAS
-
Nunca más, ¿oyes Juan Carlos?
Esa palabra no se dice.
-
No la diré máaaaas. Ssniff. Eres malo.
PLAS PLAS
-
Y a papá no se le miente.
-
Bwaaaa
Juan Carlos lloró como si en vez de
palmadas le hubieran dado balazos, pero papá se le sentó encima y le consoló. Le
colocó la ropa, le limpió la carita y le dio un beso.
-
Si no puedo decir eso…¿entonces cómo tengo que insultar a
Alberto?
-
Es que no le tienes que insultar, Juan Carlos. Si es malo
contigo se lo dices a papá o a la seño, pero no le insultas. Si él es malo le
castigarán a él.
Juan Carlos de bajó de las piernas de
papá, y caminó hacia mamá, muy digno. Tiró de su vestido como para llamar su
atención.
genial buen punto yo apoyo a Juan CArlos, un besote esta linda la mini historia
ResponderBorrarmarambra
LittleHoshi: Me encantó la pregunta del niño "Si no puedo decir eso…¿entonces cómo tengo que insultar a Alberto?" muy propia de un mocoso jajaja de esas que te dejan fuera de juego.
ResponderBorrarPero qué ricura de niño, jeeje!!! Un inocente diablillo del que espero leer más... sí?!! =)
ResponderBorrarMuy lindo, como todo lo que escribes!!
Camila