Capítulo 2
Francisco... cuanto... Francisco Abularach…
Los chicos se
habían adaptado a su nuevo hogar, nada más llegar del orfanato celebraron como
corresponde el cumpleaños de Daniel, con bombos y platillos por doble partida
pues ese día también ambos celebraban la consolidación del hogar como se debe,
siendo padre y estos padres en particular disfrutaban más que los hijos pues
tenían algo que jamás habían siquiera soñado, una familia, ya no eran solo dos
almas incomprendidas que un día se cruzaron y se amaron por siempre y para
siempre, ahora tenían hijos, si hijos en plural: dos perfectos jovencitos que
se parecían tanto a su padre que de planearlo no hubiese salido tan perfecto,
es ese algo misterioso, sin respuesta científica que a veces se da, una en un
millón, el parecido físico de los muchachos con Fran, y algunos modos de Tere,
cualquiera que no los conocía de siempre hubiesen jurado que realmente eran
familia biológica a toda regla
Y este milagro
obraba en el corazón de todos, sobre todo del joven padre una alegría
inigualable, por eso ocasionalmente Teresa solía bromear con Fran sobre un
detalle que se le escapaba de las manos, a veces más que padre parecía el
hermano mayor… mucho amor, mucho mimo, mucho capricho por los críos, y eso la
obligaba involuntariamente a ser ella
quien había de tener la mano dura con los jovencitos pues a Fran con una
sonrisa lo desarmaban y ella apostaba que su amado marido quería irse con los
chicos a hacer las travesuras, cuando esto sucedía ella pasaba a ser la bruja
malvada del cuento, la bruja; pero hoy su Francisco, su amando Francisco tuvo
que romper su secreta promesa, la de no arrancar lágrimas de ser posible a sus
hijitos, y también rompió el secreto más duro que guardaba en su corazón aquel
secreto que él entre lagrimas le hizo jurar a ella nunca mencionar y de eso
hace algunos años ya… un secreto que nació al calor del drama adolescente
Samy se quedo
mirando la puerta del dormitorio de Dany, y tras de ella se oían los sollozos
aun muy audibles, Teresa lo había mandado a llamar a su hermano para almorzar y
no se atrevía a ingresar, pero miro por la ranura de la puerta que quedo entre
abierta cuando su padre salió de ella a su hermano tumbado en el lecho
bajándose la ropa interior y frotarse el trasero, claramente podía distinguir
dos globos rojos inflados y marcados en círculos. Dany acababa de llevarse una
buena cuera de papá, ignoraba la razón de ello y quería preguntar el porqué,
pero prefirió callarse y cabizbajo como estaba se encamino a la cocina con cara
de pena
- Que paso? Porque esa cara
Samy? No llamaste a tu hermano? – pregunto mamá
sirviendo el riquísimo tallarín con pollo y champiñones secos dulces
- Nooo, no pude – contesto
haciendo un puchero
- Por qué?, qué paso? – lo
miro sorprendida
- Es queee – levanto
la vista – está llorando mucho y no
quiero entrar
Teresa y Franz
suspiraron, y una punzada de remordimiento le corrió a Franz, quizás fue
demasiado drástico y Tere leyendo el conflicto de su rosto le dijo a su marido
- Ya voy yo, tu ve sirviendo
la entrada con Samy que esto lo arreglo en un dos por tres… pero no empiecen
sin nosotros
Y no fue un decir,
realmente lo soluciono, entro a la habitación del muchacho aquel que ocultaba
la cara entre los cojines de su cama y lloraba entre hipos, ya no era tanto por
dolor, aun cuando conservaba un picorcillo intimo en el trasero, el llanto más
bien era de vergüenza, a sus 17 años había sido castigado como un niño pequeño
sobre el regazo de su padre.
Teresa se sentó a
su lado y suavemente le subió el pantalón pues de tanto gemir empezó a dormitar
y el sentir a su madre abrió sus ojos sorprendido mientras ella con una sonrisa
empezó a consolarlo con palabras dulces y acariciando el pelo del muchacho que
bien le recordaba a su marido y su corazón se lleno de recuerdos dulces y
amargos al mismo tiempo, pero ahora debía consolar al muchachito aquel que
apenas sintió que alguien cubría sus vergüenzas se dio la vuelta para
encontrarse con la mirada dulce de su madre que le sonrió como si nada hubiera
pasado para quitarle el hierro al asunto.
- Vas a seguir llorando?
- Es que dolió mucho – se
quejo avergonzado mordiendo la boca
- Bueno, pero ya paso,
además no es como si no te lo hubieras ganado verdad? – acaricio
su pelo revuelto
- Pero es que yo ya soy
grande…. – y un par de ojos enormes como de venado
herido lo miraron triste
Tere se rio ante
aquella aseveración, era gracioso, dos cosas sucedieron cuando esa frase quedo
en el aire y que habían sido oídas por Teresa y por Francisco, “SOY GRANDE”, la
primera que el muchacho dijo exactamente eso a su padre cuando este le dijo, fuera pantalones y sobre mis
rodillas… “soy grande, papá soy grande para eso” y segundo, Fran cerró los ojos
y se acordó de si mismo diciendo justamente eso a Teresa… hacia algo como unos
10 años atrás
Lo gracioso es que
casi la misma escena se repitió casi, casi calcada, Fran había ido al colegio a
pagar las pensiones de los muchachos y averiguar por el rendimiento de ambos,
no necesito entrevistarse con el director de aquel recinto para saber que se
había faltado algunas clases porque nada mas estacionar la movilidad fue
testigo de la fugitiva huida de Dany que salto como una pantera la barda
aquella riendo tras de los otros dos mocosos que estaban en lo mismo
- ¡¡¡ALTO AHÍ!!!, donde
crees que vas jovencito?... JA, ESTOY HABLANDO CONTIGO – rugió
cogiendo al mozalbete de la solapa y dándole la vuelta y ante la atónita mirada
de los otros dos mozuelos, le calcó 3 palmetazos en el poto – plaf, plaf, plaf, Y?, a donde vas tan
apurado? – y antes de que los otros hagan o digan algo, los cogió de la
misma manera soltando a su hijo sabiendo que este no se movería de su lado y de
igual forma regalo a cada uno lo suyo sobre la ropa y los encamino al colegio
llevándolos a la dirección primero donde recibieron una amonestación y luego se
quedo sentado en una de las tantas bancas del colegio esperando que concluya
las clases para apuro de Dany
Aquello que acababa
de hacer lo había vivido en carne propia cuando tras cumplir los 18 años dejo
la casa ante la incomprensión de su relación con Tere, una punzada de tristeza
empaño el recuerdo aquel de ese día que debió ser de los más felices de su
vida, a los 18 años se armo de valor para hablar con su amor platónico de toda
la vida, sí, seis años enamorado de la compañera de curso de la hermana que no
reparaba en él ni para saludarlo, no importaba que no la viera hace cuatro años
que fue la última vez que la vio en casa, él la reconocería en cualquier parte,
estaba más guapa de lo que la recordaba, los años le habían sentado muy bien y él
ya no era el nene escuálido: era todo un hombre, el rugby le había hecho un
gran favor, y él sabía que se veía mucho mayor así que aprovecho su
oportunidad, y vaya que la aprovecho basta con decir que hicieron el amor en el
baño del bar, varias veces en el auto y al llegar al apartamento de Teresa
estrenaron cada rincón de la casa, parecían conejos en celo y de cierta forma
lo eran Francisco esperando toda su vida para estar con la mujer de sus sueños
y Teresa por trabajo y sin tiempo y la ridícula idea del hombre perfecto… en
cuanto lo vio en el bar puso sus ojos en él como si fuese una presa y la presa
le salió depredador también y cuando dos depredadores se unen sexo seguro…
bueno no siempre puede ser una batalla campal pero no era el caso, el par de
conejos perdió la noción del tiempo, viernes sábado domingo mil llamadas
perdidas hasta que el maldito GPS del celular delato a Francisco con sus padres
que preocupados furiosos y asustados irrumpieron en el nido de amor, Teresa
quedo helada, al reconocer enseguida a los padres de su amiga a la que no veía
hace años, el mundo se le cayó al comprender que se había tirado al hermano chico
de su compañera, acaso era legal, como no le pregunto la edad ¿qué edad tendrá
el crio?… porque pensaba en él como un crio si hace solo segundos era un hombre
cualquiera.
- Papá que haces aquí – dijo
Fran saliendo envuelto solo en una toalla.
- Que mierda significa esto
– Fabián jamás había
sido más agresivo en su vida, de hecho jamás lo había sido, pero dos noches temiendo
lo peor de su muchacho, y haciéndose el duro para contener a su mujer, para que
su mocoso se estuviera revolcando con una vieja, poco le importaba que tuviera
la misma edad que su hija, su hija no se revolcaría con un crio, Fabián ahí
mismo se saco el cinturón y comenzó a pegar a su hijo por primera vez en su
vida, Fran trataba de hacerse el valiente, pero termino llorando como el crio que
era, Teresa no sabía qué hacer, solo vio como al que por unas horas o por dos
noches tres días había sido su amante… ahora era solo un crio inocente al que
estaban dándole una memorable paliza
En casa las cosas
no fueron mejor, Fabián dio soberana paliza al crio… poto y piernas era una
mancha roja cruzada de largo a largo por el cinturón; Violeta la media hermana
hija solo de su padre, no creía lo que escuchaba, había ido a casa de su padre
en cuanto supo que su hermano estaba desaparecido dejo todo marido hijos
trabajo para encontrar a su bebe, como ella le decía, pero en cuanto supo que su
hermanito se había desaparecido por estarse revolcando con una ex compañera del
colegio salió furiosa rumbo al departamento se su ex amiga, si bien casi habían
perdido el contacto sabia donde viva, al llegar le cruzo la cara de un
cachetazo y la amenazo hasta de muerte, luego a Teresa tira en el suelo
llorando desolada.
Francisco seguía en
pie de guerra y al paso que iba de guerra perdida…. su padre no le hablaba,
solo le pegaba a gana y gusto y su madre le gritaba mil barbaridades, entre: no
veras más a esa vieja, es una pervertida, debería estar presa, si te acercas a
ella la mato… y lo ultimo y la estocada mortal con esa anciana jamás tendrás
hijos quieres renunciar a una familia por un revolcón de cinco minutos…
Mientras Fran
intentaba respirar no por los correazos sino porque las palabras hirientes de
su madre, lo dejaron sin aliento. Su padre rompió el silencio y acabo con todo
lo que para Fran constituía el amor, el amparo, la comprensión, el anteponer la
felicidad a cualquier cosa, él entendía que sus padres se enfadaran por
perderse 3 días de casa, de causarle la preocupación que todo padre en su sano
juicio debe sentir, total los años le darían a él esa perspectiva, cuando sea
padre, pero aquel entonces, su propio progenitor mato, asesino, desfiguro lo
más sagrado para una persona: el amor de familia y 10 largos y tormentosos años
después, porque el tiempo no había borrado aquel dolor tan grande, 10 años y
aquellas malditas palabras, aquella frase cargada de odio, de rabia habían
marcado el alma de su hijo, dañado su corazón que dolía más que toda la paliza
vivida y ese dolor agónico, lacerante, horroroso no se borro y jamás lo haría.
- Si te quedas con ella ya
no eres parte de esta familia, elije bien Francisco Estuardo porque no hay marcha
atrás…es ella o somos nosotros –
Esa fue la última
vez que uso ese apellido, se quedo mirando a su padre como si de pronto al
hombre aquel le hubieran salido dos cabezas, había parpadeado queriendo salir
de la pesadilla que esas palabras significaban, ¿cómo puede un padre dar a
elegir entre dos amores? Si en el amor y en la entrega no hay competencia?, con
el corazón en un puño al darse cuenta que su padre y su madre le daban a
escoger algo que es imposible, algo así como, tu mano derecha o tu mano
izquierda, ¿con cuál te quedas?, no puedes escoger una porque ambas se
complementan, ¿cómo podía ser eso posible si ambas son imprescindibles?, al darse cuenta de que aquello era la radical
posición de sus padres, como si de un grifo se tratara, dejo de llorar, no soltó
una sola lágrima más, se trago el llanto y el dolor; como pudo se vistió y
salió de su casa, sin mirar atrás, sin soltar una sola queja en el corto
trayecto que debía recorrer entre la puerta principal de aquella hoy ajena casa
a la calle, sin un adiós, sin un lo siento, sin un los amo… camino descalzo y tras un buen trecho de solo andar
y ni siquiera respirar de la impresión vivida, dio rienda suelta a su agobio
llorando a boca jarro parando cada cierto trecho para poder respirar, porque el
dolor eran tan grande que lo asfixiaba, así en ese estado de calamidad a las
hora logro llegar a casa de Teresa, pensando que quizás sería rechazado y no se
atrevió a tocar por el nuevo miedo sentido, en su locura no pensó en esa
posibilidad sino era hasta que vio el umbral de la puerta, pero su llanto ahogado
y desvalido que pronto se hizo audible, saco a Teresa del suyo y la hizo abrir
la puerta y a ella verlo ahí le supero la pena, se le derrito el corazón de ver
a su hombre convertido en un crio con la cara deforme de tanto llorar, descalzo
con los pies ensangrentados, ella le abrió los brazos y no se separaron mas,
bueno si por razones técnicas, Francisco se desmayo en sus brazos la fatiga, el
dolor la deshidratación por hacer caminado kilómetros descalzo bajo el
inclemente sol, Teresa grito asustada y para suerte y de presagio que todo
saldría mejor su vecino medico que venía llegando los vio y corrió a
socorrerlos, le limpio los pies espantado de cómo estaba el chico mas cuando
quiso inyectarle un antibiótico para prevenir infecciones y vio el maltratado
cuerpo, no solo era el trasero la saña hizo su labor en la espalda, los muslos,
las pantorrillas, los costados, Teresa también se asusto, esos no eran azotes
para corregir un mal acto, eran azotes de descargar su ira y sus frustraciones;
Javier y ella se quedaron mirando esas marcas y entre los dos lo desnudaron,
Javier saco fotografías del estado del chico para presentar una denuncia pero
Fran despertó y les rogo que no.
- No es preciso, no pienso volver
a verlos jamás, no quiero que tengan la satisfacción siquiera de verme en
fotos, esos NO volverán a saber de mi, ni de cuánto daño me hicieron – no dijo nada mas,
era la tónica en él cuando estaba triste no hablaba.
A las dos semanas
ya estaba como nuevo Javier el vecino le había dado una licencia para la
universidad, pero ya debía regresar.
- Tere hoy salgo – dijo
entre anunciando y pidiendo permiso, total él no tenía un quinto en los
bolsillos y ella lo mantenía, y eso digamos pues no era algo para alzar la voz
pensaba
- Dónde vas, vuelves a la
Uni – Fran rio con nostalgia.
- Claro… – bajo la mirada – voy
a retirarme, debo buscar un trabajo, así que no servirá de nada congelar – declaro,
era algo inevitable, no era como dejar la carrera por enfermedad o por viaje a
una nueva oportunidad, era porque era, porque se dio cuenta que sin dinero
- Alto ahí jovencito, usted
termina su carrera – la firmeza de su voz hizo
que Fran se detenga en el camino hacia la puerta
- No puedo pagarla Teresa es
muy caro y no quiero nada de mis padres, no voy a ir pedirles nada – hablo
con renovado dolor y orgullo al mismo tiempo
- Terminaras de estudiar, SI
SEÑOR, como que me llamo Teresa Abularach – Francisco
rodo los ojos pero no dijo nada, Teresa ya tenía todo arreglado.
- Vamos Francisco a la uni
- A que?, no hay caso
- Como que a qué?, voy a
pagarte los créditos – declaro ella como si nada,
era lo menos que podía hacer por él, sentía que era su culpa que todo aquel
horrible capítulo ocurriera en su vida
- Pero no puedes hacer eso
Teresa, tu, no puedes correr con ese gasto
- Claro que puedo
- No puedes Tere, mira yo no
puedo aceptar dinero tuyo, en cualquier momento te cansaras de mi, y veras lo
que todos, a un crio y lo peor que si se enteran de esto, las habladurías
parecerán ser ciertas, ya no solo
pensaran, sino que lo dirán en voz alta…. que me aproveche de ti y que me hice
pagar la carrera
- Y que, a mi me resbala eso, es mi trabajo, mi
dinero, hago con el lo que quiero, y se lo doy a quien quiero y quiero que tu
lo recibas, teóricamente además, no te estoy dando dinero, te estoy dando una
carrera, una profesión, así que no hay nada más que hablar, lo mío es tuyo y lo
tuyo es mío, incluso tus penas – y lo abrazo con
tanto amor, pero amor por la persona no por el hombre, no al calor del sexo, no
al calor de la pasión, sino amor por amor a alguien por ser lo que era, por
merecerlo, y él se merecía mucho de la vida
- Solo si te casas conmigo –
nadie supo de donde salió eso… solo supieron que
aceptaron porque sin darse cuenta estaban ante el oficial de registro civil
diciendo “SI ACEPTO” y Francisco salió siendo Francisco Abularach…
Ahhhhhhhhhhh.... qué hermoso capítulo!!!!!!! Ya extrañaba tanto a ésta familia, que es bella... todos nacieron el uno para el otro aquí... si una vez el destino los separó, fue la vida misma la que los unió, e hizo un trabajo perfecto, jejej!!!
ResponderBorrarQué penita lo que tuvo que pasar Francisco... pelear por el verdadero amor, aún teniendo que enfrentar a su familia y el cruel rechazo, qué terrible, pero qué valiente de su parte...
Chicas, excelente capítulo. Es un lujo leerlas a las dos en ésta bellísima historia!!
Camila