Susan…. ¿Cuanto Gastaste?

Susan…. ¿Cuanto Gastaste? (VIII)

  

El viernes en la oficina estuvo llena de reuniones en agenda y llamadas, cuando fueron las 3:25 pm Rose (Su secretaria) le aviso a Edward, que la próxima reunión del día, no iba a ser en la oficina, que el chofer lo estaba esperando en PB. Edward arrugo la cara supuso que era una de esas reuniones sorpresas que su padre solía hacer. Bajo con maletín en mano, resignado, repasando mentalmente un poco los avances de la campaña publicitaria en la que estaba trabajando.

Cuando entre al carro, estaba Abby esperándolo.

Abby: ¡Hola! Sr. Hoffman listo para su cita de las 3:30pm

Edward: ¿Pero? …¿Qué? …¿Tú eres mi cita de las 3:30pm?        

Abby: Así es, y aspiro tener toda su atención, porque la solicite hace varios días.

Edward: ¡Rose! Humm…y se puede saber de que se trata…comienzo a preocuparme que hayas agendado una cita, cuando nos vemos casi todos los días.

Abby: Tenemos cita las 4:00pm en el centro en la torre Quorum. Pero sabrás más cuando lleguemos.

Porque, siento que voy directo a una trampa, y es que conozco muy bien a mi secretaria y a mi novia, pensó Edward.

¡Efectivamente una trampa!, llegaron a la empresa que ofrecía el crucero de Quinceañeras, que Susan tenia unos meses rogándole a su padre para ir, y aunque había leído e investigado, no se atrevía a tomar la decisión, no quería que su niña, estuviera lejos de casa por 21 días, en otro continente…visitando varios países, sin su padre o hermanos mayores que la cuidarán ¡NOOOO!. Pero por otro lado no se atrevía a decirle a Susan, que no la dejaría ir, porque sabía que no podría manejar la situación, sabia que le destrozaría el corazón a su hija, o peor aun que lo odiara por lo menos hasta que cumpliera 16 años.

Edward: ¡Abby!, no me gusta la dirección a donde veo que me esta llevando esto, dijo algo molesto.

Abby: Lastima, porque por dos horas eres mío, recuerda yo reserve tu tiempo.

Edward: Es mi horario de trabajo debería estar haciendo negocios.       

Abby: ¡Exacto! ¡Negocios!, tiene muchos elementos: firma de documentos, prestación de un servicio, pago del mismo,  y un objetivo primordial: la felicidad de tu hija. Se que el dinero no compra la felicidad, ¡pero como ayuda!.

¡Vamos Edward!, quiero que escuches de primera mano, que veas que ofrecen, que preguntes todas tus dudas, y sobretodo que RESERVES EL CUPO. Yo tuve esta experiencia, y jamás la he olvidado, te enseña a crecer.

Tu hija esta rodeada de chicos, deja que pase su tiempo con chicas, seguirá siendo tu princesa…pero va a cumplir 15 años…y para nosotros las mujeres es una edad muy importante, para ustedes los hombres, es un año igual que otro, solo es comparable a cuando les dan las llaves del carro a los 18. ¡Que por cierto! Me recuerda que debemos pensar en que carro seria ideal para Kyle.

Edward: ¡OYE! No se si me quieres matar del susto o arruinarme económicamente.

Abby: Jjajaja. Algunos de tus hijos, ya no son niños. Entremos, tenemos cita a las 4:00pm.

Edward:!NO, GRACIAS! Acabo de tomar mi decisión, prefiero que mi hija me odie unos días, a dejarla sola por el mundo. Y camino, para devolverse al ascensor.

Abby: ¡ALTO! …AHÍ…. EDUARDO ENRIQUE HOFFMAN. Entraremos a esa oficina, pondrás tu TRASERO en la silla, y escucharas, y SERA MEJOR que tengas la mejor ACTITUD.

Edward, se paro en seco, es más se volteo tan rápido al escuchar su nombre completo, que hasta estuvo a punto de responder “Si, señor” como si hubiese sido su madre que lo iba a reprender. Cuando cayó en cuenta, que había sido tratado como uno de sus hijos, miro a  Abby, como retándola.

Pero no aguanto la mirada de Abby, y era que nunca la había visto tan decidida. Respiro profundo, y entro.

Edward: Solo te prometo que escuchare y tendré mi mejor actitud, pero no quiere decir que …                                     

Abby, lo interrumpió diciéndole: eso, es suficiente para mí ¡gracias!.

El mismo dueño los atendió, y con Abby dispuesta a no dejar salir a Edward, sin la reserva del cupo, culmino la reunión. Pues que decirle que el pobre sucumbió…ahora si estaba frito, domado por su novia, que ahora parecía que era peor que su madre. Y vaya que se preguntaba al salir, que hubiera pasado si no hubiese hecho caso.

Edward: ¡Te pasas! Como dicen mis hijos, puedes decirme que hubiese pasado si me hubiera negado.

Abby: Uhhh, no te hubiese gustado, te hubiera llevado a tu estudio, hubiese sacado cierta regla que tienes en tu gaveta, te diría que te bajaras los pantalones y te hubiese castigado SEVERAMENTE, le dijo en el oído con una voz sexy.

Edward, trago grueso, creo que me voy a devolver a anular el cupo. Le dijo con la respiración entre cortada…y algo de picardía.

Abby: ¡No te iba a gustar!, te hubiera hecho… llorar, en cambio ahora… serás premiado, y estoy seguro que te gustara mas.

Edward: ¡Te pasas! Pero definitivamente, ¡eso suena! ….mucho mejor, y se besaron.

Luego de unas horas….Edward, llego más que feliz a casa, Kyle había salido con sus amigos como buen viernes, Ray por fin se había decidido a invitar a salir a Megan, Rey estaba en la piscina con Robert y Ricky, entretenía a los pequeños y le servia de practica para su próxima competencia.

Edward, llego al patio, y les dijo:chicos media hora más y salen, ya comienza a oscurecer.

Robert/Ricky/Rey: ¡Si, papá.!          Edward: Rey, ¿y tu hermana?

Rey: En su cuarto.

Robert: Encadenada al teléfono, tiene como 3 horas hablando, bla bla bla.

Edward, volteo los ojos, ese niño un día lo mataban de seguro sus hermanos por traidor, pensó.

Fue al cuarto de su hija, a dar la gran noticia…pero pensó que no lo soltaría de primera mano. Toco a la puerta y entro. Susan rápidamente se despidió y tranco el teléfono. Edward se acerco saludándola con un beso, y su ¡hola princesa! de siempre, toco el teléfono con la palma de su mano… y le pregunto.

Edward: ¡Caramba…princesa! ¿Cuantas horas llevas hablando por ese teléfono?

Susan: ¡Solo, unos minutos…! Colocando esa cara de niña de 5.           

Edward: Si, claro …como unos 180 minutos más o menos ¿No? Y se sonrío.

Edward:¡Necesitamos hablar! Hay una conversación que he estado evitando, por algún tiempo, ….y …creo que no es justo para ti, ….seguir haciéndolo. ….es sobre “el ..crucero”.

Susan: ¡Ahhh! ¡Papá …no …me dejaras ir!...!no es justo! Y le cambio la cara.

Edward:!Espera princesa, …déjame hablar! No ha sido una decisión fácil.

Susan: Ahórratelo PAPA, hubiese preferido que me dijeras que ¡NO!, de una. Y no tenerme meses ….esperando…aunque, creo que siempre supe que me dirás que no…pero tenia la esperanza….. Y ahí venia la lloradera.

Edward: ¡Mi vida!!! Si, me deja….

Susan: ¡SABES! Ya no me arrepiento de haber gastado lo que gaste el otro día en el C. C.

Edward:!ALTO Señorita!, te dije que tenías un límite, no mas de 3.500,00 ¿CUANTO GASTASTE?

Susan: Y ¿Por qué? no consultas el corte de cuenta de tu tarjeta de crédito. Y lo miro…entre reto y burla.

Edward: ¡SUSANA! Dime ¿cuanto gastaste?…porque si bajo a consultar online, y no me gusta lo que veo, a parte de darte unas nalgadas, ¡ANULO! La reserva del crucero INMEDIATAMENTE. Y se le quedo viendo fijamente.

Susan: ¿Anulo? En serio, PAPA….me dejaras ir, y de un brinco se le monto encima, casi tumbándolo, besándolo intensamente…gracias…gracias, papi. Su cara se le ilumino con una sonrisa, no podía creerlo.

Edward, la abrazo para que no se fuera a caer…feliz…y recordó lo que Abby había dicho…el dinero no compra la felicidad…pero a veces como ayuda …..y si lo tienes, porque no a veces aprovecharlo.

Ya, hija…jajajaja, tranquila. ¡Ya! baja, ¡que pesas!.

Susan: Debo, llamar a Ann y a Marjorie…ahora que me has dado permiso, las dejaran ir a ellas también…decía frenética.

Edward: ¿Cómo? Ósea, que sobre mis hombros no solo estaba mi hija, sino dos carrizitas más. ¡Vaya! Inteligentes esos padres, no seria su culpa, sino la de otro. ¡JA! ahora me odiaran, pero mejor ellos, que las chicas que de vez en cuando se reunían en casa a hacer trabajos del cole.

Susan: Papá, …pensé… siempre que, no me dejarías.

Edward: A decir verdad…hija, no lo iba a hacer…pero caí en una emboscada terrible, entre Rose y Abby, de la cual no pude escapar. Le contó lo sucedido…claro obviando algunos detalles, ¡claro!

Susan: Papá, debes aumentarle el sueldo a Rose… y Abby, dile que… la ¡AMO!…es… es …una madre estupenda. Y miro a su padre con cariño.

Edward: Creo, que a Abby, le encantara escuchar eso… y en cuanto a Rose…jajajja, una amonestación es lo que debería darle jajaja.

Por cierto, hablando de amonestaciones, ¡jovencita!, no me has respondido…¿Cuanto gastaste? Mirándola ya serio.

Susan: ¡Tranquilo papi,…solo gaste… casi…2.000,00! …y muy bajito dijo: “más” de lo que debía.

Edward: ¡Susana TE GASTASTE 5.500,00 yo no gaste eso entre tus 5 hermanos…bueno sin contar lo del celular…. Me lo volviste hacer, pero esta vez, te pasaste.

Edward, se sentó en la cama, y le hizo señas de que se acercará, harás un viaje de 21 días y aunque tendrás muchas cosas pagas, evidentemente llevaras dinero para el mismo. Así que será mejor que aprendas a gastar como es debido, bajo un presupuesto diario si es posible, porque si te lo gastas todo en un solo día, PAPA, no te va a mandar MÁS dinero, ¡NO SEÑOR!

Susan: ¡Si, Papá lo siento!. Ha todo lo que Edward le dijo, asentó con la cabeza…y era que aceptaría cualquier castigo sin protestar, internamente estaba muy feliz con él, como para comportarse como una niña.

Sin darse cuenta, estaba en el regazo de su padre, recibiendo 15 nalgadas y en ese momento entendió, que usar esos shortcitos cortos, definitivamente era como estar desnuda. (Algo que sus hermanos, sobre todo Ray, le reclamaba cuando venia algún amigo a casa).

ZAS, ZAS,ZAS ayyy…papi  ZAS,ZAS,ZAS, papi..

Aprenderás  jovencita a ser consciente.

ZAS, ZAS,ZAS siii… papi.. ayyy… ZAS,ZAS,ZAS, lo siento..

ZAS, ZAS,ZAS ayyy duele.

Edward: No quiero una próxima vez de esto, no es la primera vez, que te doy el dedo, y me tomas el brazo con esto de las compras…¿quedo claro?

Susan: Si, papá … dijo con sus ojos azules vidriosos…sollozando un poco, y se abrazaron. ¡Lo siento! …Te quiero mucho papá.

Edward:!Shhh! ¡Ya! yo también… ¡Shhh!¡cálmate! para que puedas llamar a tus amigas y les cuentas sobre el crucero, picándole el ojo. Una vez que le saco una sonrisa a su hija, le dio un beso y salio.