¡AL ABUELO SE LE RESPETA!
Ryoga había realizado un entrenamiento exhaustivo en las
montañas junto con su abuelo durante dos semanas, en
donde estuvo perfeccionando sus habilidades en el combate con y sin armas.
Ichiro le enseño algunas técnicas nuevas que lo ayudaron a mejorar mucho su
concentración y velocidad.
__ Muy bien Ryoga. Te felicito hemos culminado con la última
práctica__ dijo con orgullo el abuelo a su nieto.
__ Gracias abuelo. Ahora si ¡Ranma prepárate! ¡No te quedara ni un
hueso sano!__ exclamó el jovencito mientras el sr. Hibiki se quedaba perplejo.
__ Ryoga escúchame bien: lo que te acabo de enseñar no es para que
lastimes a nadie y mucho menos a Ranma que es como tu hermano. ¿Te quedo
claro?
__ Ichiro cuantas veces te he dicho que no te metas en mis
asuntos__ replicó el niño subiendo el tono de voz.
__ PLASS, PLASS, PLASS… tres fuertes nalgadas
cayeron sobre los pantalones del chico ¡A mí me contestas mocoso, y
no se te ocurra volver a llamarme por mi nombre!
__ ¡MIERDA! ¡IDIOTA! ¡¿CÓMO TE ATREVES?!__ gritó el chiquillo. El
abuelo no dijo nada, pero en un instante,
se acercó a su nieto, lo cogió
por la cintura, y procedió a bajarle
los pantalones y los calzoncillos; el
crío comenzó a patear y lanzar golpes
desesperadamente para evitar que su abuelo le
quitara la ropa.
__ ¡Estate quieto! ¡Te voy a dar una que ya verás!__ anunció el
abuelo quien pudo dominar al animalito salvaje; se sentó en una
piedra, luego lo tumbo bocabajo y le aplico una buena tanda
de azotes con la mano, pero bien fuertes, que hicieron que a Ryoga
se le saltaran las lágrimas sin quererlo. A medida que avanzaba la
azotaina el niño empezó a pedir disculpas desesperado. El abuelo noto que el
trasero del chico ya estaba bastante rojo, así que
decidió poner fin al correctivo, lo reprendió por última vez y sin
subirle la ropa lo sentó en sus piernas, mientras le consolaba un poco.
__ ¡Espero que hallas aprendido la lección! ¡A su abuelo lo
respeta y le hace caso!
__ Si abuelo lo tengo claro, no volveré a hablarte así nunca
más__ dijo el niño con los ojos aun llorosos.
__ Ya está bien, no más lagrimas__ le decía
mientras le daba un beso en la frente.
Ohhhhhh, Nicole, pobre Ryoga!!!... Si no fue su culpa, fue culpa de su boquita, jajaj!!! siempre se gana una buena por mal educado, jeje
ResponderBorrarMuy buen relato nena!!!
Camila
Gracias Camila, si eso le pasa a el por no morderse la lengua. jajaja. Nicole
BorrarGracias Camila, si eso le pasa a el por no morderse la lengua. jajaja. Nicole
BorrarGracias Camila, si eso le pasa a el por no morderse la lengua. jajaja. Nicole
BorrarSe paso Ryoga como es eso de venir hablarle así a su abuelito ¬¬
ResponderBorrarSi muy insolente el niño XD. Nicole.
BorrarSi muy insolente el niño XD. Nicole.
Borrarjejeje ... Este niño no aprende que cosas pobre pero quien lo manda a hablarle así al abu!! Andrea
ResponderBorrarSe las gano, bien ganadas ese Ryoga por insolente vaya crío hay que tener cojones, para contestar de esa manera a su abuelo.
ResponderBorrarGiovanni.